La ideología de la ignorancia
Eduardo Gurría B.
Publicado por: Pluma Invitada
A partir de la llegada al gobierno de Andrés López Obrador, éste se ha empeñado en destruir y/o denostar y negar todo lo que no provenga o haya surgido de la llamada 4T, sea que haya sido funcional o no y bajo la premisa de todos conocida de que todos los males del país se deben a los gobiernos anteriores y a pesar de que el presidente lleva casi tres años y medio en el cargo, tiempo suficiente para solucionar muchos de los problemas. Esto, en términos generales, ha representado, tanto un estancamiento, como un retroceso en todos los ámbitos de la vida del país, con lo que se plantean serias problemáticas que serán, en el futuro, muy difíciles de resolver.
Entre las acciones que el gobierno ha llevado a cabo se encuentra la derogación de la Reforma Educativa del año de 2013. Independientemente de las bondades y defectos, la última reforma contemplaba temas como la calidad en la educación, la inclusión de todos los agentes y actores de la educación, como docentes, directivos, padres de familia, la creación del INEE (Instituto Nacional para la Evaluación en la Educación), el acceso a las Tic’s, mejora en la infraestructura educativa y mejoras al financiamiento, es decir, era propositiva, al menos, en papel y en proyecto.
Todo cambio, sobre todo si es social y de fondo, requiere de un proceso más o menos largo para ser implementado y para ser susceptible de ser evaluado, y esto es aún más delicado cuando se trata de la educación, ya que se pone en juego el futuro del país. Ante esto, el actual gobierno no otorgó tiempo, ni siquiera el beneficio de la duda a la funcionalidad de la reforma de 2013, tan solo la eliminó de un plumazo debido a que provenía, como se dijo, de un gobierno anterior.
Por otro lado, editorial Grijalbo, ha publicado el libro La regresión educativa, un conjunto de 14 ensayos cuya autoría es de investigadores en materia educativa, académicos y docentes, coordinados por el exsubsecretario de la SEP Gilberto Guevara Niebla, en los que se hace un análisis de las acciones de la contrarreforma de la 4T y que más que ser propositivas, anulan toda intención de mejora educativa:
- Se deroga la Reforma de 2013
- Desaparición del INEE
- Se desatienden las zonas rurales
- Promueve el desvío de recursos
- Se propone la elaboración de programas escolares mediante asambleas (¿?)
- Anula la transparencia en el uso de los recursos; no a la rendición de cuentas
- No a la compra de equipos de computación
- Absoluta injerencia de MORENA en aspectos meramente populistas y con énfasis en la politización de organizaciones, sindicatos, directivos, docentes y ¡niños!
- Adoctrinamiento dirigido a nuestros niños y adolescentes mediante los libros de texto (CONALITEG)
- Anulación de los grados escolares, para proponer una educación por “fases”
- Esquemas temáticos que carecen de secuencia
A lo anterior hay que agregar otros aspectos sumamente preocupantes, ya que las políticas de la SEP y de sus dirigentes tan solo están enfocadas a repetir el discurso divisionista y la postura presidenciales, que, en sí, carecen de lógica, de objetividad y de ser propuestas coherentes, en lugar de estar acordes con las necesidades modernas, como el ataque sistemático al neoliberalismo o la globalización.
Entre estos aspectos, sobresalen el hecho de que se anulan los conceptos de calidad y de competitividad, es decir, la educación, según la 4T, no necesita ser de calidad y… adiós a la educación por competencias y a competir, adiós al constructivismo, al andamiaje y al anclaje, adiós a la investigación y a la creatividad; tan solo hay que compartir (¿compartir qué?).
La ineficiencia continúa con las Universidades Benito Juárez, a pesar de representar, además de un derroche, un estrepitoso fracaso, ya que no cuentan con espacios, planes ni personal. Y con las becas escolares cuyos destinatarios son los padres de familia quienes no tienen que rendir cuentas de ello, incluso si sus hijos no asisten a la escuela; se trata, en todo caso, de formas clientelares, de masificación y de lealtad meramente populista.
En la educación en México no hay ningún tipo de avance, los libros de texto son elaborados por ideólogos que nada conocen de educación, los alumnos no aprenden, pero se les promueve y los maestros, los verdaderos educadores, no saben qué hacer, ya que han sido despojados de la capacidad de enseñar y de enfocar el aprendizaje de sus alumnos hacia la mejora y hacia el crecimiento.
Cuando se deja un aspecto tan importante como la educación en manos de un gobernante a quien nada le importa México y que es un ignorante cuyo interés está en detentar el poder y, mediante ese poder, asigna a corruptos e ignorantes como él la alta responsabilidad de educar, el resultado es el que estamos viviendo y una “contrarreforma” que no tiene ni pies ni cabeza, que no es propositiva, que se vuelve un problema en lugar de ser, al menos, parte de la solución, como es el caso de las recientes declaraciones de Marx Arriaga quien afirmó (REFORMA, 27 de abril), que México ya no participará en los exámenes internacionales (como PISA), que el nuevo modelo será “libertario humanista” (¿qué es eso?), que se anulan las pruebas estandarizadas, que se rechazarán los libros de texto (¿y luego?), que los maestros ahora se tienen que convertir en líderes sociales (¿?) y que todo lo que no sea eso, es segregacionista, liberal y discriminatorio.
Nos guste o no, vivimos en un mundo neoliberal y globalizado y, de ello, como seres pensantes, debemos tomar ventaja y aprovechar los beneficios que de esto deriven, ya que no podemos encerrarnos en un sistema que, a todas luces y a través de la historia, ha sido un fracaso y que lo único que ha generado es miseria.
No importaron ni la pandemia, ni la deserción, ni la ignorancia galopante, ni la pobreza, tan solo importó la política a costa de nuestros niños y nuestros jóvenes. Son de preocuparse la ambición del presidente, la falta de ética de Delfina Gómez y la estulticia de Marx Arriaga.
Es tiempo de que los maestros tomemos el rumbo de nuestros estudiantes para guiarlos hacia el progreso, la cultura, la competitividad; de encaminarlos hacia el mundo moderno, hacia los valores de la familia y la sociedad, hacia la visión de sí mismos como seres independientes, creativos y con voluntad, capaces de enfrentar la vida con las herramientas que adquirimos los que tuvimos la suerte de crecer en un mundo que, si no era el mejor, sí era mejor. Es nuestra obligación.
REFERENCIAS
GUEVARA N. Gilberto (coordinador), La regresión educativa, la hostilidad de la 4T contra la Ilustración, Grijalbo.
Periódico REFORMA, abril 27, 2022.
TREVIÑO C., Javier, La reforma educativa de 2013: ¿Qué es?, ¿qué es lo nuevo …https://www.educacionfutura.org › la-reforma-educativa-d., (2015).
Fuente de la Información: https://www.educacionfutura.org/la-ideologia-de-la-ignorancia/