Tema: impuesto a las grandes fortunas
Sindicatos y gremios de les trabajadores de la educación del sector básico, medio y universitarios, de la ciencia y la cultura, colectivos de investigadoras(es) y educadores(as) populares del mundo, así como actores sociales, reunidos de modo virtual, los días 25, 26 y 27 de septiembre de 2020, en el I Congreso Mundial de educación: en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo resuelven:
Resolución novena: aprobar la siguiente resolución sobre el impuesto a las grandes fortunas:
Asistimos al desarrollo de una pandemia que está generando más de 30 millones de afectados y un millón de muertos, una estadística macabra que los grandes medios masivos de comunicación se encargan de informar segundo a segundo. Las imágenes reproducidas en cada rincón del globo, nos muestran hasta la procacidad, la muerte, el dolor y el sufrimiento que ocasiona este nuevo virus, amplificando la cultura del miedo, ese eficaz método de control de los colectivos humanos. El capitalismo y el miedo van siempre de la mano.
Esta es una crisis económica, con un componente sanitario, que es funcional a la concentración y centralización del capital, que agrava la desigualdad y promueve un mayor deterioro de los derechos con gravísimas consecuencias políticas, sociales, culturales y humanas. En el ámbito de la economía se presenta un horizonte fuertemente recesivo.
La caída proyectada del producto es superior a todas las crisis mundiales previas y tanto su duración como recuperación resultan imprevisibles, con gravísimas consecuencias para la mayoría social empobrecida.
Es una crisis que potencialmente favorece la concentración y centralización del capital, que agrava la desigualdad con la mayoría social y promueve un mayor deterioro de los derechos sociales y humanos. Esto estimula una agresiva ofensiva capitalista que involucra la militarización y represión de la dominación contra los sectores sociales subordinadas.
Por eso, la respuesta del capital más concentrado en el ámbito mundial exacerba la disputa contra las/os trabajadoras/es con despidos, baja de salarios e ingresos populares, junto a reaccionarias reformas laborales y previsionales e impacto en mermas de remesas que sustentan la vida de muchas familias empobrecidas; el saqueo de la naturaleza con fines privados de apropiación de los bienes comunes y la extensión de la mercantilización y el consumismo como forma de manifestación de la cotidianeidad, contra derechos sociales extendidos.
Los datos de la realidad confirman la situación de desigualdad creciente, con gran concentración del ingreso y la riqueza en una minoría, la ampliación del empobrecimiento, la indigencia y la marginación social de millones de personas. Son las referencias al desempleo, el subempleo, la precariedad laboral y la pérdida de derechos individuales, sociales, sindicales y colectivos. Más pobreza y mayor explotación es el resultado de la crisis actual, agravando esos fenómenos que alimentan las penurias de la mayoría social en estos años de ofensiva capitalista.
Desde EEUU se promueve el desorden mundial para intentar recuperar su poder hegemónico y por eso sus sanciones unilaterales y la construcción de un poder militar global, asentado en el poder del dólar y su capacidad cultural ideológica desde la manipulación de los medios de comunicación y la economía del conocimiento.
Por eso nuestra denuncia a la ofensiva del capital y del imperialismo, que promueven en estos tiempos de pandemia y crisis sanitaria una mayor explotación de la fuerza laboral, un saqueo de nuestros bienes comunes, al tiempo que amenazan cualquier intento de rumbo anticapitalista, anticolonial y antiimperialista, contra el patriarcado y todo tipo de racismo y discriminación.
Ante esta situación exigimos que el Estado debe garantizar en la coyuntura los derechos humanos básicos de la población, fundamentalmente la salud y la educación a los más vulnerables, las/os trabajadoras/es, las/os campesinas/os, las/os indígenas, las/os habitantes de villas de emergencia, favelas, etc.
La política pública debe asegurar el salario, el empleo y el ingreso popular de millones afectados por la COVID19 y la coyuntura socio económica.
Para lo cual se requieren ingentes recursos y por eso proponemos, entre otras posibles medidas las enumeradas a continuación:
- Suspensión de los pagos de deuda pública y auditorias integrales con participación popular;
- Utilizar reservas internacionales para atender la salud de la población ante la pandemia.
- Reformas tributarias concentradas en impuestos a las grandes fortunas concentradas en el 1% de la población de mayores ingresos en nuestros países;
Dichas medidas deben acompañarse de otras reformas estructurales que incluyen la socialización de la banca, con participación en la gestión del Estado, sus trabajadoras y trabajadores, tanto como de la comunidad y los usuarios, para administrar democráticamente los recursos financieros de la sociedad con fines de desarrollos alternativos.
El comercio exterior y el control de cambios de deben nacionalizar, junto a toda la infraestructura asociada al comercio mundial, alentando una lógica de integración regional y global no subordinada al imperialismo y las necesidades de los capitales más concentrados.
Los debates del I Congreso Mundial de educación 2020: en defensa de la Educación Pública y Contra el Neoliberalismo Educativo están disponibles en canal de YouTube de Otras Voces en Educación
Comité Organizador
I Congreso Mundial de Educación 2020
En defensa de la Educación Pública y Contra el Neoliberalismo educativo