Tue, 08/03/2016 – Redaccion- Informe 21
Hace más de siete años, los investigadores de Mayo Clinic empezaron a recolectar datos científicos sobre un tipo diferente de experimento: cuánto podrían mejorar en ciencias los escolares, desde jardín de infantes a octavo grado, si contaran con un currículo de investigación práctico y en tiempo real.
Los resultados, publicados por Internet en la revista Palgrave Communications, demuestran que el programa Integrated Science Education Outreach (InSciEd Out o Alcance Integrado para la Educación Científica) no solamente es escalable y transferible a todo el país y el mundo, sino que puede servir para reformar la educación científica en las escuelas primarias y secundarias. El trabajo también desafía al esfuerzo por reformar la educación a emplear los mismos escrutinios estadísticos aplicados en el proceso de revisión de otras áreas científicas.
En lugar de apegarse al currículo tradicional con libros de texto, el equipo de Mayo colaboró con el sistema escolar en la Escuela Primaria Lincoln de Rochester, Minnesota, para introducir un método propio de la investigación de laboratorio que usa peces cebra vivos como medio y punto de focalización. Los datos revelaron que esa primera escuela se convirtió en el principal centro escolar de Minnesota. Desde entonces, el método se ha reproducido en varias escuelas primarias de otros sistemas y estados, además de exportarse a India a través de una colaboración.
“Estos análisis ofrecen pruebas de que en la educación científica sí se puede hacer una evaluación científicamente rigurosa que demuestre la eficacia del programa”, comenta la Dra. Joanna Yang, candidata en Ciencias Clínicas y Traslacionales de la Escuela de Posgrado de Mayo y primera autora del artículo.
El estudio sigue el crecimiento de 4 cohortes de estudiantes, cuya competencia en ciencias se evalúa en el quinto y octavo grados. Los resultados de los estudiantes bajo el currículo InSciEd Out se comparan frente a los de las cohortes distritales y estatales que siguen el currículo tradicional. Los estudiantes de InSciEd Out se muestran como verdaderos científicos, con una participación 8 veces mayor en las ferias de ciencias. Además, demuestran que ya pertenecen al sistema científico con la elección doblemente mayor de clases avanzadas de ciencias al pasar a la secundaria. Cada uno de esos cambios consta en el manuscrito que será sustentado durante 6 años en esta colaboración científica y educativa.
InSciEd Out en el año 2009 puso en marcha un trabajo conjunto entre Mayo Clinic, la Universidad Estatal de Winona en Rochester y las Escuelas Públicas de Rochester, que desde entonces ha crecido hasta incluir colaboraciones en Minneapolis y St. Paul (Minnesota), Florida, Illinois, India y Ghana. Los socios fundadores Dr. Chris Pierret, Dr. Stephen Ekker y James Sonju (rector de la Escuela Lincoln K-8) se percataron del deseo estudiantil por aprender ciencias y de que los alumnos eran capaces de mucho más de lo que se ofrecía en ese momento. El programa piloto creció hasta convertirse en un currículo transferible y con varios años de duración que llevó a los estudiantes a publicar como coautores en documentos científicos y a visitar la Casa Blanca, donde el Presidente Obama elogió a estudiantes y mentores.
“Consideramos que este trabajo es una llamada para aplicar el mismo rigor científico y disposición de ensayo clínico (propio de la ciencia) en los esfuerzos educativos”, comenta el autor corresponsal Dr. Chris Pierret. “El significado estadístico de los resultados es y debe continuar siendo la norma de oro para describir el éxito”.
Entre los coautores del trabajo están Thomas LaBounty de LaBounty Consulting en Woodbury, Minnesota, y el Dr. Stephen Ekker de Mayo Clinic. El estudio fue financiado por los Institutos Nacionales de Salud, a través del Centro Nacional para el Avance de las Ciencias Traslacionales, la Fundación Nacional de Ciencias y Mayo Clinic. NP/Mayo Clinic
Fuente: http://informe21.com/ciencia-y-tecnologia/investigadores-revelan-como-dar-vuelta-la-educacion-cientifica