España / 28 de julio de 2019 / Autor: Salvador Rodríguez Ojaos / Fuente: El Blog de Salvaroj
«El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas.» William Arthur Ward
Todos coincidimos con el diagnóstico: la educación está enferma. En cambio, nos cuesta ponernos de acuerdo sobre cuál es el tratamiento adecuado para su curación.
Tenemos un lío tan grande en el mundo educativo que se ha formado un gran nudo, del que algunos tiran de uno de los cabos en una dirección y otros tiran del otro cabo en la dirección contraria. Consecuencia: el nudo se aprieta cada vez más con lo que es más difícil deshacerlo.
Esto es causa de conflictos. Woodrow Wilson, vigésimo octavo presidente de los Estados Unidos, decía: «Si usted desea hacer enemigos, intente cambiar algo«… expresión con la que cualquier persona innovadora se sentirá plenamente identificada.
En mi opinión, la tarea de transformar la educación para adaptarla a las circunstancias del mundo actual es tan compleja y complicada como necesaria e ineludible. Pero, ¿ese cambio se está gestionando de manera adecuada? ¿Estamos haciendo lo adecuado para conseguirlo?
A continuación, me gustaría comentar 3 cuestiones sobre cómo se está produciendo el cambio de paradigma en la educación, cuya respuesta puede resultar incómoda para algunos pero que, sin duda, no podemos dejar de plantearnos.
1. ¿Estamos realmente preparados para el cambio de paradigma educativo?
Mayoritariamente no. Ni la sociedad en general, ni un buen número de docentes, ni la mayoría de las familias ni de los alumnos están preparados para el cambio. El peso de la tradición es tan grande que es muy complicado para algunos ver una educación escolar sin asignaturas, sin exámenes, sin competitividad entre iguales por lo que la mayoría de experiencias innovadoras suelen verse con mucho recelo.
No es menos cierto que hay un número cada vez mayor de entusiastas que sí que están preparados para el cambio en educación. Del contagio de su entusiasmo y de su capacidad para hacer pedagogía sobre la innovación educativa depende gran parte del éxito.
2. ¿El cambio debe venir impuesto por un cambio en la legislación educativa?
Si esperamos que el cambio venga impuesto desde arriba con un cambio de legislación, nunca llegaremos a ver esa transformación. El cambio vendrá impuesto desde abajo, desde las aulas. La difusión y promoción de prácticaseducativas innovadoras de éxito es básica.
Desde la administración educativa el cambio en la educación viene marcado por los intereses de una asociación privada como es la OCDE y sus pruebas de evaluación a nivel mundial… ¿Es ese el camino a seguir?
3. ¿Evaluamos adecuadamente los resultados de las prácticas educativas innovadoras?
¿Todo lo nuevo es mejor? No todas las prácticas educativas innovadoras obtienen mejores resultados que las tradicionales, y eso es algo que parece que no tenemos demasiado presente. Debemos evaluar adecuadamente todas las practicas innovadoras para comprobar que producen una mejora en el proceso de aprendizaje de los alumnos, sino no tienen sentido. Tan peligroso como el inmovilismo es el cambiar por cambiar.
El cambio de paradigma educativo es necesario e imparable, pero para conseguirlo debemos ir paso a paso y evaluando concienzudamente los resultados de las nuevas prácticas. Solo así convenceremos de su bondad a aquellos que ven a la Nueva educación como una amenaza.
Fuente del Artículo:
https://www.salvarojeducacion.com/2016/09/3-cuestiones-incomodas-sobre-el-cambio.html
ove/mahv