Documento propositivo
La pandemia del COVID-19 generó una situación inédita de parálisis global programada, que desnudó las profundas desigualdades del sistema, pero que también se convirtió en una oportunidad para el gran capital en su propósito de avanzar en una redefinición de sus procesos y dinámicas, con elementos de mayor exclusión y dominación. La ola de privatizaciones de los servicios básicos y de interés social ocurridas en las últimas décadas, hizo que los sectores sociales más empobrecidos y la clase trabajadora fuera la más afectada por la crisis de la pandemia.
La parálisis en todos los planos por la pandemia se imbricó con la crisis económica del capital que venía eclosionando en una nueva recesión económica mundial. En ese contexto vimos surgir gobiernos neo- conservadores con políticas de corte fascista como el de Trump o Bolsonaro, que hoy con sus políticas negacionistas de los riesgos para la salud del COVID-19 llevaron a miles de seres humanos a los hospitales y a la muerte. Muchos gobiernos, siguiendo el ejemplo de Trump y Bolsonaro, privilegiaron las ganancias por encima de la vida humana. Esto debe ser enfrentando por los pueblos y sus organizaciones sociales y sindicales en el plano de las ideas, la movilización y la organización.
La actual coyuntura mundial es la de la crisis del sistema capitalista que lo lleva a intentar colocar sobre las espaldas de los y las trabajadores los costes de esta situación. La pandemia del COVID-19 ha servido de pretexto para avanzar en la agenda neoliberal de sociedad educadora, la cual se concreta con novedosas formas de privatización educativa, asociadas al acceso a la conexión a internet y la posesión de equipos para participar en las clases virtuales.
El experimento de la virtualidad en casa está siendo usado para colocar una disputa que no existía en febrero de 2020, entre educación presencial en la escuela versus educación virtual en casa. El capitalismo sabe que no puede suprimir de manera impune y rápida las escuelas, pero está creando el imaginario social sobre la obsolescencia de lo escolar. Ello procura dar entrada a las corporaciones tecnológicas y de contenidos educativos digitales al “mercado educativo” lo cual va acompañado de una desinversión sostenida en la actualización y formación docente para contextos digitales como el actual.
A pesar de ello el magisterio internacional ha asumido por cuenta propia y con el acompañamiento de sus gremios y sindicatos la tarea de actualizarse para enfrentar los actuales desafíos pedagógicos. Los educadores del mundo son un digno ejemplo del compromiso con la continuidad del derecho a la educación, en condiciones cada vez más adversas, y hemos sido quienes hemos garantizado de manera real el sostenimiento del vínculo pedagógico con los y las estudiantes.
Ello no oculta la emergencia de nuevas formas de privatización, al transferir a las familias, docentes y estudiantes las responsabilidades de los Estados nacionales de garantizar las condiciones mínimas para ejercer el derecho a la educación. Son ahora las familias, docentes y estudiantes quienes deben comprar o repotenciar computadoras, pagar planes de datos para el acceso a internet e incluso adquirir plataformas privadas para poder dar clases virtuales. Esta privatización está siendo ocultada con una estruendosa cortina de humo comunicacional que habla del supuesto éxito educativo en la pandemia, con frases oportunistas sobre la mística docente.
Los docentes han sido sometidos a sobre carga en sus horarios y tareas, encerrados en sus casas, resolviendo por su cuenta la continuidad de la actividad educativa. Esto lo ha hecho el magisterio mundial con el mínimo o ningún reconocimiento de los gobiernos.
Millones de estudiantes en el mundo han sido expulsados de los sistemas educativos en solo meses. La propuesta de educación virtual o híbrida ha encontrado a millones de niños, niñas y jóvenes sin posibilidades reales de continuar sus estudios. No son ellos, los y las jóvenes y los más chicos(as) quienes están dejando los estudios, es el sistema capitalista quien los está dejando fuera, al romperse el papel igualador de condiciones de aprendizaje asignado a la escuela.
Algunos gobiernos de manera irresponsable llamaron a una vuelta a clases, sin que aún se contara con una vacuna y sin las adecuadas condiciones de bio seguridad, cuestión que expresa con claridad que sus mayores preocupaciones están en reactivar la economía capitalista neoliberal en crisis, esto a costa de la seguridad y vida de les niñes y les trabajadores de la educación. Para ello hoy defienden la escuela como guardería.
La privatización golpea con fuerza a los y las investigadoras(es), los y las cientistas, los trabajadores de la ciencia y la cultura. Ello demanda nuevas formas de resistencia construidas a partir del diálogo unitario
La actual crisis ratifica viejas certezas al tiempo de instalar nuevos desafíos. La certeza según la cual la experiencia educativa ineludiblemente se sostiene en una actividad presencial ha recuperado nuevamente el valor del ejercicio docente, tan denostado por la mercantilización educativa neoliberal. Con todo, el retorno a la escuela y la presencialidad no puede ser a aquella realidad naturalizada de desigualdades expresadas antes y con dramatismo con la pandemia.
El desafío que enfrenta la generación de trabajadores y trabajadoras de la educación en el presente es aún mayor: se trata de pensar y construir respuestas no solo para la coyuntura sino que desde ésta trazar un horizonte estratégico que pasa ineludiblemente por la construcción de una alternativa pedagógica que sustente una nueva escuela.
Asumir de la manera más seria y responsable este desafío, supone ir más allá de las fronteras nacionales puesto que lo que está en juego es precisamente la superación de la crisis de un modelo globalizado de educación neoliberal.
Con este propósito y desde el reconocimiento, la solidaridad y confianza que hemos venido construyendo desde el “Grupo de Contacto Internacional” es que convocamos al “Congreso Mundial de educación por la educación pública y en contra el neoliberalismo educativo”.
Este Congreso Mundial, se plantea el desafío de enfrentar al neoliberalismo en todas sus formas y expresiones y para ello, estableceremos una Coordinadora Internacional de los y las Trabajadores de la Educación (CITE) como un espacio de diálogo, encuentro y organizaciones de quienes luchamos contra el neoliberalismo educativo
Firman la convocatoria
Mercedes Martínez (Federación de Maestros y Maestras de Puerto Rico, FMPR), Pedro Hernández (CNTE, México), Luis Bonilla-Molina (Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en Educación), Alfredo Velásquez (SUTEP, Perú), Laura Isabel Vargas (UNE, Ecuador), Fernando Abrego (ASOPROF, Panamá), David Lobâo (SINASEFE, Brasil), Eduardo González (MUD, Chile), Luis Tiscornia (CONADU-H, Argentina), Denis Solís (APSE, Costa Rica), Eblin Farage (ANDES, Brasil), Marc Casanova (USTEC, España), Vladimir Laura (CONMERB, Bolivia), Fernando Lázaro (CEIP-H, Argentina), Julieta Kusnir (EEUU), Nelva Reyes (CGTP, Panamá), Luis Bueno (CNSUESIC, México), Eliana Laport (FeNaPes, Uruguay), Sebastián Henriquez (SUTE, Mendoza, Argentina), Yesid González (La Roja, Colombia), Claudia Baigorria (CONADU-H, Argentina), José Cambra (ASOPROF, Panamá), Richard Araujo (ASPOEP, Brasil), Luz Palomino (CII-OVE),
Apoyamos el Congreso Mundial 2020, en defensa de la Educación Pública. Ahora miles y miles de niños y jóvenes estudiantes del área rural, se están quedando excluidos de la Educación virtual, porque que no cuentan con recursos económicos para comprar internet y computadoras. El Maestro y la Maestra, es insustituible, por la mediación y el amor de corazón hacia los estudiantes. Todos unidos vamos a rechazar la educación virtual de los capitalistas.
Las crisis deben dar mas oportunidades, pero hoy mas que nunca la defensa de la educación pública entre otros sectores son prioritarios, más aún en nuestras comunidades rurales que cada vez sufren el aislamiento, niños, niñas, jóvenes merecen atención cada vez mejor.
De ahí la importancia del Congreso en defensa de la educación pública. Vamos con todo.
Es un importante Congreso mundial. Como maestras y maestros nos preocupa la situación actual de la educación, tenemos que exigir una educación pública de calidad.
Buenos días,
Me interesa participar del Congreso de Educación !
Quisiera saber si es necesaria la inscripción previa y si tiene costo de inscripción.
Desde ya, muchas gracias.
Gabriela.