Trumpadas contra la ciencia. ¡Científicos del mundo, uníos!

Por: José Rangel

El 20 de enero de 2017, en la Marcha por las Mujeres en la ciudad de Boston, MA, se convirtió en una de las manifestaciones políticas más importantes en los EE.UU., al convocar también al mundo de la ciencia a marchar en Washington. Ahí dio inicio la Marcha por la Ciencia, que tendrá lugar este 22 de abril de 2017.

A la iniciativa de la Marcha por la Ciencia se habían unido más de un millón de personas una semana después de su convocatoria inicial. Esta propuesta se ha desarrollado como un movimiento ciudadano que rechaza la política científica de la administración Trump y busca promover y defender el lugar de la ciencia en la sociedad más allá de las fronteras estadounidenses.

Las sospechas iniciales de que la ciencia en los EE.UU. podía verse amenazada, se ha vuelto realidades.

  • Trump y sus colaboradores más cercanos han dado muestra de estar entre quienes niegan la aparición de cambio climático y calentamiento global asociado.
  • El tema no solamente ha desaparecido de los principales centros de investigación, sino se teme por la desaparición de información estadística de la mayor relevancia.
  • El nombramiento de Scott Pruitt como jefe de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), y sus vínculos con los cabilderos del mundo industrial hace sospechar que Washington busca distanciarse de los Acuerdos de París.
  • Peor aún, el vicepresidente Pence ha dado fe pública de sus creencias creacionistas.
  • Científicos internacionales han sido impedidos de trabajar en los EE.UU.
  • La ciencia se ha visto hostilizada ideológicamente desde la Casa Blanca.
  • Los científicos del mundo acusan de que la puesta de la mira de Trump sobre la ciencia se debe a que la actividad científica emplea como método la colecta, verificación y análisis de datos. Este hecho se contrapone en esencia a la fabricación y uso de pseudo-hechos (“Alternative facts”), así como de la “post-verdad”, mecanismos que emplean para dar crédito a posiciones que favorecen intereses políticos, económicos y religiosos sobre grandes temas[1].
  • El primer borrador de presupuesto para 2018 incluye recortes masivos para la ciencia[2]:
    • Agencia de Protección Ambiental (-31%)
    • Departamento de Agricultura (-21%)
    • Departamento de Salud y Servicios Humanos (-18%)
    • Departamento de Energía (-6%)
    • NASA (-1%)
    • Institutos Nacionales de Salud (NHI) (-20%)

Los recortes van mucho más allá de lo que cualquiera de los observadores políticos hubiera sospechado. Desde la Segunda Guerra Mundial, la inversión en investigación y desarrollo ha sido crítica para la prosperidad y la seguridad de EE.UU., sin embargo, para la administración entrante, el financiamiento gubernamental de la ciencia se ha extendido en exceso y es necesario recortarlo, lo que redundará en impactos de la mayor envergadura más allá de las fronteras norteamericanas[3].

Miles de personas, en más de 100 ciudades alrededor del mundo se organizan para marchar a favor de la ciencia y contra las propuestas oscurantistas de Trump. Proponen movilizarse y trabajar en conjunto con el fin de resaltar y compartir las contribuciones de la ciencia, volverla más incluyente y accesible con el fin de asegurar las posibilidades de ponerla al servicio de la comunidad y garantizar que, en el futuro, desempeñe un papel fundamental en la determinación de las políticas sociales.

La Marcha por la Ciencia, convocada para celebrarse el Día de la Tierra (22.04.17) busca asegurar que la ciencia se mantenga como el pilar de la libertad y la prosperidad de la humanidad[4].

Con la Marcha se demandará:

  • Construir una comunidad científica que funcione en busca del bien común y sirva al conjunto de la población.
  • Fortalecer los lazos, el respeto mutuo y la comunicación entre la comunidad científica y la población en general.
  • Garantizar que los responsables de elaborar las políticas públicas hagan uso de la mejor ciencia disponible para informar sobre las decisiones que afectan a la población.
  • Apoyar a los hacedores de ciencia contra censura o discriminación por diseminar evidencia científica.
  • Combatir la discriminación, explotación e iniquidad en la comunidad científica.
  • Trabajar en pro de que las carreras científicas y la investigación científica sean accesibles a más miembros de poblaciones con historias de marginación y subrepresentación.
  • Pronunciarse a favor del derecho de cada niño de recibir educación científica de calidad, así como de tener acceso a las tecnologías y herramientas que dan forma al mundo.
  • Promover la participación en el proceso electoral en todos los niveles que permita vincular el pronunciamiento científico con las acciones de la sociedad civil y ser públicamente escrutable.
  • Heredar a las generaciones futuras los valores de curiosidad, libertad de palabra, libertad de cuestionamiento y pensamiento crítico[5].

Con estas demandas a cuestas, además de la marcha central en Washington, se llevarán a cabo marchas satélite en más de 514 ciudades de 52 países diferentes a EE.UU.

En México han sido convocadas 4 marchas satélite: en la Ciudad de México, en Irapuato, en San Luis Potosí, y en Guadalajara. Las posibilidades están abiertas para que, quien quiera, pueda sumarse a esta gran convocatoria y participar en una u organizar una marcha satélite en su localidad. El vínculo está abierto[6].

Los franceses reconocen que la Marcha por la Ciencia hizo su aparición como un rechazo instintivo a la política científica estadounidense de la nueva administración, para transformarse en un gran movimiento ciudadano internacional para promover y defender el lugar de la ciencia en la sociedad. Por primera vez en muchos años, reconocen, los científicos dejarán sus laboratorios para salir a la calle[7]. Aunque también reconocen que, en su caso, el apoyo a la ciencia está en declive constante, que los jóvenes científicos se ven forzados a tomar empleos precarios y que las organizaciones científicas enfrentan dificultades financieras sin precedente.

Es fundamental reconocer el papel decisivo que la ciencia tiene en nuestras vidas, dicen los franceses. Es inaplazable salir de la torre de marfil y hacer que la investigación rinda cuentas al gran público y explique la manera en que los resultados científicos permiten mejorar la calidad de vida cotidiana de millones. Junto con la American Association for the Advancement of Science, consideran que la ocasión es única para explicar la necesidad social de la ciencia.

La importancia de la Marcha y su rápida acogida mundial radica en que la negación de hechos científicos y la propagación de post-verdades (hechos falsos) son cada vez más aceptados como base del discurso social, lo cual termina siendo una amenaza directa sobre la misma ciencia.

Los alemanes marcharán no porque protesten solamente contra los recortes presupuestales, ni por las políticas ambientales, sino para luchar por un mejor uso de la ciencia y en contra de todos los discursos, cada vez más extendidos, que niegan sus resultados. O sea, es un movimiento extendido y creciente por una mayor base científica de la vida cotidiana.

Hay un problema en México, las marchas no darán puntos para el SNI, de ahí que la participación de científicos en el país puede verse fuertemente disminuida.

[1] http://www.lemonde.fr/idees/article/2017/02/15/marchons-le-22-avril-pour-signifier-l-immense-danger-que-represente-la-mise-au-pas-des-sciences_5080007_3232.html

[2] America First: A Budget Blueprint to Make America Great Again

[3] https://www.washingtonpost.com/national/health-science/trumps-budget-would-slash-scientific-and-medical-research/2017/03/15/d3261f98-0998-11e7-a15f-a58d4a988474_story.html?tid=ss_tw&utm_term=.b35f855e6618

[4] http://www.dw.com/en/march-for-science-to-unite-researchers-against-trump/a-37373616

[5] https://www.marchforscience.com/marcher-pledge/. Traducción libre.

[6] https://www.marchforscience.com/satellite-marches/?country=Mexico

[7] https://lejournal.cnrs.fr/articles/pourquoi-les-scientifiques-appellent-les-citoyens-a-marcher-pour-la-science?utm_content=buffer1bfec&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer

Fuente: http://www.educacionfutura.org/trumpadas-contra-la-ciencia-cientificos-del-mundo-unios/

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Cómo “ler” los resultados PISA 2015

Por Jose Rangel

Presentación

¿Existe algo más allá de los resultados publicados de PISA? No pareciera. Desde el 2000, cuando las evaluaciones de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) irrumpieron en la escena educativa, México ha mostrado sus debilidades en este terreno (cabús de la Organización), sin haber logrado más que los lamentos de prensa correspondientes. Hacen nota un par de días y esperan 3 años a la siguiente evaluación.

O, por otro lado, se aplican con frecuencia diagnósticos y medidas que recuerdan a H.L. Mencken en el epígrafe.

Unas palabras introductorias sobre el programa PISA (Programme for International Student Assessment) para no partir de suponer que todos están obligados a saber de qué se habla.

La OCDE lo define sucintamente como un sondeo trienal de carácter internacional que busca evaluar los sistemas educativos de todo el mundo por medio de examinar las habilidades y el conocimiento de los estudiantes de 15 años[1].

PISA evalúa en qué nivel los estudiantes, cercanos al final de la educación obligatoria (media superior), han adquirido los conocimientos y habilidades necesarias para abrirse camino exitosamente en las sociedades modernas.

Encada ocasión se evalúan los tres campos: Matemáticas, Lectura y Ciencias, y se pone especial énfasis en alguno de ellos. En esta ocasión, el mayor detalle correspondió a Ciencias. Sobre ello nos centraremos.

La prueba correspondiente a 2015, sujeto de la presente contribución, incluye resultados de una muestra de más de 500 mil estudiantes, quienes representan 28 millones de jóvenes de 15 años de 72 países. Los estudiantes fueron evaluados en ciencias, matemáticas, lectura, solución colectiva de problemas y conocimientos financieros.

En síntesis, el resultado para México es: tiene un nivel muy bajo, la dispersión de sus resultados es baja (muchos malos, algunos medianamente buenos), y la tendencia en el tiempo, sin cambios (el sistema educativo sin mejoras).

 

  • México. Resultados PISA 2015
País Matemáticas Lectura Ciencias
México 408 423 416
OCDE 490 493 493

Fuente: http://www.keepeek.com/Digital-Asset-Management/oecd/education/pisa-2015-results-volume-i_9789264266490-en#page45.

Conclusiones o introducción

México obtiene resultados por debajo de lo esperado dado tanto su PIB per cápita como su gasto educativo. (Figs I.2.7 y I.2.8) [2]. Los resultados de México son similares a Costa Rica y a Colombia (ambos con un menor ingreso, pero mayor gasto). Por debajo están Brasil (mismo ingreso, pero mucho mayor gasto) y Rep. Dominicana (poco inferior en ambos). (Fig I.2.13).

Del total de estudiantes que presentaron la prueba, 47.8% se ubicó por debajo del nivel 2. En el nivel 5 se ubicó 0.1% de alumnos y ninguno en el nivel 6. No hay un solo estudiante de excelencia en ciencias en México, y cerca de 48% no están en condiciones de razonar científicamente. El promedio de alumnos que se ubican en los niveles 2 y superiores en la OCDE es de 79%. En muchos países asiáticos el monto supera 90% (Viet Nam, Macao, Singapur, Hong Kong, Japón).

Se considera al nivel 2 como el mínimo de conocimiento científico para poder desempeñarse como un ciudadano pensante, con capacidad crítica y capaces de incorporarse a la actividad productiva en condiciones de vincularse efectivamente en asuntos vinculados con ciencia y tecnología. (Fig. I.2.15).

A pesar de que México tiene mala evaluación promedio en ciencias (416), casi 41% de los estudiantes sondeados espera hacer una carrera vinculada con las ciencias, muy por encima del promedio de la OCDE (24.5%), y su gusto por estudiar ciencias también está por encima del promedio OCDE. Esto es, los resultados no son producto del desinterés de los alumnos. Quieren, se interesan, se esfuerzan, pero reciben mala educación. (Cuadro I.1.2).

En 2007, durante el gobierno de Felipe Calderón se presentó como un objetivo de relevancia elevar el rendimiento de los estudiantes de forma considerable para alcanzar en 2012 un resultado en el programa PISA de 435 puntos en el promedio combinado entre lectura y matemáticas. El punto de partida eran 392 puntos obtenidos en 2003. En 2009, se vislumbraba la posibilidad de llegar a la cota establecida. En 2012, la meta no se alcanzó. El promedio combinado fue de 418 puntos. A partir de entonces se dejaron a un lado las metas fijas. Y, desde ese momento el rendimiento ha decaído[3].

Ser el último sitio de la OCDE no es noticia. La posición ha sido históricamente mala y no hay resultado alguno que se corresponda con ningún esfuerzo especial en contrario. Lo mejor que se hizo fue dejar de hablar del tema explícitamente. Se abandonó cualquier programa especial, extraordinario, emergente que permitiera revertir el bajo nivel y las tendencias pobres de mejoría. Los números lo delatan.

Lo más que se ha logrado son respuestas fáciles y lamentos de prensa por un par de días y esperar otros tres años a la siguiente evaluación. Esta ocasión no ha sido la excepción.

Tres respuestas importantes caen en lo que señala Mencken en el epígrafe. La primera señala simplemente que la educación tiene que dejar de ser memorística y volverse significativa[4]. Otra respuesta, del jefe del PRI, reparte culpas[5]. Finalmente, el secretario Nuño nos da el avión, dice que la cosa es tranquila y que ya está en marcha una reforma que se va a encargar del asunto y veremos resultados en unos 10 años[6].

Las respuestas monocausales hacen mucho daño, sobre todo en un país donde la salamería impera en la vecindad de los funcionarios públicos.

No hay funcionario público que no esté consciente de que los fenómenos como el que está en cuestión están impregnados de una dosis importante de complejidad. No son monocausales, ni se resuelven, cuando se puede, ajustando algunas variables como si fueran tornillos. Así que hacer declaraciones fáciles es, cuando menos, una imprudencia.

Cuál es la autocrítica que puede hacerse el sistema educativo mismo de la falta de capacidad para lograr la mínima mejoría en el desempeño de sus educandos. Se pusieron objetivos y fallaron. Dejaron entonces de hacerlo. Ahora juegan ping-pong o las traes: fue culpa de Calderón. O sea, el conocido argumento de que la solución soy yo.

La Reforma Educativa no estuvo diseñada con PISA en mente. Decir que ahora será la solución es, si no una tomadura de pelo, sí una ingenuidad, o una manera poco elegante de zafarse de la responsabilidad.

Es de la mayor importancia que se asuma abiertamente esa responsabilidad de encontrar caminos que permitan aproximarse a conocer por qué México muestra una capacidad tan renuente a mejorar, más, aún, aceleradamente. Qué impide que los resultados sean mejores.

Cuáles son los determinantes de una calificación en esta evaluación de desempeño. Qué se debe modificar primero, segundo, tercero. Dónde está la clave de un mejor desempeño:

  • Qué papel juega, entre otros, la instauración del bachillerato obligatorio.
  • Por qué sigue habiendo tan baja cobertura en media superior. ¿Son las razones del abandono las mismas que producen el bajo rendimiento manifiesto en los resultados de PISA? Los estudiantes que presentaron la prueba no han abandonado, pero, qué tanto la carencia de atractivo, la relevancia, tanto para los jóvenes como para los mercados de trabajo pueden estar en la raíz del problema del desempeño estancado en bajos niveles, como lo está en el caso de abandono[7]. Cómo se correlaciona la población de ninis, cuyo desinterés por el estudio a costa de su futuro puede estar vinculado, en la etapa anterior al abandono, a un bajo desempeño escolar manifiesto en los resultados de PISA.
  • Qué papel juegan las instalaciones, la calidad de los docentes.
  • Qué papel juega la región, la pobreza, la alimentación, el trabajo colateral.
  • Qué papel juega la distancia a la escuela.
  • Qué papel juega la educación de los padres.
  • Qué papel juega el gasto en educación.
  • Qué papel juegan las expectativas de vida.
  • Qué correlación hay con el interés por estudiar.
  • Qué correlación hay con la idea de que el mejor camino para la superación de las condiciones presentes es por medio de la escuela.

 

Se pueden lograr cambios muy importantes en el corto plazo. Así lo han hecho Chile, Colombia, Portugal, Noruega. Otros países han caído vertiginosamente en el corto plazo también: Eslovaquia, Holanda, Hungría. (Figure I.2.8d).

 

Un paseo por Pisa

No solo está México mal, sino de malas. La posición global en los resultados del programa ha empeorado. Además, las cifras de PISA en relación con México son engañosas. Consideran que se tiene una tendencia positiva entre 2006 y 2015. Sin embargo, México solo experimentó una mejora entre la primera y la segunda pruebas (2006 y 2009). Desde 2009 no hay cambios en el resultado promedio. (Table I.2.4a). Otros países latinoamericanos tienen avances notables: Perú, Argentina, Colombia. Avances modestos: Chile, Brasil, Uruguay. Aunque también hay retrocesos: Costa Rica. Interesante notar que, para el conjunto de países de la OCDE, la tendencia sea a bajar la calificación a lo largo de todo el período. La caída se acentuó en el último. La educación en ciencias en el mundo empeora. Solo mejoran los que parten de niveles bajos de calificación, e. g., México.

México tiene mala calificación promedio y dentro de lo malo, muy mal desempeño. México es consistentemente malo en su desempeño de ciencias en PISA. La calificación mediana es baja (414), al igual que su dispersión. Por ello se tienen calificaciones muy malas en el percentil menor, pero no buenas en el mayor. Las mejores calificaciones de México son las calificaciones medianas de no pocos países. Mientras que hay pocos países con peores resultados en las calificaciones bajas.

De manera práctica, puede decirse que la mitad de la población (46% hombres y 49% mujeres) están por debajo del nivel mínimo aceptable, nivel 2. Y no hay nadie en el nivel 6, de excelencia. Entre 2006 y 2015 mejoraron los peores, pero empeoraron los mejores. (Tables I.2.6a y I.2.6b).

Es notable y preocupante el nivel global de calificación de México, pero me parece más preocupante que no haya alumnos en los niveles de excelencia. Países con menores calificaciones tienen siempre alumnos de excelencia. México está en el primer sitio de países con cero alumnos en el nivel de excelencia de ciencias, lectura y matemáticas, 99.4% de alumnos están fuera de los tres niveles de excelencia. (Table I.2.9a). México ocupa el deshonroso quinto sitio antes del último, en el mundo, en alumnos con desempeño de excelencia en alguna de las disciplinas evaluadas.

Es más frecuente ser malo en todo que bueno en todo. Los alumnos que son excelentes en una materia, con frecuencia lo son en las otras dos. (42%). La inversa aplica con más rigor. El 71% de quienes son de bajo logro en una materia lo son también en las otras dos.

Pisa valora el nivel de ingreso por habitante para ajustar los resultados. Existe una correlación positiva, a mayor ingreso por habitante, mejor resultado. Sin culpar al poco gasto educativo, si México estuviese a la altura de lo que corresponde según su ingreso, la calificación debiera llegar a 452 puntos (frente a 416 obtenidos). Esto es, con lo que se tiene se puede hacer más.

Además, el status socioeconómico explica poco del mal desempeño en ciencias de los jóvenes mexicanos:

  • Los estudiantes mexicanos obtienen malos resultados, cualquiera sea su condición socioeconómica y escuela a la que asistan. Claramente, los resultados manifiestan ineficiencias del sistema en su conjunto. Ocurre lo mismo en el caso de género. Son tan malos hombres como mujeres. (Cuadro I.1.3)
  • Más de 53% de la población de los estudiantes que presentaron la prueba 2015 se encontraban en el decil inferior de la escala de status socio-económico, solo superados por Turquía. Los estudiantes más pobres tuvieron un desempeño similar al del promedio de la OCDE en su conjunto. Incluso en países como Bélgica, los estudiantes más pobres tuvieron peor desempeño que México. Sin embargo, a medida que se avanza en la escala de nivel socio-económico los resultados obtenidos se distancian de la media. El más lejano se encuentra en el decil más alto. (Table I.6.4a).
  • México muestra la menor variación entre el conjunto de países en el resultado de la prueba al incrementar el nivel socio-económico. (Table I.6.17).
  • De la misma manera, muestra el menor porcentaje de estudiantes llamados resilientes, esto es, aquellos de bajo nivel socio-económico y altas calificaciones. (Table I.6.17).
  • A lo largo de los años en que se ha presentado la prueba ha disminuido el rendimiento de estudiantes de mejor nivel socioeconómico, sin que se haya deteriorado el de estudiantes de bajos recursos. Sin embargo, tampoco ha crecido el número de estudiantes de bajos recursos con buen desempeño. Hay una fuerte tendencia hacia la mediocridad generalizada. (I.6.17).

El estudio muestra una importante vinculación entre las creencias científicas y los resultados en la prueba. El trabajo idiosincrático, cultural que requiere ser hecho para trabajar en esta dirección es mayúsculo. Cómo hacer para que en la población en general predomine la explicación científica sobre el pensamiento mágico, cuando hay infinidad de elementos que operan en contra.

Evidentemente, modificaciones en el carácter cultural de la población requieren generaciones para cambiar y, en este caso, están asociadas con mayor educación generacional. ¿Será que tengan que transcurrir generaciones enteras para un cambio de mentalidad y alcanzar sociedades más racionales? A pesar de ello, México es de los países que mayor proporción de estudiantes reportaron estar interesados en seguir una carrera vinculada con la ciencia o la tecnología (más de 40%), comparado con el promedio de la OCDE, inferior a 25%. Además, entre 2006 y 2015, la proporción incrementó cerca de 10 puntos porcentuales. Es una extraordinaria condición de país que las autoridades están dejando perder, junto con el bono demográfico. (Fig.I.3.4).

A pesar de los malos resultados obtenidos, la actitud y disposición de los estudiantes mexicanos es de lo mejor en el mundo. Si no tienen buenos resultados, no es por falta de interés y deseos de aprender ciencias y matemáticas. Es claramente una falla del sistema. México es el país en el cual el mayor número de estudiantes respondió que disfrutan estudiar tópicos científicos (86%). Superior al promedio de la OCDE (63%).

El problema educativo se muerde la cola. México obtiene en el seno de la OCDE la menor calificación en ciencias. México tiene el menor ingreso per cápita del grupo, incluyendo Chile. Colombia y Costa Rica tienen menor ingreso y mejor calificación. El problema no es lineal. México, adicionalmente, presenta el menor gasto educativo acumulado en educandos entre 6 y 15 años de edad. A esto se suma que entre los estudiantes evaluados una gran mayoría se ubica en un bajo estrato socioeconómico y cultural (59%). Adicionalmente el país cuenta con la menor proporción de adultos entre 35 y 44 años con formación de educación terciaria. (Table I.2.11).

Por supuesto todo está interrelacionado. ¿Por dónde se comienza a desenredar la madeja?

Epílogo

Cobertura, calidad y excelencia son tres etapas clave en la problemática macro de la educación. Cada vez con mayor fuerza e importancia los tres momentos están calificados por la pertinencia.

La solución de cada etapa es creciente en complejidad, por ello no puede ser etapas sucesivas. Avanzan de manera simultánea, pero tienen distintos tiempos de solución. El orden de solución es el mostrado: cobertura, calidad, excelencia, y el aderezo, pertinencia.

México no ha logrado aún alcanzar a resolver la etapa uno: el problema de cobertura en el nivel medio superior, al que corresponden los jóvenes evaluados.

En los niveles medio y medio superior, México tiene una cobertura pobre de 62%, la más baja de la OCDE. En 2003, cuando inicia PISA, ocupaba el penúltimo sitio, 13 puntos por debajo del nivel actual. Solo superado por Turquía, con una cobertura de 36% de los jóvenes de 15 años. 12 años después Turquía duplicó su cobertura y se ubicó 7 puntos por encima de México.

Todos los países con excepción de México y Turquía han asegurado una cobertura superior a 80%. Sin embargo, Turquía mantiene un ritmo de crecimiento que le asegurará alcanzar o estar muy cerca de esta cota en la próxima edición, en tanto México ha estancado su cobertura desde 2009, y se ubica muy lejos de la mínima considerada satisfactoria por el conjunto de países de la Organización.

Es muy difícil que, si no se muestra capacidad para asegurar una cobertura satisfactoria, se cuente con elementos para garantizar que los estudios que se imparten tengan calidad internacional.

[1] http://www.oecd.org/pisa/aboutpisa/

[2] Todas las referencias a cuadros y gráficos se refieren a PISA 2015 Results (Volume I)

Excellence and Equity in Education, DOI:10.1787/9789264266490-en.

[3] http://www.compareyourcountry.org/pisa/country/MEX.

[4] Boletín UNAM-DGCS-839, Ciudad Universitaria. 14:45 hs. 6 de diciembre de 2016.

[5] http://www.milenio.com/politica/pisa-prueba_educativa-enrique_ochoa-felipe_calderon-educacion_mexico-milenio_0_862114124.html.

[6] http://www.milenio.com/politica/aurelio_nuno-prueba_pisa-educacion-cnte-carlos_puig-emergencia_0_862114210.html.

[7] (http://www.oecd.org/mexico/mexico-policy-priorities-to-upgrade-skills-and-knowledge-of-mexicans.pdf, pág.7).

Fuente:http://www.educacionfutura.org/como-ler-los-resultados-pisa-2015/

Imagen: ww.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/12/PRUEBA-ENLACE.jpg

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La política educativa y científica guiadas por el fanatismo y la ignorancia radical

Por: José Rangel

La elección de Donald Trump para presidente de los EE.UU. ha sacudido al mundo. Fundamentalmente, porque la decisión de la parte del electorado que votó por él (no mayoritaria), suficiente de acuerdo con su mecánica electoral, parece avalar un pensamiento contrario a la racionalidad contemporánea. Que se votara por él fue claro por los sondeos que se hacían a lo largo de la campaña y, finalmente, porque así lo demostraron los conteos finales de la elección.

El irracionalismo y otros elementos presentes en el discurso de Trump, que desvelan rasgos  no distantes al despotismo, el fanatismo y al fascismo (Eco, http://www.openculture.com/2016/11/umberto-eco-makes-a-list-of-the-14-common-features-of-fascism.html) es lo que asusta. Hay ahora un desatado representante de los menos educados dispuesto a disparar misiles contra la línea de flotación de las insignias de la cultura, la ciencia y la educación norteamericanas.

Es imposible exagerar el daño potencial que las Trumpadas de Donald pueden causar a la educación en los EE.UU. (y el resto del mundo). Peor aún, cuando esta elección se suma a la reciente decisión del Reino Unido de aislarse de la Unión Europea, la cual es vista como más dañina aún para la ciencia que el mismo Trump. (https://www.timeshighereducation.com/news/sir-fraser-stoddart-brexit-far-worse-for-science-than-donald-Trump).

De Trump y el Brexit queda claro que lo que el Mundo necesita es más educación para resolver los problemas que la civilización presenta, incluyendo los efectos de los avances tecnológicos, el desempleo y subemepleo concomitantes, la polarización del ingreso personal y regional, así como de las migraciones derivadas.

Solo la inmensa ignorancia de Trump puede permitir pensar que el aislamiento total de un mundo que presuntamente los acecha y amenaza es la solución a los problemas de la civilización.

Es muy difícil predecir los efectos que tendrán las medidas que Trump piensa instrumentar en los frentes de la educación, la ciencia y la cultura. Plantea un vuelco tan drástico que rompe con la tendencia histórica del mundo. ¿Tiene alguien derecho a hacerlo? sobre todo cuando quienes establecieron compromisos de largo plazo son simplemente deshonrados en el acuerdo.

Alarma cuál pueda ser el resultado esperado para la educación cuando un discurso educativo como el que maneja Trump tiene visos, si no de pleno oscurantismo, sí de vuelta a un pasado que incluso los EE.UU. no han conocido durante su historia educativa como país.

Aquí algunos botones:

  1. En primer término, considera que la educación en EE.UU. es, sin más, un fracaso. (https://www.facebook.com/DonaldTrump/videos/10156692264830725/)
  2. Está dispuesto a desmantelar la educación pública y volver a la educación localista, sectaria, confesional: School Choice. Éste será el objetivo nacional prioritario (http://thehill.com/blogs/ballot-box/presidential-races/295034-trump-to-earmark-20b-for-school-choice).
  3. Deshacerse del tronco de saberes comunes fundamentales (Common Core), uno de los logros más avanzados del sistema educativo estadounidense, desde preescolar hasta la educación media superior. (https://twitter.com/realDonaldTrump/status/697613947655086080)
  4. Su misión es desmantelar el monopolio educativo controlado por el Estado. Según Trump, ninguna de las políticas fallidas en ese país, está más urgida de un cambio radical que este monopolio estatal.
  5. De igual manera, buscará desmantelar la otra “gran barrera” hacia el progreso: los sindicatos de maestros. No habrá definitividad y se pagará solo con base en el mérito individual. Responsabiliza a los Demócratas de establecer una alianza con los sindicatos magisteriales. Los sindicatos canalizan toneladas de recursos al Partido, según Trump, y éste les garantiza poner una barrera que los mantenga libres de competencia con la School Choice. Así no hay competencia en la educación. El resultado de la operación de este mecanismo es que el proyecto de School Choice se mantiene marginado y los sindicatos garantizan un monopolio educativo sin competencia, comandado por el Estado (Trump dixit). Por supuesto, según el mismo personaje ahí se encuentra el verdadero fondo de la mala educación en los EUA.
  6. Es difícil encontrar una propuesta más acabada para volver al oscurantismo educativo, eliminar la educación pública y dejarla en manos de cualquier dogma o fanatismo. ¿Cual será la respuesta universitaria?
  7. Se abre así la puerta del infierno educativo. Veremos nuevamente la entronización del creacionismo. Las explicaciones fantásticas tendrán cabida. Será necesario, entonces, establecer un nuevo track educativo con estos fundamentos, desde la educación básica hasta la superior. Se abrirán no sé si laboratorios de investigación o de magia. Seguramente capillas de oración para iluminar al mundo.
  8. Más aún, está dispuesto a desaparecer el Departamento de Educación, conocido como ED. La misión de este Departamento, hoy día, no es más que impulsar la educación de excelencia y garantizar la igualdad de oportunidad educativa para todos.

Si la elección de Trump a la presidencia fue el resultado del apoyo de los menos educados, lejos del mundo de la academia y la educación superior, irónicamente, los espacios vinculados con la educación serán de los más seriamente afectados por las decisiones de reversión anunciadas ya por un largo rato.

La destrucción del Common Core

La destrucción del Common Core (saberes comunes fundamentales) y sus sustitución por saberes locales sin importar su fundamento es el obús más letal que puede golpear la línea de flotación de la educación norteamericana.

El logro establecido en los estándares del Common Core fue resultado de atestiguar un deterioro evidente en el progreso académico de los estudiantes de todo nivel, desde preescolar hasta el término del High School (media superior). Toda prueba comparativa internacional señalaba una pérdida de competitividad frente a los mismos estudiantes de otros países.

Entre las principales causas de esta situación se detectó la disparidad de estándares académicos de un estado a otro y un sensible desacuerdo sobre lo que los estudiantes debían ser capaces de conocer y hacer al final de cada ciclo escolar.

A partir de 2009, en un esfuerzo conjunto y masivo de profesores, directores, gestores y todo tipo de expertos, se llevó a cabo un enorme esfuerzo colectivo que culminó en lo que se conoce como Common Core State Standards (estándares estatales de los saberes fundamentales). Estos estándares definen el conocimiento y habilidades que los estudiantes de todos los estados de la Unión Americana deben manejar al concluir cada grado desde el año 1 hasta el 12. Al finalizar la educación media superior (año 12), los estudiantes deben estar capacitados en niveles de excelencia que les permita continuar de manera exitosa cualquier tipo de estudios de nivel terciario profesional, universitario o tecnológico.

Los estándares académicos de excelencia se enfocan a lo que llaman ELA (Inglés, Matemáticas y, Lengua y Artes). Al finalizar el año 12 (media superior), los estudiantes deben estar en las mejores condiciones para tener éxito en la vida, cualquiera que se la opción que escojan.

Para alcanzar los objetivos cada estado, cada escuela y cada profesor está en libertad de seleccionar los métodos que se consideren los más apropiados.

El Common Core (CC) es una iniciativa estatal, independiente de cualquier otro programa federal. Más aún el gobierno federal no desempeñó papel alguno en el diseño del CC, ni tampoco es obligatoria su implementación.

Fundamentalmente, el CC no es un curriculum, sino un conjunto de objetivos comunes y expectativas de lo que los alumnos deben alcanzar en términos de conocimiento y habilidades. De igual manera, tampoco hay un control central sobre sus logros y resultados. Ni tampoco se genera una base de datos de información de ningún tipo de aquellos que decidan adoptarlos. (http://www.corestandards.org/about-the-standards/myths-vs-facts/).

Queda claro que difícilmente puede pensarse en la conformación de un monopolio educativo bajo el control del estado.

Los estándares establecen aquello que se espera de los alumnos en cuanto conocimiento al final de cada ciclo escolar. De forma que tanto padres como maestros sean capaces de comperender y apoyar su aprendizaje.

Las características fundamentales de los estándares son:

  1. Basados en evidencia e investigación.
  2. Claros, comprensibles y consistentes.
  3. Alineados con las expectativas de las universidades y las escuelas profesionales.
  4. Basados en un contenido riguroso y en la aplicación del conocimiento por medio de las mayores habilidades del pensamiento.
  5. Elaborados sobre la base del conocimimiento y los estádares vigentes.
  6. Formar en consonancia con los elementos educativos de otros países de alto desempeño, con el fin de preparar estudiantes en el contexto de una sociedad y economìa globales. (http://www.corestandards.org/read-the-standards/).

Las propuestas educativas de Trump, por lo visto, abandonan todo intento de, globalización, internacionalización, capacidad competitiva mundial, inserción en los estándares educativos mundiales y recula el progreso para reducirlo a un entorno provinciano.

A lo largo de la formación del primero al duodécimo año el CC apunta a dar al estudiante la capacidad de desarrollar pensamiento crítico, capaz de resolver problemas y proveerle las herramientas analíticas para dotarlo de los elementos que le permitan ser exitoso en cualquier camino que escoja en su futuro.

Las expectativas puestas en el CC no son menores, en tanto científicos, así como población en general consideran que ahora la educación recibida al concluir la media superior (K12) no es mundialmente competitiva y es, en gran medida, responsable de uno de los mayores problemas que enfrenta el desarrollo científico en EE.UU. 92% de los científicos estadounidenses consideran que los logros de la ciencia en ese país son mejores que los de cualquier otro país. Sin embargo, solo 16% de científicos del mismo grupo considera que la educación en el nivel K12 es mejor que la del resto del mundo.

Las preocupaciones en la educación superior y la ciencia

A diferencia de las desafortunadas manifestaciones públicas relacionadas con la educación básica y la ciencia, Trump ha sido menos vociferante en lo que respecta a la educación superior. No es claro qué intenciones puede tener. No ha hecho referencia a política alguna sobre el tema, ni sobre cuál puede ser su visión en general.

Sin embargo, es claro para el mundo de la academia que la construcción de muros y las políticas aislacionistas (hasta para combatir el Ébola), la amenaza de expulsión de mexicanos y centroamericanos, la prohibición al ingreso de musulmanes, el desconocimiento de acuerdos comerciales y el vuelco a la globalización de la economía mundial no augura buenos horizontes para la educación superior.

Lo anterior ha generado un ambiente de gran ansiedad en la academia. Para nadie es secreto que la excelencia científica y académica de los EE.UU. está construida con una buena dosis de elementos foráneos. Sin duda, estos cimientos se encuentran amenazados y con ellos el liderazgo científico de ese país.

De acuerdo con la National Science Foundation, más de 5 millones de inmigrantes se encuentran trabajando en los EUA como ingenieros o científicos.

Existe, sin embargo la esperanza, de acuerdo con las declaraciones de Trump de que su administración ofrecerá todas las oportunidades para que cualquier ciudadano alcance el tope de su potencial educativo. Ello, suponen, debiera garantizar mantener la preeminencia de la educación superior norteamericana en el mundo y el camino a una sociedad más igualitaria.

Las llamadas research universities públicas, ha sufrido recortes constantes durante más de 10 años. Los recortes prometidos en la gestión Trump pueden significar severos golpes adicionales. En particular se verán mayormente afectadas todas las universidades que no se encuentran en la cima de los listados de rankings. Las universidades privadas, aquellas que conforman los primeros lugares, tienen condiciones financieras que les permitirán capear el temporal. Sin embargo, los listados se verán seriamente alterados. Las universidades públicas tenderán a resabalar y el mercado de las privadas a flotar.

Por el contrario, a actividad científica se siente directamente amenazada, en tanto la miríada de declaraciones de Trump sobre la ciencia los hace sentirse más que preocupados.donald-trump

A continuación pueden disfrutar de una muestra de los horrores expresados por Trump y que tienen a los científicos del mundo con el alma en vilo.

  • En un twitt de 2012, el ahora presidente electo afirmó que el concepto de calentamiento global no era más que un invento chino, con el fin de restar competitividad a las manufacturas norteamericanas.
  • Contrario a toda evidencia científica, apoya la idea de que las vacunas MMR (triple viral, Sarampión, Paperas y Rubéola) causan Autismo[2].
  • Responsabiliza parcialmente a la eliminación de divisiones de asbesto, como retardante de fuego, del colapso del WTC en 2001, cuando nunca se empleó este material en su construcción.
  • Contrario a la opinión de médicos expertos en salud pública e infectología, propuso suspender totalmente los vuelos procedentes de países con Ebola. Esta medida no haría más que dificultar la ayuda y el monitoreo de posibles infectados. La London School of Hygiene and Tropical Medicine publicó un artículo para explicar que no hay riesgo de contagio aéreo. El Ebola se transmite por medio de fluidos corporales.
  • Contrario a la evidencia, sostiene que los focos ahorradores de energía causan cáncer, debido a las radiaciones UV que emiten (menores a las del Sol).
  • De la misma manera, sostiene que las granjas de energía eólica son dañinas para la salud, cuando avasalladora literatura científica lo refuta.

Muchos científicos respondieron a la enorme sarta de falsedades científicas diseminadas por Trump asegurando que, en efecto, desdeña y desconfía de la ciencia, por lo que sienten que sus intereses científicos pueden verse seriamente comprometidos.

No dudan que puede llegar a prohibirse cualquier tipo de cualquier investigación relacionada con el cambio climático. En el mejor de los casos, los fondos se congelarán. Qué se puede esperar si Trump ha repetido hasta la saciedad que eliminará y retirará los fondos de instituciones como la Environmental Protection Agency (EPA). En una entrevista con Fox News, la llamó “una desgracia” y aseguró que es mejor estar mejor sin ella (http://talkingpointsmemo.com/livewire/donald-trump-epa-dept-of-education). En consecuencia piensa retirar a los EE.UU. del acuerdo de Naciones Unidas sobre cambio climático. El recurso de estos programas lo destinará a ampliar la investigación espacial.

Todos estos elementos han hecho que sea considerado un presidente anticiencia. Más de 2 mil 300 cientistas norteamericanos, entre quienes se encuentran 22 recipiendarios Nobel en distintas disciplinas, publicaron una carta abierta dirigida al presidente electo Trump y al Congreso donde los exortan a respetar a la ciencia. (https://s3.amazonaws.com/ucs-documents/science-and-democracy/ucs-scientist-letter-to-trump-11-30-2016.pdf).

Entre muchos grupos, destaca la carta abierta publicada por un grupo de 500 mujeres, quienes se manifiestan como miembros de distintas minorías, raciales, étnicas y religiosas; como inmigrantes, personas con discapacidades, con multiplicidad de preferencias de género y como científicas. En ésta se manifiestan contra la retórica de odio mostrada por Trump durante la campaña presidencial y contra los intentos por desacreditar el papel de la ciencia en la sociedad. (https://500womenscientists.org/#our-pledge).

Las mujeres científicas manifiestan que la ciencia como pilar fundamental de la democracia y el progreso está con Trump bajo amenaza. (https://blogs.scientificamerican.com/voices/an-open-letter-from-and-to-female-scientists/).

Es claro, pues, por qué 85% de los científicos norteamericanos decidieron expersarse en la urnas a favor de la candidata demócrata Hillary Clinton. Pocas veces se ha visto a los científicos mantener una actividad política tan intensa como ahora. Es necesario que la academia y la investigación en México se sienten a valorar los efectos que en un futuro no distante tendrán estas políticas de horror.

[1] Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM. Correo: rangel@unam.mx

[2] https://www.statnews.com/2016/03/31/vaxxed-vaccine-autism-movie/

Fuente: http://www.educacionfutura.org/trumpadas-contra-la-educacion-la-ciencia-y-el-sentido-comun/

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Posición o planeación. Los límites de la planeación educativa

Por: José Rangel

La era moderna de los rankings inició en 2003[1], su impacto fue de tal naturaleza amplio e imprevisto que pocos años después la OCDE calificaba de “obsesión” el interés y la preocupación de las instituciones de educación superior en el mundo por los listados[2].

OCDEEsta obsesión por el desempeño de las instituciones por los primeros sitios de los listados ha impulsado políticas cuyo resultado es una mayor estratificación social. Se rompen los nexos entre las responsabilidades locales, regionales, nacionales y globales.

La búsqueda por ser WCU ha transformado los sistemas de educación superior y sus prioridades en el mundo. El problema de medir el desempeño a través de la lente del ranqueo de las universidades distorsiona la comprensión de lo que corresponde al desempeño nacional. Erróneamente, confunde el desempeño del sistema en su conjunto con el agregado del desempeño de instituciones en particular [3].

La disputa por la pole está en su apogeo. El 15 de agosto de 2016, la Academic Ranking of World Universities (ARWU), en su edición número 14, reportó el ingreso de 38 nuevas instituciones al grupo de las primeras 500 del mundo, el mayor arribo en cualquiera de los años. Adicionalmente, hubo varias instituciones que cambiaron posición hacia arriba o abajo por más de 100 sitios[4].

Hacia arriba en la lista, las instituciones que más sitios cambiaron fueron: Queeensland University of Technology (194 lugares), la Medical University of South Carolina (187 sitios) y la Universidad de Soochow (China, 176 lugares).

Muchos de estos movimientos se debieron al cambio en la métrica de ubicación, donde ahora se da preferencia a una lista de los autores más citados (HICI), desarrollada por Thomson Reuters.

China fue el país que obtuvo los mayores beneficios de este cambio en la métrica. Este país tiene ahora 54 universidades en el grupo de las primeras 500, frente a nueve que tenía en 2003.

Australia, por su parte, ha llevado a cabo un programa de largo plazo de profundas reformas de su sistema de educación superior, buscando calificar bien en los rankings internacionales y ser altamente competitiva en la escena mundial. Actualmente, 23 de sus 37 universidades públicas se ubican dentro de las primeras 500. Más de 65% de sus instituciones públicas de educación superior están consideradas WCUs.

Los países “perdedores” han sido los que tradicionalmente tenían controlado el listado: EE.UU., Canadá, Alemania, Reino Unido.

La carrera se ha enfebrecido. Entran, salen, suben, bajan. Se trabaja por la posición como mecanismo de planeación. Países enteros ha sucumbido al reto. Pero ignorarlo tampoco es la solución.

Hace algunos años, al inicio de esta competencia, aparentemente sin fin, todos los países comenzaron a buscar tener una universidad cuando menos bien ubicada en los listados, a pesar de que nadie sabía lo que significaba ser una universidad de clase mundial (WCU)[5].

Comenzó a ser claro que una WCU era una institución que mostraba un conjunto de normas y valores de las instituciones académicas dominantes, principalmente orientadas hacia la investigación, basadas todas ellas en el concepto humbuldtiano de las universidades de investigación que han dominado el pensamiento académico desde finales del siglo XIX.

Sin embargo, desde hace ya muchos años también, surgió la crítica de que muchas universidades comenzaron a comportarse buscando alcanzar el modelo de universidades orientadas a la investigación, como Harvard o MIT. Ese modelo se replica ahora en la búsqueda por ser una WCU, bajo una orientación única.

Construcción de WCUs

Se pueden sintetizar algunas reglas o principios detectados en la construcción de instituciones WCU y en buenas posiciones de los rankings:

En primer término, parece indefendible la posición contraria a que todo país requiere contar con alguna(s) WCU, independientemente de la postura crítica que pueda tenerse de cara a los rankings. Se los reconoce como una condición sine qua non para el camino de inserción de una economía a la sociedad del conocimiento[6]. Una cantidad importante de indicadores de dicha inserción están a su vez vinculados con la inclusión de una IES al rango de WCU.

Sin embargo, es fundamental dejar en claro que existe un cada vez más amplio consenso en el sentido de que construir y contar con una WCU no garantiza ni acerca a tener el sistema de educación que requiere un país. Más aún, se hace énfassis en que el sistema de educación superior de un país no es el agregado de IES, menos de WCUs. Las necesidades de vinculación del sistema de educación superior de un país con los objetivos de desarrollo del mismo son mucho mayores que los elementos asociados con los indicadores actuales para que una IES sea considerada WCU.

Posicionar una IES como WCU en lo alto de los listados puede llevar a desantender la construcción y el buen manejo del resto del sistema. No puede haber una WCU bien posicionada en un sistema que no está visto integralmente. Es prudente atender a la causalidad de llegar a obtener una WCU por medio del fortalecimiento del sistema educativo en su conjunto. Este mecanismo garantiza el mayor equilibrio. Por el contrario, buscar construir WCUs y suponder que con ello se tendrá un sistema de educación superior adecuado a las necesidades de un país, es idealista, cuando no ingenuo.

Los patrones que determinan la inclusión en los listados de las calificadoras de IES en los ranking mundiales son: Ser intensivas en investigación, esto es, pertenecer al grupo de las llamadas Research Universities. De ahí y para ello, asegurar académicos de muy alta calidad internacional (calificados según criterios externos al país, asociados con prioridades científico-técnicas de umbrales del descubrimiento científico e innovación técnica de los países más avanzados en el conocimiento), citas en un puñado de journals reconocidos por la comunidad científica como los más representativos de la difusión de este conocimiento, muchos recursos financieros.

La excelencia académica que exige una WCU, además de los recursos financieros, requiere allegarse gran cantidad de recursos humanos de alta calidad. Su constitución debe garantizarse por medio de una gran autonomía. En la construcción de una o varias WCU el sistema tiene que especificar el Qué. El Cómo, lo llevan a cabo las instituciones mismas.

En el mundo hay alrededor de 18 mil IES, de las cuáles solo unas 1000 pueden considerarse pertenecientes a la clase de Research Universities. Sin embargo, en gran medida los métodos de evaluación de los rankings tienden a resaltar las características de este tipo de instituciones. Con esa vara miden también al resto. De ahí la importancia de los movimientos alternativos que buscan, bien sea ampliar los métodos de evaluación, o bien hacer evaluaciones del sistema, donde las instituciones insignia sean parte de lo que se mide.

Después de mucho analizar listados y características de las instituciones en las mejores posiciones, Salmi resumió en tres grandes dimensiones las rasgos y estrategia que se requiere para construir una WCU[7]

  1. Plenitud de recursos. La magnitud requerida es enorme, de tal suerte que no se piensa más que en instituciones públicas, con fondos públicos y aportaciones del resto de la sociedad. El requerimiento de talento, otro de los pilares fundamentales es inaccesible sin abundantes recursos.
  2. Concentración de talento. Esto implica allegarse los mejores alumnos, los mejores docentes y los mejores investigadores, con las mejores relaciones internacionales. El conjunto será crecientemente internacional. Esta dimensión garantiza disponer de la formación de los mejores cuadros para el país y los mejores resultados de investigación.
  3. Liderazgo y gobernabilidad. Dimensión que combina una mezcla muy sensible de elementos. Es necesario conjugar la visión estratégica, con la autonomía y libertad de cátedra e investigación con el marco normativo que la haga posible. Esta dimensión trasciende los comúnmente llamados planes de desarrollo institucional.

De acuerdo con Salmi, la creación de WCUs puede hacerse desde alguna de tres plataformas: 1) aprovechar las instituciones existentes (generalmente con lastres e historia difíciles de eliminar) ; 2) fusionar y reconstruir instituciones existentes (con grandes dificultades de negociación para lograrlo), y 3) crear nuevas instituciones (financieramente la más costosa, pero políticamente la más viable para los fines buscados). La historia desde entonces ha demostrado que instituciones con un progreso más dinámico son generalmente jóvenes de reciente fundación.

Rankeo o Planeación

A pesar de las críticas y descalificaciones de que han sido objeto desde su nacimiento, los rankings son crecientemente fuente de consulta para estudiantes en un mundo cada vez más globalizado. De la misma forma, son insumo fundamental para investigadores, gestores de la educación superior y hacedores de política educativa. Son extraordinariamente sencillos de consultar. Hasta los políticos los entienden y la reputación que ofrecen los hace instrumentos indispensables de la gestión educativa.

El posicionamiento del conocimiento como eje no solo de la actividad productiva, sino del poder social y político, ha ubicado a la educación terciaria, como proveedora de capital humano de la más alta calidad y fuente del nuevo conocimiento en el centro de la definición de políticas, ha llevado a que los rankings hayan transitado de ser un producto de consumo a un instrumento de planeación estratégica[8].

Es ya imposible vivir sin ellos, como lo dijimos en otro momento [9]. Un país como México no puede ignorarlos; vivir como si no existieran, sin ser negativamente afectado. Pero tampoco puede buscar sin más tratar de mejorar la posición de todas sus instituciones públicas en los distintos listados. No se puede y no se debe. ¿Entonces?

Ocurre la necesidad de manejar un delicado balance entre los requerimientos que se hacen ahora a la educación superior, su autonomía, la competencia internacional que presentan los rankings y  su papel de metainstituciones de planeación, y los objetivos nacionales.

Ya pasó el momento de afanarse en construir una WCU, sin tomar en cuenta un importante número de otros aspectos clave tanto para las instituciones como para los países y regiones donde se asientan, además de los criterios específicos de excelencia que ya se conocen[10].

En un país no puede abandonarse el objetivo de contar con alguna o varias instituciones de clase mundial. Sin embargo, debe hacerse considerando el contexto nacional e internacional, las condiciones propias, los recursos disponibles y los objetivos específicos antes de iniciar el proceso de construcción de una o varias WCUs.

De hecho, muchos países emergentes y de ingreso medio han adquirido creciente consciencia de que en un mundo donde la economía del conocimiento estará cada vez más impulsada por la investigación, requiere construir instituciones de educación superior capaces de asumir esta responsabilidad.

El resultado se expresará en los listados que los rankings prestigiosos elaboran regularmente. Así que la planeación educativa y el posicionamiento en los rankings se asocian cada vez más estrechamente. La aparición de las instituciones en los listados y su ascenso no son fruto del azar.

Las estrategias diseñadas por gobiernos e instituciones a partir de la aparición de los listados empiezan a probar que la aparente inmovilidad de las instituciones que dominan los primeros lugares en los listados ya no es tal.

A partir de una estrategia (planeación) claramente diseñada, con adecuado balance entre corto y largo plazos, Esto es, visión y acción, con un manejo disciplinado y eficiente, un conjunto de instituciones llegará a ubicarse en los primeros sitios de los listados a finales de la próxima década[11].

El surgimiento de estas nuevas estrellas en el firmamento universitario implica tener muy claro cómo evoluciona el mundo y qué papel juegan las instituciones en él. Al mismo tiempo requerirán transformar estos elementos en un plan estratégico muy sólido, donde claramente se establezca los recursos materiales y humanos necesarios, así como el tiempo requerido para instrumentarlo.

A diferencia de otros modelos de éxito para mejor posicionarse en los listados de las instituciones de clase mundial, la Generación del 2030, como han dado en llamar a estas instituciones, no seguirá un modelo único.

Estarán más volcadas hacia el exterior (internacionalización); serán muy innovadoras en sus métodos y alianzas interinstitucionales; participarán de nuevas redes, recursos y modelos institucionales[12].

De la misma forma, Firetail también considera que cada institución definirá el éxito en sus propios términos. Los casos exitosos provendrán de cualquier sitio, no hay garantías. Sin embargo, tendrán que especificar claramente sus áreas de excelencia, su pertinencia local y global; elaborar planes bien integrados y profundizar su capacidad empresarial. Sin por ello abandonar la calidad específica que diferencia a las universidades de otras instituciones.

Construir o lograr contar con alguna(s) WCU no es lo más relevante del proceso de planeación. Los determinantes de una WCU no son los mismos que aquellos que están en un esquema de planeación de educación superior. Empezar planeando por conseguir WCU puede resultar en una enorme desviación de recursos, humanos y financieros. Es menester obtener los mayores resultados con los recursos disponibles. Una vez en esa posición, conociendo la dirección en que se navega, puede entonces hacerse el esfuerzo de caminar hacia el logro de alguna WCU. Pero no puede, por ejemplo, concentrar recursos y esfuerzos en lograr WCUs en un país, como México, con resultados tan pobres como los que muestran pruebas internacionales, entre otras, PISA. Es prácticamente irrelevante hacer planeación educativa de instituciones públicas de educación en todos los niveles que no tome en cuenta la totalidad del sistema. Si lograr el mayor resultado con los recursos disponibles permite alcanzar alguna WCU, bienvenido. En caso contrario se requiere que la marea eleve a todos los barcos por igual.

Por otro lado, las historias nacionales tienen inercias de oposición al cambio en la dirección que la formación de WCU demanda, que difícilmente puede lograrse superar los obstáculos que las instituciones vigentes presentan. El caso de la India es ejemplar. Recientemente el gobierno indio anunció un plan para alcanzar que 10 instituciones públicas y 10 privadas se transformen en WCUs. Para ello se anunció como acompañante del proceso establecer una agencia de financiamiento de la educación superior. Asimismo, se hizo partícipe del proceso a otro organismo creado con anterioridad para hacer frente a la aparición de los rankings mundiales: el Instituto Nacional de Condiciones de Rankeo.  Sin embargo, expertos estadounidenses en la materia se mostraron muy escépticos de que pudieran lograr los objetivos propuestos. En primer sitio, ya se han hecho esfuerzos similares con anterioridad y han fracasado.

De acuerdo con Altbach[13], el notable grado de politización y burocratización que tiñe las universidades indias hace que los cambios sean si no imposibles, sí extraordinariamente lentos. Además, se requiere una enorme cantidad de recursos financieros, capacidad innovadora, planificación y autonomía, que no están considerados en los planes para lograr las WCU que buscan. Muchas de estas características, por cierto, no son ajenas a las universidades públicas mexicanas.

Por otro lado, en el caso de México, La planeación está en gran medida fuera de las manos de las IES. En particular, de las que buscan jugar en el terreno de las Research Universities y su personal se ha sometido a las reglas del juego del SNI. La autonomía se ha enajenado en manos de este organismo a quien se cedió el derecho de remunerar y otorgar prestigio académico.

Las reglas del SNI están en consonancia con los principales indicadores de los rankings más importantes de universidades en el mundo. No importa el tamaño de la institución, su localía, sus limitados recursos, las reglas son las mismas. Los académicos, en aras de permanecer y mejorar su status en las grandes instituciones juegan el juego del SNI. Los pequeños lo hacen como un medio para obtener credenciales que eventualmente les permitan ascender, en su propia y o en una mayor o mejor institución.

La planeación macro

La determinación de tener una o más WCU lleva necesariamente a la necesidad de considerar la planeación del sistema de educación superior en su conjunto. Esto exige rebasar el mecanismo de regla única. Esto es, definir cuáles no. Cuáles son los reqisitos.

Las WCU son definidas como resultado de la visión macro de la planeación (El qué). Provienen de una clara visión de estructura estratificada con precisión de IES públicas de un país, como lo hacen naciones desarrolladas como en los sitemas educativos francés, alemán, o en el sistema educativo del estado de California en los EE.UU.

El Banco Mundial reconoce que la falta de diferenciación institucional significa enorme preocupación. En primer lugar, por la gran capacidad de las instituciones terciarias no universitarias de absorber demanda, de formar cuadros técnicos con la capacidad que requiere el mercado en plazos cortos y su capacidad por ajustarse con mayor celeridad a la dinámica cambiante de los mercados.

Es con esta visión que los gobiernos han reestructurado y dirigido la educación superior y la investigación, con la intención fundamental de emplearla como la principal palanca de transformación de las economías. Así en el año 2000, en uno de los más conspicuos ejemplos, la Unión Europea definió La Agenda de Lisboa, la cual buscaba hacer de Europa la economía más dinámica y competitiva del mundo, con base en la economía del conocimiento. Para ello comprometió invertir hasta el 3 % del PIB en investigación y desarrollo y duplicar el número de doctorantes[14].

Entre 2000 y 2010 la Estrategia de Lisboa fue el marco de referencia de la política económica y educativa de la Unión Europea. En este último año, aún sin saberse qué tan exitosa había sido, el proyecto estratégico que le sucedió fue lanzado: Europe 2020. A pesar de que hay quien considera que sin una extensa evaluación de la Agenda de Lisboa, Europe 2020 está condenado a repetir los mismos errores, la preocupación de este último sigue centrada en llevar a cabo las inversiones más eficaces en educación, investigación e innovación para dejar atrás la crisis y crear las condiciones propicias para una economía más competitiva que genere más empleo[15].

A esto lo llaman crecimiento inteligente e implica garantizar la inversión en educación, investigación y desarrollo previamente establecida, asegurar una deserción por debajo del 10 % y garantizar que no menos del 40 % de la población de entre 30 y 35 años cuente con educación terciaria[16].

De manera similar, países como Corea, Malasia, Irlanda, Abu Dabi, India, tienen planes para hacer de la educación, la investigación y el desarrollo los principales motores de su crecimiento.

Los rankings, la centralidad del conocimiento y la globlIzación son un reto al que las IES no pueden soslayar y los gobiernos requieren incorporar planificadamente. El reto significa que no es posible prescindir de la planeación para obtener un resultado satisfactorio de la búsqueda de clasificar algunas instituciones dentro de las reconocidas internacionalmente como research universities de alto prestigio.

En la visión macro de la planeación se reconocen los distintos horizontes para cada uno de los niveles en la estructura y los elementos (IES) que participan en cada uno de ellos. Es necesario definir claramente el sistema y los subsistemas de educación superior con la decuada estratificación.

A partir de ahí se establecen la misión global (del sistema) y las misiones particulares. Con ello se precisan la definición del rumbo (global) y las tareas particulares. Con ello quedan establecidas las especializaciones temáticas y disciplinares de cada institución.

Tanto para la visión macro como micro de la planeación se requiere una problematización de la visiones del futuro. Posteriormente es menestrer determinar el impacto que sobre el país tiene dicha problematización. Es necesario jerarquizar los impactos. Con esta base es que los grandes programas nacionales y regionales se cuestionan sobre el papel que la educación superior y la investigación tienen frente al panorama elaborado. Este proceso, por supuesto, es dinámico y permanente; evaluable y ajustable regularmente.

Como parte de la visión futura problematizada es indispensable cosiderar las transformaciones mismas de la educación y la investigación. Los mecanismos y procedimisntos de determinación de calidad para lograr mejores posiciones en los listados de las WCU tienden a modificarse.

Las instituciones de educación superior y los gobiernos nacionales, y locales están obligados a buscar balancear el dominio de los journals y otras metainstituciones en la definición de lo que es relevante en el terreno de la investigación y la innovación para los fines del país.

Además, el deslizamiento de la relevancia del trabajo académico en favor de la investigación, en desmedro de la docencia, y de la ciencia y la tecnología en detrimento de las humanidades, las ciencias sociales y las artes, tiene que ser contenido y armonizado con las necesidades de una sociedad justa, equitativa y sostenible.

Habrá que entender claramente las repercusiones que sobre todo este proceso tendrá la transformación de la hegemonía de los journals hacia el movimiento de conocimiento abierto. Toda esta estructura de jerarquías sobre las que se ha construido la estratificación académica dominante tiende a desaparecer. Tal vez, en beneficio de las posibilidades de planificación nacional.

El movimiento hacia la Universidad virtual comienza incluso a cambiar las reglas del juego vigente: la torre de marfil y el mundo que la rodea cambian. Lo único que permanece es el conocimiento. Tiende a desaparecer el campus, los maestros, los receptáculos de la información (bibliotecas…), las barreras son decrecientes, la masificación y la tecnología disminuyen costos. Las competencias y habilidades para la docencia cambian con los nuevos mecanismos de conocimiento abierto. Cambian también las formas de evaluar, ya que los journals y su creciente especialización son sustituidos, como lo serán enseñantes de la manera conocida, por conocimiento disponible.

Los horizontes de la planeación

La planeación (horizontes) son compromiso, relevancia, pertinencia, tecnología (presente y futura), tiempo, futuro (qué anticipamos en todos los órdenes). De qué: En breve, podría decirse, de los elementos que incorpora la función de producción (en términos de la enseñanza y la formación directamente vinculada con las actividades productivas).

Las humanidades, las artes y las ciencias sociales tienen horizontes de planeación más cortos. Su mayor problema es mantenerse tan vigentes como sea posible. Su visión de futuro es un insumo para delimitar el uso de los desarrollos tecnológicos y la distribución social de sus beneficios.

Por ejemplo, cómo se caracterizarán los mercados laborales en el contexto de la 4ª Revolución Industrial en distintos horizontes de tiempo; qué se requerirá en términos de conocimiento, habilidades, organización, capacitación, educación continua. Qué efectos positivos y negativos tendrá, cómo direccionarlos.

La revolución tecnológica (digital) será determinante de los procesos que se enfrenten. Se la entiende para mejor ajustarse o se es un actor pasivo de la misma[17]. El mayor problema es que “los responsables de tomar decisiones se encuentran generalmente atrapados en un pensamiento tradicional, lineal, no disruptivo, atrapados en lo inmediato, que les impide pensar estratégicamente sobre los efectos que los cambios tecnológicos y la innovación tendrán sobre el futuro”[18].

El otro lado de la moneda de la revolución digital también corresponde a las IES, en particular a las definidas como instituciones de investigación: ¿Por qué la RT no ha sido aún capaz de rendir los frutos que se esperan de ella?[19]

Los estudios sobre los beneficios de la era digital muestran que un porcentaje muy elevado de la población permanece aún al margen de éstos. Se distribuyen con enorme desigualdad de género, geografía, ingreso y, en lugar de empoderar a grandes sectores de población, los ha hecho víctimas de su capacidad de control. Es necesario que los gobiernos sean capaces de generar los complementos que permitan impactos favorables al desarrollo y ser capaces de impactar en un mayor crecimiento, más empleo y mejores servicios[20].

Ya hoy, se encuentra que la mayoría de los sistemas educativos están desconectados de las herramientas y habilidades requeridas para operar correctamente en los mercados laborales[21].

De acuerdo con el informe The Future of Jobs[22], por ejemplo, las principales fuerzas que impactarán el futuro de las industrias son: 1) la naturaleza cambiante del trabajo, hacia un modelo flexible; 2) el Internet móvil y la tecnología de nubes, 3) la irrupción de las clases medias en los mercados emergentes, 4) el cambio climático y 5) el manejo de grandes datos.

Derivado de esto, considera que la tarea más importante hacia adelante es aquella relacionada con la planeación estratégica de la fuerza de trabajo. O sea, la planeación universitaria es una de las prioridades.

Cómo conjugar los requerimientos de una mejor posición en los ranking (WCU), con las necesidades del país presentes y futuras. Cómo hacer converger la actividad de investigación con los nuevos requerimientos de la docencia: qué va de salida y qué de entrada. Cuáles son las características de los nuevos empleos: técnicas y sociales. Qué enseñar a una población cuya fuerza de trabajo tiende a ser cada vez más vieja. Cómo asegurar la educación continua como parte integral de la vida.

¿Cómo avituallar a la nueva fuerza con los elementos que le permitan hacer frente e incorporarse adecuadamente a los trabajos que definirá la 4ª RT?

Harvard dice que se requerirá una combinación de savoir-faire técnico muy fuerte con una gran dosis de “gentileza”, como elemento único.

Los ranking son de corta duración. Tienden a desaparecer o a transformarse radicalmente.

Cómo hacer que la universidad como institución vaya por delante de los cambios del mundo, como lo fue en sus mejores momentos y lo sigue siendo en las mejores instituciones.

Los retos para la educación superior

La universidad cambia: sus miembros, sus asistentes (estudiantes), los medios de enseñanza e investigación; las preocupaciones de sus cuerpos académicos. La competencia y los resultados son crecientemente las varas de medición frente a las tradicionales mediciones académicas. Cómo adecuarse.

Habrá necesidad de adecuar los reclamos y tendencias mundiales a la masificación (cobertura) con calidad y equidad. La falta de visión ha permitido que la educación privada se constituya en sustituta del Estado con los consecuentes resultados de mediocratización de la enseñanza en el nivel superior. El Estado ha perdido el control. Se ha dejado a la sanción del mercado laboral y educativo.

Ahora es el mercado laboral quien determina qué institución privada supervive. El Estado se ha conformado y liberado del lastre. Difícilmente puede con las instituciones públicas. La autonomía también ha librado al Estado de ser tutelar de la educación superior y sus resultados. Es un navío sin rumbo.

En México, esta tendencia ha producido que la matrícula de educación superior crezca más rápido que el mercado laboral profesional en su conjunto. No se maneja la ampliación de la oferta de espacio en la educación superior con conocimiento de la dinámica de los mercados laborales profesionales. El desacoplamiento entre ambos no sólo es un asunto de cantidad, sino de calidad y adecuación de saberes y habilidades.

Podría decirse que en México se vive una etapa de sobrecalificación obsoleta de profesionales con educación universitaria. Al no haber un sistema explícito, claramente diseñado, de articulación entre mercados laborales, su dinámica y requerimientos mutantes, lo más que se logra es lanzar señales cargadas de expectativas sin fundamento sobre la dirección que la demanda disciplinaria debía adoptar.

El impacto real es menor, ya que la dinámica de crecimiento de los mercados es percibida por los demandantes de educación y esto permite que se mantenga una relativa adecuación entre las estructuras de ambos mercados (el de educación superior y el laboral por disciplina).

Sin embargo, este mecanismo de ajuste no garantiza que la dinámica de ambos mercados sea convergente. Esto es, que ambos respondan a un objetivo mayor de rumbo del país.

El aumento de la profesionalización de la economía mexicana no ha resultado en un aumento correlativo del crecimiento de la economía, ni en un incremento de la productividad, ni en mayor competitividad innovadora de la misma. Por el contrario, su creciente absorción ha redundado en menor eficiencia laboral profesional y en un consecuente abatimiento de los salarios profesionales.

El aislamiento  de sus entornos locales y nacionales frente a los problemas que las rodean, ha hecho que las IES pierdan pertinencia. La dictadura de los journals y el rankeo  como forma de planeación abona en esta dirección. Es importante estar vinculadas con programas estratégicos en el ámbito nacional, regional y local y estar dispuestas a rendir cuentas en el marco de la autonomía.

Las exigencias de la sociedad del conocimiento, responsable de llevar a las universidades al centro de la escena, las obliga a dar cuentas que antaño no hacían. Siguen siendo válidas las oportunidades y amenazas que el Banco Mundial presentó a principios de la primera década del S XXI[23]. Desde finales del siglo anterior el Banco Mundial hay insistido en que “es urgente que los países en desarrollo aumenten su capacidad para usar el conocimiento”. Sin embargo, no ha mostrado México una respuesta satisfactoria a este requerimiento del crecimiento y el aumento de la productividad. Continúa como la gran mayoría de países del mundo en desarrollo. No ha articulado aún una estrategia de desarrollo que vincule la aplicación del conocimiento y el crecimiento económico ni tampoco ha avanzado en su capacidad científica y tecnológica nacional”[24].

Para que el conocimiento científico y tecnológico produzca sus mayores beneficios requiere ser utilizado como parte de un sistema complejo de instituciones y prácticas conocido como sistema nacional de innovación. Esta complejidad ha tendido a ser sustituida por la más elemental práctica de buscar solamente alcanzar WCUs.

Los mecanismsos metanacionales  que imponen exigencias de evaluación de calidad y pertinencia asegurados por los mismos académicos han dado resultados desviados de los objetivos institucionales originales. Más aún, la fortaleza que han alcanzado los cuerpos académicos hace imposible en la actualidad sacarlo de sus manos.

La versión autóctona de evaluación ha hecho que en lugar de evaluar y controlar la calidad y pertinencia de los resultados, se controle únicamente cierta forma de calidad de los académicos. Si a ello se añade que las tradiciones del control estudiantil a las propuestas de modificación en aras de la calidad, por ejemplo, hayan impedido que medidas que se propusieron hace 20 años en la UNAM sigan pendientes, so pena de someter a la institución a penosas huelgas estudiantiles, no hay forma de garantizar que cambios drásticos radicales puedan tener lugar.

Por ejemplo, existe una satanización sobre la influencia de los mercados en cualquiera de los ámbitos universitarios, como si las instituciones de educación superior no tuvieran la responsabilidad de formar profesionales capaces de incorporarse en los mercados laborales. Más aún, es la artificiosa impermeabilidad a la influencia de los mercados lo que ha retrasado cambios de la mayor importancia en la operación de las IES mexicanas.

Las IES no tienen mecanismos de planeación estratégica. No es políticamente aceptado. Por ley procuran planes de desarrollo institucional acotados a los periodos de gestión. Son el marco de operación. No tienen en sus órganos de gobierno participación externa. Aseguran su escudo de aislamiento para garantizar el manejo político.

Uno de los mayores retos que las IES mexicanas tienen que resolver de cara al futuro está en las dificultades de compatibilización entre el manejo de la autonomía y los patrones que históricamente ha desarrollado y los requerimientos de rendición de evaluación de resultados y rendición de cuentas. Este manejo las ha aislado del rendimiento de cuentas a la sociedad. Más aún, no existen indicadores públicos de desempeño.

Urge que las IES mexicanas abandonen su posición de ser entes fundamentalmente reactivos. La enorme gama de nuevas formas de educación terciaria exige nuevos mecanismos para asegurar calidad. La apertura de múltiples mecanismos de oferta de contenido educativo hace necesarios nuevos mecanismos de evaluación y acreditación. No importará quién lo ofrezca, sino desarrollar formas adecuadas de certificar el conocimiento y las habilidades adquiridas, así como vincularlas con los requerimientos de los mercados laborales.

[1] José Rangel, “Los rankings universitarios. La carrera por la pole…”, Educación Futura, octubre 14, 2016. http://www.educacionfutura.org/los-ranking-universitarios-la-carrera-por-la-pole/

[2] Walshe, John, http://www.universityworldnews.com/article.php?story=20071108145803689&query=rankings.

[3] Ellen Hazelkorn, “Could HE rankings be socially transformative?”, University World News, 14 October, 2016, Issue No:432.

[4] http://www.shanghairanking.com/Academic-Ranking-of-World-Universities-2016-Press-Release.html.

[5] Altbach, P.G., “The Cost and Benefits of World-Class Universities”, Academe, Jan-Feb 2004.

[6] Banco Mundial, Construir Sociedades de Conocimiento: Nuevos Desafíos para la Educación Terciaria, Washington, 2003.

[7] Salmi, Jamil, El desafío de crear universidades de rango mundial, Banco Mundial, Washington, 2009. Gráfico 2.

[8] Hazelkorn, E. (2011) “Globalization and the Reputation Race” in Rankings and the Reshaping of Higher Education: the Battle for World Class Excellence. Palgrave MacMillan.

[9] J. Rangel, “La carrera por la pole…”, op.cit.

[10] J. Rangel, Ibid.

[11] Class of 2030. Which Universities will Rise, and How they Will Do It. http://www.firetail.co.uk/Firetail%20Class%20of%202030%20Aug%202016.pdf.

[12] Ibid.

[13] “India plans to create 20 ‘world-class’ universities”, https://www.timeshighereducation.com/news/india-plans-to-create-twenty-world-class-universities.

[14] https://www.euractiv.com/section/future-eu/linksdossier/lisbon-agenda/.

[15] http://ec.europa.eu/europe2020/europe-2020-in-a-nutshell/priorities/index_es.htm.

[16] http://ec.europa.eu/europe2020/europe-2020-in-a-nutshell/priorities/smart-growth/index_es.htm.

[17] http://www3.weforum.org/docs/Media/KSC_4IR.pdf.

[18] Schwab, Klaus, The Forth Industrial Revolution, World, Economic Forum, Geneva, Switzerland, 2016.

[19]Digital Dividends, http://www.worldbank.org/en/publication/wdr2016

[20] Ibid. Box O.1.

[21] http://www3.weforum.org/docs/HCR2016_Main_Report.pdf. Conclusiones.

[22] Reports.weforum.org/future-of-jobs-2016/mexico-2/

[23] Cuadro1.1 Oportunidades y amenazas que surgen como resultado

de los cambios en el entorno global, Construir Sociedades de Conocimiento: Nuevos Desafíos para la Educación Terciaria, Banco Mundial, Washington, DC, 2003

[24] Ibid, pág 12.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/posicion-o-planeacion-los-limites-de-la-planeacion-educativa/

Imagen: www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/09/ocde_1.jpg

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