Redacción: CHISPA
La ONU solicita la cooperación del mundo entero para frenar la crisis económica provocada por la pandemia del Coronavirus.
El director del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas advirtió el martes pasado que mientras el mundo se enfrenta a la pandemia del coronavirus, también está “al borde de una pandemia alimentaria” que podría desencadenar “múltiples hambrunas de proporciones bíblicas” en unos cuantos meses en caso de que no se implementen medidas de inmediato.
David Beasley, director general del Programa Mundial de Alimentos, dijo al Consejo de Seguridad de la ONU que incluso antes de que el COVID-19 se convirtiera en un problema, ya había informado a los líderes mundiales que “2020 enfrentaría la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial”. Eso se debe a los conflictos armados en Siria, Yemen y otras partes, las plagas de langostas en África, los frecuentes desastres naturales y crisis económicas, incluyendo Líbano, Congo, Sudán y Etiopía, indicó.
La #COVID19 podría elevar a 265 millones el número de personas en una grave situación de hambre para fines de 2020.
Así lo alertan @WFP_es y la @FAOenEspanol en un nuevo informe sobre las crisis alimentarias en el mundo: https://t.co/ngWqUHDgBg pic.twitter.com/itXs6O0RjY
— Naciones Unidas (@ONU_es) April 21, 2020
Beasley dijo que actualmente 821 millones de personas se van a dormir con hambre todas las noches a nivel mundial, y otros 135 millones enfrentan “niveles de hambre críticos o peores”, y que un nuevo análisis del Programa Mundial de Alimentos muestra que como resultado del COVID-19, otros 130 millones de personas “podrían verse empujados al borde de la inanición hacia finales del año”.
A través de un informe en video, informó que el programa que encabeza está proporcionando alimentos para casi 100 millones de personas prácticamente a diario, incluyendo “unos 30 millones de personas que, literalmente, dependen de nosotros para permanecer con vida”.
Beasley, quien se encuentra recuperándose de COVID-19, dijo que si no se puede llegar a esos 30 millones, “nuestros estimados muestran que 300.000 personas podrían morir de hambre a diario durante un periodo de tres meses”, eso sin incluir el incremento de hambruna a causa del coronavirus.
“En el peor de los escenarios, podríamos registrar inanición en alrededor de 30 países y, de hecho, en 10 de esos países ya tenemos a más de un millón de personas que están a punto de morir de hambre”, comentó.
Según el Programa Mundial de Alimentos, los 10 países con las peores crisis alimentarias en 2019 fueron: Yemen, Congo, Afganistán, Venezuela, Etiopía, Sudán del Sur, Siria, Sudán, Nigeria y Haití.
Beasley dijo que en muchos de los países, la crisis alimentaria es resultado de conflictos armados.
Pero señaló que habló de la posibilidad de una “pandemia alimentaria” porque “también existe el peligro real de que más personas puedan morir por el impacto económico del COVID-19 que por el virus en sí”.