Crónicas de Viaje: Por una Europa revuelta

Por: Alberto Croce

Es reconfortarte cuando tus amigos te escriben y te dicen que extrañan tus “Crónicas de viaje”. Algo que empezó como una necesidad de compartir lo que iba viviendo y pensando en los viajes, y que se ha transformado para mí en más que eso, casi en una responsabilidad importante, aunque no onerosa, que se me impone. Y pienso en lo que voy a compartir con ustedes cuando estoy caminando por las calles, cuando suceden imprevistos en las reuniones a las que asisto, cuando estoy conciliando el sueño que el “Jet Lack” me aleja, cuando escucho a los amigos y amigas que me cuentan sus historias, cuando levanto las persianas o corro las cortinas de mis eventuales “hogares”, ya sean hoteles o casas de mis solidarios amigos y amigas.

Esta vez fue La Haya y Barcelona el destino de estos días europeos de fin de primavera y principio del verano, mientras, dejaba atrás el otoño y espero el invierno que, inexorable, me recibirá cuando me baje de este avión.

Mientras, escucho a Frank Sinatra, en una selección que me ofrece KLM y que me relaja al escribir.
Por un lado, quiero contarles algo sobre las reuniones y actividades que me convocaron. Por otro, hablarles de la Europa que encontré en esta oportunidad.

Respecto de lo primero, fue un poco como mi propia vida en estos momentos. La primera parte del viaje -Den Haag- me hizo participar de la reunión del Comité Coordinador de la Alianza de OSC por la Eficacia del Desarrollo. Hace ya bastantes años, cuando me interesé por los temas de Cooperación Internacional, fui recorriendo distintos espacios hasta llegar a ser Referente regional para América Latina y el Caribe, elegido por distintos sectores y representantes de muchos países, en una elección que no fue nada fácil.

La Alianza es un espacio complejo, duro, áspero… Hay mucho juego de poder  e intereses diversos.
Como está presente en muchos de los foros más importantes de debate global, hay muchas cosas que se ponen a discusión y el clima no es muy sencillo. Los latinoamericanos, además, tenemos la dificultad del lenguaje y de nuestras propias limitaciones regionales, con nuestras crisis no menores y nuestras idas y vueltas políticas que nos han llevado de una década en donde referentes sociales lideraban procesos populares, a esta nueva etapa en la que los que gobiernan son empresarios, gerentes de transnacionales, políticos ligados a los medios de comunicación masivos… en muchos países y con situaciones de lavado de dinero, especulación financiera, compromisos con el narcotráfico y la mafia, conflictos de intereses y procesamientos de distinto tipo…

Es difícil, como representante de organizaciones de la sociedad civil de América Latina y el Caribe, situarse en este ir y venir de los procesos, que parecen no tener una dirección clara que se consolide por más allá de una década…

Procesos que, por contradictorios, profundizan nuestras propias dificultades de articulación. Y esto repercute, claro, en nuestra participación en estos espacios globales.

Nuestras convicciones nos llevan a reafirmar que, desde América Latina, no queremos que nos impongan desde fuera el modelo de desarrollo que los países del “norte” eligieron para sí. Por consumista, por egoista, por destructor del ambiente, por irrespetuoso de los Derechos Humanos, por autoritario y por violento. Sin embargo, a veces nuestros propios pueblos parecen ir en otra dirección. No en forma absoluta, pero con porcentajes minúsculos que les otorgan mayorías legítimas. El mundo, y no sólo nuestra región, parece partido en mitades. La “grieta” no es un defecto sólo de la sociedad argentina. Está resquebrajando el mundo entero…

Esta reunión fue una de las últimas de la Alianza en las que participaré. A fin de año dejaré mis responsabilidades allí para concentrarme en el nuevo proyecto en el que estoy comprometido. Esta etapa que termina la he vivido con todo entusiasmo y compromiso. He intentado dejar un espacio mejor para los que vengan a ocuparlo en adelante. Me deja contento pero, al mismo tiempo, espero realmente que lo construido se pueda sostener y profundizar, cosa que tampoco será sencillo para los que sigan. Pienso cómo poder transmitir y hacer aprovechar todo lo que aprendí durante todo este tiempo. Dejar una responsabilidad no puede implicar perder los conocimientos y posicionamientos que logré gracias a muchos compañeros y compañeras. Es una cuestión que me exigirá pensar un poco más para hacerlo bien.

Como les comentaba, la nueva etapa de mi vida me atrapa, me entusiasma, me apasiona.
Siento que va conquistando poco a poco todo lo que hoy me ocupa. No imaginé que sería tan fuerte.
Es como que me hubiera reencontrado con algo muy importante que estaba adentro mío. No dormido, porque nunca lo estuvo, pero sí con una fuerza particular. Siento que estoy “rehaciendo” casi, mi carrera universitaria, y aprendiendo y reaprendiendo todo lo que puedo sobre educación.
Siento que estoy siendo parte de un momento histórico importante y que, desde este lugar, me toca aportar a la construcción de un futuro que espero sea mejor para la educación de mi país y de América Latina.

Por ello fui a Barcelona, a encontrarme con referentes de la movida de transformación educativa que está teniendo lugar en esas queridas tierras catalanas, que siempre me reciben tan acogedoramente.
Las reuniones fueron todas espectaculares y me fueron moviendo interiormente y aumentado el entusiasmo. Una sensación muy profunda de ir por un buen camino, aún sabiendo que deberemos enfrentar momentos que serán difíciles pero que son, también, inevitables. Sobre lo que tengo certeza es que, cuanto más preparado esté yo mismo, la solución de esas dificultades será, en lo posible, más sencilla y con menos sufrimientos.

Quizás, como decía mi querida amiga Charo en una charla que tuvimos, “hay que ser valientes para querer cambiar las cosas en la escuela”. Yo no sé si lo soy lo suficiente, pero estoy dispuesto a profundizar el compromiso si esto hace que los adolescentes y jóvenes de mi país puedan aprender más, ser protagonistas de una buena educación y asumir compromisos serios con la construcción de un futuro digno y justo para todos. Y para mí eso de “los adolescentes” tiene cara, nombre, calor y afecto.

La última parte de esta “Crónica” quiero dedicarla a contarles la Europa que encontré. No fue un momento cualquiera. A los tres días de llegar, el pueblo británico decidió salirse de la Unión Europea. “Brexit”. No se esperaba eso. Las encuestas señalaban lo contrario. Una mayoría muy estrecha dijo “no”. Pero la situación es compleja. Ni los escoceses ni los galeses votaron así. Por lo que empezaron a plantearse en separarse de la Gran Bretaña para permanecer en la comunidad. Toda Europa se sacudió. Es cierto que la Gran Bretaña estaba de una manera peculiar en la Unión Europea. No tenía el euro, seguía con su moneda… Pero estaba.

Ahora, los países que “quedan” quieren que se salgan rápido. Las consecuencias de la movida son impredecibles aún. Por lo pronto, la Libra se devaluó casi un 30% ante el euro y el euro se devaluó ante el dólar… El primer ministro inglés anunció su renuncia y hasta el partido laborista cuestiona abiertamente a su líder más contrario al neoliberalismo, de los que hubo en los últimos tiempos.
Ni el asesinato de la diputada laborista y joven, defensora de los Derechos Humanos, frenó este NO… La inmensa mayoría de los jóvenes menores de 30 años votó por quedarse, pero los adultos y ancianos, que son muchos, especialmente de zonas rurales, prefirieron volver a un pasado al que, lamentablemente para ellos mismos, tampoco podrán regresar…

Cuando llegué a Barcelona, un viernes, me encontré con que el domingo siguiente iban a realizarse las nuevas elecciones nacionales en España. Y allí fue otro golpe. Todos esperaban que la alianza entre la Izquierda Unida y Podemos, desbancaría al Partido Popular… El resultado electoral demostró todo lo contrario. La derecha española se afianzó y está al borde de poder formar gobierno. Ni la alianza mencionada sumando al Partido Socialista, que quedó como segunda fuerza, puede sumar diputados para revertir la situación.
Sólo dos regiones en España votaron en sentido contrario: El País Vasco y Catalunya. Ambas regiones con aspiraciones independentistas. Para un extranjero como yo, quedó muy claro que allí hay otro proyecto de país que el que se propone el resto de España. De pronto, muchos catalanes no independentistas empezaban a reconocer que era entendible y hasta razonable plantearse otras alternativas…
Curiosamente, pocos días antes de la elección se había conocido un escándaloso diálogo grabado en secreto en el que un ministro nacional y el fiscal anticorrupción, hacían alarde de haber destruido el sistema de salud catalán para debilitar a su gobierno ante la opinión pública. Pero nada daña a estas derechas blindadas por la prensa y por cierto sentido común que justifica la corrupción de los ricos y demuele sin piedad a los que, siendo parte de partidos progresistas, son descubiertos en operaciones de la misma calaña. Ojalá haya quienes estudien este fenómeno que no termino de comprender adecuadamente.

No quiero terminar sin contarles que disfruté de las cervezas holandesas y de las “claras” catalanas, en medio de la envidia de muchos de ustedes que me lo hicieron saber sin disimulo. Caminé muchísimo todos estos días. Seis kilómetros en promedio, tratando de conocer “a pie” un poco más lugares hermosos de las ciudades que me recibieron. Y, sobre todo, disfruté de la amistad de muchos y muchas. Ana, Mónica, Erin, Alejandro, Jorge, Meja, Luca, Paola, Karina, Jodel, Charo, Frederic, Cecilia, Rafa, Begonia, Pepe, Sol, Santi, Marisel y su hijita, Teresa, Laura, Paco, Isabel … y los nuevos… Jaume, Jon, Jesús.
Cada viaje es, para mí, sobre todo, una fiesta de la amistad, y así intento vivirla. Esa amistad acumulada me da muchas fuerzas por seguir en el camino con más entusiasmo.
Gracias a Charo y Frederic por recibirme en su casa -mi casa a estas alturas- y festejar en la intimidad el aniversario de su boda.

Como siempre me pasa, al llegar al final, me pregunto quienes habrán quedado y agradezco y felicito a los que hayan podido acompañarme hasta aquí… La inmediatez de internet, no es para esto… Twitter y frases cortas. Fotos e imágenes. Impacto… Bueno… no todo se puede. Así que perdonen los que se quedaron hasta el final, si esperaban un final a toda orquesta…
Es un simple final, de un amigo que sigue caminando y que encuentra en estas compartidas -ojalá mate de por medio- una manera de alimentar la amistad con tantos y tantas a las que quisiera abrazar más seguido, escucharlos, verlos sonreir y descubrirlos cercanos siempre.
¡Hasta la próxima!

*Tomado de: https://albertocesarcroce.wordpress.com/2016/06/30/cronicas-de-viaje-por-una-europa-revuelta/

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Alberto Croce

Educador Popular y Maestro.Presidente de Fundación SES. Secretario Nacional de la Campaña Argentina por el Derecho a la Educación. Coordinador del Programa “Transformar la Secundaria” en Fundación Voz.