Por: Aurora Lacueva
Pasó el 30J y, con independencia de lo que pensemos de esa jornada, lo cierto es que el diálogo entre gobierno y oposición sigue siendo el único camino que nos puede permitir llegar a una convivencia pacífica y democrática. La actual Constitución continúa vigente hasta que el pueblo decida eventualmente aprobar otra nueva. Los diferentes factores políticos siguen allí. Y es que los líderes deben hablar claro a sus seguidores y seguidoras: el bando contrario no va a desaparecer de la escena, a menos que se esté dispuesto a desarrollar una guerra aniquiladora con la esperanza de resultar el vencedor. Cada tendencia política tiene derecho a existir y a aspirar al apoyo popular mayoritario para alcanzar el poder.
Una vez alcanzado, ese poder no es eterno, sino que se renueva o se pierde según la decisión popular expresada en elecciones periódicas mediante voto universal, directo y secreto: es decir, no por voto sectorial, ni de segundo grado ni de mano alzada en asambleas. Hoy, el diálogo entre gobierno y oposición debe asegurar un cronograma electoral satisfactorio para todas las partes, junto a la solución de la situación en que se encuentra la Asamblea Nacional. También debe conducir a la liberación de personas presas por acciones políticas. Y desembocar en consensos básicos sobre medidas económicas y sociales necesarias para ir resolviendo la actual crisis.
La forma como se convocó la Constituyente no respetó el protagonismo popular planteado en nuestra Constitución. En todo caso, su existencia puede ser fuente de nuevas tensiones y enfrentamientos, al tomar medidas represivas que intenten aplastar todo disenso o, por el contrario, puede constituirse en un nuevo espacio para el diálogo, con participantes adicionales que aporten mayores propuestas y abran la posibilidad de otras salidas.
Ojalá se oriente por este último camino. El liderazgo político debe tomar conciencia de que es urgente resolver el enfrentamiento y llegar a acuerdos, para poder abocarnos como sociedad a la superación de nuestros problemas en lo económico y lo social: necesitamos mejores políticas monetarias, fiscales y cambiarias, y también paz para el trabajo constante, diario, fértil, de millones y millones de ciudadanas y ciudadanos. Evitemos la tragedia de más muertos y heridos.
Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion-mini-site/aurora-lacueva-dialogo-camino/