Por Juan Elman
El debate del aborto, el acceso a la salud y la dispar implementación provincial de la ley de Educación Sexual Integral, en la mirada de Leandro Cahn, director de Fundación Huésped.
“Desde el debate por el aborto pareciera que todos empezamos a estar de acuerdo en que tiene que haber educación sexual en las escuelas”, dice Cahn (Silvana Boemo)
Leandro Cahn todavía recuerda las épocas en que a los portadores de VIH se los señalaba como responsables de un pecado -por drogadictos o por tener relaciones con personas del mismo sexo-, y las cuestiones de salud y educación sexual permanecían lejos de la discusión pública. Hoy, desde su cargo como director ejecutivo de la Fundación Huésped, sostiene que la sociedad atraviesa un cambio cultural respecto a la sexualidad. Ante el advenimiento de la discusión por el aborto, Cahn hace hincapié en el acceso a la educación y salud sexual, que considera incompleto.
Señas particulares. Leandro Cahn es licenciado en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires y director ejecutivo de la Fundación Huésped, que desde 1989 trabaja cuestiones vinculadas al acceso a la salud, con foco en enfermedades como VIH-Sida y el cuidado de la salud sexual y reproductiva. La Fundación cuenta con materiales y guías para la prevención de enfermedades, asistencia a personas afectadas y, también, cursos de capacitación docente en modalidad online.
-El contagio de VIH-Sida se mantuvo constante en estos últimos diez años. ¿Por qué no se avanzó?
-En Argentina tenemos alrededor de 6.500 nuevos casos cada año. Es preocupante por dos cuestiones. En primer lugar porque sabemos cómo prevenirlo, con lo cual estamos fallando en la prevención. Pero además, desde hace unos siete u ocho años sabemos que una persona con VIH en tratamiento y con carga viral indetectable, es decir, muy poquita cantidad de virus en sangre, prácticamente no tiene riesgo de transmitir el virus a un tercero. En un país como Argentina, que tiene garantizada la terapia antiviral, si los diferentes subsistemas de salud detectaran el virus a tiempo y no se perdiera el contacto con los pacientes, no deberían aparecer nuevos casos. Tenemos que reforzar la importancia de la prevención y pensar nuevas estrategias. La mayoría de las herramientas para bajar los nuevos casos están presentes.
-Una herramienta fundamental para prevenir el contagio es la Ley de Educación Sexual Integral (ESI). ¿En qué estado está su implementación?
-La implementación es muy dispar, inclusive con la gestión anterior. La ley tiene once años y es una muy buena ley: plantea a la educación sexual no como asignatura sino como un contenido transversal en los distintos niveles. Argentina tiene federalizada la educación, por lo que el Ministerio de Educación nacional no tiene poder de policía, digamos, sobre las escuelas; que sí tienen las provincias. Durante muchos años se produjeron muy buenos materiales, que llegaban a distribuirse hasta los depósitos de los ministerios provinciales y ahí quedaban. Se trabajaba con capacitación docente, mientras muchas veces los propios docentes capacitados volvían y se topaban con un muro. Ahora, a partir de la discusión por la legalización de aborto, parece que todos estamos de acuerdo en que tiene que haber educación sexual integral, pero hasta el año pasado había una oposición férrea al tema.
-Entonces, ¿en qué hay que trabajar?
-Capacitar docentes sin trabajar en la comunidad educativa no va a servir para nada. Hay que involucrar directamente a los chicos. A los docentes no sólo hay que capacitarlos en los conocimientos básicos sino darles herramientas pedagógicas para trabajar el tema. Es una decisión política. Si no damos educación sexual, suceden dos cosas. Los chicos tienen relaciones igual; no esperan a las clases de educación sexual. El tema es si las tienen informados y con acceso a métodos anticonceptivos. Y en segundo lugar, cuando no damos ESI estamos cercenando el derecho de esos chicos. Acceder a la educación sexual integral es un derecho consagrado por ley. Un director de escuela no puede estar por arriba de eso. Tiene que ser una prioridad política.
-Suele olvidarse que la ESI no contempla sólo el acto sexual; también temas como la orientación e identidad sexual, la igualdad de género…
-Claro. El cuidado del propio cuerpo, saber que a tu cuerpo no lo puede tocar nadie que vos no quieras. Para mí el movimiento Ni Una Menos, que me parece espectacular, no existe sin Educación Sexual Integral. No hay Ni Una Menos sin distribución de métodos o empoderamiento de la mujer. Eso tiene que ver con cómo se construyen las relaciones entre parejas y cómo opera la familia en relaciones conflictivas. Si no empezamos a trabajarlo de verdad en las escuelas no vamos a lograr el Ni Una Menos.
-¿Cuál es su postura sobre la legalización del aborto?
-Desde Fundación Huésped apoyamos los proyectos de la interrupción voluntaria del embarazo. Nos parece que tiene que ver, por un lado, con el tema del derecho de la mujer a decidir si ser o no madre. Pero, además, es fundamentalmente un tema de salud pública. Lo que se está discutiendo es si el aborto va a seguir siendo ilegal, inseguro y pago, con diferencias entre quien puede acceder a un buen cuidado de la salud y quien termina en manos de alguien que pone en riesgo la vida de la mujer, o si esa misma práctica puede ser legal, segura y gratuita.
-¿Puede esta discusión servir como disparador para mejorar otras cuestiones de salud pública?
-Eso implica decisión política, inversión y tiempo. Con esas tres cuestiones yo estoy seguro de que una ley como la de legalización del aborto puede mejorar el cuidado de la salud sexual, sobre todo de las mujeres.
-¿Está preparado nuestro sistema de salud para la implementación de una eventual ley de aborto?
-Si mañana la ley se aprobara, pasado mañana no estaría resuelta la inseguridad del aborto. Es un proceso. Hay que mejorar el acceso al sistema de salud en general. La calidad de atención tiene una disparidad enorme. Ahora, aun con problemas, el sistema está preparado para empezar a trabajar bien en estas cuestiones.
Fuente del artículo: https://www.clarin.com/opinion/leandro-cahn-500-nuevos-casos-vih-ano-sabemos-prevenirlo-fallando_0_HJ0mJdpem.html