Por: La jornada/15-09-2017
El comienzo ideal de un libro, de un relato, es con la frase había una vez, pero hoy en día, los jóvenes narradores argentinos se burlan de mí, porque sus novelas están escritas en tiempo presente, vaya que “los tiempos han cambiado”, afirmó el novelista César Aira González, quien sostuvo una charla este miércoles con Luis Jorge Boone y Martín Solares en la sede de Ediciones Era.
De visita en México para presentar sus recientes libros Entre los indios y La liebre(publicados por ese sello), el narrador explicó que un deseo personal sería que sus obras no llevaran título, porque ponerlo sería algo que condiciona. “Es un requisito para todo editor, incluso para los independientes pese a que los tengo un poco dominados”.
El editor y escritor Martín Solares acotó: “tienes títulos tan aparentemente sencillos como las abejas, la serpiente, cumpleaños, la liebre, cómo me hice monja”.
-¿Cuál sería entonces tu estrategia o procedimiento para elegir los encabezados de tus libros?
-Es imposible decirlo. Cuando empiezo a pasar textos a la computadora, sólo pongo un nombre para reconocerlos, a veces funciona así”, dijo el autor, mientras provoca risas en los espectadores. “La verdad parto de mi consciente poco sano, he publicado mucho, y si optara por títulos largos ni yo los recordaría. Es mejor usar una palabrita, partiendo quizá de una idea borgeana”.
“En Argentina un 99 por ciento de las novelas o relatos que se publican están escritas en tiempo presente, sospecho que pasa esto porque los que aprendimos lo que era el relato, sabemos que se debe incorporar el tiempo pasado, pasó esto, pasó aquello, hoy en día en el mundo audiovisual para los jóvenes, el relato es lo que están viendo”.
Para Luis Jorge Boone, poeta, novelista y cantautor, leer a César Aira, es sumergirse en dos disyuntivas. “Recuerdo que cuando llegué a la ciudad de México y tenía a un grupo de amigos intelectuales, estudiosos, no sabíamos cómo clasificarte. Tus novelas son como un juego. Una combinatoria que siempre está modificando su propio sentido, o un reacomodo cuando sale un nuevo ejemplar. La otra reflexión es que pensamos que tu nombre quizá era una especie de sociedad anónima formada por 12 o 15 escritores quienes se reunían cada dos meses para terminar un relato”.
César Aira (Coronel Pringles, 1949), indicó que su proceso para escribir a lo largo de los años no ha cambiado mucho; ya que el gusto de escribir, de desafiarse, de crear una continuación para ciertas historias no ha caducado. “A veces me convierto en un espectador de mi propio trabajo y lo que he notado es una pérdida de confianza en mí mismo. De joven escribía y rápidamente se lo pasaba a un editor. Ahora es diferente, cambio ideas, vuelvo al final, corrijo otra vez. Tal vez el trasfondo es una insatisfacción, que era demasiado bueno para escribir estos libros tan defectuosos. Quizá por eso seguí para ver si acertaba con algo bueno”.
El escritor argentino hizo hincapié en que no sólo tiene 60 libros publicados, sino 99. “Estoy preparando una especie de catálogo razonado para festejar la aparición del número 100”. Asimismo, puntualizó que sus ejemplares regularmente son “delgaditos” por la envidia que sentía de joven ante los textos de los poetas, “sus obras eran elegantes, finas, y admiraba cuando en su contenido se añadían imágenes”.
“Una de las pocas cosas que no pueden encontrarse en tus novelas es precisamente una ideología o una opinión editorial de la realidad de Argentina o latinoamericana a diferencia de algunos narradores que te precedían, creo que te has esforzado conscientemente en retirar tus opiniones en beneficio de la literatura”, añadió Solares.
“No hay gran cosa qué decir. Lo mío es la literatura. La literatura es un juego irresponsable, un juego casi de niños que preserva la infancia de… ya no sé lo que estoy diciendo. Pero la literatura no tiene ninguna función social. Es injusto exigirle eso, no puedes pedir explicaciones al resto de las artes, es como preguntarse qué función social tiene la música de Mozart”, aseveró Aira González.
Al término de la charla efectuada en la sede de Ediciones Era (Mérida 4, colonia Roma), César Aira González agradeció a los asistentes tener la paciencia de escucharlo y ofreció autografiar sus obras pasadas o recientes.
*Fuente: www.jornada.unam.mx/ultimas/2017/09/14/la-literatura-es-un-juego-que-preserva-la-infancia-aira