World Vision advierte de que más de un año de pandemia ha puesto de relieve cómo la brecha digital se hace más profunda en situaciones de crisis provocando un aumento de la desigualdad.
Uno de los sectores en los que esta situación se ha hecho todavía más evidente es en el acceso a la educación ya que el comienzo del curso escolar y en general, el acceso a la educación durante la pandemia ha estado y sigue estando condicionado por el acceso a las tecnologías y el aprendizaje electrónico.
Antes de la pandemia había alrededor de 258 millones de niños y jóvenes sin escolarizar en todo el mundo y, según el Banco Mundial, más de mil millones de niños y niñas se han visto afectados por el cierre de escuelas. Algunos de ellos, de entornos privilegiados o de países con altos ingresos, pudieron adaptar sus estudios al aprendizaje online, mientras que muchos otros niños y niñas más vulnerables se han quedado atrás. Sin acceso a la educación, los menores de países de bajos ingresos se enfrentan a desafíos todavía mayores, incluida la disminución de oportunidades en el futuro y un mayor riesgo de violencia, matrimonio infantil y explotación sexual.
Una solución para cada entorno
Isaac y sus hermanos se encuentran entre los 15 millones de niños en Uganda que se han visto afectados por el cierre de escuelas debido a la COVID-19. Vive en el campo de refugiados de Bidibidi, desde que en 2017 tuvo que huir de Sudán del Sur, y sigue las lecciones de su escuela a través de la radio. “Quiero estudiar mucho y ser el presidente de Sudán del Sur en el futuro para volver a mi país y devolverle la paz”.
En Bidibidi (Uganda) también vive Santos, de 23 años, un maestro de Sudán del Sur. Cuando las escuelas cerraron en marzo del pasado año, vio cómo algunos niños se habían vuelto inactivos en casa, trabajaban con sus padres y algunas niñas del pueblo habían quedado embarazadas, lo que le empujó a iniciar un programa de enseñanza móvil, trabajando voluntariamente con grupos de máximo 10 niños y al aire libre.
Nahed (Jordania) trabaja con el programa de educación de recuperación de World Vision desde 2015, enseñando inglés a niños y niñas refugiados sirios y a niños jordanos. Cuando llegó la COVID-19, Nahed y otros maestros del programa fueron capacitados para impartir clases de forma remota utilizando herramientas como WhatsApp y ZOOM. “Es como si tuviera a los estudiantes en un aula conmigo. Con la interacción en línea en los grupos de WhatsApp y las sesiones de ZOOM puedo ver que los estudiantes están entendiendo y recibiendo el material correctamente».
World Vision sigue trabajando para que los niños y niñas tengan acceso a una educación de calidad, proporcionando a las familias y los maestros materiales educativos y facilitando el acceso a distancia para que la falta de medios y tecnologías digitales no sea un impedimento para recibir una educación. En la era de la COVID-19, la tecnología y la innovación son fundamentales para hacer posible este acceso en los lugares más desafiantes del mundo.
Fuente: https://www.corresponsables.com/actualidad/ods1-brecha-digital-intensifica-pandemia-world-vision