Por: Luis B. Saavedra M.
I
Como habrán advertido ya los entendidos en “Filosofía de la praxis”, el título de esta nota parafrasea el primer capítulo del opúsculo “Crítica del Programa de Gotha” escrito por Carlos Marx hacia 1891, aproximadamente. En efecto, en una edición española de la que se dispone de tal obra el primer capítulo discurre así: “Glosas marginales al programa del partido obrero alemán”, donde el conocido judío de luengas barbas comenta las tesis del párrafo siguiente:
“1. El trabajo es la fuente de toda riqueza y de toda cultura, y como el trabajo útil sólo es posible dentro de la sociedad y a través de ella, todos los miembros de la sociedad tienen igual derecho a percibir el fruto íntegro del trabajo” (Marx, C, 1971, “Crítica al Programa de Gotha”. Ricardo Aguilera, Editor Padilla, 54, bajo C- Madrid, p. 12).
Sin embargo, Marx invierte literalmente y critica ese primer párrafo de manera inmisericorde así: “El trabajo no es la fuente de toda riqueza. La naturaleza es la fuente de toda riqueza. La naturaleza es la fuente de los valores de uso…; la segunda parte del párrafo: el trabajo útil sólo es posible dentro de la sociedad y a través de ella. Según la primera tesis, el trabajo era la fuente de toda riqueza y de toda cultura, es decir, que sin trabajo no era posible tampoco la existencia de una sociedad. Ahora nos enteramos, por el contario, de que sin sociedad no puede existir el trabajo útil. Del mismo modo, hubiera podido decirse que el trabajo útil e incluso perjudicial a la comunidad sólo puede convertirse en rama industrial dentro de la sociedad, se puede vivir del ocio, etc., en una palabra, copiar aquí a todo Rousseau”, (ídem).
Igualmente acota que: ‘Tercero. Conclusión: Y como el trabajo útil sólo dentro de la sociedad y a través de ella, todos los miembros de la sociedad tienen igual derecho a percibir el fruto de su trabajo’. “¡Hermosa conclusión! Si el trabajo útil sólo es posible dentro de la sociedad y a través de ella, el fruto del trabajo pertenecerá a la sociedad, y el trabajador individual sólo percibirá la parte que no sea necesaria para sostener la ‘condición’ del trabajo, que es la sociedad”, (ídem).
II
Tales contenidos, que recordemos, eran parte de los contenidos en los Programas Sinópticos y Didácticos de Filosofía de la Educación de la UPEL-IPB en las décadas de 1970 y 1980, como lo percibimos en nuestra experiencia académica de 1989-1995, cuando cursáramos el pregrado como Profesor en Historia, mención Ciencias Sociales; contenidos que, sin embargo, inmediatamente entraron en descrédito, Glasnost y Perestroika, mediante. Sin contar que ciertas/os profesores/as asumieron la moda de incluir en su bibliografía libros de autoayuda.Verbigracia Lou Marinoff “Más Platón y menos Prozac”, “Pregúntale a Platón”, “Quién se robó mi queso” de Spencer Johnson, “El búho que no podía ulular”, de Robert Fisher y Beth Kelly, entro otros.
III
Qué se haya desvirtuado la orientación de la enseñanza de la Filosofía en la UPEL-IPB, ¿tenía que desembocar en la eliminación de programas como Introducción a la Filosofía y Filosofía de la Educación, Ética y Docencia, así como Epistemología y Educación de la llamada “Malla curricular”? ¿Por qué los especialistas en tal área de conocimiento deben migran sin chistarhacia la didáctica de una fusión de horizontes entre Sociología y Filosofía navegando por sobre los contenidos de dos disciplinas humanísticas, será por culpa de don Edgar Morin?
Nos preguntamos por ventura si alguien entre la gerencia estratégica o altas autoridades y/o de la línea media, pudiera responder semejantes interrogantes.¿O será que ya lo han hecho a través del llamado Documento Base (2012) y siguen lineamientos con fines de hacer más pertinente la enseñanza-aprendizaje de contenidos científico-técnicos y humanísticos que demanda la sociedad actual, además de comunicar mayor relevancia en las dimensiones axiológicas o en la teoría y praxis de los valores, sobre todo porque la carrera docencia se redujo a cuatro años y parece que todas y cada una de las asignaturas sufrieron de esa especie de fusión?
Como hemos dicho en otras ocasiones, las autoridades académicas de la UPEL-IPB han venido trabajando desde hace ya cierto tiempo en la llamada transformación curricular. No habrá vuelta atrás. Queda eliminada la enseñanza de la asignatura Introducción a la Filosofía y otras coordenadas en el eje heurístico y el pensamiento crítico (contenidos que para muchos no es más que un fastidio, atrapados como estamos todos por el pragmatismo más pedestre), luego habrá que, como diría Nietzsche, aprender a filosofar a martillazos e incluir en los nuevos contenidos más Filosofía de praxis, además autores latinoamericanos y Filosofía de la Liberación.
Dice uno cosas que no querría tener que decir y compartía esta inquietud y nostalgia con alumnos ahora que estamos cerrando en la institución un nuevo semestre (2017-I), decíamos que aunque en la historia muchos han sido los que han pretendido eliminar la Filosofía pero ésta siempre se sobrepone y el Búho de minerva siempre levantará su vuelo.
Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a256253.html