Por: Educación 3.0. 31/03/2017
Mindfulness, inteligencia emocional, higiene postural, metodologías alternativas… Es obvio que estamos inmersos en un cambio de paradigma educativo. En todo este proceso, ¿por qué el yoga debe de estar en los centros escolares?
1. Porque el yoga es una herramienta, pero no una herramienta cualquiera, es un método desarrollado a lo largo de más de 5.000 años que nos permite unir, conectar y ser conscientes de nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro corazón. Y me gustaría que quedase claro lo de herramienta: hacer yoga no es un fin en sí mismo, es el mejor vehículo para trabajar la atención plena, la inteligencia emocional o la higiene postural mientras aplicamos metodologías alternativas.
2. Porque ya sabemos, gracias a Jean Ayres y su marco de referencia sobre la Integración Sensorial, que durante los primeros años de vida “las sensaciones son el alimento del cerebro”. Así que para aprender hay que moverse, y qué mejor que el yoga en dónde exploramos cada uno de nuestros 7 sentidos (si hay 7, la propiocepción y el sistema vestibular también lo son, y, ¿adivináis cómo se estimulan? MOVIÉNDOSE) a través de cuentos, historias, imaginándonos ser animales y viviendo aventuras épicas, de manera que hacemos conscientes a nuestros niños de todos sus dones mientras disfrutan, aprenden y se sienten bien con ellos mismos.
El trabajo del yoga activa los circuitos de dopamina, creando una emoción a través de la práctica y haciendo que la información se grabe más fácilmente en la memoria.
3. Porque otro de los pilares en que se basa la práctica del yoga para niños es la neuropsicoeducación. Ya sabemos cómo se va desarrollando el cerebro, lo que necesitan nuestros alumnos en cada etapa del desarrollo y cómo el yoga les puede ofrecer esas herramientas para tener un cerebro “sano” y “feliz”.
El trabajo del yoga activa los circuitos de dopamina, creando una emoción a través de la práctica y haciendo que la información se grabe más fácilmente en la memoria.
La práctica de yoga y meditación reduce el nivel de estrés de nuestro alumnado, estrés que provoca daño celular en el hipocampo y afecta a la memoria
Tenemos en cuenta la importancia del grupo y su influencia en nuestros alumnos, sabiendo que la pauta de reacción parasimpática que se da en la relajación, da lugar a un estado de calma y satisfacción que favorece la convivencia (Daniel Goleman).
Además, a través del mantenimiento de las posturas y las diferencias dinámicas “prefrontalizamos” nuestro cerebro, y a través del mindfulness aprendemos a no reaccionar ante lo que nos ocurre, dando lugar a que pasen esos 375 ms que tarda la conexión nerviosa en llegar a la corteza prefrontal tras pasar por el sistema límbico.
4. Porque a través de la práctica de yoga y meditación reducimos el nivel de estrés de nuestro alumnado, estrés que provoca daño celular en el hipocampo y afecta a la memoria, que facilita que nuestro sistema límbico (decisiones emocionales e involuntarias) tome preferencia a la hora de decidir sobre nuestra corteza prefrontal (decisiones racionales y voluntarias) y acentúa esa poda neuronal que sucede durante la adolescencia.
El yoga para niños no tiene nada que ver con el hinduismo ni con el budismo que no aparecen por ningún lado en nuestras clases
5. Porque los temas que trabajamos en yoga están basados en la neurociencia (“¿Os ha pasado alguna vez que habéis hecho algo, sin saber muy bien cómo ni por qué y en seguida habéis pensado, vaya la he liado”?), las emociones (ira, alegría, tristeza, sorpresa, ilusión, apatía, miedo…) y las cualidades humanas universales (amabilidad, amor, solidaridad, compasión respeto, juego…). Estando éstos muy alejados de cualquier religión, porque el yoga para niños no tiene nada que ver con el hinduismo ni con el budismo que no aparecen por ningún lado en nuestras clases. Este tema ya se ha tratado en EEUU y tanto el gobierno como los tribunales han dado la razón al trabajo totalmente laico de la práctica del yoga .
6. Porque el objetivo del yoga es crear bienestar hacia nuestros alumnos y no que ellos adquieran contenidos que nosotros queremos que adquieran, son ellos los que sienten la práctica, los que deciden si es bueno y necesario en su vida diaria, son ellos los que deciden si participar o no en las sesiones.
7. Porque nuestros alumnos quieren yoga, y los profesores que han trabajado yoga con sus alumnos también lo quieren. Os dejo algunos comentarios de alumnos y profesores:
“En yoga realizamos estiramientos, ejercicios, para decir que tu puedes en todo y lo logramos. Poco a poco podrás ser fuerte si vas practicando y en tu mente decir Yo puedo . Nos ayuda a trabajar en grupos y ayudarnos unos a otros, tener paciencia, confiar en uno mismo, no tener temor de nada ni de nadie. Nos ayuda a comprender que lo malo no nos viene bien para nada, hay que hacer lo mejor, a veces dejar de pensar en todo y relajarse 10 minutos al día, dejar todo en blanco, nos da la voluntad para ser nosotros mismos”. A. 14 años.
“Yoga es expresarme como soy, relajarme de los enfados de los días anteriores y aprender a ser más fuerte y no hacer caso de lo que dicen de mí” A. 11 años.
“¿Por qué teniendo esta poderosa herramienta que es el yoga no se utiliza más? ¿ ¿Por qué no se lleva esta formación a la universidad y a los colegios?. He descubierto los problemas que puede tener un niño o una niña y cómo el yoga los puede resolver o mitigar. Como el movimiento está ligado a nuestro desarrollo” M.D Profesora
“Es asombroso el efecto maduratIvo del yoga en los jóvenes. Calma las emociones y canaliza la negatividad hacia la positividad. Transforma los caracteres difíciles prácticamente en vivo, en el mismo momento que ejecutan las asanas.” I. Profesora.
Jose Luis Pizarro Rivas es licenciado en CCAFD y profesor de yoga para para niños.
Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/educacion-emocional/7-razones-yoga-debe-estar-en-las-aulas/44405.html
Fotografía: Educación 3.0