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El conflicto sirio comenzó en marzo de 2011 y ha dado lugar a la mayor crisis humanitaria del mundo de los últimos años. La situación en el país y las condiciones de los refugiados en los países vecinos siguen empeorando.
Actualmente casi 13,5 millones de sirios necesitan asistencia y 6,5 millones de ellos se encuentran desplazados dentro de su propio país, de los cuales la mitad son niños, luchando por sobrevivir y hacer frente a la crisis. Asimismo, más de 4,5 millones de personas han huido a países vecinos, un tercio de las cuales son niños y jóvenes en edad escolar. Se estima que 8,1 millones de niños y jóvenes sirios dentro del país y en los países vecinos necesitan recibir educación.
Por otra parte, el patrimonio cultural del país está expuesto continuamente a amenazas de destrucción, pillaje y tráfico ilícito. Importantes sitios y monumentos han sido destruidos o han sufrido daños considerables.
La UNESCO se ha mostrado activa en la respuesta a la crisis, en particular brindando asistencia a los refugiados sirios y a las comunidades de acogida del Iraq, Jordania y el Líbano, y salvaguardando el patrimonio cultural de Siria. La respuesta de la UNESCO aborda las necesidades humanitarias y la ayuda para el desarrollo a largo plazo, generando complementariedades y sinergias entre estos ámbitos. Esta respuesta se integra en los procesos coordinados desde el plano nacional y se ajusta plenamente al Plan de Respuesta Humanitaria para Siria 2016 (HRP) y al Plan Regional para los Refugiados y la Resiliencia 2016-2017 (3RP).
En la esfera de la educación, la respuesta de la UNESCO se centra en la educación y el empoderamiento de los jóvenes, ofreciendo oportunidades educativas a los jóvenes afectados por la crisis en el Líbano, Jordania y el Iraq y mejorando la calidad de su enseñanza y aprendizaje, tanto en entornos formales como no formales.
Los ámbitos prioritarios de la acción de la UNESCO en Siria son la formación de docentes en materia de enseñanza técnica y profesional, los programas de aprendizaje acelerado, las actividades extraescolares y el apoyo psicosocial.
Dentro de la respuesta humanitaria a la crisis de Siria, la principal carencia sigue siendo la educación y, en particular, la educación posterior a la primaria. Sobre la base de los logros alcanzados hasta la fecha, la UNESCO se ha esforzado por consolidar aún más sus actuaciones y profundizar el alcance de su respuesta abordando las disparidades en el aprendizaje de los jóvenes de Siria, Jordania, el Líbano y el Iraq. En febrero de 2015, la UNESCO puso en marcha un programa para la reducción de las disparidades en el aprendizaje de los jóvenes, que contribuirá a facilitar el acceso a la educación secundaria y superior, mejorar su calidad y construir unos sistemas educativos que tengan una mayor capacidad de adaptación para los jóvenes afectados, de entre los 15 y los 30 años, tanto dentro de Siria como en la región.
En la esfera de la cultura, la UNESCO hace hincapié en salvaguardar el rico patrimonio cultural de Siria. Desde el inicio de la crisis, la Directora General ha insistido firmemente en ello, haciendo un llamamiento a todas las partes en el conflicto y a las autoridades sirias para que respeten y protejan el patrimonio cultural.
Además, se ha alertado y movilizado a los países vecinos, la INTERPOL y los colaboradores institucionales para hacer frente al tráfico ilícito de bienes culturales muebles. En agosto de 2013 la UNESCO organizó una reunión de alto nivel sobre la salvaguardia del patrimonio cultural de Siria, en la que los participantes aprobaron el Plan de acción de la UNESCO de medidas urgentes de salvaguardia y estrategias para después de la recuperación.
En el marco de ese Plan de acción, la UNESCO puso en marcha un “Proyecto de salvaguardia de emergencia del patrimonio sirio” de tres años de duración, orientado a atenuar la destrucción y la pérdida del patrimonio cultural y a formular medidas prioritarias para después del conflicto, así como acciones a medio y largo plazo, como forma de restaurar la normalidad y la cohesión social en Siria. En el marco del proyecto, la UNESCO creó el Observatorio Internacional del Patrimonio Cultural Sirio, que supervisa y evalúa la situación del patrimonio cultural de Siria.
Mediante sus iniciativas, la UNESCO alentó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a aprobar la resolución 2199, en la que se condena la destrucción del patrimonio cultural y se adoptan medidas vinculantes para luchar contra el tráfico ilícito de antigüedades y objetos culturales procedentes del Iraq y de Siria.
Por otro lado, en Siria y en los países vecinos (Iraq, Jordania, Líbano y Turquía) se han organizado una serie de actividades de formación sobre la lucha contra el tráfico ilícito de objetos culturales de Siria y sobre las más avanzadas herramientas de conservación y restauración del patrimonio arquitectónico. La UNESCO y el UNITAR (el Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones) firmaron un acuerdo para proteger los sitios del patrimonio cultural y natural con las tecnologías geoespaciales más modernas.
Además, la UNESCO ha llevado a cabo una campaña de concienciación en los medios sociales para sensibilizar al público en general sobre las amenazas a las que se enfrenta el patrimonio cultural de Siria, así como una campaña global, Unite4Heritage (“Unidos por el patrimonio”), que se puso en marcha en marzo de 2015. El objetivo de esta campaña, de gran popularidad, es hacer frente a la propaganda de odio, intolerancia y violencia con mensajes de unidad, tolerancia y solidaridad, y suscitar apoyo en favor de la protección del patrimonio en todos aquellos casos en que se encuentre amenazado por el sectarismo y la violencia extrema. La campaña ha generado también interés en los medios de comunicación, con la publicación de más de 500 artículos en la prensa internacional.