Educación de calidad y equitativa: el reto de Panamá

Panamá/19 de julio de 2016/ Fuente: prensalatina

(PL) Equidad, calidad, sostenibilidad son algunos de los conceptos de los que hoy adolece la educación en Panamá, una asignatura pendiente pese a los programas del actual Gobierno y del floreciente crecimiento económico del país.

Según cifras oficiales, entre 2001 y 2013, Panamá creció como promedio 7,2 por ciento anual, más del doble de los países de la región en su conjunto; sin embargo, la expansión de actividades en áreas claves generó una demanda de mano de obra por encima del nivel educativo de la fuerza laboral.

Realidad que dista mucho de responder a las necesidades de una economía que aspira a ser un referente de competitividad e innovación en el mundo, máxime cuando una encuesta de 2015 reveló que cerca de la mitad de las compañías locales reportaron dificultades para llenar sus vacantes con personal calificado.

Aunque en los últimos 15 años Panamá cuadriplicó los gastos en educación, la inversión pública en este sector es una de las más bajas de la región, y muestra de ello resultan el mal estado de algunos centros docentes, donde el 65 por ciento de las primarias son multigrados, y las más de mil aulas ranchos existentes en el país.

De acuerdo con datos estadísticos, el incremento en los gastos descansa básicamente en aumentos salariales, que el pasado año significó para los maestros 300 dólares mensuales más, solo la tercera parte comprometida, por lo que su reclamo integra el pliego de demandas ante un eventual paro general de labores.

Pero en el llamado a huelga, los maestros no solo reclaman el ajuste salarial aprobado por el anterior Gobierno menos de dos meses antes de las elecciones generales de 2014, sino también invertir anualmente el seis por ciento del Producto Interno Bruto en este sector.

«Necesitamos que todos los gremios docentes se sientan parte de lo que estamos haciendo para avanzar en esa revolución educativa, para transformar el sistema educativo», sostuvo recientemente el presidente panameño, Juan Carlos Varela, quien convocó a un diálogo nacional.

Encuentro que intenta definir un sistema de educación pública con visión de Estado, que cuente con la presencia de docentes, padres de familia y el Ministerio de Educación, con la mediación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Iniciativa que propone, además, la inclusión de la jornada única para que los niños permanezcan ocho horas en clases, la educación obligatoria hasta duodécimo grado y el fortalecimiento de la enseñanza técnica superior, entre otros temas de vital importancia para robustecer este sector, marginado y olvidado por años.

De acuerdo con Nivia Rossana Castrellón, miembro de la Unión Nacional de Centros Educativos Particulares, los puntos para revertir la problemática descansan en el acceso a una educación con equidad, calidad en los procesos de aprendizajes, fortalecimiento de la profesión docente y mejoras en la gestión administrativa y de inversión.

En su análisis, la especialista se refirió a los grandes contrastes que como sociedad enfrentan, en tanto «tenemos un Canal ampliado que constituye la oportunidad ideal para dar el gran salto hacia el desarrollo, pero contradictoriamente, uno de cada tres niños menores de siete años es pobre».

También tenemos un país, donde en la práctica solo dos de los que inician la primaria terminan luego en la Universidad, diferencias que en el caso de las comarcas indígenas suelen ser mayores, a pesar de que en ellas se concentra el peso más grande del crecimiento demográfico, apuntó Castrellón.

«Necesitamos un sistema educativo, donde el educador ocupe un puesto protagónico y se modernicen los procesos administrativos en aras de la eficiencia y la eficacia», sentenció.

En un comunicado emitido la semana pasada, el Partido del Pueblo afirmó que la situación actual refleja la crisis que afronta el Estado y las contradicciones que se producen en el marco de las políticas neoliberales implementadas en la nación tras la invasión estadounidense.

Y es que como expresara el economista y profesor universitario Rubiel Cajar, en entrevista con Prensa Latina, «hoy el modelo educativo panameño va en dos direcciones, y uno, sin lugar a dudas, es el de la privatización de la enseñanza».

Por lo pronto el futuro de Panamá, según vaticinó Castrellón, se decide en las aulas con más y mejor educación, porque como dijera el Héroe Nacional de Cuba, José Martí, «el pueblo más feliz es que el tenga mejor educados a sus hijos, en la instrucción del pensamiento, y en la dirección de los sentimientos».

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=5074761&Itemid=1

Imagen: http://ep00.epimg.net/elpais/imagenes/2016/07/12/planeta_futuro/1468315476_153544_1468316150_noticia_normal.jpg

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