Por: Carolina García
El juez Emilio Calatayud alerta de que los menores ya tienen bastante con combatir el coronavirus. Varias expertas piden una racionalización justa de estas tareas
«El sistema de educación a distancia que se ha implantado para los niños en este confinamiento está siendo el mayor error de todos los que se están cometiendo. Todo se basa en hacer deberes y que los padres les enseñemos lo que tienen que hacer”. “Pensad que los adultos sí salimos. Poco, muy poco, pero salimos. Al supermercado, a tirar la basura, a pasear el perro. Pero hay niños y niñas sin terraza siquiera que no han tomado el aire ni unos minutos desde que empezó todo esto. Hay que frenar con los deberes”. Las quejas por la gran cantidad de deberes son una realidad en las redes sociales. Cada día, muchos padres y madres reconocen estar sobrepasados por tener que combinar teletrabajo y tareas escolares durante la cuarentena. Y muchos otros inciden en el hecho de que los niños llevan ya semanas encerrados sin salir de casa y que les estamos echando sobre la espalda mucha responsabilidad. ¿Se están adecuando correctamente las tareas escolares a la situación actual de confinamiento?
Una de las voces que ha entrado en el debate ha sido el juez Emilio Calatayud. El magistrado, defensor acérrimo de los maestros y la educación, ha recalcado, en el blog que publica con asiduidad en el periódico Ideal de Granada, que en esta etapa tan excepcional “los niños ya tienen bastante con el deber de luchar contra el coronavirus”. La crítica del juez se produce en un momento en el que España vive su peor semana, en cuanto a infectados y fallecidos, desde que comenzó la crisis del Covid-19. Calatayud, al que su carácter transgresor en sus opiniones siempre le acompaña un revuelo de polémica, ha querido en esta ocasión recalcar primero la admiración y respeto que siente por los maestros y profesores y los reconoce como imprescindibles, “pero para cuando esto pase”. “Pero ahora, por favor”, prosigue, “¡ojo con el exceso de deberes, maestros!”.
Para el juez, los menores ya tienen bastante con el deber de luchar contra el coronavirus. Y los felicita por ello: “Estar confinados es para ellos quizá más incómodo que para los adultos, pero saben que su papel es muy importante para evitar que se extienda el contagio entre sus abuelos”. No se olvida tampoco de los hijos de médicos, cajeras, policías, etcétera, y como estos “ven poco a sus padres y eso tampoco es fácil de sobrellevar”. “Y luego están todos los que han perdido a algún familiar. Los niños y los adolescentes aprenden todos los días una lección, pero también nos dan lecciones todos los días. Cuidemos también de ellos”, incide el juez.
Las expertas piden una racionalización más justa de estas tareas
Efectivamente, “en cuanto a los deberes, estamos ante una situación nunca antes vivida tanto por la necesidad de confinarse, pero sobre todo por la urgencia con la que se produjo”, explica Yolanda Salvatierra, psicóloga infantil. La visión de esta experta es que se ha intentado mantener la actividad al máximo como un mecanismo de defensa psicológica para no venirse abajo. “El sistema educativo reaccionó en ese sentido”, prosigue Salvatierra, “incidiendo en la necesidad de que se pudiera seguir en casa con el ritmo de las clases y que así no se parase el curso escolar. Pero es importante entender que haya que rebajar ritmos”.
Para la experta es esencial reorganizarse en casa y entender que cada familia lo tiene que hacer a su manera porque las realidades son distintas: “Ante situaciones tan duras y difíciles como esta epidemia que afecta a las relaciones y al contacto social, se necesitan tiempos y espacios para poder manejar la ansiedad, los miedos, la tristeza. Sí es interesante que las escuelas sigan ahí, en contacto con las familias, ofreciendo recursos, dando respuesta a las dificultades que aparezcan, pero sobre todo tranquilizando para que esas tareas no sean un factor más de presión psicológica”.
El mejor aprendizaje es entender lo que ocurre. “Los niños necesitan sentirse seguros y protegidos, adaptándose a las nuevas circunstancias y a los cambios que se van produciendo en las rutinas que los padres van ajustando”, explica Salvatierra. También en esta situación tenemos la oportunidad de dedicar tiempo de juego con ellos y pedirles que colaboren en las tareas domésticas, de esta manera, y, según la experta, “ fomentaremos los vínculos familiares y ayudaremos a cohesionar el manejo de las emociones de todos”.
La experta incide en la importancia de mantener los horarios de despertarse y acostarse así como de utilizar calendarios para situarse en el día de la semana. “Más que deberes, es más interesante que los profesores envíen objetivos a conseguir y propongan pautas. Hemos de ayudar a las familias a gestionar esta situación, no agobiarlas con más trabajo del que ya tienen”, concluye la experta.
Comunicación necesaria entre familia y profesorado
Ruth Alfonso Arias, educadora de familias de Disciplina Positiva y educadora de Infantil, añade que, los primeros días, las familias vivieron en un caos: “Muchos padres y madres comenzaron a recibir tareas por diversas plataformas sin parar, experimentando grandes dificultades para compaginar trabajo y deberes escolares”. La experta recuerda que esta situación de crisis es también una situación muy difícil para los docentes, una situación a la que nunca se habían enfrentado, motivo por el cual no se debe de dejar de valorar su gran esfuerzo: “Sin embargo, todo lo que estamos viviendo debe llevarnos a una reflexión más profunda y priorizar sobre qué es lo que prima en estos momentos. Una buena comunicación entre familia y profesorado podría acabar con las quejas de los padres”.
“Hay que tratar de llegar a un consenso para que esta situación pueda llevarse de la mejor manera posible para todos”, prosigue Alfonso, “pero, sobre todo, hay que pensar en los niños, en los que poca atención se está poniendo en esta crisis”. “Estos días, están viviendo grandes aprendizajes, que no olvidarán jamás y que no están presentes en ningún libro. Todos estamos pasando por difíciles situaciones, igual es momento de aflojar”, termina la experta.
Eva Bailén, diputada en la Asamblea de Madrid y portavoz de Educación por Ciudadanos, admite que “con la actual situación de confinamiento, los deberes se han convertido en los protagonistas indiscutibles de esta inusual actividad escolar desarrollada en casa: ahora mismo todo lo que los estudiantes hacen tiene la apariencia de este tipo de tareas”. Además, Bailén, también promotora de la campaña por la racionalización de los deberes en change.org y autora de varios libros como Cómo sobrevivir a los deberes de tu hijo, reconoce que estos días es más difícil que nunca garantizar que los deberes sean justos: “Que las tareas escolares produzcan aprendizajes significativos, que sean creativas, o que estén adaptadas a las necesidades y dificultades de cada niño”.
Para la experta, es imperativo apelar “al sentido de la responsabilidad hacia los alumnos y exigir que exista coordinación entre los maestros o profesores, que se estimen los tiempos que tendrán que dedicar los alumnos a las tareas y que estas se ajusten a la edad de cada menor”.
Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/03/24/mamas_papas/1585050846_129972.html