El problema del inglés en la escuela.

Por: el Periódico extermadura.

Los datos sobre el aprendizaje del inglés no son especialmente optimistas. El English Proficiency Index, elaborado por la organización Education First, es un barómetro de prestigio y sitúa a España en la cola de Europa (y a nuestra región a la cola del país), por encima solo de Francia e Italia. Hay muchos factores que inciden en este mal posicionamiento. Uno de ellos es posible que sea el hecho de contar con lenguas poderosas en cuanto a la magnitud de hablantes y tradición lingüística. Otros, por supuesto, en el caso español, son la herencia franquista del doblaje de películas y la poca predisposición de la sociedad, durante muchos años, a acceder al dominio de una lengua extranjera.

En la escuela, el panorama no solo es desolador en cuanto al conocimiento sino que afecta a la equidad educativa y eterniza las diferencias entre los alumnos, una zanja que cada día es más notable. Solo aquellos que tienen la posibilidad de ampliar sus estudios fuera del recinto escolar están en condiciones de acceder a una lengua que será capital para su futuro.

Se llevan a cabo iniciativas loables, como el proyecto de impartir materias no lingüísticas en inglés, o como la aparición de nuevas generaciones de maestros en disposición de incorporarlo en la educación, pero lo cierto es que todavía estamos en pañales. Conviene revertir las cifras a base de una política efectiva, duradera, constante y fundamentada, que vaya más allá del mínimo conocimiento elemental que hoy se ofrece.

Fuente:  http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/problema-ingles-escuela_1063576.html

Imagen: http://estaticos.elperiodico.com/resources/jpg/7/0/1513962158007.jpg

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El Islam en la escuela.

¿No parece más compatible el islam con el catolicismo que éste con las matemáticas?

Por: El Periódico de Extremadura.

Protestaba hace unos días la Concapa (Confederación Católica de Padres de Alumnos) por las posibles consecuencias de la implantación de la religión islámica en las escuelas, algo que planea la Consejería de Educación extremeña en cumplimiento del acuerdo de 1992 entre el Estado y la Comisión Islámica de España (CIE).

Según dicho acuerdo el Estado debe garantizar el derecho a recibir enseñanza religiosa islámica en centros educativos públicos y concertados. Veinticinco años después, esto se ha llevado a la práctica –y de forma insuficiente– en ocho comunidades (incluyendo Ceuta y Melilla), y tan solo en educación primaria (cuando la religión católica, en cambio, se imparte en infantil, primaria, secundaria y bachillerato).

¿A qué se debe, entonces, la queja de Concapa? No, desde luego, al acuerdo en sí. ¡Estaría bueno! Si la sociedad y sus representantes han decidido que la religión confesional tenga que estar presente, como opción, en la enseñanza pública (y concertada) –y no vamos a discutir eso ahora–, ¿por qué va a ser solo la católica y no todas las que el alumnado y sus familias demanden?

Lo que la Concapa parece temer son otras cosas. La primera es que la enseñanza del islam y otras confesiones pueda perjudicar a la que, como insisten, es «la religión mayoritaria en este país». Y la segunda, y más importante, es que se obligue a los colegios concertados católicos a aceptar a alumnos que no «compartan el proyecto educativo» del centro, es decir, a alumnos musulmanes (o de otras confesiones) que puedan demandar formación religiosa no católica.

En cuanto a lo primero nadie duda que la religión católica tenga más arraigo que las demás (islámica, protestante, judía), pero la exclusión de estas casa muy poco con el respeto a las minorías que exige la convivencia en una sociedad multicultural. En el caso del islam también conviene considerar otro argumento: los musulmanes que conocen su religión en la escuela (en el idioma del Estado y bajo un programa regulado por el BOE) no corren el riesgo de radicalización de los que buscan esa formación religiosa en las redes o en otros lugares fuera de control.

En cuanto a lo segundo existe cierta controversia legal. Si en el acuerdo con la CIE se afirma que la escolarización de niños musulmanes no debe entrar en contradicción con «el carácter propio» de los centros (pensando en los centros concertados católicos, que son la mayoría), en las leyes educativas de todo rango se establece la obligación de no discriminar a los alumnos por motivos religiosos, la garantía de formación religiosa para todos (sin especificar confesión), y la obligación de los concertados a plegarse a dichas leyes (especialmente a las normas relativas a la admisión de alumnos). La cosa, pues, parece clara.

Pero más allá de la controversia legal la pregunta interesante es si ofertar religión islámica es realmente inconciliable con el «carácter» de un centro educativo católico, como sostiene la Concapa. Yo creo que no. Si la formación católica es conciliable (según también la Concapa) con la formación científica y humanística de cualquier centro público no religioso, ¿por qué no va a ser conciliable con otra confesión religiosa en un centro, precisamente, de carácter religioso? ¿No parece más compatible el islam con el catolicismo que el catolicismo con la biología o las matemáticas?

De otro lado, aunque podamos discutir que el Estado, por mor de la pluralidad, deba financiar ciertos proyectos educativos alternativos, esta pluralidad ha de fomentarse también (y yo diría que sobre todo) «desde dentro», esto es: en cada escuela y en cada ciudadano formado en ella. No solo la pluralidad, claro, sino todos aquellos otros principios fundamentales (la no discriminación o el respeto a las minorías entre ellos) a los que se debe nuestro sistema de convivencia.

El Estado, en fin, no debe meterse en las creencias de cada cual, pero sí debe garantizar (en aras de la pluralidad y la libertad) que un alumno matriculado en cualquier centro público o concertado pueda elegir entre toda la gama de ideas y valores que nuestra sociedad permite, incluyendo los relativos a las distintas confesiones religiosas.

Fuente: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/islam-escuela_1051308.html

Imagen: http://zetaestaticos.com/extremadura/img/noticias/1/051/1051308_1.jpg

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La UEX ha perdido un 10% de alumnos desde que se implantó el plan Bolonia

El dato positivo: suben los estudiantes cuya franja de edad se sitúa entre los 18 y los 24 años. 1.681 chicos y chicas han pedido traslado de expediente para hacer sus estudios fuera.

Por: el Periódico de Extremadura.

El número de estudiantes matriculados en la Universidad de Extremadura (UEx), desde que en el curso 2009/2010 se iniciara la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (Plan Bolonia), ha descendido en términos absolutos en un 10 por ciento, una cifra inferior a la media nacional que se sitúa ligeramente por encima del 11 por ciento.

El curso pasado se matricularon un total de 22.136 alumnos entre grados, másteres y doctorados y en el curso actual la cifra de matriculaciones en grados ronda las 17.400 a falta de computar los estudios de postgrado y cuando aún no se ha cerrado el periodo para formalizar las matrículas de grados, por lo que se espera que la cifra sea similar a la del ejercicio anterior.

El vicerrector de Estudiantes, Ciro Pérez, y el de Planificación Académica, José Luis Gurría, ofrecieron ayer algunos datos sobre la universidad extremeña a quince días de que se dé por concluido el periodo de adaptación al Plan Bolonia, en el que se ha rediseñado la oferta académica para equilibrar la oferta y la demanda y se han incorporado nuevos títulos como Bioquímica, Biotecnología, Psicología, Criminología o Periodismo, que se espera implantar el próximo año en el campus de Badajoz.

En este sentido, dijo, se han implantado nuevos títulos de Grado de «fuerte demanda» y que han supuesto un coste reducido para las arcas «de la universidad peor financiada de España», dijo López, quien aseguró que se ha hecho «un gran esfuerzo» para corregir los desequilibrios que había entre la oferta y la demanda.

Respecto al futuro de otras carreras con pocas matriculaciones y con riesgo de desaparecer, el vicerrector de Planificación explicó que, «ahora mismo» no hay ningún grado en peligro porque superan el número mínimo de matriculados (10 alumnos).

Con todo, la UEx sigue perdiendo alumnos, al igual que el resto de universidades españolas, aunque en el caso de la extremeña el número de estudiantes comprendidos en la franja de edad de entre 18 y 24 años, se ha incrementado, pasando del 21 al 26% en datos relativos, en estos 8 años.

Para Ciro Pérez, esta bajada de alumnos se debe fundamentalmente a cuatro razones como que esa población de entre 18/24 años ha descendido un 14% desde 2010, que ha aumentado el precio de matrícula (sobre todo en 2ª, 3ª y 4ª convocatoria), que se ha endurecido el acceso a las becas y que la adaptación al Plan Bolonia se pasó de cinco años en las Licenciaturas a cuatro años en los Grados, que no fue compensado por las titulaciones que de tres años (Diplomaturas) pasaban a cuatro.

El dato que corrobora que la población joven ha descendido es que en la primera convocatoria de la Selectividad del año 2016 se matricularon 5.162 alumnos en las sedes extremeñas, mientras que los alumnos que estrenaron este año las nuevas pruebas EBAU (Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad) fueron 4.588. «Hay casi 600 estudiantes menos que han realizado la EBAU y, en la convocatoria extraordinaria, también han sido menos» afirmó Ciro Pérez, «por tanto, la población susceptible de ir a la universidad, en principio, este año es inferior».

NUEVO INGRESO // Las matriculaciones de nuevo ingreso (que hasta finales de mes no se darán por cerradas en Grado y que continúan abiertas en Máster y Doctorado) se mantienen en números similares a los tres años anteriores. En convocatoria ordinaria este curso hay ya matriculados 3.758 alumnos de nuevo acceso (aunque aún falta el llamamiento presencial de la convocatoria extraordinaria) y el pasado curso hubo 3.978.

Por otro lado, en las matriculaciones de este curso que acaba de comenzar, se ha experimentado un descenso en las solicitudes de traslado de expediente ya que de las poco más de 2.000 del pasado curso, por ahora se llevan contabilizadas 1.681 solicitudes.

De ellas, 1.041 responden a titulaciones que se imparten en la UEx pero que completan todas sus plazas como Medicina, Enfermería o Derecho; y otros 600 alumnos van a estudiar Grados que no se encuentran en la oferta extremeña como Farmacia, Periodismo o Ingeniería Aeroespacial.

Los extremeños que salen fuera a estudiar eligen principalmente las universidades de Madrid, la de Sevilla y la de Salamanca y, tradicionalmente los alumnos del sur de Badajoz optan en su mayoría por la ciudad andaluza, mientras que los del norte de Cáceres se marchan a la capital salmantina.

Así las cosas, el próximo 30 de septiembre se puede dar por concluido el proceso de adaptación al Plan Bolonia y, durante estos últimos ocho años, se han ido adaptando progresivamente los Grados, a continuación los Máster y, por último, los programas de Doctorado. En estos dos últimos el número de matriculaciones ha subido en estos últimos años.

Finalmente, el vicerrector de Estudiantes ha recordado que hasta el 17 de octubre se encuentra abierto el plazo para solicitar la beca del Ministerio de Educación. El curso pasado, un total de 10.848 alumnos la solicitaron y la obtuvieron unos 7.834 estudiantes (el 79%).

Fuente: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/temadeldia/uex-ha-perdido-10-alumnos-implanto-plan-bolonia_1040100.html

Imagen: http://zetaestaticos.com/extremadura/img/noticias/1/040/1040100_1.jpg

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