Por: Héctor Rodríguez Cruz
Una buena gestión de residuos sólidos es mucho más que contar con una ciudad limpia. La verdadera solución al problema no se logra solamente reaccionando al desastre que ocasiona su desbordamiento.
Nunca será suficiente denunciar y gritar la peligrosidad y toxicidad de la basura. La alerta tiene sentido porque la basura daña considerablemente el medio ambiente y la salud física y mental de la población, especialmente los más vulnerables: niños, embarazadas, población adulta mayor y población en extrema pobreza.
La basura no conoce de límites municipales. Los desechos de un municipio se convierten en una seria amenaza para los habitantes del propio municipio y los demás municipios formando así una tétrica cadena de peligros.
Ante el fracaso de los gobiernos municipales para solucionar la problemática de la basura se hace necesario asumirla como un tema de la agenda nacional. Bien haría al país el que el actual gobierno la asumiera con ese carácter.
Una buena gestión de residuos sólidos es mucho más que contar con una ciudad limpia. La verdadera solución al problema no se logra solamente reaccionando al desastre que ocasiona su desbordamiento o para acallar los justos reclamos y las protestas de los habitantes frente a la crisis.
Sin un buen sistema de gestión de residuos sólidos no se puede aspirar a construir una ciudad sostenible ni habitable. Pero no se trata únicamente de soluciones técnicas. Existen impactos climáticos, de salud y de seguridad, así como otras consideraciones sociales importantes que exigen una respuesta responsable.
Existen ya respuestas adecuadas y probadas. BASURA CERO es una de ellas. Una iniciativa mundial que surge a partir de la problemática ambiental generada por el aumento descontrolado de residuos que se depositan o se incineran diariamente en los rellenos sanitarios del mundo.
La definición de BASURA CERO fue adoptada por la Alianza Internacional Basura Cero: “Basura Cero es la conservación de todos los recursos a través de la producción y el consumo responsables, la reutilización y recuperación de todos los productos, envases y materiales sin incinerarlos y sin generar emisiones al suelo, agua o aire que supongan una amenaza para el ambiente o la salud humana.” (ZWIA, 2018).
BASURA CERO es un objetivo y un plan de acción. Dirigidos tanto a conservar y proteger los recursos naturales y el medio ambiente como al logro de la justicia ambiental y social, la regeneración, la equidad y el respeto por la naturaleza poniendo fin al tratamiento de los residuos en incineradores, vertederos y rellenos sanitarios.
Propone la educación como el centro de una cultura del consumo consciente y responsable, de la clasificación de residuos y de su aprovechamiento, con lo cual se contribuye a mejorar el ambiente y avanzar en la aplicación de nuevas tecnologías.
BASURA CERO integra a toda la ciudadanía, en tanto como consumidora de bienes y servicios y generadora de basura. Los fabricantes y comerciantes, por su condición de productores y proveedores Las autoridades, por su condición de responsables del saneamiento.
BASURA CERO comprende acciones de estímulo a la producción de bienes de consumo reutilizables o biodegradables, construcción de una cultura de separación de residuos en la fuente, recolección separada, procesos industriales de reciclaje y aprovechamiento final y minimización de la disposición en relleno sanitario.
Al diseñar e implementar planes BASURA CERO a nivel local, los municipios deben respetar e involucrar a todos los sectores que componen el ecosistema de los residuos, incluyendo comunidades y trabajadores formales y de la economía popular.
Sin embargo, hay que considerar que las operaciones del modelo BASURA CERO son costosas. En muchos de los países en vías de desarrollo, la gestión de residuos sólidos puede llegar a consumir del 20% al 50% del presupuesto de un municipio.
Desde el año 2000, los préstamos del Banco Mundial para proyectos de gestión de residuos sólidos han alcanzado los USD $4,500 millones y apoyado 329 programas de residuos sólidos alrededor del mundo.
También existen otras salidas convergentes. La República Dominicana (RD) ha asumido el compromiso con la consecución de los objetivos del Acuerdo de París bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC), en el proceso de mejora y actualización de la Contribución Nacionalmente Determinada de RD 2020 (NDC-RD 2020). ¡La iniciativa requiere ser difundida”
Con la propuesta del PLAN BASURA CERO no sólo se trata de anunciar una idea nueva para mirarla y acariciarla de lejos. Se trata de una clara invitación al cambio responsable por parte de los gobiernos locales y del gobierno nacional.
En todos los municipios y en el país debemos mirar con ojos nuevos la agobiante y riesgosa situación de la basura. Apuremos el paso o llegaremos tarde.
Hagamos caso a la advertencia que Albert Einstein nos hace a todos: “No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo”.
Fuente: https://acento.com.do/opinion/basura-cero-un-tema-de-agenda-nacional-8971246.html