Por: Otras Voces en Educación
Hace 30 años, feministas de distintas partes de América Latina se reunieron para discutir y luchar por la legalización del aborto en la región.
Miles de mujeres feministas se juntaron en una pequeña ciudad costera argentina tres décadas atrás y lanzaron lo que sería más tarde el Día de Acción Global por el acceso al Aborto Legal y Seguro, que se conmemora cada 28 de septiembre.
“Fue como una catarsis de argumentos. Hubo consenso. Había muchos liderazgos latinoamericanos, mujeres de muchas partes. Nos llenó de energía”, agrega Matamala sobre el encuentro en San Bernardo, 340 kilómetros al sur de la capital argentina.
Ella fue una de las mujeres de toda la región que asistieron al V Encuentro Feminista de América Latina y El Caribe (EFLAC) –y que hablaron con openDemocracy sobre su significado y su legado.
“NO ESTÁBAMOS DISPUESTAS A SEGUIR SACRIFICANDO LA VIDA DE LAS MUJERES”
Más de 3 mil mujeres asistieron al encuentro, que incluyó un taller sobre aborto con unas 200 feministas de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay y también de Estados Unidos, Canadá y Holanda.
“San Bernardo fue la oportunidad de empezar a analizar la situación de las mujeres como consecuencia de los abortos clandestinos, de pensar la maternidad involuntaria como otra forma de esclavitud”, dice la partera uruguaya Elvira Lutz, de 85 años.
El derecho al aborto es un derecho fundamental, inherente al derecho a disponer libremente del propio cuerpo. Es esencial para lograr la igualdad de género y debe ejercerse en condiciones de seguridad, respeto y dignidad. El menosprecio de este derecho obliga a algunas mujeres a recurrir a los llamados abortos «clandestinos» realizados en condiciones sanitarias peligrosas. En algunas partes del mundo, se estima que estos abortos causan más del 10% de las muertes de gestantes.
En este día las mujeres de muchos países luchan por la Despenalización del Aborto y por su Legalización, así como por el derecho a elegir esta opción frente a los embarazos no deseados, bajo condiciones higiénicas, seguras y de manera gratuita, en los servicios de salud pública. El 28 de septiembre de cada año son convocadas actividades diversas y marchas por grupos de mujeres y por los movimientos feministas para levantar estas exigencias frente a los gobiernos y al conjunto de la sociedad, siendo uno de los objetivos de la legalización la reducción de las muertes por abortos clandestinos e inseguros. La iniciativa de realizar esta jornada mundial cada año surgió en 1990 en el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, y la convocatoria se extendió a nivel internacional. En Venezuela los grupos feministas también asumen y agitan esta exigencia. Según datos recientes del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el ocho por ciento de las muertes de mujeres en el mundo se deben a los abortos practicados en condiciones inseguras e insanas.