Ecuador/Enero de 2018/Fuente: El Tiempo
La inclusión educativa es uno de los retos que tienen por delante las personas con discapacidad intelectual con síndrome de Down.
Hace nueve años, Liliana Ochoa inscribió a su hija, que tiene dicho síndrome, en una escuela regular, pero no tuvo una buena experiencia. “Más que conocimientos, necesitaba que mi hija tenga amigos, se relacione con más personas, pero fue muy difícil para ella adaptarse y más para sus compañeros”, relató.
Aunque su hija estuvo poco tiempo en ese centro educativo, Ochoa buscó otras alternativas hasta que la inclusión educativa fue un hecho, y ahora está contenta con el avance de su pequeña: “tiene amigos y, sobre todo, una como madre también comparte experiencias con las demás familias”.
Ambiente
Para Ochoa es importante que los niños se integren a escuelas regulares, porque ese ambiente les ayuda a mejorar su lenguaje y la motricidad.
Edith Patiño, coordinadora provincial de la Federación Ecuatoriana de Atención a Personas con Discapacidades Intelectuales, manifestó que aún hay mucho qué hacer por las personas con discapacidad, en todos los ámbitos. “Sí se ha hecho mucho, pero aún es necesario apegarse a las políticas públicas de atención a las personas con discapacidad”, considera.
Insiste en que las escuelas regulares requieren profesores capacitados y más sensibilización, en el momento de adaptar su sistema de enseñanza.
Proceso
El Ministerio de Educación trabaja en la capacitación de los docentes y asignó recursos para adecuar la infraestructura de los planteles educativos.
Considera, además, a las personas con discapacidad dentro de los grupos de atención prioritaria, por lo que actualmente se cuenta con dos instancias que atienden a este grupo de personas como son la UDAI, Unidad Distrital de apoyo a la Inclusión, y el DECE, Departamento de Consejería Estudiantil.
Según informa Henry Calle, coordinador zonal del Ministerio de Educación, también dentro del plan ‘Más unidos, más protegidos’, se cuenta con las rutas y protocolos dirigidos a todas las personas del sistema educativo; en caso de delito de violencia, el trato es igualitario y con mayor atención a personas con discapacidad; además, se capacita a docentes y autoridades.
“En forma general, se podría decir que se debe trabajar en sensibilización y capacitación sobre temas de prevención del acoso y abuso sexual a personas con discapacidad”, completó.
Fuente: http://www.eltiempo.com.ec/noticias/cuenca/2/428384/educacion-inclusiva-con-mejoras-y-proyecciones