Por: Raúl Martínez Solares
Tenemos jóvenes profesionistas con sueldos que ni siquiera les permitirían pagar la educación que acaban de obtener.
Sólo la mente educada es capaz de entretener un pensamiento sin tener que aceptarlo. (Aristóteles)
Si bien se tiende a coincidir en la importancia de la educación superior como medio para alcanzar mejores oportunidades en lo individual y contribuir a un mejor desarrollo de la sociedad; también es cierto que existen circunstancias que llevan a cuestionar su validez como mecanismo de movilidad social.
El crecimiento de los costos de la educación privada superior, particularmente la considerada de mejor nivel, ha creado un problema de acceso.
Hoy que el costo total en alguna de estas universidades supera el millón de pesos, una parte importante de las familias de sectores medios quedan sin posibilidad de acceso a ellas, enfrentando por otro lado las limitaciones de la matrícula de las buenas universidades públicas.
Además, muchos mecanismos de financiamiento a la educación representan potencialmente una bomba de tiempo en el futuro para los jóvenes que se insertan en el mercado laboral, con una carga financiera inicial que dificulta su desarrollo económico futuro.
Por otro lado, los egresados de las universidades (inclusive las de mayor prestigio), enfrentan uno de los escenarios de percepciones laborales más bajas de la historia reciente de nuestro país. Considerando universidades cuyo costo promedio es superior a los 20,000 pesos mensuales; con salarios de primer ingreso laboral que en promedio no rebasan los 12,000 pesos, tenemos jóvenes profesionistas con sueldos que ni siquiera les permitirían pagar la educación que acaban de obtener.
A ello se suma el hecho de que la estructura laboral reciente en nuestro país ha propiciado un porcentaje importante de empleos de baja calidad y sin plena estructura de formalidad que les permita obtener beneficios, como los asociados al futuro retiro.
Por otro lado, las tendencias de innovación y tecnificación del mercado laboral (en México y a nivel mundial), están haciendo cambiar dramáticamente la relevancia y pertinencia de ciertas áreas de conocimiento, estudio y posterior desarrollo profesional. De acuerdo con datos del World Economic Forum 2016, actividades relacionadas con funciones administrativas y de oficina, así como muchas relativas a la manufactura, irán paulatinamente decreciendo en importancia producto de la automatización.
Sin embargo, pese a este panorama, toda la investigación apunta a que hoy más que nunca la educación superior tiene relación directa con el desarrollo nacional. En el estudio “Impacto de la educación superior en la dinámica socioeconómica y de desarrollo”, se señala que precisamente en el contexto de la crisis económica y del empleo, la educación terciaria es el recurso clave para el desarrollo de cualquier país; ello debido a que incide en el desarrollo del capital humano, el desarrollo social y la innovación tecnológica en los países.
Finalmente, diversos estudios muestran que, si bien no están completamente exentos de ello, los jóvenes con educación superior son más capaces de conocer información y decidir cuándo ésta es válida y cierta.
Hoy, que las redes sociales se han vuelto la principal fuente de información para una capa grande de la población, es evidente que sin adecuados niveles de educación se es incapaz de discriminar mayoritariamente la información falsa de la que ya cuenta con algún sustento real en datos comprobables.
Un reciente estudio realizado por universidades en Estados Unidos mostró que las 20 noticias falsas que más circularon en redes sociales en relación con la elección en Estados Unidos tuvieron más difusión que las 20 noticias verdaderas de mayor difusión. La educación superior es, en este contexto, una herramienta que, junto con muchas otras, contribuye a contar con una sociedad mejor informada, que tome mejores decisiones en lo individual y de manera colectiva, incluyendo aquellas decisiones financieras que determinarán su futuro bienestar y el de sus familias.
Mexicana de Becas organiza el Primer Encuentro Universitario para acercar a los jóvenes información que les permita tomar la mejor decisión sobre su futura educación y vida profesional.
Tomado de: http://eleconomista.com.mx/finanzas-personales/2016/11/29/mas-sobre-educacion-su-impacto-desarrollo-personal-sociedad