América del Sur/Colombia/02 de Septiembre de 2016/Autor: Ángel Pérez Martínez/Fuente: Dinero.com
Quienes promovieron las marchas y el debate contra el contenido de la cartilla de educación sexual e identidad de género justificaron, en parte, su acción como una defensa de la dignidad y los valores de la familia constituida por un hombre y una mujer, como lo determina el artículo 42 de la Constitución Política. Además, ellos sostuvieron que el Estado debe proteger el derecho de los padres a escoger el tipo de educación de sus hijos, ante lo cual no debería intervenir ninguna política pública y menos la Corte Constitucional, así lo señaló el Procurador en el debate sobre la educación sexual en el Congreso Nacional.
La Constitución sostiene que el Estado debe amparar a la familia como institución básica de la sociedad. Sin embargo, la familia biparental que se conforma a través de un matrimonio y con hijos que hemos idealizado a través de la tradición, la religión o la cultura, que a toda costa algunos quieren defender, está en crisis y muy pronto nos tocará redefinirla de acuerdo con las nuevas realidades sociales y económicas, así lo señalan los datos que disponemos.
Según el informe del Social Trends Institute sobre el Mapa Mundial de la Familia del año 2015 que presenta anualmente los cambios en la familia y las consecuencias en el bienestar infantil, en Colombia sólo el 20% de los adultos entre 18 y 49 años son casados (una de cada cinco parejas), mientras que el 35% de las parejas cohabitan (cerca del 15% de los adultos están separados).
Acorde con la anterior cifra, en este país el 84% de los niños nacen de madres solteras. El 11% de los niños viven sin ninguno de sus dos padres, mientras que el 27% de los infantes viven con sólo uno de los padres (tres de cada diez niños solo viven con su mamá o su papá). Otro dato revelador sobre la calidad y condiciones en las cuales viven los niños: el 55% de ellos viven en hogares compartidos con adultos distintos de sus padres, lo cual puede explicar hacinamiento, violencia y abusos, como se verá más adelante (esta información se elaboró con datos de los años 2009 y 2010 para Colombia)
De otra parte, la Encuesta de Calidad de Vida del DANE con datos más actualizados, año 2015, señala que el 35,3 % de los hogares en Colombia tiene jefatura femenina, y lo más grave, el 78,4% de estas mujeres jefes de hogar no tienen cónyuge y su salario ronda el mínimo, en el área urbana estas cifras se incrementan a 38,3% y 79% respectivamente. Además, el 36% de ellas tienen hijos menores de 18 años que deben mantener, cuidar y educar. También, esta Encuesta destaca que los hogares en el país conformado por una persona representan el 13% y los de 2 personas el 19% Vuelvo y pregunto: ¿de cuál familia hablamos?
Sobre el amor y cuidado de los hijos y en general de los niños en Colombia, que tanto interesó a quienes protestaron no se mencionó nada, pero las cifras no dejan dudas: El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses informó que durante el año 2015 se “registraron 26.985 casos de violencia intrafamiliar en Colombia, de los cuales 10.435 casos correspondieron a violencia contra niños, niñas y adolescentes, con una tasa de 67,47 por cada 100.000 habitantes Para el caso de la violencia contra niños, niñas y adolescentes, el presunto agresor correspondió a los padres y madres en proporciones similares. En el total de los casos, el padre representó el 32,88% y la madre el 30,69%”. Además, las víctimas de violencia interpersonal alcanzaron para niños y adolescentes 17.509 casos, mientras que los jóvenes son los más afectados, 46.751 casos.
Tengo la oportunidad de interactuar de manera permanente con docentes, coordinadores y rectores de colegios oficiales y privados, ellos se quejan: los padres de familia o el adulto responsable de los niños y jóvenes ven los colegios como áreas de cuidado y protección y no como un espacio de formación en el cual ellos deben colaborar. La mayoría de los responsables matriculan a los niños y jóvenes y desaparecen, no van tan siquiera a la escuela a recibir los informes básicos.
Por último, tampoco es cierto que en Colombia los padres de familia o la familia pueda escoger el tipo de educación de sus hijos. Menos del 20% de las familias pueden pagar y seleccionar el colegio para sus hijos, la gran mayoría de los padres de familia o responsables de los niños van a colegios oficiales (82%), es decir, donde haya cupos y se los asignen las Secretarías de educación.
El MEN y el Gobierno no se deben amedrantar deben continuar lucha para eliminar la discriminación, las iniquidades y el maltrato a los niños en los colegios y fuera de ellos, ese es el camino de una paz segura y duradera. Ojalá el debate de la cartilla sirva para mejorar la participación de los padres de familia en las escuelas y para que la sociedad valore la educación y lo delicado del trabajo de los docentes y su enorme responsabilidad.
Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/en-educacion-de-cual-familia-hablamos-por-angel-perez-martinez/230059
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