Por Salvador Rodríguez Ojaos
«Yo soy tu profe», además de un blog y una cuenta de Twitter (@yosoytuprofe_) que me encanta, es una frase con reminiscencias de Star Wars que se oye todos los días en las aulas de todos los colegios del mundo.
En la película, la frase la pronuncia un personaje de los malos malísimos; en nuestras escuelas, la dicen miles de docentes que son los heroes (o superheroes) de la película.
Esto os los explico porque el mundo de la educación se parece cada día más a un enfrentamiento entre el imperio y la república de La Guerra de las Galaxias. Y es que en nombre de la innovación educativa estamos enfrentando a los docentes como innovadores o no innovadores… ¡Qué barbaridad!
Creo que innovar es una actitud necesaria e imprescindible para cualquier docente. Es su obligación conocer a fondo las metodologías emergentes, las nuevas tendencias didácticas, pero no de cualquier forma ni a cualquier precio. Lo que no es lícito es utilizar el empleo de una metodología para atacar a aquellos que no la usan o viceversa.
No creo en teorías conspiratorias de grupos de presión que se dedican a premiar docentes para «vender» visión interesada de la educación… aunque tampoco creo que todo el mundo sea totalmente altruista. Seguramente, todos los que defienden a capa y espada una u otra metodología didáctica como la solución a todos los males de la educación, lo hacen porque creen de verdad en ello.
La clave está en «creen». La aplicación de una u otra metodología no debería estar sujeta a una creencia sino que debería ser fruto de la investigación y la evaluación sistemática de sus resultados.
Ya dije en otro post: «Estos días hay demasiados fashion victims en nuestras aulas, docentes que aplican de manera poco reflexiva las metodologías de moda, por el simple hecho de estar de moda. Estas metodologías hay que conocerlas, reflexionar sobre ellas, aplicarlas y evaluarlas… no convirtamos en un inconveniente lo que es, sin duda, una ventaja«.
Docentes del mundo, seguid con vuestra labor diaria, que es indispensable para que el mundo sea un poco mejor. Y que la fuerza os acompañe.
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Saludos, Salvador
En Venezuela hay hasta ofertas doctorales que hablan de tener líneas de investigación y solo son de nombre. Te dicen que la evaluación es abierta y pública y al final obligan a los participantes a cambiar sus planteamientos y cumplir con lo que la coordinación del doctorado y los jurados les de la gana. Cuando se solicita un debate académico que justifique sus decisiones no lo aceptan. ¿Dónde esta la responsabilidad institucional ante estas situaciones? Si esto ocurre a nivel doctoral como serán las maestrías y especializaciones.