Refugiados y migrantes desesperados enfrentan temperaturas heladas en Serbia

27 de enero de 2017/Fuente: ACNUR

Las autoridades serbias, junto con el ACNUR y sus socios, aumentaron los esfuerzos para ampliar la capacidad en albergues de emergencia para cientos de personas que duermen en la intemperie

Los refugiados y migrantes que quieren abandonar un albergue insalubre e improvisado en Belgrado están siendo trasladados a alojamientos de emergencia abiertos recientemente por el gobierno fuera de la ciudad. El movimiento se produce después de la creciente preocupación por cientos de personas, que se resistieron a los anteriores llamados de reubicación, durmiendo en la intemperie en temperaturas inferiores a cero.

Gracias a los esfuerzos de las autoridades, el ACNUR y las agencias humanitarias en Serbia durante los últimos meses, alrededor del 85% de los refugiados, solicitantes de asilo y migrantes que viven en el país están ahora alojados en albergues gubernamentales. Alrededor de 390 personas han buscado voluntariamente albergue en la instalación temporal de Obrenovac desde que las autoridades la abrieron la semana pasada. Sin embargo, se estima que 1.000 refugiados y migrantes siguen acampando en los almacenes abandonados detrás de la estación principal de trenes de Belgrado. Los residentes allí evitan el frío penetrante quemando las traviesas de ferrocarril desechadas durante todo el día, lo que genera continuas nubes de humo tóxico. Muchos dicen que están sufriendo los efectos de la inhalación del humo y ha habido varios casos de congelamiento.

Las autoridades serbias, junto con el ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados y sus socios, ahora están trabajando para ampliar la capacidad en el albergue de emergencia de Obrenovac para albergar, durante los próximos días, a quienes ahora quieren abandonar los almacenes, pero que anteriormente se había rehusado. El ACNUR ha contribuido con ropa nueva, mantas, ropa de cama, servicios de limpieza y kits de higiene.

“A veces no puedo sentir mis piernas por la noche, pero aun así trato de dormir”.

“Tenía que irme, estaba muy frío y sucio allí”, dijo Kiramat Safi, una joven de 17 años de Afganistán, que después de cuatro meses se ofreció voluntariamente a abandonar los almacenes y trasladarse a otro albergue cercano, Krnjaca, la semana pasada. “Ahora me siento mucho mejor porque aquí hace más calor. No hay humo y puedo dormir dentro”.

“Me quedaré aquí mientras haga mucho frío afuera”, dijo Abedulah Ibrahimi, de 12 años, otro niño no acompañado que dejó los almacenes la semana pasada para albergarse en Krnjaca. “Quiero ir a la escuela, tal vez puedan ayudarme aquí”.

Otros, que no desean solicitar asilo en Serbia y están decididos a seguir adelante con sus viajes a otros países, permanecerán en los almacenes abandonados a pesar de los peligros del humo y las temperaturas congeladas. El ACNUR distribuyó folletos recientemente, explicando en persa su derecho a ser alojados en albergues gubernamentales; así mismo ha trabajado duro para identificar niños no acompañados en este y otros sitios.

“A veces no puedo sentir mis piernas por la noche, pero aun así trato de dormir”, dijo Hazrat Bilal, un niño no acompañado de 14 años, proveniente de Afganistán, que ha pasado los últimos cuatro meses en el almacén. “Sé que el humo es malo para mí”, agregó, agachándose directamente sobre una traviesa de tren en llamas. “¿Qué más puedo hacer en este frío?”.

Como muchos otros aquí, Hazrat dijo que seguiría tratando de cruzar las fronteras de Hungría o Croacia. La mayoría dice que ya han intentado y fallado innumerables veces, a veces han sido golpeados y empujados de vuelta a Serbia.

“Unos traficantes han tomado todo mi dinero, otros me golpearon”, dijo Hazrat, quien huyó de la violencia cerca de su casa en Afganistán después de que su padre fuera asesinado. “Tengo que tratar de cruzar la frontera de nuevo, algún día tendrá que funcionar”.

El ACNUR ha expresado su preocupación por los abusos cometidos contra los refugiados y migrantes por las bandas criminales, incluido el secuestro, el maltrato físico, las amenazas y la extorsión. Insta a los Estados europeos a que intensifiquen sus esfuerzos para hacer frente a estas redes delictivas y garantizar la seguridad de los refugiados y migrantes.

La niebla helada y las caídas nocturnas de nieve han persuadido a muchos en los almacenes. “No es bueno estar aquí y estoy completamente solo”, dijo Jibral Kochel, de 13 años de edad, quien tras tres meses al aire libre se ha ofrecido voluntariamente para unirse al próximo autobús de trasladado al albergue de emergencia. “El albergue será muy bueno. Aquí hay demasiados problemas, todos estamos enfermando”.

Kamran Khan, de 14 años, y su hermano mayor Aman, de 16, también quieren salir del almacén y tienen la esperanza de unirse al próximo traslado al albergue. “Tal vez más tarde tratemos de cruzar la frontera”, dijo Kamran, quien también es de Afganistán. “Pero no en este frío, es demasiado peligroso. No, es hora de descansar”.

Fuente: http://www.acnur.org/noticias/noticia/refugiados-y-migrantes-desesperados-enfrentan-temperaturas-heladas-en-serbia/

Imagen: www.acnur.org/fileadmin/_processed_/csm_01.2017.25_albergues_Serbia_460f64bb2e.jpg

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