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Al 23,6% de migrantes no los emplean por ser venezolanos

Una cuarta parte de los hogares migrantes asentados en Norte de Santander y demás regiones no consigue empleo y no genera ingresos.

Alrededor de 6 de cada 10 migrantes procedentes de Venezuela que ingresan a Colombia lo hacen por Norte de Santander (58,6%), mientras que otros, en menores proporciones, lo hacen por La Guajira (29,2%), Arauca (8,5%) y Bogotá (2,1%).

Este fue el panorama que arrojó la séptima ronda de la Encuesta Pulso de la Migración, presentada hace un par de días por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), que incluye a los colombianos retornados y se realizó del 8 de abril al 8 de junio de 2024. La muestra tuvo 8.022 personas y 3.719 hogares consultados.

Es de resaltar que este departamento creció 3,1 puntos porcentuales en entrada de migrantes, referente a la sexta ronda de la investigación (55,5%), desarrollada entre agosto y septiembre de 2023.

Otro de los datos revelados es que el 25,9% de los hogares migrantes no consigue empleo y no genera ingresos, mientras que el 22,6% no tiene para adquirir los alimentos. Estas son las dos principales necesidades no cubiertas.

Según la encuesta, la principal dificultad del venezolano para hallar trabajo es no tener los documentos solicitados, pues, casi la mitad no logra emplearse por tal razón (48,5%), siendo el permiso de trabajo el más solicitado (59,2%). La segunda es ofertas de trabajo con baja remuneración o malas condiciones laborales (26,0%).

La tercera dificultad para tener empleo es que ha sentido discriminación por su nacionalidad. Por lo menos 2 de cada 10 ciudadanos lo han vivido (23,6%).

La falta de experiencia (13,4%), no tener conocimiento de donde buscar trabajo (8,9%), no contar con el tiempo suficiente para jornada completa (6,2%) y su círculo familiar no lo/la deja laborar (2,5%) son las demás dificultades encontradas.

Pulso Migración reflejó que el 59,6% de los migrantes estaba trabajando, al momento de ser encuestados, con una diferencia significativa entre hombres (74,3%) y mujeres (45,2%). Mientras que el 21,1% dijo estar dedicado a las labores del hogar; el 8,1%, buscando trabajo; y 7,4%, estudiando.

El DANE también preguntó en qué lugares se sintieron discriminados: ‘buscando trabajo’ (40,0%) y ‘en el trabajo’ (21,7%) fueron el segundo y tercer escenario, después de la calle/espacios públicos (47,8%).

Además, el 55,1% de los migrantes trabaja 49 horas o más a la semana (la jornada legal es de 46 horas), lo cual significa un aumento de 6,1 p.p. al hacer la comparación con la anterior medición (49,0%).

Leve disminución en barreras

En cuanto la relación laboral, el 78,0% tiene contrato verbal y 22,0%, contrato escrito. Estos indicadores variaron respecto a la anterior ronda, cuando fueron de 81,9% (verbal) y 18,1% (escrito). Lo cual representa una muy leve mejoría.

El director de Metodología y Producción Estadística del DANE, César Mauricio López, expresó que la diferencia entre las dos últimas encuestas no es significativa en lo concerniente al tipo de contratación. También que la población que tuvo barreras para hallar trabajo se redujo 4,4 p.p., respecto a la ronda 6 (52,9%).

Para la coordinadora del Observatorio Regional del Mercado del Trabajo (Ormet), Sharyn Nataly Hernández Fuentes, aún falta bastante por hacer en la generación de empleo digno, no solo para los migrantes, también para los colombianos.

La economista recordó que los planes de incentivo al trabajo y emprendimiento en dicha población no se impulsan con la misma fuerza que los programas para el resto de la ciudadanía, lo cual “es lógico, porque hay que dar prioridad a los nacionales”.

Sin embargo, resaltó que entidades internacionales o algunas ONG, como USAID, ONU y Acnur, han implementado planes para que venezolanos y colombianos retornados generen ingresos.

La directora del DANE, Piedad Urdinola, indicó que “estos datos son indispensables para el diseño de políticas públicas, que realmente respondan a las necesidades de esta población”.

https://www.laopinion.co/economia/al-236-de-migrantes-no-los-emplean-por-ser-venezolanos

 

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Libro(PDF): Afrodescendencias. Debates y desafíos ante nuevas realidades

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

Es inmenso el riesgo de prologar un libro analítico y polifónico como este, tejido de voces afrodescendientes. No cabe duda que la obra es pertinente y llamada a ser referencia en materia académica y de política pública. Y, en este contexto, emergen intensos debates ante las nuevas realidades.

En compañía de esta nueva obra, volvemos al diálogo sobre temas candentes que informan el desarrollo académico y las prácticas políticas en este campo. El propósito es continuar la senda de cimarronaje des/re/aprendiendo, construyendo colectivamente espacios de reflexión y transformación.

Este texto culmina la trilogía Afrodescendencias, desarrollada por nuestro Grupo de Trabajo (GT) “Afrodescendencias y propuestas contrahegemónicas” en el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). En consecuencia, le anteceden Afrodescendencias: voces en resistencia (2018) y Afrodescendencias y contrahegemonías. Desafiando al Decenio (2019). Los tres libros, tomados en su conjunto, marcan la insurgente ruta de continuidad en la producción académica enfocada a la lucha antirracista. La articulación entre activismo y academias constituye el eje estructurador de esta trilogía.

Al unísono representa un parteaguas en una coyuntura de crisis global ante nuevas realidades y desafíos. Surge, a 20 años de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, en tiempos en que recobra vigencia la alerta histórica:

Del Prólogo de Rosa Campoalegre Septien.

Autora: Rosa Campoalegre Septien. [Coordinadora]

Anny Ocoró Loango. Yoannia Pulgarón Garzón. Arleison Arcos Rivas. Yeison Arcadio Meneses Copete. Rosa Campoalegre Septien. Jackeline Romio. Helena Cosma da Graça Fonseca Veloso. Laís Abramo. Claudia Miranda. Karina Andrea Bidaseca. Maria Clara Araújo dos Passos. Lenyn Johana Córdoba Palacios. Sinay Medouze. Carlos Álvarez Nazareno. José Caicedo Ortiz. Elizabeth Castillo Guzmán. [Autoras y Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina.

ISBN: 978-987-813-072-9

Idioma: Español

Descarga: Afrodescendencias. Debates y desafíos ante nuevas realidades

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2429&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1598

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Discriminación, hostilidad y racismo: el día a día de migrantes en Tijuana, México. Estudio

La discriminación basada en documentos, hostilidad y racismo fueron una parte inexorable de la vida diaria de los migrantes durante la pandemia en Tijuana, ciudad mexicana fronteriza con Estados Unidos, que se ha convertido en una puerta para las personas que buscan refugio y asilo. Esta es una de las revelaciones de un estudio realizado por Espacio Migrante y Haitian Bridge Alliance con apoyo de Refugees International durante 2020 y mediados de 2021.

Luego de hacer una encuesta con 335 migrantes, sobre todo a centroamericanos, haitianos y africanos, determinaron que la población migrante en Tijuana, sobre todo las personas negras y no hispanohablantes, han enfrentado una mayor barrera institucional para tener acceso a documentos que les permitan trabajar, pagar un alojamiento y disfrutar de servicios públicos.

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“El aumento de la hostilidad hacia los migrantes sigue la línea de tiempo de la militarización de la aplicación de la ley de inmigración en México y las leyes de inmigración durante la administración Trump, políticas que obligaron a más migrantes a permanecer en las ciudades fronterizas, a menudo en condiciones de mayor precariedad, vulnerabilidad y mayor visibilidad”, dice el informe It’s very hard to have rights.

Documentación. El estudio señala que la población migrante que está en Tijuana carece de documentos para poder trabajar y conseguir alojamiento. Entre los indocumentados, que en su mayoría son africanos y haitianos, solo recibieron visas de tránsito para viajar al Norte y ya han expirado.

  • Hay haitianos que iniciaron un proceso de refugiados con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) en Chiapas y recibieron visas humanitarias. Pero mientras esperan la adjudicación como refugiados, no han podido renovar sus tarjetas humanitarias en Tijuana.
  • Para los haitianos también renovar documentos cada año es un proceso que genera estrés y ansiedad. Algunos se sintieron abrumados por la difícil, si no imposible, tarea de obtener documentos oficiales de Haití y tener que pagar tarifas cada vez que renovaron sus tarjetas. También describieron sus interacciones con el personal del Instituto Nacional de Migración (INM) como confusas, debido a la falta de información disponible en su idioma.

Racismo. Desde 2019 ha habido un cambio en la percepción de los migrantes negros, debido a las políticas fronterizas que llevaron a que se quedaran mucho más tiempo en las ciudades fronterizas, afirma el estudio. “Los inmigrantes negros han llegado a ser percibidos como degradantes o contaminantes de la ciudad y como objetivos fáciles de que no recibirán protección de la policía”, explica.

  • Como ejemplo, señala que en una conversación con un grupo focal descubrieron que algunos mexicanos hacen uso de palabras como “masisi” en haitiano o “mayate” en español (ambas palabras se refieren al termino “maricón”) como insultos a migrantes negros. “Tales comentarios sobre el género, la sexualidad y la extranjería de los hombres negros se utilizan claramente para disminuir a los hombres negros frente a las normas mexicanas de masculinidad, y este caso ilustra la interconexión de varias formas de discriminación y estereotipos”, agrega el estudio.

Y la pandemia… El confinamiento que derivó la primera oleada de casos de covid-19 en todo el mundo también afectó de forma especial a los migrantes.

  • Empleo: De menos del 10% de los migrantes haitianos y africanos que estaban empleados durante el apogeo de la pandemia, 73% trabajaba en el mercado laboral formal y, por lo tanto, estaban empleados en empresas e industrias consideradas esenciales. Del 22 por ciento de los centroamericanos con un empleo remunerado durante la cuarentena, casi la mitad (47%) trabajaba de forma independiente o “fuera de los libros”. Muy pocos migrantes encuestados podían trabajar desde casa: africanos (11%), haitianos (19% y centroamericanos (9%).
  • Alojamiento: 97% de los africanos, 96% de los haitianos y 97% de los latinoamericanos y centroamericanos dijeron que la pandemia les había dificultado cubrir sus gastos de vivienda. El alquiler es una preocupación central en parte porque la mayoría de los migrantes encuestados vive en el centro, donde tienen más fácil acceso a la frontera y al transporte, pero donde los alquileres tienden a ser más altos.
  • Un dato del estudio es que los africanos no suelen quedarse en refugios, algunos por motivos religiosos, por lo que carecen de acceso a importantes redes de intercambio de recursos e información de las que disfrutan los haitianos y latinoamericanos que permanecen en albergues. A raíz de esta información, el informe sugiere que los trabajos para apoyar a los migrantes deben ir debe ir más allá de los albergues; de lo contrario, los africanos permanecerán invisibles y quedarán excluidos.
  • Acceso a la salud: Muchos migrantes y solicitantes de asilo en Tijuana, especialmente si eran negros o no hablaban español, no podían acceder a la atención médica necesaria. Las mujeres negras, especialmente si están embarazadas, sufren un absoluto desprecio por sus necesidades.

Recomendaciones. Espacio Migrante y Haitian Bridge Alliance enfatizan cinco demandas generales de los funcionarios e instituciones mexicanas:

  • Cumplir las “sólidas, pero rutinariamente ignoradas” leyes de derechos humanos del país y que trabajen juntos para desarrollar mecanismos para que los migrantes accedan a derechos
  • Normalizar la disponibilidad de información en los idiomas de los grupos de migrantes como práctica gubernamental y entre las organizaciones de la sociedad civil
  • Los gobiernos federales, estatales y municipales, junto con las organizaciones de la sociedad civil, incluyan el origen nacional como métrica para evaluar el acceso a los servicios y los datos de salud, educación y empleo
  • Capacitación en normas de derechos humanos, antirracismo y competencia cultural a los profesionales que trabajan en organizaciones de la sociedad civil, gobierno local, servicios de inmigración y refugiados, atención médica y educación.

Fuente: https://eltiempolatino.com/news/2021/dec/29/discriminacion-hostilidad-y-racismo-el-dia-a-dia-de-migrantes-en-tijuana/

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¿Cuántos migrantes venezolanos hay en América Latina? Mira el mapa

8.000%. Esa es la cifra en que aumentó el número de venezolanos que solicitaron refugio en todo el planeta desde 2014, según la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR. Siete años en que el éxodo de migrantes venezolanos ha pasado de ser un fenómeno de ese país a una realidad en toda la región que ha llevado a foros internacionales y ha moldeado en algunos casos políticas públicas de otras naciones.

La peregrinación de migrantes venezolanos a través de Colombia —muchos de ellos caminando— hacia otros países del continente (como Perú, Ecuador y Chile) y la llegada de muchos otros a sitios más lejanos como Estados Unidos y España es un cuadro común. No obstante, como señala la ACNUR, cientos miles de ellos no tienen documentación ni permiso de permanencia en país alguno de la región, lo que les limita el acceso a derechos y servicios básicos. Todo esto propicia casos de xenofobia, tráfico de personas y explotación laboral, además de violencia y abuso sexual.

En total, hasta noviembre de 2021, había 4,99 millones de venezolanos refugiados y migrantes en América Latina y el Caribe y 6,04 millones el todo el mundo, según cifras de R4V, la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (establecida por la ONU y la OIM), números que la ACNUR usa en sus reportes.

En América Latina y el Caribe, los venezolanos están distribuidos así (cifras aproximadas hasta noviembre de 2021):

 

 

Colombia: 1,84 millones

Perú: 1,29 millones

Ecuador: 508.900

Chile: 448.100 Chile

Brasil: 261.400

Argentina: 173.200

Panamá: 121.600

República Dominicana: 115.300

México: 83.000

Costa Rica: 29.900

Trinidad y Tobago: 28.500

Guyana 24.500

Aruba: 17.000

Curaçao: 14.200

Uruguay: 15.700

Bolivia: 11.700

Paraguay: 5.640

Fuente: https://cnnespanol.cnn.com/2021/12/22/migrantes-venezolanos-america-latina-mapa-cifra-orix/

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“En América Latina y el Caribe tenemos una deuda con la población afrodescendiente”

Por: Karina Batthyány

La realidad por suerte impone algunos temas para comentar que son noticia y que nos traen a muchas de las columnas que hemos trabajado aquí en InfoCLACSO. El primero es México. ¿Por qué? Porque este martes, 7 de septiembre, al medio día, la Suprema Corte de México dio un paso realmente histórico despenalizando el aborto. Los diez jueces se pronunciaron de manera unánime invalidando un artículo del Código Penal del Estado de Coahuila que sancionaba la Interrupción del Embarazo en la etapa inicial con uno a tres años de prisión. Hasta ese fallo, recordemos, el aborto en México había sido tratado de manera exclusiva por las legislaciones de cada uno de los Estados que conforman a la Nación Mexicana.

La sentencia entonces del Máximo Tribunal va a tener efectos generales en todos los Estados. Desde el punto de vista de los hechos prácticos, ya no se podrá encarcelar en ningún lugar del país a las mujeres que decidan practicar un aborto. De las 32 entidades federativas que integran justamente los Estados Unidos de México, sólo 4 hoy permiten el aborto legal, libre y a petición de la mujer hasta las doce semanas de gestación. Recordemos: Ciudad de México, Oaxaca, y recientemente Veracruz e Hidalgo.

Con este fallo, entonces, ahora esto va a ser posible en todo el país. Este fallo judicial es sin dudas un respaldo institucional a la lucha del Movimientos de Mujeres Mexicanas y el Movimiento de Mujeres en América Latina y el Caribe.  Fue bien interesante escuchar al Presidente de la Corte en la argumentación sobre este fallo. Y esta noticia va empezar a generar repercusiones y presiones en todo el territorio nacional de México.

En la Conferencia de Prensa que todos los miércoles da el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, declaró justamente que la decisión unánime del Tribunal debe respetarse y los representantes de las distintas bancadas en los congresos estatales comenzaron a fijar sus posturas. ¿Por qué traemos esta noticia? Porque aproximadamente el 97% de las mujeres latinoamericanas y caribeñas en edad reproductiva viven en países donde el aborto no está permitido. Y además se estima que entre 5 y 10 mil mujeres pierden la vida al año en abortos clandestinos en América Latina y el Caribe.

Entonces, como antes fue en Uruguay, más cerca en el tiempo en Argentina, esperamos que ahora en México se de este paso hacia una sociedad más democrática, más igualitaria, donde las mujeres puedan decidir sobre sus cuerpos y sus proyectos de vida. Y los Estados -aquí lo importante- generen las condiciones para garantizar el ejercicio de estos derechos. Creo que realmente esta noticia se imponía comentarla aquí en InfoCLACSO.

-Realmente una noticia importantísima que viene desde México. Y entiendo ahí, me gustaba tu reflexión antes de ir al segundo tema, sobre lo que significa el trabajo de los diversos feminismos que hay en Latinoamérica y el Caribe. Porque sabemos que es un trabajo entrelazado, donde se toma muy en cuenta lo que sucede en un país para poder llevar esas experiencias a otras… Y creo que es una lucha muy importante, ¿no?

-Absolutamente. La Marea Verde como la solemos llamar específicamente en este tema y que sin lugar a dudas es un logro del Movimiento Feminista Latinoamericano que va avanzando en los distintos países. La noticia de México es para celebrar y para seguir entonces avanzando en éste, que es uno de los temas críticos y uno de los derechos que reclamamos las mujeres latinoamericanas y caribeñas.

-Tienes una segunda temática para proponernos y debatir…

-Te propongo que nos vayamos teóricamente a Durban (Sudáfrica), porque el 31 de agosto fue el Día Internacional de los Afrodescendientes que se celebra por primera vez en el 2021. Porque en 2020 justamente se llegó a la mitad de lo que se conoce como el Decenio Internacional para los Afrodescendientes que fue en Durban, y es bueno hacer una revisión de lo que está ocurriendo a propósito de la declaración de este día por parte de las Naciones Unidas como el Día Internacional de las personas afrodescendientes. En este Decenio –que así se lo ha nombrado, que llegamos a la mitad el año pasado–, si bien se han logrado progresos en los planos legislativos, normativos e institucionales, lo que tenemos para decir es que los y las afrodescendientes aún sufren formas interrelacionadas y complejas de discriminación racial (de racismo), de marginación y de exclusión.

Estos años de inicio del Decenio sumados a la pandemia del Coronavirus, pone de manifiesto la absoluta urgencia de abordar estas persistentes desigualdades estructurales y el racismo sistemático que observamos en el mundo y en particular en América Latina y el Caribe.

Recordemos que la falta de reconocimiento es todavía uno de los principales obstáculos que impiden el disfrute pleno y el disfrute efectivo de los derechos humanos por parte de las personas afrodescendientes. Han transcurrido ya 20 años de la Conferencia Mundial contra el racismo en Durban contra el racismo, la xenofobia y otras formas de intolerancia, y este evento que a veces no lo recordamos tanto, fue en sí mismo un hito, porque permitió sistematizar un proceso en términos de los aportes a la humanidad del programa que hasta el día de hoy se considera como el programa más potente de lucha antirracista hasta nuestros días.

Y esto fue importante porque por supuesto tuvo un amplio y un diverso consenso internacional, pero fue liderado por los y las afrodescendientes. A mitad de camino entonces de este Decenio Internacional que es entre el 2015 y 2024, las metas que dieron origen al Decenio –Reconocimiento, Justicia y Desarrollo para las personas afrodescendientes, tienen un avance muy limitado y seguimos teniendo especialmente en América Latina y el Caribe una deuda con las personas afrodescendientes. Deudas que son significativas en nuestra región, porque es la región que concentra la mayor población de afrodescendientes del mundo con estimaciones que fluctúan entre 120 y 170 millones de personas, donde Brasil justamente concentra la mayor población del continente con 112 millones.

A pesar, entonces, de que 1 de cada 4 latinoamericanos y latinoamericanas se identifica como afrodescendientes, esta situación de desigualdad estructural, de discriminación sigue presente. La pandemia lo agravó y tenemos algunas cifras que nos permiten mostrar con evidencia lo que estamos diciendo de cómo persisten estas desigualdades y estas discriminaciones. Por ejemplo, una de ellas, es que justamente las personas afrodescendientes en América Latina y el Caribe tienen 2.5 veces más probabilidades de vivir en la pobreza que las personas no afrodescendientes. Y a su vez, segunda cifra para que la tengan presente, tienen en promedio menos años de escolarización, tienen también mayores índices de desempleo y menos representación en los cargos de toma de decisiones en todos los niveles, ya sean públicos o privados. Y esto son indicadores de la discriminación y la desigualdad estructural.

Entonces, al racismo tenemos que entenderlo, es parte central también de la cultura del privilegio que tan presente está en nuestros países. Las desigualdades raciales son estructurales, afectan los derechos y se traducen en pobreza, en privación de acceso a elementos del bienestar social de los bienes públicos como el agua, el saneamiento, la electricidad, internet que hoy es tan necesario entre otros elementos.

Tenemos que seguir trabajando en torno a este tema porque queda claro en América Latina y en el mundo la imposibilidad de avanzar hacia desarrollos sostenibles, justos, democráticos, sin deconstruir la matriz de desigualdad, la cultura del privilegio y las desigualdades estructurales que remiten por ejemplo al racismo.

https://www.clacso.org/en-america-latina-y-el-caribe-tenemos-una-deuda-con-la-poblacion-afrodescendiente/

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Una historia de resistencia y esperanza frente al odio y el racismo antiasiático

El aumento de los delitos de odio contra las personas de ascendencia asiática y de las islas del Pacífico en Estados Unidos desde el comienzo de la pandemia del COVID-19 inspiró a la artista Amanda Phingbodhipakkiya a realizar vibrantes obras de arte con personas de ascendencia asiática. Expuestas en espacios públicos de la ciudad de Nueva York, las imágenes, y los mensajes que transmiten, han sido noticia en todo el mundo.

En la primavera de 2021 aparecieron carteles, murales y pantallas de vivos colores en paradas de autobús, estaciones de metro y edificios emblemáticos de toda la ciudad de Nueva York, como parte de un proyecto encargado por la Comisión de Derechos Humanos de la ciudad llamado I Still Believe In New York (Todavía creo en Nueva York), con obras de Phingbodhipakkiya, artista residente de la Comisión.

Phingbodhipakkiya, neurocientífica estadounidense convertida en artista, nacida en Atlanta e hija de inmigrantes tailandeses e indonesios, tiene desde hace mucho tiempo un alto perfil en el mundo del arte, y sus exploraciones del feminismo, la ciencia y la comunidad han ido a menudo más allá de las galerías y los medios de comunicación, a protestas y concentraciones, así como a edificios y túneles de autopistas.

Pero su respuesta artística al aumento del odio contra los asiáticos desde la pandemia del COVID-19 la ha llevado a un público mucho más amplio: I Still Believe In This City ha sido cubierta por un gran número de medios de comunicación, incluida la portada de la renombrada revista Time, lo que refleja una nueva conciencia de la ira y la violencia dirigidas a los asiático-americanos.

Mientras que las obras, que muestran imágenes de personas de origen asiático y de las islas del Pacífico, transmiten positividad y una perspectiva optimista, el texto que las acompaña ofrece al espectador una perspectiva diferente, ya que contiene información sobre el contexto más oscuro que ha inspirado estas piezas, como «Este también es nuestro hogar», «No soy tu chivo expiatorio» y «Yo no te he hecho enfermar», lema este último que refleja la focalización en las personas de origen asiático, sobre la base infundada de que son las principales responsables de la propagación del COVID-19.

Phingbodhipakkiya afirma que las figuras retratadas en los carteles y murales representan «guardianes resistentes y esperanzados, frente a estos horribles ataques contra nuestra comunidad. Nos elevan como guardianes, manteniéndonos a salvo, animándonos a defender nuestros derechos».

Arte y derechos humanos

La exposición de arte público ha sido elogiada por el miembro de la minoría de derechos humanos de la ONU, Derrick León Washington, antropólogo cultural, bailarín y comisario afincado en Nueva York, que cree que el arte es crucial para promover los derechos humanos: «El arte como el de Amanda es una forma importante de iniciar conversaciones difíciles. Está conectado con las experiencias vividas, y nos ayuda a llegar y tocar a diferentes comunidades».

Las obras de arte, dice Washington, «hablan de la rebeldía de los asiático-americanos frente a la violencia antiasiática». Sin embargo, esto no es sólo una historia de Nueva York o de Estados Unidos, y el Secretario General de la ONU ha expresado su «profunda preocupación» por el aumento de ataques similares en todo el mundo».

«El racismo contra los asiáticos y los isleños del Pacífico no es un fenómeno nuevo», afirma Carmelyn Malalis, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Nueva York. «Todos tenemos historias de nuestra juventud, pero es cierto que el año pasado fue especialmente malo, debido a la pandemia».

Malalis señala que el aumento de los niveles de odio contra los asiáticos se produjo en el contexto de un aumento de todas las formas de racismo, en Nueva York y fuera de ella. «En el último año, el movimiento Black Lives Matter (Las vidas de las personas negras importan) ha luchado contra el racismo contra ellos, y ahora hay que luchar contra el racismo contra los asiáticos, el antisemitismo y otras formas de xenofobia. Esta es una ciudad muy diversa, y queremos ver la solidaridad entre todas nuestras diferentes comunidades».

En 2020, cuando el COVID-19 se extendió por la ciudad de Nueva York y los hospitales de esta ciudad experimentaron un aumento de casi 200.000 pacientes, los asiáticos y los isleños del Pacífico (API) se enfrentaron a una amenaza añadida: la culpa, el racismo y la xenofobia.

MK Luff
En 2020, cuando el COVID-19 se extendió por la ciudad de Nueva York y los hospitales de esta ciudad experimentaron un aumento de casi 200.000 pacientes, los asiáticos y los isleños del Pacífico (API) se enfrentaron a una amenaza añadida: la culpa, el racismo y la xenofobia.

Conozcamos nuestra propia fuerza

Al mismo tiempo que las obras de arte I Still Believe in This City se exponían en Nueva York, Phingbodhipakkiya lanzó otra obra más sombría, también en colaboración con la Comisión de Derechos Humanos de Nueva York, titulada May we know our own strength (Conozcamos nuestra propia fuerza). Surgió de su reacción a un tiroteo masivo en marzo de 2021, que se saldó con la muerte de ocho personas, seis de las cuales eran mujeres de ascendencia asiática.

«Esta instalación se desarrolló lentamente a partir de historias compartidas de violencia contra los asiático-americanos y los isleños del Pacífico, pero estaba abierta a cualquier persona que pasara por algo difícil; era un espacio para que depositaran su carga», explica Phingbodhipakkiya.

Los supervivientes de agresiones y otras formas de abuso publicaron anónimamente sus historias, a menudo muy personales y angustiosas, en un formulario de envío en línea. Cada envío activaba una impresora en el escaparate, que transmitía las historias en cintas de papel, al tiempo que activaba una bombilla incandescente. A continuación, Phingbodhipakkiya tejió las historias en intrincadas esculturas colgantes.

La artista dice que espera que la exposición ayude a transformar el dolor y la pérdida de cada historia en «un nuevo camino para la paz y la dulzura, y un nuevo camino hacia adelante».

«A menudo -añade- cuando vemos actos atroces, nos apartamos. Pero, al cerrar la puerta a los demás, cerramos la puerta a nuestra propia humanidad. El arte puede devolverla».

 

Este artículo forma parte de una serie de artículos multimedia publicados en el marco de las conmemoraciones del vigésimo aniversario de la Declaración de Durban de la ONU, considerada un hito en la lucha mundial contra el racismo.

Fuente: https://news.un.org/es/story/2021/09/1495832

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Coordinadora de Migración Unesco: «Mañana van a ser nuestras poblaciones las que se van a desplazar»

En relación a la crisis migratoria que se está viviendo en el país, específicamente en el norte, la coordinadora de Migración, Desplazamiento y Emergencia de la Unesco, Paula Klenner, dijo que el día de mañana van a ser nuestras propias poblaciones las que se van a desplazar.

En entrevista con Expreso Bío Bío, la psicóloga señaló que según cifras de Carabineros hay cerca de 4 mil niños, niñas y adolescentes (NNA) que han ingresado a Chile por pasos no habilitados, y se preguntó ¿qué está pasando con ellos?

“Sabemos que el Ministerio de Educación en coordinación con muchos actores, ha generado respuestas específicas para garantizar el acceso sin condición. La pregunta es qué está pasando con estos NNA, que dado por la crisis sanitaria (…) han debido estar en espacios transitorios que no han permitido acceso a los sistemas educativos normales”, dijo Klenner.

La coordinadora de la Unesco dijo además que “muchas veces pensamos en el problema desde la perspectiva de los adultos y adultas, ¿qué están viviendo?, ¿qué los lleva a migrar? Sin embargo, hoy en día las voces de niños, niñas y adolescentes parecen bien invisibilizadas”.

“En contexto de crisis y en contexto de especial vulnerabilidad, la educación es un elemento extremadamente protector, entrega no solamente educación, sino que entrega un espacio seguro y un espacio de acogida (…)”, explicó Paula Klenner.

“Poblaciones internas se van a desplazar”

Paula Klenner, dijo que hoy en día la situación que se está viviendo hoy en día se va a convertir en algo común los próximos años.

“Hoy tenemos desplazamiento por la crisis económica y política, y mañana será por la crisis climática. Si ahora aprendemos sobre lo que está pasando y damos respuesta, vamos a estar mejor preparados cuando estos movimientos sean masivos y a mayor escala”, señaló Klenner.

La coordinadora de la Unesco dijo que “el día de mañana van a ser nuestras propias poblaciones internas las que se van a desplazar. Entonces cómo van a reaccionar los diferentes sistemas, las escuelas, los hospitales, los funcionarios municipales, eso va a determinar también la inclusión del futuro”.

Poblaciones de acogida

“La respuesta no puede ser solamente para personas migrantes y refugiadas, (…) pareciera que también debemos focalizarnos en las poblaciones de acogida (…). Tenemos que mirar cuáles son aquellas vulnerabilidades.”, dijo la especialista.

Junto a esto, señaló que hoy en día se necesitan mecanismos de salud, acceso al sistema educativo, al sistema de protección social, y en ese camino mirar con especial atención cuál es la situación de las poblaciones que van a acoger.

Además, dijo que las escuelas han hecho un trabajo extraordinario en garantizar la educación a población migrante y refugiada.

“Me gustaría hacer referencia a un estudio que realizamos unos meses atrás de la Unesco, donde mostraba incluso que docentes y personal educativo, sin muchas herramientas (económicas), lograban construir espacios que garantizaban no solamente una sala de clases, sino un espacio seguro para apoyarlas”, apuntó.

Esto, en un contexto donde las experiencias de desplazamiento duran más de un mes, que está asociado a caminatas en extrema vulnerabilidad, y donde durante el proceso de trayecto han surgido muchas experiencias de violencia.

Trabajo con los países vecinos

La coordinadora señaló que el trabajo con los países vecinos, para identificar y asegurar el ingreso a la educación, se ve en los Ministerios de Educación y sus equipos técnicos.

“Están coordinados para asegurar e identificar cuál es la brecha que impide el acceso al sistema educativo del país vecino. Entonces hoy en día tenemos coordinados al ministerio de Colombia, Perú, Chile, y Argentina”, dijo Klenner.

Esto, principalmente para identificar la brecha de reconocimiento de estudio o de la trayectoria que estuvo interrumpida por alguna documentación que faltaba. Sin embargo, hoy lo que se necesita son espacios de entrada.

“En contexto de fronteras, que esos espacios también se coordinen, porque no debemos solamente estar a nivel central coordinados, sino que haya una respuesta específica en los territorios más afectados”, finalizó la coordinadora.

Fuente: https://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/chile/2021/09/27/coordinadora-de-migracion-unesco-manana-van-a-ser-nuestras-poblaciones-las-que-se-van-a-desplazar.shtml

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