Por: www.granma.cu/23-06-2017
Aunque a diario los medios de prensa internacionales ponen el acento en las malas noticias de África, un universo se esconde tras la repetida fachada del llamado continente negro, en la actualidad, un actor decisivo en los asuntos internacionales. Como tal, África no puede ser ignorada ni minimizada.
Han transcurrido 54 años desde que se declarara, a partir de la fundación de la Organización para la Unidad Africana–(OUA) en 1963, el Día de África. Mucho ha cambiado, hasta la actualidad, en la fisonomía del continente, que ya ha alcanzado madurez como bloque estratégico.
La OUA —ahora convertida en UA (Unión Africana)– ha logrado reunir bajo sus principios de derecho y respeto a la soberanía e independencia de cada Estado, a las 55 naciones de la región, incluyendo a la República Árabe Saharaui Democrática y al país más joven del mundo: Sudán del Sur. Fue Marruecos, el pasado febrero durante la cumbre de la organización, el último en regresar al organismo, tras un largo periodo de ausencia voluntaria.
Así, el tercer continente más grande del mundo, con un 20,4 % del total de las tierras emergidas del planeta, vive momentos de cohesión inéditos, y apuesta por la defensa y explotación de sus recursos naturales para beneficio de sus pueblos. De acuerdo con el informe La situación demográfica en el mundo 2014, en 2050 se concentrará en África el mayor ritmo de crecimiento poblacional del mundo, «donde se superará en más de seis veces el de América Latina y el Caribe, y más de 15 veces el de Asia», puntualiza.
El creciente posicionamiento de África como zona estratégica radica, además de en su riqueza natural y minera, en que para la propia fecha, más del 80 % del aumento poblacional mundial ocurrirá allá, y solo un 12 % en Asia. Es este, además, el continente donde se registra «el mayor cambio en cifras absolutas en la mortalidad de los menores de 5 años; se comprobó un descenso de 168 a 101 muertes por cada 1 000 niños nacidos vivos», apunta el informe de UNFPA (Fondo de Población de Naciones Unidas, por sus siglas en inglés ).
***
En Cuba, donde hay una notable herencia africana, se ha manifestado, a través de una política exterior proactiva hacia aquella región, el orgullo de pertenecer a su diáspora, denominada por la UA como la sexta región.
Tras el triunfo de la Revolución Cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro envió ayuda, tanto civil como militar, para que brazos cubanos se sumaran a la epopeya libertaria de varios países como Angola, Etiopía y el Congo. Desde esta Isla que apoyó los movimientos de liberación nacional en África «en cumplimiento de un sagrado deber internacionalista», se ha reiterado la disposición de fortalecer las relaciones de solidaridad y cooperación, materializadas en los miles de colaboradores cubanos que contribuyen al desarrollo socioeconómico del continente africano.
La vocación solidaria de Cuba con África, no proviene únicamente de un sagrado deber, sino de la sangre común que fue vertida en las gestas independentistas desde el siglo XIX cubano, así como el legado cultural de los africanos a la nacionalidad cubana. En ese sentido, las autoridades de la Isla han reiterado su respaldo a la implementación de la Agenda 2063 y al rescate de los conceptos de Panafricanismo y Renacimiento Africano.
***
Las buenas noticias de África, aunque infrecuentes en los medios, no son pocas en realidad: varios países africanos han establecido recientemente la educación primaria gratuita u obligatoria, apunta un artículo titulado Los jóvenes en un mundo globalizado.
La esperanza de vida aumentó en la región unos 6,5 años y los países menos adelantados alcanzaron un importante progreso, con un aumento de la esperanza de vida de 8,9 años en el mismo periodo, señala el informe La situación demográfica en el mundo 2014.
África Subsahariana cuenta con tres países —Ruanda (6), Namibia (16) y Sudáfrica (17)— entre los 20 de menor brecha entre hombres y mujeres en salud, educación, oportunidades económicas y representación política, que se ha cerrado un 4 % en los últimos diez años, según el Informe Global de la Brecha de Género 2015 del Foro Económico Mundial.
En el 2011, también, se supo que Ghana —con marcada estabilidad política, índices sociosanitarios en ascenso y petróleo— fue el segundo país del mundo que más creció tras Qatar.
Otro ejemplo notable es Seychelles, un pequeño estado insular, cuyo actual presidente Danny Foure, se formó en aulas cubanas. «Desde su independencia en 1976 al 2003, la economía creció uniformemente y, como resultado, en el 2003, con perfiles de pobreza económica y social semejantes a los de las naciones industrializadas, se diferenciaba de los países beneficiados por el apoyo del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo)», según el informe de ese organismo Evaluación de la contribución del PNUD.
¿Acaso este entorno poco visibilizado no cuenta? Quizá, los poderes hegemónicos prefieran ocultar el progreso africano. No sorprendería, tratándose de un paso más en la larga cadena de hechos que hicieron de este, el continente negro, con hombres forzados a la esclavitud fuera de sus fronteras y un lastre de subdesarrollo difícil de revertir. Sin embargo, es momento de felicitar a África en su día y apostar por su reconstrucción.
*Fuente: www.granma.cu