‘Conscientes que la infancia padece privaciones que la aquejan de modo mucho más agudo y permanente, nos comprometimos como país a desarrollar una medición multidimensional exclusiva para las privaciones de la infancia, que complemente al IPM (Índice de Pobreza Multidimensional) nacional’, expresó la viceministra de Desarrollo Social, Michelle Muschett.
La directora de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, Yazmín Cárdenas, aseguró que esta estrategia de prevención se basa en la necesidad que tienen los niños, niñas y adolescentes a vivir libre de violencia como parte de un derecho humano fundamental.
Según el documento, en el 2016 Panamá registró un 46,4 por ciento de casos de maltrato infantil, de los cuales el 17 por ciento fueron en niños y el 83 en niñas, al tiempo que es un fenómeno presente a nivel nacional y en todos los niveles socioeconómicos del país.
Precisó que en 2015 se contabilizaron mil 408 delitos contra la libertad e integridad sexual en adolescentes de 14 años en adelante, 667 entre cinco y 13 años, 67 en menores de cuatro años y mil 270 casos sin definir.
En febrero último, un experto de Naciones Unidas criticó la manera en que la violencia contra los niños se arraigó en la sociedad panameña, tras evaluar la situación de la infancia en la nación centroamericana.
Entonces, Jorge Cardona, uno de los ocho relatores de la ONU que evaluaron el cumplimiento del Estado sobre los estándares de la Convención de los Derechos del Niño, firmada y ratificada por Panamá en 1990, exhortó a actuar rápido ante la discriminación que padecen niños de origen africano, indígenas y discapacitados.
Otra carencia detectada por la comisión internacional fue la atención a la salud de los adolescentes, principalmente a la necesidad de implementar educación sexual y reproductiva integral obligatoria en el currículo escolar, y su carencia guarda relación con las 11 mil 298 menores embarazadas en 2016.
A la ONU también le preocupó que la legislación panameña ampare la criminalización de adolescentes, lo cual es otra forma de discriminación, a juicio de Cardona, quien ejemplificó con ‘el toque de queda’ para menores, porque es absurdo decir que no se les permite salir de casa por su seguridad.
El organismo internacional también cuestionó el tema educativo, tanto en la calidad como la inclusión, pues la preescolar y básica no llega a todos los niños por igual, señalaron, situación que consideraron discriminatoria.