Por: DCE. Flavio de Jesús Castillo Silva.
Resumen
El presente trabajo hace el análisis del “Modelo Educativo para el Siglo XXI: formación y desarrollo de competencias profesionales”, tomando como antecedentes los modelos antecesores, revisando la dimensión académica que debe orientar el quehacer docente en todos los planteles del Sistema Nacional de Institutos Tecnológicos (SNIT), mismos que por más de 60 años han estado sustentados en la Pedagogía, pasando por la corriente pedagógica de tecnología educativa, el constructivismo y ahora con la formación y desarrollo de competencias profesionales.
De acuerdo a esta revisión, se puede apreciar que el Tecnológico Nacional de México (TecNM), ha considerado el aprendizaje como un proceso en espiral ascendente complejo, asimismo, el estudiante del SNIT cuenta con muchas potencialidades y que el docente posee el liderazgo basado en su experiencia y conocimientos, quien será el mediador del aprendizaje a través de una relación docente-contenido-realidad-estudiante, misma que será la promotora de las competencias profesionales del estudiante y aunque deja una puerta abierta para que cada docente ejerza lo que sea más conveniente desde su marco de referencia, para promover las competencias.
La Andragogía, ciencia que tiene como objeto de estudio al adulto en situación de aprendizaje y considerando que los niños y adultos aprendemos de diferente manera, es la ciencia (incipiente) que provee otra cosmovisión al quehacer docente cuando en procesos formativos estamos entre adultos, que para el caso del TecNM, la matrícula que posee en educación superior y posgrado está conformado por personas adultas que van desde la adultez joven, intermedia hasta la adultez avanzada.
Palabras Clave: Modelo Educativo, SNIT, Pedagogía y Andragogía.
Desarrollo
Con el pasar del tiempo, la Pedagogía fue asentándose en todos los niveles educativos en nuestro país, dictando la manera de que se debería abordar los procesos de enseñanza y aprendizaje, el SNITno fue la excepción, en sus más de 60 años de historia de los tecnológicos (TecNM, 2012), se han pasado ya por muchos modelos educativos, los más recientes centraron al estudiante como eje principal de la acción académica, en ellos han hecho que el aprendizaje se promueva de manera constructivista, esto sucedió en la época del Presidente Fox con el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el Dr. Reyes Tamez Guerra y que durante su administración, se enunció la primera edición del “Modelo Educativo para el Siglo XXI” para el Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológico (SNEST) de la Dirección General de Educación Superior Tecnológica (DGEST) en el 2004 y su segunda edición en el 2005, en donde se concebía que el aprendizaje significativo se promovía con “…la colaboración y la comunicación entre pares, […] por ello, fomenta el trabajo colaborativo y el desarrollo de competencias comunicativas” (DGEST, 2005, p. 29).
Es hasta el 2012 con el Lic. Emilio ChuayffetChemoral frente de la SEP que se enunció el nuevo “Modelo educativo para el siglo XXI: formación y desarrollo de competencias profesionales” para el SNEST, que continúa conformándose de tres dimensiones: filosófica, académica y organizacional. Según el TecNM (2012), se entenderá como competencias profesionales a las cualidades académicas que tengan que ver con el manejo y aplicación de conocimientos formales, pensamiento complejo, estrategias de acción y solución a problemas reales y a la práctica profesional relacionada con la capacidad de decidir y actuar de forma eficiente, oportuna y ética en toda situación.
Las competencias a desarrollarse bajo este modelo pueden clasificarse en genéricas (instrumentales, interpersonal y sistémicas) y específicas que son propias de la profesión (TecNM, 2012). Éstas en el plano psicopedagógico de la dimensión académica (los otros dos planos son el social y el curricular), que en sus elementos constitutivos ha considerado al aprendizaje como un “proceso en espiral en evolución y complejidad ascendente de carácter sociocultural y psicológico” (TecNM, 2012, p. 39), con una relación didáctica docente-estudiante netamente pedagógica, en donde “se expresan, reconocen y valoran el potencial de aprendizaje y de liderazgo del docente” (TecNM, 2012, p. 43).
El docente es considerado como el mediador del aprendizaje, concibiéndose como mediación a la “modalidad de interacción que orienta y produce esquemas de pensamiento y acción que ayudan a mejorar el proceso de aprendizaje de manera permanente…” (TecNM, 2012, p. 44), por lo que “…el estudiante y el docente son corresponsables en el proceso de formación y desarrollo de competencias…” (Ibídem) que agregándole la relación “docente-contenido-realidad-estudiante” (ídem) promoverán el aprendizaje y el desarrollo de las competencias profesionales, sin dejar de mencionar que generalmente será el docente el responsable de hacer la evaluación (hetero-evaluación), aunque se haya considerado la auto-evaluación y la co-evaluación.
Considerando lo anterior, se expresa una sutil contradicción en el modelo educativo actual debido a que indica que “se favorece el aprendizaje autónomo y trabajo colaborativo del estudiante…” (TecNM, 2012, p. 43), siendo la primera parte de la cita la que contradice el modelo debido a que en párrafos posteriores menciona la mediación del docente en el aprendizaje, situación que para Adam (1977), la mediación es una“…actividad pedagógica […] entre una generación adulta y otra en formación…” (p. 33).
La “sutil contradicción” da origen a que basado en la reflexión y en la Andragogía, “ciencia que tiene como objeto de estudio al adulto que aprende” (Castillo, 2014, p. 13), los estudiantes del SNIT comúnmente son adultos jóvenes, con mínimo doce años de experiencia como estudiante y en algún porcentaje menor ya están trabajando, por lo que su incipiente experiencia laboral también es otro elemento que se debe agregar a la personalidad y expectativas del estudiante al ingresar a estudiar alguna carrera en cualquiera de nuestros tecnológicos.
De las diferencias esenciales y trascendentes entre el modelo pedagógico y un modelo andragógico son:
Tabla 1.
Síntesis comparativa entre el modelo pedagógico y el andragógico.
Factores | Modelo Pedagógico | Modelo Andragógico |
Relación entre los componentes. | Adulto – niño.
Vertical – dependiente. |
Adulto – adulto.
Horizontal – participativa. |
Control y Dirección. | Maestro o profesor
(pedagogo). |
Participante(s). |
Dirección del proceso. | Enseñanza-Aprendizaje.
|
Orientación-Aprendizaje. |
Nota: Fuente: Adam (1987, p. 32).
Aunado a esto, se propusieron dos principios andragógicos de horizontalidad y participación, democratizan el aula, ya no será más que el docente tenga el control y dirección del curso. Se entiende por horizontalidad “…como una relación entre iguales como una relación compartida de actitudes, de responsabilidades y de compromisos hacia logros y resultados exitosos” (Adam, 1987, p. 15). A su vez, la participación debe entenderse “…como la acción de tomar decisiones en conjunto o tomar parte con otros en la ejecución de una tarea determinada” (Adam, 1987, p. 18). Por lo que ambos (docente y participantes) se involucran en un proyecto en común y comparten liderazgo. Su principal atributo es que se hará de manera mancomunada el análisis crítico de cualquier problemática que tenga que ver con el grupo y su contexto.
A pesar de que con estos principios se pudiese potencializar nuestro modelo educativo actual, en las aulas la realidad es otra, a pesar de que nuestro modelo educativo indica desde su título que se busca formar y desarrollar competencias profesionales en nuestros estudiantes, aún prevalece, al menos en mi plantel, docentes que he tipificado como “tradicionalistas con piel de competencias”, cuyas ideas equivocadas del modelo educativo TecNM piensan que por el hecho de no aplicar exámenes en las evaluaciones formativas están promoviendo competencias o han agregado a su práctica docente algunas técnicas didácticas pero siguen aplicando exámenes con un valor de casi el 100% de toda la calificación.
Al sustentar el modelo educativo actual en la Andragogía, sería en el aula donde se verían los cambios sustanciales: (a) se quitaría la mediación por el hecho de reconocer que no encaja en la Andragogía, por reconocer que en el SNIT suceden procesos formativos entre adultos y ahora sí podría hacerse realidad la promoción del aprendizaje autónomo que bien podría ser aprendizaje auto- dirigido (Valenzuela, 2011); (b) basado en los principios andragógicos, el facilitador queda como responsable del curso, sin embargo, el curso ya no lo diseña solo, lo co-planea con sus participantes posterior a la presentación del contenido oficial; (c) los participantes podrían decidir las mejores maneras de evidenciarlas competencias logradas, a través de un instrumento central en la Andragogía: el contrato de aprendizaje, documento que permite especificar, los compromisos mutuos docente-participantes, evidencias de aprendizaje, fechas, porcentajes e indicadores de valoración de cada evidencia (Castillo, 2014); (d) la evaluación tendría mejor precisión al considerar desde la Andragogía que “…el adulto es experto de su aprendizaje” (Castillo, 2012, p. 45), por lo que la perspectiva de la hetero-evaluación (la del docente) sería con un porcentaje menor y eso promovería un ambiente más sano debido a que ya el docente ha compartido voluntariamente el poder que antes él mantenía cautivo;(e) Procesos como la auto-evaluación y la co-evaluación podrían ser los medios principales de la evaluación. La auto-evaluación como tal “…ayuda al crecimiento profesional y personal tanto de participantes como de facilitadores y, a su vez, proporciona herramientas que determinan el grado de avance dentro del proceso de aprendizaje…” (Llanos y Briceño citados por Adam, 1987, p. 110), la co-evaluación es un “proceso mediante el cual dos o más (participantes) valoran sus actividades (y logros) y tiene como finalidad permitir el perfeccionamiento de los resultados de la auto-evaluación […], debe estimularse y dirigirse de manera cualitativa…” (Ibídem); (f) los procesos de gestión del curso continuarán bajo la responsabilidad del docente; (g) el empoderamiento de los participantes en el proceso de aprendizaje en las asignaturas podrá fomentar a su vez la creatividad, el emprendimiento y la innovación.
Definitivamente la Andragogía como ciencia conlleva más en su fondo, sin embargo, lo antes mencionado solo son aportaciones que ejemplifican mejores condiciones en el proceso de aprendizaje para los estudiantes de los tecnológicos del país. Aparte de hacer ajustes en el modelo educativo específicamente en la dimensión académica, será necesario prever un conjunto de medios para atender la formación docente que esté sino previamente, al menos, a la par de la implementación del modelo educativo basado en la Andragogía, ya que en la misma cantidad de modelos educativos que han existido en el SNIT, ha sido el factor común y recurrente que primero se libera el modelo, se crea el caos, la confusión y a posteriori se comienza con la formación docente, por lo que éstos, los docentes, son un híbrido de teorías de aprendizaje que llega a hacer mezclas extrañas en el aula, situación que deberá dar el paso hacia una profesionalización y certificación del docente con un estándar de competencia ad hoc a nuestro modelo que sea autorizado por organismos como CONOCER, evitando la centralización de la certificación y dar respuesta a la masividad de nuestros respectivos claustros docentes.
Conclusión
Bajo la premisa que los niños y adultos aprendemos de diferente manera (Knowles, Holton y Swanson, 2006), la Pedagogía sería para educación básica utilizada en cualquier nivel educativo, sin embargo, habrá un momento que ya no tenga respuestas a las necesidades educativas que se requiere en licenciatura. El Dr. Adam (1984) mencionó que “las universidades latinoamericanas, sin exagerar, son organizativamente escuelas primarias de alto nivel” (Adam, 1984, p. 1) y que los docentes creen que los universitarios son niños “a quienes pueden imponer sus ideas, manipularlos a su antojo, decidir por ello lo que deben aprender, en fin, sólo ellos y nada más que ellos, establecen las reglas del juego que deben ser aceptados con tal sumisión ydependencia” (Ibídem).
Cabe hacer la aclaración que la Andragogía al sustituir a la Pedagogía en el modelo educativo del SNIT, no alterará la concepción de la promoción y desarrollo de las competencias profesionales, en donde si incide y cambiaría sustancial y positivamente sería en el aula, los docentes tendrían una actitud abierta e intentando cubrir las necesidades propias de las nuevas generaciones, que en definitiva serán muy diferentes a las que tuvimos los docentes cuando fuimos estudiantes.
Quizá no permee hacia arriba, sin embargo, “No puedo renunciar al apostolado de hacerde la educación el instrumento de liberador denuestro pueblo y esto sólo puede lograrse formandoeducadores con una nueva mentalidad, con unabuena actitud para los cambios venideros” (Adam citado por Villarini y Adam, 2009, p. 1).
Referencias
Adam, F. (1977). Andragogía. Caracas: FIDEA.
Adam, F. (1984). Universidad y Educación de Adultos. México: CREFAL. Recuperado de: http://www.crefal.edu.mx/crefal25/images/publicaciones/retablos_papel/retablo_papel1.pdf
Adam, F. (1987). Andragogía y Docencia Universitaria. Caracas: FIDEA.
Castillo, F. (2012). De profesionista a profesor en 12 horas. Oaxaca: Soluciones Educativas.
Castillo, F. (2014). Andragogía. Procesos formativos entre adultos. Oaxaca: Carteles Editores.
Dirección General de Educación Superior Tecnológica. (2005). Modelo Educativo para el Siglo XXI. (2ª Ed.). México: autor.
Dirección General de Educación Superior Tecnológica. (2012). Modelo educativo para el Siglo XXI: formación y desarrollo de competencias profesionales. México: autor.
Knowles, M., Holton, E. y Swanson, R. (2006). Andragogía. México: Alfaomega.
Valenzuela, J. (2011).Aprendizaje auto-dirigido, autónomo y auto-regulado. Monterrey: Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. Recuperado de: http://www.cca.org.mx/profesores/portal/files/congreso2011/Taller3/Taller3_presentacion.pdf
Villarini, A. y Adam, E. (2009). Andragogía. Una andragogía sobre el pensamiento socioeducativo de Félix Adam. Colombia: Fundación para el Fomento del Desarrollo del Pensamiento.