Dr. César Toruño Arguedas
- Complejo de Dictadorzuelo. Existen no pocos funcionarios que al tener un poquito de poder se creen el Gran Dictador Costarricense, literalmente se enferman de poder: Poder abrir o cerrar el centro educativo, Poder asignar horarios, Poder regañar, Poder dar permisos, etc. Con este poder, ridículo ante cualquier ojo crítico, el seudo director(a) asume poses de dictadorzuelo, imponiendo una forma de saludarlo, imponiendo tareas ajenas las funciones de docentes, imponiendo sanciones desproporcionales e ilegales.
El complejo de dictadorzuelo provoca terribles males en el centro educativo, desde un aislamiento del centro educativo con los otros de su Dirección Regional hasta un ambiente de guerra de guerrillas entre docentes y estudiantes contra el régimen dictatorial. Para docentes y estudiantes el ambiente educativo se vuelve insoportable, el terror aplasta toda iniciativa de mejora y se crea un ambiente de prisión.
- Complejo del Billete de 50 mil. Estos funcionarios quieren ser como un billete de 50 mil colones es decir, caerle bien a todo el mundo. Se cree el amigo de docentes y estudiantes, obvia sus deberes y responsabilidades, evita la confrontación y poner límites y, lamentablemente, entrega el poder del centro educativo a sub director, comité de evaluación o sus amigotes(as). Este seudo director construye una anarquía educativa que hace colapsar al centro educativo.
- Complejo de Rey Sol. Este complejo es una profundización del mal de dictadorzuelo y es, tal vez, el más repudiable de los complejos. El seudo director asume la premisa “el cole (o la escuela) soy yo” y maneja el centro educativo como si fuese su finca privada. Literalmente, hace lo que le da la gana, persigue a los que le caen mal, da premios (como permisos o más lecciones) a sus amigos y usa a los estudiantes según su conveniencia. Incluso, este seudo director se jacta de desobedecer las órdenes del MEP y las direcciones regionales pues “soy yo quien decide”. El centro educativo y el proyecto educativo quedan aplastados a la sombra del director, el cual muchas veces es un mediocre con problemas de auto estima que termina llevando a la ruina a toda la institución.
- Complejo de Avestruz. En este caso, el director es un timorato, miedoso y fracasado que teme al conflicto. El seudo director avestruz quiere el poder, disfruta el poder pero teme asumir las responsabilidades del poder. Cada vez que un delegado del MEP, padres-madres, docentes o estudiantes denuncian un problema, él se esconde, manda a un delegado o culpa a alguien de eso. Este seudo director condena al centro educativo a una “ley de la selva” donde el más fuerte se impone sobre los otros.
- Complejo El Señor de los Anillos. Y no, este complejo no tiene que ver con la película sino con la peculiar forma de trabajar de este seudo director, organiza círculos (buenos, malos, regulares, leales, traidores, etc) y trabaja con ellos, construyendo un juego de argollas integrado por un grupo de lame botas sin dignidad (o cómplices de sus deseos) que obtienen prebendas, desde más lecciones hasta permisos inexplicables o un poder de acción libre dentro del centro educativo. El centro educativo con estos seudo directores quedan fragmentado en al menos tres grupos que se disputan una guerra de guerrillas cruel y extendida a todos los escenarios.
- Complejo del Patrón del Mal. Lamentablemente estos seudo directores se han extendido en los últimos años, se caracterizan por querer obtener beneficios económicos del centro educativo, cobrando peajes a la venta de libros, manejando extrañamente las cuentas de matrícula y la Junta y hasta traficar con notas. Este seudo director forja una red criminal en el centro educativo y la dirección regional, logra evitar cualquier sanción del MEP y, si se encuentra contra la pared de una investigación, simplemente es trasladado. Este seudo director destruye el centro educativo hundiéndolo en una cotidianidad sin sentido.
- Complejo de Tiempo. El tiempo cambia cada 24 horas, así es este seudo director. Su carácter cambia cada ciertas horas (feliz, triste, enojado, triste, etc), los proyectos y prioridades cambian cada día, sus círculos cercanos cambian y hasta los perseguidos cambian. Con este seudo director no hay certezas y el centro educativo se asemeja a un barco de papel que se mueve con las olas en espera de ser hundido por la inercia de sus debilidades.
Este sortilegio describe 7 Complejos, pero hay más. Y también, debemos decirlo, hay cientos de directores(as) que hacen grandes cosas por el Sistema Educativo y a los cuales no cabe ninguno de estos complejos.
Fuente: https://cesartoruno.com/2016/05/13/7-complejos-del-mal-director/