La pandemia de COVID-19 trajo algunos vientos de cambio en la comunidad educativa, forzados por una situación de confinamiento y en el que las nuevas tecnologías han tenido especial protagonismo. Hay quien puede pensar que esto ha sido un respiro para todos los niños y adolescentes víctimas del acoso escolar. Es cierto que hay datos que explican una disminución en la conciencia de que algún compañero o compañera esté siendo acosada en clase, como revela el III Informe de Prevención del Acoso Escolar en Centros Educativos en Tiempos de Pandemia 2020 y 2021, pero siguen siendo muchos. Según datos de la Asociación NACE (Asociación No al Acoso Escolar), uno de cada cinco niños escolarizados sufre bullying en España y solo el 15% de las víctimas se atreven a contarlo a familiares o profesores.

Desconectar al ciberbullying
El papel determinante de la comunidad educativa