Pese a que el Gobierno se había planteado reducir y ordenar esa oferta educativa, los institutos siguieron creciendo.
América del Sur/Chile/clarin.com/
Mil quinientos veintiocho. Esa es la cantidad de institutos en los que se forman hoy los docentes en la Argentina. Lejos de reducirse este número, como había planteado el actual gobierno cuando asumió en 2016 -como una forma de reordenar esta oferta para que esté menos fragmentada y más concentrada en las instituciones con mejores resultados-, los profesorados siguieron creciendo.
Y lo hacen a un ritmo de poco más de 25 nuevos institutos de formación cada 365 días. Hoy la Argentina tiene muchos más profesorados por habitantes que otros países de la región. Y no es sólo cuestión de cantidad: son muy pocos los que se especializan en áreas prioritarias como ciencias duras o idiomas.
Los números indican que la cantidad de institutos de formación docente aumentó 17,7% entre 2009 y 2018: pasó de 1.298 a los actuales 1.528. En el país hay 34 profesorados por cada millón de habitantes: un promedio muy superior al de Chile (4), México (4), Colombia (2,3) y Francia (0,5). La mayor parte de la oferta (62,4%) es estatal. Los datos surgen de un nuevo estudio del Observatorio Argentinos por la Educación.
Maestros preparados y motivados, la clave para mejorar los resultados en el aula
La funcionaria explicó que la ley de Educación establece que la formación docente tiene que garantizar cuatro funciones: formación inicial (futuros docentes), formación continua (en ejercicio), dar apoyo a las escuelas e investigación. “La mayoría de los institutos se dedican a lo primero y sin planificación, cuando todo es importante para la calidad de la educación”, dice Veleda.
Mariano Palamidessi, doctor en Educación y profesor en las universidades Di Tella y San Andrés, explicó a esta diario que el principal inconveniente que tiene el sistema a nivel nacional es que los institutos están bajo control provincial. Son los distritos quienes tienen la capacidad de financiar o no a los profesorados, y los que pagan los costos políticos cada vez que toma una decisión.
“El sistema se expande, pero no por una planificación sino por otra lógica, como la necesidad de algunos legisladores o intendentes de crear carreras para los jóvenes de esas localidades”, dijo. Así, el sistema de formación docente responde a una demanda social y no de planeamiento educativo.
“Además, sigue la lógica de llegar a todos lados como la educación obligatoria y esto atenta contra la calidad. En muchos lugares del interior no hay formadores de formadores para las carreras que más se necesitan y se produce sobreoferta de las carreras de inicial y primaria”, agrega Veleda.
Como consecuencia, muchos jóvenes recién recibidos de docentes terminan emigrando a otras jurisdicciones. Las provincias con más excedentes de maestros y profesores son precisamente aquellas que tienen menos dinamismo económico. Esto se ve en el informe del Observatorio que muestra la proporción de docentes por habitantes en cada distrito.
Hay que sumar incentivos para atraer a los jóvenes a la profesión docente
Chaco, La Rioja y Catamarca son los distritos con mayor cantidad de institutos por cada millón de habitantes (81,3; 74,7 y 65,6, respectivamente). En el otro extremo están San Luis, Río Negro y Santa Cruz (19,9; 19,0 y 14,0 por cada millón de habitantes, respectivamente).
Los profesorados también tienen un problema de eficiencia. Hoy el 70% de los estudiantes que entran abandona en los primeros dos años. Y entre los factores de esta deserción, están desde los déficits con los que llegan de la secundaria (para lo cual pusieron cursos introductorios de un mes centrados en la comprensión lectora), hasta la realidad de los estudiantes (muchos tienen cargas laborales o familiares), o la misma organización poco flexible de los profesorados.
Todo esto hace que, si bien el sistema es muy grande, más de la mitad de los institutos de formación docente tiene menos de 250 estudiantes entre los cuatro años, y un 25% tiene menos de 100 estudiantes. Esto hace a una fuerte ineficiencia en la inversión en esta área.
«Es una realidad que impide lograr ciertas condiciones de calidad para la formación docente. La mayoría de los institutos no tiene edificio propio, funcionan en el turno noche de escuelas primarias y secundarias (muchas veces con banquitos de la primaria), no tienen el equipamiento ni el espacio necesario», dice Veleda.
¿Por qué el gobierno no pudo con este tema?
“Propusimos a las provincias una planificación que pasara por discontinuar la inscripción en carreras saturadas, abrir carreras prioritarias, hacer análisis de la oferta para relocalizar carreras, fusionar comisiones pequeñas, revisar los aportes al sector privado con esta misma lógica, reaprovechar a los formadores que se queden sin estudiantes en la formación continua y tender progresivamente a concentrar la formación inicial en menos institutos distribuidos estratégicamente. No era cierre ni despidos. Y se garantizaba la estabilidad laboral. Sólo Mendoza y Jujuy avanzaron en esta dirección. Y Capital con su propio modelo”, afirma Veleda.
La UniCABA quedó para el primer semestre de 2022
La Ciudad fue el distrito donde se debatió con más fuerza la formación docente. Fue a partir del proyecto de creación de una universidad específica por parte del Gobierno porteños. Tras idas y vueltas, el proyecto salió por ley a fines de 2018. Se dijo entonces que los primeros alumnos empezarían a cursar en 2020, pero la implementación viene demorada.
Consultado por Clarín, Mariano Palamidessi -coordinador del área- dijo que la universidad tendrá tres áreas: educación y desarrollo, industrias del conocimiento y gestión de ciudades. La formación docente estará en la primera.
El funcionario agregó que todavía falta que la universidad sea aprobada por las autoridades nacionales y que el objetivo será complementar a los profesorados. «Trabajará en acuerdo y no competencia con los profesorados», dijo.
Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/pais-crean-25-profesorados-ano-pocos-ciencias-duras-idiomas_0_vIQ2slZb.html