En la misiva, el titular pedía garantizar imparcialidad política a la hora de abordar el conflicto israelo-palestino, luego de un incremento de los incidentes antisemitas en algunos centros tras los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza.
Según Cage, aunque el ministro alegó preocupación por las manifestaciones antisemitas, jamás reconoció la importancia del derecho a la asociación y la expresión políticas.
Su objetivo era establecer una plantilla cerrada para las discusiones sobre el tema, afirmó la institución, que afirma luchar contra la injusticia y la opresión.
Apuntó, además, que las intenciones de Williamson de censurar el debate quedaron expuestas aun más cuando sugirió a las escuelas interactuar con organizaciones que son abiertamente pro-israelíes para buscar un supuesto balance.
Este caso intenta establecer que no es función del Gobierno ‘coreografiar’ las discusiones políticas en las escuelas como si fuera un régimen autocrático, señaló el director administrativo de Cage, Muhammad Rabban.
El abogado Fahad Ansari aseveró, por su parte, que la instrucción dada por el ministro de Educación no solo tuvo el efecto de coartar los puntos de vista políticos legítimos de los estudiantes musulmanes, sino de justificar su titularización por simplemente demostrar solidaridad con las víctimas del apartheid israelí.
En una declaración emitida tras la presentación de la acusación, el Ministerio de Educación aseguró que el antisemitismo en todas sus formas es algo horrendo que no tiene cabida en las escuelas del país. El texto señala, además, que la carta de Williamson tenía como objetivo recordar al claustro de profesores su responsabilidad de enfrentar cualquier incidente antisemita con seriedad, sobre todo después de la más reciente escalada del conflicto israelo-palestino.