Page 2 of 7
1 2 3 4 7

Año escolar Perú 2021: cuándo empezarán, modalidades y todo lo que se sabe antes de su inicio el próximo año

El año escolar 2021 comenzará el 15 de marzo de manera gradual, flexible y segura en modalidades que pueden ser virtual o presencial.

Si bien el 2020 ha sido un año difícil para todos debido a la pandemia del nuevo coronavirus, también lo fue en el sector educación. Las formas de educar y estudiar dieron un giro total este año. Las clases presenciales pasaron a ser virtuales y los alumnos de todos los rincones del Perú se tuvieron que adaptar a esta nueva forma de aprender.

Sobre el año escolar 2021 se tiene muchas expectativas. En ese sentido, el ministro de Educación, Ricardo Cuenca, dio a conocer lo que se tiene pensado hacer con la enseñanza de los estudiantes peruanos el próximo año, según la situación de la pandemia del covid-19 en las regiones del país.

Cabe precisar que a la fecha se registran 995.899 infectados y 37.034 fallecidos por covid-19 en nuestro país, según las cifras del Ministerio de Salud (Minsa).

¿Cuándo inicia el Año escolar 2021?

El ministro de Educación, Ricardo Cuenca informó en la última conferencia de prensa encabezada por el presidente de la república Francisco Sagasti, que el año escolar 2021 se iniciará el próximo 15 de marzo y se hará de manera gradual, flexible y segura en modalidades que pueden ser virtual o presencial, según la situación de la pandemia del Covid-19 en el país.

Año escolar 2021: ¿Clases presenciales o virtuales?

Cuenca señaló que el reinicio de clases será de forma flexible porque la experiencia epidemiológica aprendida demuestra que no todos los lugares del país se comportan de la misma manera frente a la pandemia del coronavirus.

Asimismo, afirmó que lo más probable es que las clases sean dictadas en la modalidad semipresencial, dependiendo de cómo se encuentre cada zona del país.

“El Ministerio de Educación, junto con el Ministerio de Salud, ha elaborado un conjunto de protocolos que incluyen las medidas generales, como el uso de mascarillas, el lavado de manos, la distancia social, así como alertas inmediatas ante la falta de un niño o un docente a la escuela”, subrayó en Palacio de Gobierno.

En un comunicado, el sector Educación brindó alcances sobre cómo será la implementación del Currículo Nacional en el contexto de la emergencia sanitaria generada por el COVID-19.

En cuanto al proceso de matrícula, el Minedu destacó que este puede realizarse de manera presencial o remota. Sin embargo, dada la situación de emergencia sanitaria, se recomienda priorizar los procesos de matrícula a través de dispositivos electrónicos y medios digitales, dependiendo de las condiciones y necesidades de cada estudiante y colegio.

Sobre “Aprendo en casa”, se sabe que durante el año escolar 2021, el Minedu seguirá poniendo a disposición de las familias los contenidos, a través de radio, web y televisión.

Protocolos

Ricardo Cuenta, anotó que o principal, es la salud de las personas, y ante cualquier indicio de un posible riesgo para la vida de los estudiantes o de los docentes, aseguró que se volverá al esquema de educación virtual.

“Ante la primera alerta de un riesgo mínimo en la vida de cualquier niño, niña, joven o docente, estamos preparados para volver a actuar y retomar el modo remoto de la educación. Así que tengan la absoluta seguridad de que lo principal es la salud de todos”, aseveró ante las preguntas de la prensa.

Por otro lado, la presidente del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, anunció que se ha instalado un grupo de trabajo encargado de planificar el retorno del año escolar 2021, el cual, agregó, se realizará de manera gradual, flexible y segura.

“Tiene que ser un proceso que se adapte a las realidades y particularidades de nuestros respectivos territorios y de nuestros respectivos estudiantes”, dijo en la conferencia de prensa.

De igual forma, dijo que se ha aprobado las orientaciones para las instituciones educativas para el retorno a clases en el 2021. “Esto se hará a las disposiciones y recomendaciones de las instancias que correspondan en trabajo articulado salud, educación y gobiernos descentralizados”, señaló.

Fuente: https://elcomercio.pe/respuestas/ano-escolar-peru-2021-cuando-empezaran-modalidades-y-todo-lo-que-se-sabe-antes-de-su-inicio-el-proximo-ano-coronavirus-minedu-covid-19-aprendo-en-casa-revtli-noticia/

Comparte este contenido:

España: La juventud de Valdés ya tiene donde estudiar

Europa/España/11-12-2020/Autor(a) y Fuente: www.elcomercio.es

La Casa de la Juventud Margarita Salas cuenta también con una zona de ocio y se ubica en el Palacio de Gamoneda. Se invirtieron 15.000 euros.

La científica valdesana Margarita Salas se ha ganado otro rincón en su concejo natal. A escasos metros de su estatua, inaugurada en la clausura de la Semana de la Ciencia, se inauguró ayer la Casa de la Infancia y Juventud, que lleva su nombre. Tal y como recordó el regidor valdesano, Óscar Pérez, «es el primer nombre de mujer que tenemos en una instalación municipal». «Supone un paso adelante en materia de igualdad y de visibilización de la mujer», dijo, tras mostrar su satisfacción por poder inaugurar un equipamiento que permitirá «a los más jóvenes desempeñar actividades de ocio y formativos y que opositores y universitarios, que llevan muchos años mostrando interés por disponer de un espacio de estudio, puedan desempeñar esta actividad».

Este nuevo equipamiento, ubicado en el Palacio de Gamoneda, en el centro de la villa, contó con una inversión municipal de 15.000 euros que permitieron acondicionar el espacio para dotarlo de una zona de estudio y otra de ocio. Esta última se encuentra en la primera planta y servirá de punto de encuentro para los más jóvenes, además de contar con un futbolín o una mesa de billar como atractivos. En la otra zona, el área de estudio, situada en la zona bajo cubierta, reúne las condiciones de una sala de estudios y está dotada de conexión a internet libre para que los estudiantes puedan preparar sus pruebas. Los horarios harán compatibles ambos usos, al mismo tiempo que dan respuesta a una demanda de los más jóvenes del concejo.

«Un valor añadido»

La edil de Infancia y Juventud, Clara García, recordó que se trata de un espacio «público, abierto a todos los niños y jóvenes del concejo cuyo principal objetivo es generar actividades de participación social para conseguir que nuestros jóvenes sean ciudadanos activos y críticos», afirmó. Las actividades, cuya programación está condicionada por la actual situación sanitaria, trabajarán aspectos como la lucha contra la violencia, la igualdad de género, el respeto por el medio ambiente, la solidaridad entre los pueblos, la participación democrática y la integración de jóvenes socialmente desfavorecidos, entre otras cuestiones.

Al acto de inauguración acudió la directora general de Juventud, Clara Sierra, que tras conocer el espacio destacó la importancia de estas iniciativas que «promueven el ocio saludable y fomenta la participación de los jóvenes, que tienen mucho que aportar». Además, Sierra destacó que estos espacios «dan un valor añadido a las zonas rurales», que ganan atractivo para los más jóvenes y ayudan a fijar población.

Tras más de año y medio de reformas y, a pesar de su inauguración, la apertura al público de este equipamiento, recordó la edil valdesana, aún no tiene fecha. Todo dependerá de las restricciones derivadas de la pandemia.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/asturias/occidente/juventud-valdes-estudiar-20201207010255-ntvo.html

Comparte este contenido:

Colombia: Los niños, valentía ante la pandemia

América del Sur/Colombia/11-12-2020/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com

El 2020 fue un año difícil para todos, pero algunos de los que resistieron con más valentía los cambios que trajo la pandemia fueron ellos. Invitamos a Isabella Casas Sánchez, una niña bogotana de siete años, a que nos contara su experiencia.

La primera vez que escuché del coronavirus fue en el colegio. Mi profesora nos dijo que era un virus que causaba una gripa muy fuerte, que daba mucha tos, que no te dejaba respirar. Incluso nos explicó que si nos contagiábamos teníamos que ir al médico. Desde ese momento, que fue a comienzo de año y el último día que fui al colegio, nos insistió en que debíamos cuidarnos, usar siempre tapabocas y lavarnos las manos más seguido. Un consejo que nos sigue repitiendo aún, de manera virtual, en la media hora que tenemos todos los días de dirección de curso.

Aún recuerdo lo caótico que fue el día en el que me dijeron que no iba a ir por dos semanas al colegio porque el coronavirus, ese virus que ya nos había explicado mi directora de grupo, estaba en muchas personas y a otras las había matado. Estábamos en la sala de mis abuelitos y empezaron a salir letreros rojos en las noticias, esos de última hora, en los que anunciaban que las universidades y colegios habían empezado a cancelar sus clases.

En el listado que comenzaron a leer los periodistas nunca decían el nombre de mi colegio, hasta que en el chat de Whatsapp los directivos escribieron que se iban a tomar dos días para preparar todo virtual y realizar adecuaciones. Como yo no entendía muy bien, no presté mucha atención. Creía que iba a tener dos días de vacaciones y estaba emocionada. Por dos días ya no iba a madrugar.

Pero, dos días se convirtieron en cinco. Me acuerdo que anunciaron algo como de una cuarentena de tres días, que iba a ser un ejercicio en todo el país. Con mis papás, hermanito, tíos y primos nos fuimos a quedar a casa de mis abuelitos, hicimos una pijamada porque creíamos que solo iba a ser tres días en casa. Esa noche mi papá se me acercó y me explicó que no podía salir de la casa, que no iba a entrenar en un largo tiempo, que no iríamos al parque, ni al centro comercial. Y repitió una y otra vez que teníamos que seguir lavándonos las manos y usar tapabocas en la calle, cuando pudiéramos salir.

Para que yo entendiera la importancia de usar el tapabocas, él jugó con un ejemplo muy lindo, una anécdota que sucedió en mi casa. Mi hermano, Juan Diego, nació de ocho meses y estuvo una semana en cuidados especiales de la clínica. Cuando lo llevaron a casa todos debíamos usar tapabocas siempre y lavarnos las manos. Esa noche me repitió esa historia y me dijo: “Isa, haz de cuenta que nos toca tener los mismos cuidados, esa precaución que tuvimos esos meses, pero ahora lo debemos cumplir todas las personas del mundo”.

Desde ese momento nuestra vida se volvió virtual, hasta las clases. Debo confesar que al principio fueron un desastre. Mi papá era el que me ayudaba pero como en junio regresó a su trabajo, mi mamá tuvo que aprender de tecnología en tiempo récord. Menos mal que estábamos con mi primo Andrés, porque era el que me salvaba cada vez que teníamos un problema con el computador. Si era algo imposible, como la plataforma de mi colegio, ahí me ayudaba mi tío Mario que es ingeniero de sistemas y él sí que se las sabe todas.

En mi colegio tuvimos que experimentar con varias aplicaciones para las videollamadas. Inicialmente, muchos niños debían entrar a clase solos, no sabían apagar el micrófono o no entendían las actividades que dejaban en clase y la a la profe se le hacía difícil manejar el grupo. Luego encontramos una en la que podíamos levantar la mano, como cuando estábamos en el salón de clases, y además, se podían silenciar los micrófonos cuándo alguien olvidaba hacerlo. También podíamos dejar ahí nuestros trabajos, como en un buzón.

Pero mis compañeros y yo tuvimos suerte. Muchos niños en Colombia, sobre todo en las zonas más alejadas, ni siquiera tienen acceso a un computador, mucho menos iban a tener clases virtuales. – Fernando Vita, coordinador de la Mesa Nacional de Educación Privada, asegura que alrededor del 80 % de las instituciones pequeñas se encuentran en serias dificultades para seguir enseñando en medio de la pandemia-.

En una zona de esas alejadas, La Mojana, por la costa caribe, por cuenta de mi prima pude conocer que solo hay una escuela como para 100 niños en Pasifueres, un pueblo que está muy, muy lejos de mi casa. Allá no hay ni agua ni internet. Los niños, me contó mi prima, estudian con unas fotocopias que les llevan los profesores todos los lunes para repasar sus conocimientos. – La falta de capacitación en las TIC y la baja cobertura en internet en zonas rurales son los principales problemas identificados por los 101 profesores de Enseña por Colombia-.

Como las profesoras de Pasifueres, las mías también fueron muy recursivas. Ellas encontraron páginas en las que podíamos hacer actividades y juegos en línea, como rompecabezas, sopas de letras o concursos para atraer la atención de todos en el salón – somos como 25 -. Además, en los “descansos”, si no entendíamos algún tema nos sugerían conectarnos a un refuerzo. Y, entre el caos, risas y varias reuniones virtuales, conseguimos acabar segundo. Espero que tercero no sea tan difícil.

En este aislamiento no solo me tocó adaptarme a las clases virtuales, también tuve que dejar de lado mis clases de patinaje y de natación. En los primeros días de encierro me ponía brava con facilidad e incluso llegué a tirar la puerta de la impotencia que me daba no poder hacer otras actividades. – El primer gran informe sobre el impacto de la cuarentena en los menores de edad en el país, entregado por el Instituto Colombiano de Neurociencias, aseguró que el 88% de los pequeños tiene signos de haber sido afectado por el confinamiento-.

Varios expertos concluyeron que es normal que con el tiempo las niñas y niños empiecen a experimentar estrés, retraimiento, enojo o agitación por la situación de la pandemia a la que se enfrentan. Solicitarán más tiempo y atención para poder expresar sanamente esas emociones- . Por eso, mi abuelita que es psicóloga, me recomendó acercarme de nuevo a mis amigos del colegio. Con mi mejor amiga, Estefanía, hacemos videollamada todos los viernes. Jugamos, vemos videos, hablamos como lo hacíamos antes.

Ahora ya estoy acostumbrada a toda esta nueva realidad que trajo el coronavirus. Tanto así, que a veces salgo al parque y cuando regreso olvido quitarme el tapabocas. El otro día me senté a comer y no me había dado cuenta que todavía lo traía puesto. Y aunque ya estoy acostumbrada, extraño mucho mi colegio y a mis amigos. Anoche mis papás me preguntaron si quería regresar a clase presencial y entre los tres decidimos que sí, que ya es el momento y que estamos preparados para hacerlo.

Estoy muy feliz de volver a ver a mis amiguitos, sobre todo de reencontrarme con Estefy, y de regresar con mis profesoras. Mis papás ya me advirtieron – y me repiten todo el tiempo – que al ver a mis amigos no podré abrazarlos y que siempre debo usar el tapabocas. También me dicen que recuerde el distanciamiento social y que ya no me puedo sentar muy cerca a ellos, ni siquiera en la hora del almuerzo que era cuando más hablábamos. Y aunque al comienzo será alternancia y todos los de mi curso – mis 25 compañeros – no iremos al tiempo, espero que el próximo año podamos hacer todo lo que no pudimos hacer este año con mis amigos.

* Texto editado por Natalia Pedraza.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/los-ninos-personajes-del-ano-2020/

Comparte este contenido:

Los maestros que se resisten a abandonar a sus alumnos en empobrecida región de México

“Me llamo Viridiana Roja’ Vásque’…”. Derechita y seria, así se presenta esta niña de cinco años que hace tareas escolares en una menesterosa vivienda en plena montaña de Guerrero a 3 000 metros de altitud, en el sur de México.

Hasta este lugar remoto llega no sin dificultad ‘Aprende en Casa’, un plan educativo emergente del gobierno, en una de las regiones más pobres del país.

Aunque la apuesta era ofrecer clases televisadas ante el distanciamiento impuesto por la pandemia, el programa aquí es inviable: no hay señal, mucho menos Internet y, a veces, ni siquiera electricidad.

Afuera, el viento y los gruñidos de unos cerditos recién nacidos en casa de Natalia, su madre de 25 años, dulcifican la precariedad del lugar, que contrasta con el cielo nítido y el verde intenso de las montañas. Natalia le dijo al oído cómo saludar en tu’un savi, su idioma natal y variante de la lengua indígena mixteca.

Viridiana, cuyo holgado vestido tradicional disimula su delgadez, se mueve inquieta en una silla que parece miniatura para colorear en las hojas que días atrás recibió de su profesor de la primaria indígena de San Miguel Amoltepec Viejo.

Desde la puerta el maestro Jaime Arriaga, de 33 años, observa atentamente las indicaciones que Natalia brinda a su hija. Luego se acerca, revisa los papeles, relee las instrucciones y nota que una de las hojas quedó mal compaginada.

“Vas a recortar esta y vas a formar una figura que tenga forma de barco. ¿Ya lo hiciste?”, le dice a la niña, que agranda los ojos ante el tono afectuoso pero inquisitivo del profesor.

La crisis del covid-19 y su impacto en la educación son solo un capítulo más del largo historial de marginación de esta región curtida por la pobreza.

“No tenemos otra forma”  Ampliar En plena montaña de Guerrero, en el sur de México, el programa ‘Aprende en casa’ es inviable pues a la región no llega señal, ni Internet y en algunas ocasiones no tienen energía eléctrica.

En plena montaña de Guerrero, en el sur de México, el programa 'Aprende en casa' es inviable pues a la región no llega señal, ni Internet y en algunas ocasiones no tienen energía eléctrica. Foto: AFP.

Arriaga llega cada 15 días para traer material educativo, reunirse con los padres de familia y supervisar avances.

Cuando podía dictar clases presenciales se quedaba toda la semana y evitaba las dos horas y media de serpenteante camino, sin asfaltar en el último tramo, entre Tlapa -ciudad principal de la región- y San Miguel Amoltepec. Hoy su salón, al que solían asistir 22 niños, sirve de almacén o improvisado comedor.

“No tenemos otra forma. Estamos probando, tratando de adecuar estos trabajos a las condiciones que tenemos”, explica Arriaga entre pupitres vacíos.

Celso Santiago, agricultor de 29 años y padre de tres niños, hará el esfuerzo pero lo ve difícil. “Tenemos trabajos y no puedo estarme ocupando en los niños”.

“Si antes no podían aprender mucho de lo que el maestro enseñaba, ahora vamos a estar peor con esto de la pandemia”, añade.

Arriaga recibía alumnos de cuarto a sexto año a la vez, esquema “multigrado” que responde a la escasa asistencia en comunidades pobres y casi despobladas como esta.

“Siempre los problemas sociales y otros influyen” entre la población indígena de México, 69,5% de la cual es pobre, añade.

En Cochoapa el Grande, donde queda San Miguel Amoltepec, 82% de los pobladores son indígenas y en promedio solo completan una cuarta parte de la educación básica.

“Área virgen”  

Los docentes llegan a la región cada 15 días llevando material educativo para los estudiantes. Foto: AFP.

En San Miguel viven unas 200 personas y numerosas viviendas están vacías porque muchos se marchan a buscar trabajo.

Viajan como jornaleros a plantaciones agroindustriales del norte o cruzan la frontera hasta Nueva York, destino habitual de la diáspora de Guerrero.

Los maestros explican que la primaria es el último retén para muchos niños que desertan sin terminarla, huyendo con sus familias de la pobreza.

Paradójicamente, el despoblamiento y la incomunicación parecen haber librado, por ahora, de la epidemia a esta zona, muy vulnerable por la carencia de centros médicos y servicios básicos. Cochoapa el Grande registra solo dos casos de covid-19 y ninguna defunción, según cifras oficiales. Tlapa, en cambio, suma 293 confirmados y 44 muertes.

En todo México, 8 563 indígenas se infectaron y 1 249 han fallecido, informó el gobierno la semana pasada.

“A lo mejor esta área se mantiene virgen, no hay contagios”, dice Martiniano Pastrana, supervisor del plan educativo para estos pueblos.

Pero Pastrana se empeña en advertirles que el covid-19 es real. Su suegro y un cuñado enfermaron.

Los de la montaña “resistimos más” , afirma Celso Santiago, argumentando que poseen “defensas altas” porque consumen lo que cultivan y no “enlatados y químicos” como en las ciudades. “Aquí no hay coronavirus”, concluye rotundamente.

Fuente: https://www.elcomercio.com/actualidad/maestros-abandono-alumnos-pobreza-mexico.html

Comparte este contenido:

Más de medio millón de chilenos son analfabetos

América del sur/Chile/10 septiembre 2020/prensa-latina.cu

Un total de 516 mil 960 personas en Chile no saben leer ni escribir, indican cifras oficiales publicadas hoy con motivo del Día Internacional de la Alfabetización establecido por la ONU desde 1967.
La Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) de 2017, que se realiza con una periodicidad trienal, indica que en Chile el 3,7 por ciento de las mujeres mayores de 15 años son analfabetas, mientras que entre los hombres en ese rango de edad el porcentaje es de 3,5.

Como ocurre en el resto del planeta, la mayor cantidad de personas en esa condición viven en zonas rurales (el 8,6 por ciento), mientras en las áreas urbanas asciende al 3,3.

Por edades el 8,2 por ciento de los mayores de 60 años son analfabetos, seguidos por las personas entre 45 y 59 años (3,7), de 30 a 44 (1,8) y de 15 a 29 años (1,1 por ciento.

La condición económica de los chilenos es un factor determinante en el nivel de analfabetismo, que alcanza entre el 7,1 y 4,5 por ciento en los estrados más pobres, aunque los más acaudalados tampoco están exentos de esa limitación, pues según la encuesta CASEN son analfabetos entre el 1,9 y 1,1 en las capas sociales más acomodadas.

Más allá de esos porcentajes, una de las principales demandas de la población en Chile es el acceso de todos a una educación de calidad debido a las grandes diferencias existentes entre la enseñanza pública y la privada, esta última prohibitiva por sus altos precios para la mayoría de la ciudadanía.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=395014&SEO=mas-de-medio-millon-de-chilenos-son-analfabetos
Comparte este contenido:

América Latina y el Caribe: La recesión podría llevar a miles de niños a trabajar

Redacción: La Prensa Gráfica

La profundización del desempleo y de la pobreza en los hogares podría llevar hasta 326,000 niños y adolescentes a trabajar, según estimaciones de la OIT y la CEPAL.

El deterioro de las condiciones económicas de las familias en América Latina podrían provocar un incremento de entre 1 % y 3 % en el trabajo infantil, lo que significaría que entre 109,000 y 326,000 niños y adolescentes podrían ingresar al mercado laboral sumándose a los 10.5 millones que ya trabajo actualmente.

Una nota técnica publicada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierte que «la desaceleración de la producción, el desempleo, la baja cobertura de la protección social, la falta de acceso a seguridad social y los mayores niveles de pobreza son condiciones que favorecen el aumento del trabajo infantil».

En El Salvador, habían 101,921 niños y adolescentes de entre 5 y 17 años trabajando, según la Encuesta de Hogares de 2018, de estos 31,310 estaban por debajo de la edad mínima autorizada para trabajar y 70,611 eran considerados como trabajo peligroso. La nota señala que cuando la fuente de empleo son micro, pequeñas y medianas empresas (mipyme) hay mayor riesgo.

Este tipo de empresas son más vulnerables a la crisis sanitaria y económica, lo que se traduce en mayor riesgo de pérdida de empleo. El niño puede verse en la situación de tener que trabajar para buscar un ingreso complementario o incluso para sustituir parte del ingreso perdido.

En el caso de las familias que son propietarias de algún negocio, como microempresas, puede haber presión para que el niño realice el trabajo que antes hacía una persona asalariada a quien ya no alcanza para pagarle.

Por otra parte, donde ya existían condiciones de riesgo, como ingresos insuficientes y altos niveles de informalidad, existe la probabilidad que los niños y adolescentes se incorporen al trabajo en modalidades peligrosas.

«Las zonas rurales, donde existen mayores riesgos de trabajo infantil, se verán posteriormente afectadas por la crisis debido a las características de una menor interacción entre las personas y un menor dinamismo económico», dice la nota.

La OIT también publicó un informe junto al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) sobre la relación entre el covid-19 y el trabajo infantil que consigna un aumento de un punto porcentual del nivel de pobreza puede implicar un aumento del 0.7 %, o más, del trabajo infantil.

«A medida que la pobreza aumenta, las escuelas cierran y la disponibilidad de los servicios sociales disminuye, más niños se ven empujados a trabajar. Cuando imaginamos el mundo después de la covid-19, debemos asegurarnos de que los niños y sus familias disponen de las herramientas necesarias para afrontar tormentas similares en el futuro. Una educación de calidad, servicios de protección social y mejores oportunidades económicas pueden cambiar las cosas», dijo la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.

El informe propone medidas como ampliar la protección social, facilitar la concesión de créditos, promover el trabajo decente para los adultos, facilitar el regreso de los niños a la escuela sin costos y disponer de más recursos para realizar inspecciones laborales.

«La protección social es fundamental en épocas de crisis, puesto que permite brindar asistencia a los más vulnerables», dijo Guy Ryder, director general de OIT.

https://www.laprensagrafica.com/economia/La-recesion-podria-llevar-a-miles-de-ninos-a-trabajar-20200620-0044.html

Comparte este contenido:

Enseñanza «puerta a puerta» en Indonesia tras el cierre de las escuelas por covid-19

Redacción: RFI

Henrikus Suroto, un profesor de Indonesia, no se resigna a que la pandemia deje sin educación a sus alumnos, por lo que cada semana se desplaza en moto hasta Kenalan, un recóndito pueblo de la isla de Java.

El docente recorre los sinuosos caminos de montaña para dar clase a los hijos de los campesinos, que viven en zonas sin conexión a internet en las que los cursos en línea no dejan de ser una quimera.

«Nadie me obliga, pero hay algo en mí que me dice que debo hacerlo», explica a la AFP el hombre, de 57 años.

Suroto afirma sentirse «un poco culpable» por desobedecer las órdenes oficiales, que prohíben las clases presenciales y recomiendan los cursos virtuales. «Pero la realidad es que eso no es fácil aquí», señala.

«La única solución es estar al lado de los alumnos y llevar a cabo una enseñanza puerta a puerta», sostiene.

Él no es el único profesor indonesio en echarse a la carretera. Otros muchos otros lo hacen, enfrentándose al virus, las tormentas y los caminos enfangados para poder ofrecer una educación a domicilio por todo el archipiélago del sudeste asiático.

Un tercio de los cerca de 260 millones de indonesios no tienen acceso a internet y todavía hay algunos pueblos que no tienen electricidad.

En total, unos 70 millones de niños y jóvenes se han visto obligados a quedarse en casa desde que se cerraron las escuelas y los centros de enseñanza superior, en marzo, para atajar la propagación del coronavirus.

– Superar los miedos –

Avan Fathurrahman, un maestro de primaria, visita hasta a 11 alumnos al día en la isla de Madura, al este de Java. Da cuenta de su experiencia en Facebook, en unas publicaciones muy compartidas por los internautas.

Reconoce que a veces teme caer enfermo. «Pero la llamada de la enseñanza es más fuerte», apunta. «No podría quedarme en casa sabiendo que mis alumnos no pueden estudiar correctamente».

De momento, las autoridades no anunciaron cuándo se reabrirán las escuelas, pero los epidemiólogos advierten que el país todavía no alcanzó el pico de la epidemia.

Oficialmente, en Indonesia se registraron más de 35.000 casos y 2.000 muertes por covid-19, unas cifras inferiores a las reales, según los científicos.

El gobierno ha puesto en marcha programas educativos en la televisión pública y, en algunas regiones, en la radio.

El ministro de Educación, Nadiem Makarim, admitió que la enseñanza a distancia supone un desafío y no ocultó su sorpresa al ver cuántos habitantes del país no tienen acceso a internet.

«Debemos apoyarnos en los profesores que se movilizan para dar clases a domicilio», dijo el mes pasado.

«Desde el punto de vista de las infraestructuras, Indonesia no está realmente preparada para la educación a distancia», comentó por su parte Christina Kristiyani, experta en Educación en la Universidad Sanata Dharma.

«Aunque fuera posible estudiar por videoconferencia, esto sería demasiado caro en las zonas rurales», agregó.

Además, muchas familias tratan de salir adelante con empleos mal remunerados que tienen que conciliar con el cuidado de los hijos.

«Todo lo que puedo hacer es decirle a los niños que estudien, no puedo ayudarles como un profesor puede hacerlo», explica Orlin Giri, madre de familia de las Islas de la Sonda, una de las regiones más empobrecidas del país. «No tenemos suficiente dinero para una conexión a internet».

Una situación muy generalizada, según Fina, profesora en la isla de Borneo. «Muchos padres solo estudiaron hasta primaria o secundaria, y algunos ni siquiera fueron a la escuela», explica.

Los niños, por su parte, tienen muchas ganas de que reabran los centros.

«Me aburro en casa. Extraño la escuela, a mis amigos y mis profesores», comenta Gratia Ratna Febriani, una estudiante de Kenalan.

Fuente: http://www.rfi.fr/es/20200612-ensenanza-puerta-puerta-en-indonesia-tras-el-cierre-de-las-escuelas-por-covid-19

Comparte este contenido:
Page 2 of 7
1 2 3 4 7