El acoso escolar cercena derechos, salud y educación

Por: Tharanga Yakupitiyage

Aunque las cifras del acoso escolar o “bullying” parecen haberse reducido, la realidad indica que el flagelo continúa su azote sin pausa en el mundo, dejando secuelas imborrables en quienes lo padecen, según un estudio de la ONU.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) dio a conocer el informe “Behind the numbers: Ending school violence and bullying” (Detrás de los números: Poniendo fin a la violencia y el bullying) en ocasión del Foro Mundial de Educación 2019, celebrado este mes en Gran Bretaña.

“Todos los niños, niñas y jóvenes tienen derecho a entornos educativos seguros, inclusivos y efectivos”, dijo la directora general adjunta de Unesco para la Educación, Stefania Giannini, en la presentación del reporte.

El mismo concluye que casi uno de cada tres estudiantes padecieron acoso por parte de algún compañero o compañera de la escuela por lo menos una vez en el último mes, y que una proporción similar padeció violencia física.

Si bien la apariencia física es el motivo más frecuente del bullying, quienes enfrentan un riesgo mayor en este sentido son los estudiantes que los demás perciben como diferentes en materia de género.

En Australia, entre 60 y 70 por ciento de los jóvenes de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros (LGBT) reportaron haber padecido bullying debido a su orientación sexual o identidad de género.

En Tailandia, en tanto, la prevalencia del bullying entre los jóvenes LGBT fue de 55 por ciento.

Además, en un total de 96 países evaluados, 23 por ciento de los niños y niñas afectados por el acoso escolar admitieron haber considerado seriamente la posibilidad de suicidarse, en comparación con 12 por ciento de los que no padecieron bullying.

En 2010, el suicidio del estudiante universitario Tyler Clementi, de Nueva Jersey, colocó los focos sobre los padecimientos de los jóvenes LGBT y también sobre el fenómeno del “ciberbullying”, que se sirve de la informática y las redes sociales de Internet para acosar a las víctimas.

Clementi, de 18 años, fue objeto de abusos de este tipo luego que su compañero de habitación en la universidad reveló públicamente que el joven era gay, espiándolo con una cámara web y difundiendo en las redes sociales sus encuentros sexuales con otro hombre.

El muchacho se quitó la vida arrojándose al río Hudson.

El año pasado, un niño de nueve años del estado estadounidense de Colorado se suicidó después de confesarles a sus compañeros de clase que era homosexual.

“La violencia escolar y el bullying pueden ser devastadores para las víctimas”, dijo Giannini, agregando también generan consecuencias en los resultados educativos de los estudiantes.

“Una atmósfera de ansiedad, temor e inseguridad es incompatible con el aprendizaje, y los entornos educativos inseguros pueden, por lo tanto, perjudicar la calidad de la educación para todos los estudiantes”, explicó.

Según la Unesco, los niños y niñas que padecen bullying con frecuencia tienen el triple de probabilidades de sentirse como extraños en los establecimientos escolares, y casi el doble de faltar más a menudo.

Aija Mayrock relató su caso en un informe de la oficina del Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños (SRSG, por sus siglas en inglés).

“Yo tenía ocho años la primera vez que padecí bullying. Uno de mis compañeros me dijo: ‘No le caes bien a nadie, jamás le caerás bien a nadie’. Desde ese momento soporté el acoso cada día durante ocho años. Sufrí acoso verbal, físico y a través de las redes sociales. Les creí a mis compañeros. Sus palabras empezaron a convertirse en la constitución según la cual vivía. Dejé de hablar en la escuela. Mantuve mi cabeza gacha y mis ojos clavados en el suelo todo el tiempo. En cierto sentido, comencé a entregarme”, narró.

La Unesco concluyó que los niños y niñas que son acosados tienen peor desempeño en los exámenes que sus pares que no padecen este problema, y que esto incluso afecta su continuidad en el sistema educativo.

Según el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes, 45 por ciento de los alumnos acosados con frecuencia querían abandonar la educación formal luego de completar la escuela secundaria.

“Ser protegidos del bullying es un derecho humano fundamental”, señaló Marta Santos País, de la SRSG, en la presentación del informe de su oficina sobre el tema en 2018.

Giannini subrayó la importancia de abordar la violencia escolar y el bullying a fin de cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el cuarto, que busca garantizar una educación de calidad, inclusiva e igualitaria.

Por lo tanto, es esencial controlar los avances y recabar datos sobre la prevalencia y las tendencias en materia de violencia escolar, así como las respuestas a estos problemas, añadió.

También se necesitan un liderazgo político fuerte y un marco legal y político robusto para abordar la violencia contra la población infantil.

En Jamaica, el primer ministro Andrew Holness, quien antes fue ministro de Educación, trabajó para prohibir los castigos corporales en las escuelas y promovió el uso de una disciplina positiva, a fin de volver la vida escolar una buena experiencia para todos los educandos.

En Estados Unidos, algunos estados, entre ellos Nueva York y Colorado, adoptaron leyes contra el bullying que incluyen protecciones específicas para los adolescentes LGBT.

Según la organización estadounidense GLSEN, que trabaja por los derechos educativos de la comunidad LGBT,apenas 18 de 50 estados tienen esas leyes.

En otras partes, algunas organizaciones de la sociedad civil toman el asunto en sus propias manos.

Por ejemplo en Chile, la Fundación Selenna creó la primera escuela de América Latina para niños y niñas transgénero como una manera de proteger a estos estudiantes del acoso y la discriminación. Muchos de los estudiantes que se inscribieron fueron aquellos que antes faltaban a clases o desertaban de las escuelas por culpa de sus malas experiencias.

“La violencia relacionada con la escuela en todas sus formas es una violación a los derechos de niños, niñas y adolescentes a la educación y a la salud y el bienestar. Ningún país puede lograr una educación de calida, inclusiva e igualitaria para todos si los estudiantes experimentan violencia y bullying en la escuela”, dijo Giannini.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=252387&titular=el-acoso-escolar-cercena-derechos-salud-y-educaci%F3n-

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La acción climática es buena para la economía

Por: Tharanga Yakupitiyage

NACIONES UNIDAS, 5 oct 2017 (IPS) – En un año con temperaturas históricas y huracanes devastadores, queda claro que Estados Unidos tiene mucho para perder si no toma medidas para reducir el riesgo y el impacto del cambio climático.

Esa es la conclusión del Fondo Universal Ecológico, que detalla el costo que tiene para la economía nacional y la salud pública la falta de acción, y urge a diseñar políticas para que el país camine hacia un futuro sostenible.

“No es una cuestión ideológica, sino de buen olfato para los negocios”, dijo a IPS el expresidente de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, James McCarthy, uno de los autores del informe.

“Muchas personas dicen que no debatirán al respecto porque no están convencidas de los aspectos científicos. Bien, entonces miremos la economía, miremos el costo de no tener esa discusión”, arguyó.

Destrucción

Estados Unidos todavía está bajo el impacto de un mes sin precedentes con tres huracanes y 76 incendios forestales que destrozaron su paisaje, desde Puerto Rico a Washington.

Solo el huracán María dejó a la población de Puerto Rico sin alimentos ni agua ni electricidad. Alrededor de 44 por ciento de las personas carecen de agua potable, y solo 11 de los 69 hospitales tienen combustible o electricidad, lo que deja a ese estado asociado al borde de una crisis humanitaria.

El estudio estima que los daños causados por los tres huracanes y los incendios forestales ascienden a 300.000 millones de dólares, alrededor de 70 por ciento de lo que costaron los 92 eventos climáticos de la última década.

Y todavía no terminó la temporada de huracanes, por lo que los daños podrían ser mayores.

Según los Centros Nacionales para la Información Ambiental, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, se multiplicó por 2,5 el número de eventos extremos que implicaron daños y pérdidas por 1.000 millones de dólares en la última década.

McCarthy, también profesor de oceanografía en la Universidad de Harvard, dijo a IPS que se necesitan inversiones para contrarrestar los daños, además de crear infraestructura a prueba de huracanes.

“La infraestructura es importante, pero todo lo que podamos hacer para reducir la intensidad de esos eventos, enlenteciendo el recalentamiento global, aumentará la probabilidad de que la futura infraestructura sea más efectiva”, explicó.

Una dependencia poco saludable

Al quemarse los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas natural, que representan más de 80 por ciento de la energía primaria generada y usada en este país, liberan grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera y aceleran la variabilidad climática.

La regulación del volumen de emisiones contaminantes redujo la contaminación aérea en 35 por ciento, o casi en 67.000 millones de dólares al año, pero la quema de combustibles fósiles todavía tiene un elevado costo para la salud, que asciende a 240 millones de dólares al año.

De seguirse usando, las pérdidas económicas podrían llegar a los 360.000 millones de dólares al año, o 55 por ciento del crecimiento de Estados Unidos en la próxima década.

“Una y otra vez veremos que la población asumirá los costos, se vuelve una carga personal para ella”, dijo McCarthy a IPS.

“Para llevar a las personas, en sentido literal y figurado, al futuro para que sean más saludables y más sostenibles tiene sentido una forma menos cara de hacer negocios”, observó McCarthy.

La energía limpia ya emplea a casi dos millones de trabajadores y la duplicación de la generación de las fuentes solar y eólica puede llegar a crear 500.000 puestos de trabajo.

Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, un impuesto a las emisiones de carbono podría generar unos 200.000 millones de dólares en la próxima década.

La iniciativa ha sido controvertida porque se teme que las empresas trasladen el costo a los consumidores aumentando el precio de la gasolina y de la electricidad.

Pero McCArthy señaló que la población ya soporta ese peso en términos de los daños que dejan eventos climáticos extremos y de los gastos que implica el aire contaminado.

Negación del Gobierno

A pesar de la evidencia del cambio climático y del papel que cumplen en él los combustibles fósiles, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comenzó a deshacer muchas medidas importantes de protección ambiental.

No solo su gobierno anunció el retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París sobre cambio climático, sino que actualmente trata de desmantelar el Plan de Energía Limpia, que procura reducir la contaminación de carbono de las centrales de generación eléctrica en todo el país.

Respecto a “la noción de que Estados Unidos podrá regresar a la economía a carbón, no hay evidencia para eso. En segundo lugar, si se van a crear puestos de trabajo, la forma sensible de hacerlo es en un área progresista como la energía renovable”, subrayó.

Los estados y ciudades estadounidenses encabezan la iniciativa de tomar medidas y seguirán haciéndolo para avanzar en la dirección correcta.

Iowa es uno de los principales estados en materia de energía eólica con 35 por ciento de su electricidad generada a partir de esa alternativa.

En Oklahoma, el administrador de la Agencia de Protección Ambiental, Scott Pruitt, dijo que 25 por ciento de la electricidad proviene también de la fuente eólica.

La renuencia de Estados Unidos a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero no solo impacta en los estadounidenses, sino en todo el mundo.

Como el proceso de retirarse del Acuerdo de París lleva tiempo, McCarthy tiene esperanzas de que Washington recapacite.

En noviembre se realizará la 23 Conferencia de las Partes (COP23) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en la que se analizarán las formas de implementar el Acuerdo de París, suscrito en la capital francesa en diciembre de 2015.

Traducido por Verónica Firme

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2017/10/la-accion-climatica-buena-la-economia/

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Miles de niñas contraen matrimonio cada año en EEUU

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El matrimonio infantil sigue siendo legal en los 50 estados que integran Estados Unidos, donde se casan miles de menores de 18 años por año, aunque la práctica suele vincularse más a países del Sur en desarrollo que a la mayor economía del mundo.

“Son leyes antiguas que nunca se modificaron porque la gente no se daba cuenta de lo que sucedía”, aseguró Fraidy Reiss, directora de Al Fin Sin Cadenas, una organización que lucha por erradicar el matrimonio de niñas y niños menores de 18 años en Estados Unidos.

«El daño que sufre una niña que se casa en el estado de Nueva York no es tan distinto al que padece una niña en República Centroafricana»: Heather Barr.

Basándose en los datos existentes, la organización calcula que más de 250 mil menores de 18 años contrajeron matrimonio en Estados Unidos entre 2000 y 2010, incluso niñas de 12 años en los estados de Alaska, Carolina del Sur y Luisiana.

El Centro de Justicia Tahirih, que protege a mujeres y niñas de situaciones de violencia de género, concluyó que el sudoccidental estado de Texas tiene la segunda mayor tasa de matrimonios infantiles en el país, con unos 40.000 menores de 18 años que se casaron entre 2000 y 2014.

La mayoría de los contrayentes son niñas, y aproximadamente 77 por ciento del total se casaron con hombres adultos, a menudo mucho mayores que ellas.

Esos casos abarcan diversas religiones, orígenes étnicos y circunstancias, desde una joven de 15 años cuya familia musulmana la obligó a casarse con un hombre de 23 años porque la encontraron citándose con alguien de diferente origen en Nevada, a una joven cuya comunidad cristiana en Colorado la presionó para que se casara porque estaba embarazada.

“Creo que es absolutamente escandaloso”, opinó Heather Barr, investigadora de Human Rights Watch. El matrimonio infantil es un problema que sucede en todos los continentes y con consecuencias similares, aseguró.

“El daño que sufre una niña que se casa en el estado de Nueva York no es tan distinto al que le sucede a una niña en República Centroafricana”, observó.

El matrimonio infantil está estrechamente ligado a las altas tasas de abandono escolar y a la pobreza. Quienes se casan ​​antes de los 18 años tienen tres veces más probabilidades de experimentar violencia de género que aquellas que lo hacen después de cumplir los 21 años.

Las mujeres y niñas que contraen matrimonio a una edad temprana también suelen experimentar problemas de salud física y mental, lo que incluye mayores tasas de mortalidad materna e infecciones de transmisión sexual.

Reiss señaló a IPS cómo el matrimonio forzado repercute en la salud mental de las niñas, ya que muchas recurren al suicidio como salida. Otras simplemente se rinden y continúan con el matrimonio porque no tienen otra opción.

“Saben que al continuar con el matrimonio eso significa que las van a violar en su noche de bodas y a partir de entonces, que las retirarán de escuela, que todos sus sueños para el futuro habrán desaparecido”, sostuvo.

Aunque la edad mínima para contraer matrimonio es de 18 años, la mayoría de los estados permiten que las y los menores se casen con el consentimiento de los padres o de un tribunal. Sin embargo, tanto Reiss como Barr consideran que eso es problemático y “ridículo”.

“Los matrimonios infantiles a menudo son arreglados o forzados por los padres, por lo que en una situación en la que en realidad son los progenitores quienes obligan a una niña a casarse, el consentimiento… no tienen ningún sentido”, razonó Barr.

En cuanto al consentimiento judicial, la ley no especifica ningún criterio que un juez debe considerar antes de aprobar el matrimonio. En 27 estados las leyes no especifican ninguna edad por debajo de la cual una niña o niño no pueda casarse.

“La edad mínima para el matrimonio se reduce efectivamente a cero”, según Reiss.

En los últimos años hubo varias iniciativas para erradicar el matrimonio infantil en Estados Unidos.

En mayo, el congreso legislativo de Texas aprobó un proyecto de ley que fija en 18 años la edad legal para contraer matrimonio. Aunque permite el casamiento a menores de 18 años, solo podrán hacerlo si un juez concluye que viven por su cuenta y ya no dependen de tutores para mantenerse. La iniciativa entrará en vigor una vez que tenga la firma del gobernador Greg Abbott.

El senado de Nueva York aprobó un proyecto de ley que eleva la edad mínima de matrimonio de 14 a 17 años. Se espera que la asamblea legislativa del estado también lo apruebe.

No obstante, Reiss criticó el proyecto de ley porque, en su opinión, los menores de 17 años siguen siendo niños.

“Esta idea de permitir que las jóvenes de 17 años se casen porque los legisladores suponen que es de alguna manera menos reprobable que el casamiento de una niña de siete años…, (pues) no lo es”, aseguró en diálogo con IPS.

En marzo, el estado de Nuevo Hampshire rechazó un proyecto de ley que elevaba a 18 la edad mínima para contraer matrimonio con el argumento de que perjudicaría a las adolescentes embarazadas y a los militares menores de edad, por lo que el límite se dejó en 13 años.

En Nueva Jersey, el gobernador Chris Christie vetó condicionalmente un proyecto de ley que prohibía el matrimonio a menores de 18 años porque “no concuerda con las sensibilidades y, en algunos casos, las costumbres religiosas, de la población de este estado”.

Tanto Reiss como Barr condenaron la medida y subrayaron que el matrimonio infantil no tiene nada que ver con la religión.

“No se trata de un asunto de tradición, sino de derechos humanos”, destacó Barr.

La actitud de Estados Unidos como país donante resulta hipócrita cuando critica a otros países por su escasa protección contra el matrimonio infantil, comentó.

“Realmente socava su credibilidad… creemos que la reforma en este tema en Estados Unidos y otros países occidentales que son países donantes también puede ayudar a apoyar el esfuerzo mundial” contra la práctica, dijo Barr.

En 2016, el Departamento de Estado de Estados Unidos calificó el matrimonio infantil de “abuso de derechos humanos” que “genera repercusiones devastadoras para la vida de una niña, terminando efectivamente con su infancia”.

“Es una batalla cuesta arriba”, añadió Reiss.

Según Niñas, No Novias, cada año 1,5 millones de niñas se casan antes de los 18 años. Si la tendencia continúa, para 2050 habrá 1.200 mujeres que contrajeron matrimonio cuando eran niñas.

Entre las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible número cinco, relativo a la igualdad de género, se encuentra eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2017/06/miles-de-ninas-contraen-matrimonio-cada-ano-en-eeuu/

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