Entrevista al director ejecutivo de la Fundación Don Bosco, organización dedicada a labor benéfica brinda soporte académico, psicológico, espiritual y afectivo a niños y adolescentes de entornos vulnerables
En el caso de los niños en situación de riesgo, ¿cómo los insertan en la sociedad?
Se les ofrece una casa de familia. Esta es un espacio abierto, nadie retiene a los menores ni se les encierra. Aunque sí hay un orden, una organización; hacemos que se sientan libres y darles un entorno familiar. Luego que se los acoge, se les brinda una terapia psicológica, porque muchos vienen de hogares dañados, de círculos de drogas y otros problemas que no los ayudan a estudiar. El trabajo se realiza con los sacerdotes, educadores y voluntarios. Nuestro objetivo como salesianos es transformar vidas a través de la educación, porque es posible. Los apoyamos para que no solo terminen la secundaria, sino que también tengan una opción para que puedan defenderse en la vida, dándoles la posibilidad de que estudien en diferentes institutos, donde los acompañamos.
¿Cuál es el enfoque educacional que brindan?
Tenemos un enfoque integral. No solo vemos el aspecto académico, sino también físico, psicológico, espiritual y afectivo. Siguiendo la tradición de nuestro fundador (Juan Bosco), empleamos el sistema preventivo.
¿En qué consiste?
Se basa en tres elementos primordiales para la crianza y educación de los menores: razón, religión y amor. La primera es darles “un porqué” a las situaciones que pasan, tomando como base la religión, porque somos una congregación cristiana y católica donde les enseñamos que hay un Dios que nos ama. Aquí retomamos la vida cristiana, siempre con libertad. El amor que se manifiesta en el clima de familia, de buena educación, con buen trato, nada de castigarlos, sino corregirlos y darles ese afecto que muchas veces no lo tienen en casa.
¿Cómo se corrige a los menores?
Priman el diálogo y la comunicación. No le llamamos castigo, porque ellos se dan cuenta de que si se portan mal, no van a poder disfrutar de otras cosas. Por ejemplo, si tal fecha hay salida, pues ellos no van a salir, o tendrán que hacer las tareas más difíciles, como lavar los platos. Los niños aprenden que tienen que asumir las consecuencias de sus actos.
¿Cuál es el perfil y los requisitos para que los jóvenes puedan ser admitidos en estos espacios?
¿Qué es lo más difícil de sostener en todo este trabajo que realizan?
La parte económica. Uno saca cuentas y para sostener las 11 casas que tenemos y a los 500 jóvenes a los que albergamos en este año, en diferentes lugares, además de la alimentación, vivienda, agua, luz, teléfono, educadores y psicólogos, se necesita una fuerte cantidad de dinero. Nosotros pedimos ayuda de nuestra congregación.
Es por ello que están organizando una rifa solidaria para noviembre…
Así es. El objetivo de esta rifa es poder solventar algunos gastos. Nuestra congregación está en 132 países, entonces tenemos gente solidaria que nos ayuda a que sigamos llegando a más niños y adolescentes. La rifa solidaria “Juntos por las Misiones de la Sierra” será el 11 de noviembre, a las 11 a.m., en la avenida Brasil 210. Serán 127 premios, en conmemoración a los 127 años que tiene la Congregación Salesiana.
¿Qué harán con el dinero recaudado?
El dinero servirá para sostener las casas de acogida para niños, niñas y adolescentes que tenemos en la sierra, además de algunos proyectos que tenemos allá. Reforzar la alimentación y educación de los menores.
¿Cuánto se recaudó en la última rifa?
En la rifa del 2016 recaudamos 650 mil soles, que sirvió para implementar, en la selva, algunas casas de acogida. Hemos ayudado a que se compren algunos motores para que las comunidades que tienen sus peque peque puedan comunicarse entre ellas.
El padre padre Raúl acuña es director ejecutivo de la Fundación Don Bosco. Nació en Ayabaca, Piura. Lleva más de 20 años como sacerdote. Desde el 2010 asumió la dirección de dicha fundación.
Fuente: https://diariocorreo.pe/cultura/raul-acuna-transformar-vidas-traves-de-la-educacion-si-es-posible-832419/