Venezuela: La formación de las y los niños, niñas, jóvenes y adolescentes bajo la identidad cultural en el amor, la paz, la ternura y la convivencia, frente a la comunicación y la información basada en el eurocentrismo.

La formación de las y los niños, niñas, jóvenes y adolescentes bajo la identidad cultural en el amor, la paz, la ternura y la convivencia, frente a la comunicación y la información basada en el eurocentrismo.

Yuleima rodríguez Torcatt

La formación docente es un elemento fundamental para mejorar la calidad de la educación, por esto se hace inminente continuar avanzando en los procesos de formación permanente, de comprensión de las realidades de los contextos educativos y comunitarios; pero entre otras cosas, con disposición, compromiso de defender la identidad del pueblo frente a la sociedad que se mantiene cambiante a partir de la información y la comunicación de propensión eurocentrista.

Es necesario que las y los maestros dejen de ser indiferentes ante las necesidades, problemáticas y los desafíos informativos y comunicacionales que están en torno a las y los estudiantes. En concordancia, las y los maestros deben tener como principio una su práctica basada en el amor, con actitud investigadora y con disposición a enlazarse con la resolución de las problemáticas que giran respecto a esta temática, donde todas y todos los actores del hecho educativo y social sean considerados importantes, para el emprendimiento de un trabajo colectivizado que sin dudas pueda contrarrestar y conlleve a las transformaciones concretas de manera consciente.

La pedagogía del amor, la paz, la ternura y la convivencia… quizás es una de las necesidades más relevantes de las y los estudiantes, incluso, entre compañeros de trabajo, interacciones con las madres, padres, representantes y personas que conforman las comunidades. En cuestión,  los procesos de aprendizaje- enseñanza deben ser promovidos de forma amorosa, respetuosa y solidaria, siendo estos principios y valores propios de nuestros pueblos originarios, donde el tiempo era invertido desde lo colectivo para  descubrir, basados en los verdaderos sentidos de la vida, en comunión desde el saber de los unos con los otros.

También en la práctica docente no puede permitirse el obviar los estímulos de nuestros niños, niñas y jóvenes a la curiosidad, a la pregunta frecuente que los dirija a la comprensión de los problemas y retos que son característicos de las múltiples realidades locales, regionales, nacionales e internacionales. Todo debe ser ejemplificado a partir de las características propias e identitarias, también explicadas de una manera sencilla y práctica. Asimismo los y las estudiantes merecen maestras y maestros que sean testimonios de vida y que sus  orientaciones estén acompañadas por el hacer valorativo de la identidad cultural de los pueblos. Por esto, nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes deben ser formados  bajo el sentido crítico, que les facilite los descubrimientos, con discernimiento y la cabida para las iniciativas. En congruencia, es entonces cuando la pedagogía liberadora posibilita las preguntas, las indagaciones e investigaciones individuales y colectivas, por ello se aspira que el aprendizaje y la enseñanza se tornen atractivos, flexibles, innovadores y contextualizadas a partir de una estrecha relación entre la teoría, la práctica y el ejemplo.

 Es tiempo de analizar y reflexionar seriamente sobre la enseñanza que da la que denomino como la escuela paralela, la que trabaja las 24 horas del día (la televisión, el cine, la radio, el internet, con todas sus variedades de ofrecimientos por más de 100 redes sociales en el mundo, plataformas electrónicas…), los valores y comportamientos positivos o negativos actualmente se aprenden desde estos medios, es entonces necesario que nuestras instituciones educativas y sus docentes se conviertan en una referencia de vida, de un mundo distinto lleno de convivencia, solidaridad, de conciencia y conocimiento contemporáneo, con sus crisis y guerras, pero también en la construcción de nuevas formas de relaciones más humanas, productivas, comunitarias, comunales…

Al observar la sociedad actual podemos apreciar la concepción de identidad como una cualidad difícil de definir en los niños, niñas, jóvenes y adolescentes. En cuanto a su formación sobre la identidad autónoma, sin influencia de ningún agente externo como los medios de información y comunicación, los cuales generan contradicciones morales,  principios y ética  a la hora de escoger qué se entiende por identidad.

La sociedad actualmente fomenta la búsqueda de una identidad eurocéntrica que prácticamente ejerce una presión hacia la aventura de la exploración y atracción de identidades exógenas. Por esto, en el mundo existe tanta influencia de agentes externos, los cuales cohíben a los niños, niñas, jóvenes y adolescentes en el desarrollo de su personalidad, identidad y carácter propio. En consecuencia, estos medios de información y comunicación les facilitan imágenes y ejemplos estandarizados, esto produce que haya tantos espejismos en cuestión de réplica de las personalidades e identidades que tienen la habilidad de confundir y distorsionar.

Para integrarse a los cambios sociales y los ofrecimientos comunicacionales,  los niños, niñas, jóvenes y adolescentes prácticamente inducen a la vivencia de una cotidianidad tras pantallas que, manejan temas que son considerados como conocimientos públicos, entre otros. Estos hechos propician la no aceptación de la realidad e identidad. La adolescencia es una etapa en la que los jóvenes experimentan la contradicción de las costumbres y reglas estipuladas por autoridades inmediatas (madres, padres, representantes, docentes…), razones que los hacen más sensibles para ser manipulados por estos agentes exógenos.

 

Originaria Eurocéntrica
Reconoce a todas y todos sus integrantes con parte de una sola familia. Actúan de manera individualista y niegan la presencia y aportes de personas que pertenezcan a grupos étnicos.
Practican diversas formas de convivencia, comparten de forma equitativa los recursos que se generan del trabajo de sus grupos  familiares. Dominan a las personas a través de la enseñanzas prediseñadas y concebidas desde el aspecto religioso, informativo y comunicacional.
Preservan su cultura, costumbres, tradiciones y cosmovisión. Inculcan e imponen su cultura sobre otras para mantener el poder y el dominio a nivel mundial.
Se mantienen resistentes a imponencias exógenas, en preservación de su identidad étnica- lingüística- cultural- nacional. Saquean saberes y recursos naturales para el auge capitalista e individualidad.
El trabajo lo desarrollan de forma cooperativa en beneficio de las comunas.

 

Imparten una educación hegemónica, positivista, memorística y colonizadora.
Los saberes de sus chamanes son transmitidos de generación en generación. Establecen discriminación y formas dominantes sobre los pueblos con características étnicas, indígenas y afro.

 

 

 

Reflexiones aflorantes a partir de la práctica

Fuente de la Información: CII OVE

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Yuleima Rodríguez Torcatt

Licenciada en Educación, mención Desarrollo Cultural, Diplomante sobre Temáticas Afrovenezolanas, Maestrante de Educación Comparada, Estudiante de Administración. Docente de Educación Inicial de Atención Educativa No Convencional, Docente de aula y Especialista de Cultura en Escuelas Bolivarianas.