Atentos los padres ante el comportamiento de los hijos para establecer patrones y actuar a tiempo en caso de que sean víctimas de este tipo de maltrato.
Centro América/Nicaragua/11.10.2016/Autor y Fuente:http://www.lavozdelsandinismo.com/
Los medios de comunicación de nuestro país y las autoridades del Gobierno Sandinista han desarrollado en los últimos años campañas importantes para reconocer y evitar el llamado bullying, término que ha proliferado para definir el acoso escolar y cualquier toda forma de maltrato físico, verbal o psicológico que se produce, especialmente, entre escolares de forma reiterada y que se ha convertido en una lacra para la sociedad.
Pero solo el término cambió porque en realidad este mal ha afectado a la humanidad durante buena parte de su historia.
Mucho se ha hablado y explicado sobre este fenómeno que hoy prolifera en diferentes formas: el bullying verbal, el bullying indirecto, la agresión o el bullying cibernético.
Pero para hablar de bullying se deben analizar, primero, los perfiles que definen al acosador y al acosado. En el primer caso, uno de los primeros aspectos que lo distinguen es la necesidad de tener el dominio sobre otro para sentirse poderoso y ser reconocido. Generalmente carece de habilidades sociales y no muestra ningún tipo de empatía hacia el resto del grupo.
Vive, en el mayor por ciento de los casos, en medio de un hogar disfuncional y con proporción a la violencia, por lo que carece de autocrítica y manipula a su antojo la realidad. Por lo tanto, a la larga también se convierte en una víctima que necesita ayuda especializada.
En el segundo caso, el del acosado, una de las características con las que se le suelen identificar son la sumisión, la baja autoestima y la falta de personalidad segura.
Presenta una incapacidad absoluta para defenderse por sí mismo ya que, en el mayor porcentaje de casos, ha sido sobreprotegido por la familia y carece de autonomía. Hay casos más complicados y resulta cuando el acosado sufre de algún padecimiento o discapacidad física.
El agresor o acosador molesta a su víctima de distintas maneras y, a veces, ante el silencio, el miedo o la complicidad del resto de los compañeros. Es habitual que el conflicto empiece con burlas que se vuelven sistemáticas y que pueden derivar en golpes o agresiones físicas.
Los casos de bullying revelan un abuso de poder. El acosador logra la intimidación del otro que lo percibe como más fuerte, más allá de si esta fortaleza es real o subjetiva. Poco a poco, el niño acosado comienza a experimentar diversas consecuencias psicológicas ante la situación, teniendo temor de asistir a la escuela, mostrándose retraído ante sus compañeros, etc.
El fenómeno se ha convertido en una de las principales preocupaciones entre los pequeños y los adolescentes por lo que se hace imprescindible prestar atención a signos que pueden indicar que nuestros hijos están sufriendo acoso escolar.
Uno de los signos más característicos son los cambios de humor muy bruscos y el miedo a asistir a la escuela, razón por la que exponen excusas sin sentido. Ello conlleva, indudablemente, a que se reduzca notablemente el rendimiento escolar, un detalle también a tener en cuenta.
Lo más común es que se hable sobre bullying en niños, pero la verdad es que en cualquier momento de nuestra vida, en el trabajo, la familia, amigos y hasta en el lugar donde vivimos estamos expuestos a sufrirlo.
Pero, ante esta terrible realidad, ¿qué hacer? ¿Cómo actuar con nuestros hijos si tenemos la más mínima sospecha de que está padeciéndolo?
Y aunque sin dudas se produce una considerable rebaja en la autoestima, los especialistas recalcan que es muy importante hacerle ver a los niños que él no es el culpable de la situación y que en ningún caso la violencia es el camino para arreglar las cosas
Expliquémosle que todo el mundo va a tener su opinión, todos van a tener algo que decir y, si solo nos preocupamos ello, conseguiremos únicamente un enorme dolor de cabeza. Lo que importa es como nos sintamos con nosotros mismos, no solo como hacemos sentir a los demás.
En estos casos es importante que tu hijo sepa lo valioso que es, que no ha hecho nada para merecer estos abusos y sobre todo que te cuente cada una de las cosas que le pasan en su diario vivir. Trata de construir una relación sincera y honesta con tu familia.
Y una regla antigua pero que nunca pasa de moda: que intente tratar a los demás como le gustaría que lo trataran a él. Podría sonar bastante básico, pero, en lo que se refiere a la naturaleza humana, la respuesta más simple suele ser la correcta. Es así de sencillo.
Aunque la problemática del bullying crece cada día como un alud, nadie, absolutamente nadie, tiene que ser sometido a cualquier tipo de maltrato. Pero lo primordial responde a conseguir que la armonía sea una buena aliada en la lucha para conseguir una interacción más positiva en la vida real y en las hoy tan concurridas redes sociales.
Fuente: http://www.lavozdelsandinismo.com/curiosidades/2016-10-08/bullying-la-solucion-nuestras-manos/
Imagen: http://www.lavozdelsandinismo.com/wp-estaticos/2016/10/BULLYING.jpg?80dc4b