Autor: Augusto Costa Zabaleta
Ecuador
Existe un objetivo y compromiso indeleble; una tarea inherente y profesional a carta cabal en el noble ejercicio del periodismo, que elocuentemente a más de informar a la opinión pública, con énfasis y ética, orientar al ciudadano con honestidad y veracidad.
La toma de decisiones y la participación activa y decisoria, en todos los asuntos concernientes a la vida pública y que atañen al destino provisorio de la patria y de sus diferentes ámbitos del convivir social, económico y político, para sustentar el engrandecimiento de todo género, como seres humanos dotados de razón y decisión.
La conciencia ciudadana, primordial emblema decisorio en las contiendas políticas; evidentemente, solo cuando los entes políticos que son los ciudadanos, en una democracia participativa, están completa y verazmente informados de la realidad y de su impostergable obligatoriedad de ser esencia y parte fundamental de los eventos políticos, no vuelven a cometer los mismos errores; “un país que se olvida de su historia, volverá a cometer los mismos desatinos y errores de siempre’’ indefinidamente.
Meditando en la gran responsabilidad inmersa en el ciudadano, es menester premeditar, valorizar y con especial énfasis, dar una estricta prioridad a las tesis políticas, a los argumentos más contundentes y a las intenciones más morales y valederas, presentadas por los partidos políticos y agrupaciones que sean contendores, a ser ungidos con el voto y las preferencias del elector, para ocupar las dignidades propuestas, y así culminar rechazando el oportunismo, la improvisación, la mentira y la solapada actitud de los personajes de siempre; “votar con el cerebro y amar con el corazón’’; “El alma del éxito, es el servicio a los demás’’; “Una papeleta del voto, depositada en la urna, tiene más fuerza que una bala de fusil’’; y, que amarga experiencia del silencio, que insólita realidad la de la ingenuidad, y que triste desazón la del engaño.
Fuente: http://www.cronica.com.ec/opinion/columna/columnista/item/13989-la-conciencia-ciudadana