Por Educaweb
Licenciado en Psicología y Diplomado en Magisterio, Jesús Prieto ha ejercido los últimos seis años como orientador en el IES Parque Goya de Zaragoza y actualmente se encarga de la formación del alumnado que participa en los programas de convivencia ‘Alumnos ayudantes’ y ‘Ciberayudantes’. Vocal de TIC y webmaster en la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía, ha recibido un Premio Educaweb en 2016, una Mención honorífica a su labor profesional por parte del Gobierno de Aragón en 2017 y el premio especial a la convivencia en la convocatoria ‘Grandes profes, Grandes iniciativas’ de la Fundación Atresmedia. Recientemente ha protagonizado la ponencia marco de la jornada Retos IX. Propuestas a los retos de la Escuela de Hoy: acoso escolar, organizada por la Fundación Piquer, la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía, la Federación de Enseñanza de USO en Aragón e Ibercaja Obra Social.
¿En qué consiste el programa de alumnos mediadores del IES Parque Goya de Zaragoza?
Desde hace más de 6 años venimos aplicando en el IES Parque Goya una serie de programas preventivos que tratan de mejorar el clima de convivencia tanto en el entorno real como en el virtual.
Se trata de los programas ‘Alumnos ayudantes’ y ‘Ciberayudantes’. Ambos tienen como objetivo prevenir la aparición de comportamientos de riesgo que dañen la convivencia entre iguales, como el maltrato, el aislamiento, la exclusión social o el ciberacoso. Y lo hacen desde una perspectiva educativa frente una visión punitiva o de prohibición.
La puesta en marcha de estos programas se basa en modelos de mediación y de ayuda entre iguales con la finalidad de asistir a aquellos alumnos que se encuentran en una situación de debilidad, maltrato e indefensión. Pero también apoyado en valores prosociales de respeto, ayuda y solidaridad, desde el el diálogo y la empatía. Por esta razón tratamos de empoderar a nuestros adolescentes para que sean protagonistas y tengan una participación activa en estos programas.
¿Cómo seleccionan al alumnado mediador y qué responsabilidades asume?
El proceso de selección comienza en 1º de ESO. En colaboración con los tutores se realiza una campaña de sensibilización en cada aula para concienciar al alumnado de la necesidad de seleccionar a aquellos mediadores que cumplan con un perfil determinado. Esto es, alumnos con un carácter prosocial, empáticos, dispuestos ayudar, comprometidos, solidarios, y que lo ejerzan de forma voluntaria pero elegidos por su propios compañeros. Entre otras funciones, destacamos las siguientes:
- Acoger a los alumnos recién llegados al centro y facilitar su integración en un grupo.
- Ayudar a los alumnos que estén tristes o decaídos, aislados por algún problema personal y que necesiten que alguien les escuche o les preste un poco de atención.
- Detectar a aquellos alumnos que son maltratados o insultados y ayudarles cuando alguien se mete con ellos.
- Detectar conflictos, analizarlos y buscar posibles intervenciones a través de la mediación.
- Derivar los casos graves al profesorado del centro.
- Participar en los observatorios de convivencia.
¿Cómo se trabajan los prejuicios como «ser un chivato» y la actitud de los alumnos espectadores?
Lo que define a un acosador es la falta de empatía y el nulo sentimiento de culpabilidad, llegando a manipular a los espectadores, de tal manera que estos llegan a justificar su posición pensando que una persona se ha convertido en víctima porque está predispuesta a ello. En otros casos lo hacen simplemente por miedo a convertirse en víctimas.Por esta razón es importante abordar la intervención con los espectadores.
Creemos que desde la familia se puede ir desarrollando la empatía y se deben de desmitificar las falsas creencias sobre el prejuicio «el ser un chivato». Es necesario trabajar con los alumnos las diferencias que existen entre delatar una situación con la intención de fastidiar, y la de una persona que se erige como defensor de la justicia o simplemente ayuda a restablecerla.
Y esto es precisamente lo que hacen los alumnos ayudantes y ciberayudantes, ayudar y asistir a aquellos que están siendo maltratados injustamente y que se encuentran en una situación de debilidad e indefensión. Y esto es importante que todos lo sepan. Dinámicas, dilemas morales, estudio de casos, debates, espacios para la reflexión, son estrategias que ayudarán al cambio de actitud de los espectadores.
¿Cuáles han sido los éxitos conseguidos en los siete años/cursos en los que se ha desarrollado?
En general, y teniendo en cuenta la opinión de los propios alumnos, el clima de convivencia en el centro ha mejorado. En relación a los objetivos planteados podemos sacar algunas conclusiones:
- Han disminuido las situaciones que dañan la convivencia.
- Estas actuaciones están generando una cultura del dialogo y de la ayuda entre iguales.
- Aunque seguimos observando comportamiento de riesgo, tales como insultos y amenazas, su detección y la mediación posterior está dando buenos resultados.
- Se está implicando a las familias y sobre todo al alumnado. No en vano, hay un 10% de alumnos ayudantes en el centro y es una figura bien acogida.
- Creemos que estos programas están teniendo visibilidad, siendo suficientemente conocidos por la comunidad educativa, pero también han tenido una repercusión mediática.
- Prueba de ello es que en 2017 recibimos el premio especial a la convivencia en la convocatoria ‘Grandes profes, Grandes iniciativas’ de la Fundación Atresmedia.
¿Y los retos a los que se enfrenta actualmente?
En este momentos tenemos grandes retos a los que nos enfrentamos actualmente:
En primer lugar, queremos que las situaciones de acoso escolar y ciberacoso en el centro sean cero.
En segundo lugar, pretendemos desarrollar el espíritu crítico que les permita interaccionar de forma positiva, saludable y responsable con el uso del móvil y de las redes sociales.
Y finalmente, gracias en el proceso de transformación digital en el que está inmerso el centro en estos momentos, queremos fomentar la competencia digital de nuestro alumnado en la que familias y centro educativo colaboren activamente.
¿Cuáles son, a su juicio, las diferencias más significativas entre el acoso presencial y el virtual?
La diferencia principal reside en que el impacto del acoso virtual es mucho más dañino en la persona que lo sufre ya que generan secuelas psicológicas graves, daña la autoestima de las víctimas y su capacidad de relacionarse con los demás, incluso puede derivan en depresión . Y lo es por varios motivos:
- Primero, porque se produce una desinhibición en el comportamiento del acosador que amparado en un supuesto anonimato le genera una falsa sensación de impunidad.
- Además los testigos o espectadores se pueden sumar más fácilmente sin necesidad de exponerse y basta con compartir o dar un me gusta a un mensaje ofensivo.
- Tiene mayor capacidad de audiencia ya que este tipo de mensajes pueden hacerse virales y llegar a muchas más personas en muy poco tiempo, gracias a la inmediatez de las comunicaciones.
- La durabilidad es otro motivo relevante. Se pueden compartir mensajes en cualquier momento y lugar, es decir las 24h y la víctima no tiene momentos de tranquilidad.
- La distancia física con la víctima impide que las claves socioemocionales propias de la empatía (llanto, expresión de la cara,..) no sean visibles para el acosador y no tenga conciencia del daño producido y mantenga su comportamiento.
- Finalmente la ausencia de normas claras de comportamiento y mecanismos de regulación social en Internet facilitan la aparición de este tipo de comportamiento.
¿Qué papel juega la orientación académica y profesional en la prevención, detección y erradicación del acoso escolar?
Abordar la orientación académica y profesional supone de alguna manera tener un proyecto de vida. Un proyecto de vida es útil por muchas razones, pero quizás la más importante sea porque le da sentido a nuestra existencia y nos permite enfrentarnos a las dificultades que nos presenta el mundo cada día, donde la socialización juega un papel importante. Y es en este aspecto donde la incidencia de la educación debe jugar su papel crucial, fomentando un valor colaborativo frente a un meramente competitivo. Y este abordaje debe ser conjunto, preferentemente desde los niveles básicos de intervención: padres, profesores y comunidad escolar.
En este sentido, la orientación académica y profesional como aspecto relevante de la formación integral de la persona debe superar algunos prejuicios y estereotipos, sobre todo relacionados con la discriminación de género. Por eso hemos de garantizar la igualdad de oportunidades para los alumnos y alumnas en el acceso a todas las formas de enseñanza y a todos los tipos de formación, con el fin de hacer posible que todas las personas desarrollen sus aptitudes y actitudes que la socialización diferencial de género a veces limita y compensando las carencias del proceso de socialización en ambos sexos y fomentando una actitud crítica hacia ello.
El día 30 de enero se ha celebrado el Día Escolar de la No Violencia y la Paz. ¿Hay algún mensaje que la escuela quiera lanzar a la sociedad?
Se me ocurre como mensaje para el día de la PAZ, el que la práctica educativa ha de sustentarse en los valores de respeto, tolerancia, diálogo y solidaridad. Y que estos valores no nos vienen dados, sino que hay que enseñárselos. Porque la escuela tiene buenas intenciones, pero el espejo en el que se mira, el de nuestra sociedad, en ocasiones no es un fiel reflejo de su realidad.