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Uruguay: Foro Social Mundial, ¿un espacio para el debate o para coordinar planes de acción?

Foro Social Mundial, ¿un espacio para el debate o para coordinar planes de acción?

Aram Aharonian

 Otro mundo es posible

Fuentes: Rebelión – CLAE

Otro mundo es posible: ese fue el disparador que enamoró a quienes luchaban en contra de la injusticia y la destrucción del planeta, pero obviamente lo que se intentaba era evitar este mundo de la financiarización y el despojo mundial. El Foro Social Mundial (FSM) pasó a ser desde 2001 y por varios años un punto de encuentro de los movimientos sociales contrarios a la globalización neoliberal y se constituyó en voz alternativa a las directrices del Foro Económico Mundial de Davos.

Casi dos décadas después, algunos de los históricos fundadores convocaron a replantear objetivos y evaluar potencialidades. Pero hoy lamentamos la ausencia de varios de los pensadores críticos que le dieron fuerza al Foro, desde nuestro Eduardo Galeano, pasando por José Saramago, Samin Amin, Immanuel Wallerstein, Francois Houtart, Samuel Ruiz. Eso habla también de la falta de renovación del pensamiento crítico (o de la falta de su difusión y socialización)

«¿El Foro Social Mundial, que celebra su vigésimo aniversario en 2021, es sólo un espacio abierto o puede, debería ser, también un espacio de acción? Esta cuestión ha sido discutida durante años en su Consejo Internacional y hasta ahora no hubo posibilidad de llegar a una conclusión”, señala el manifiesto de los fundadores.

El Foro Social Mundial todavía tiene un gran potencial para darle voz y ayudar a los movimientos a poner sus alternativas en un contexto global donde los nuevos discursos y prácticas puedan converger. Es por eso que pedimos un “renovado foro social mundial”, agrega..

“Nos enfrentamos a una crisis global multidimensional; se necesita acción a nivel local, nacional y global, con una articulación adecuada entre ellos. El FSM es el marco ideal para promover esta acción. De eso se trata esta iniciativa», concluye el documento

 Desanclarse del pasado

Durante muchos años, muchos “progresistas”, anclados en el pasado, trataron de sortear las críticas a la realidad del FSM. Hace un par de años señalábamos que muchos habián tomado posturas cercanas a la máxima que dice que “en una fortaleza sitiada, la crítica es traición” (lo único fuera de debate son los principios). Las dudas siguen vigentes: continuar dentro del FSM para introducir estos debates tan necesarios o construir otra herramienta y en ambos casos, con quién.

Claro, todo ésto en plena ofensiva neocolonial y en un declive del progresismo a nivel latijoamericano y mundial, una mirada conservadora impuesta por los medios hegemónicos y las redes sociales, y el temor de algunos “organizadores” a perder a sus patrocinantes.

Estamos a la puerta del efecto de las nuevas tecnologías en la sobrevida de los trabajadores y la economía, así como las noticias falsas (fake news), la posverdad y la inteligencia artificial, lo que hace necesaria un nueva agenda, pero manejada desde el sur. Claro, de todo esto ni se hablaba en 2001 en Porto Alegre…

Señalábamos que el comité brasileño nunca quiso dejar el poder en un modelo anárquico abstracto basado quizá en la visión de las comunidades de base católicas brasileñas, sin ninguna relación con la realidad. Y el Comité Internacional, de personalidades, siguió manejado por pequeños grupos y figuras que más allá del altermundismo, representan a ONG (algunas a sueldo), cada una de ellas con líneas y propósitos tan concretos como propios, y muchas veces apenas a sí mismos.

Nueva agenda, nuevas formas

La única posibilidad de reflotarlo es para que vuelva a ser un espacio de acción (y no sólo de debate) que incida en el mundo, reviendo su carta de principios acorde a la realidad de un mundo peor que el de hace 20 años, poniéndose acuerdo sobre los temas a debatir, incluyendo el cambio climático, las migraciones, las guerras, la deuda externa, el dominio de las nuevas tecnologías, las finanzas especuladoras, la enorme desigualdad, el hambre, los modelos de desarrollo.

En el foro de San Salvador, por ejemplo, ni se habló del cambio climático. Se impusieron los temas canalizados por ONG europeas y estadounidenses, interesados en temáticas que no son urgentes ni importantes para nuestras sociedades, pero que cuentan con financiamiento para su organización.

Durante mucho años, el discurso de la horizontalidad se contradijo permanentemente con el autoritarismo y la manipulación desde las estructuras del poder del FSM), más entusiasmadas en organizar eventos (todo es eventual, no hay continuidad ni seguimiento de los temas y debates) entre convencidos, que dar la pelea por el pensamiento crítico anticapitalista.

Recordamos que cuando los movimientos políticos comenzaron a acercarse al Foro, se hizo todo lo posible para alejarlos, con la excusa de evitar la contaminación. Y nuestros presidentes progresistas no fueron bienvenidos. E incluso, recordemos, el grupo brasileño impidió que el Comité Internacional emitiera un comunicado contra el juicio político a la presidenta Dilma Rousseff. Ni siquiera se defendió la democracia.

En los primeros foros, por ejemplo, el panel que se organizó sobre la Utopía demostró la necesidad del debate, de la batalla de ideas, en la guerra cultural contra el capitalismo y las fuerzas neocoloniales.

Hace unos años, las personalidades que dieron vida y prestigio al FSM coincidían en señalar la profunda crisis, como indicaban las cifras y la falta de repercusión y entusiasmo, e insistían en la necesidad de dar paso a una horizontalidad siempre inclusiva y transparente, pero aceptando que es necesaria un mínimo de organización y estructuración.

Desde el comienzo del proceso se insistió (desde los medios alternativos) en la necesidad de que se crearan instrumentos para compartir con los que no concurrían a los foros Pero el FSM fue quedando con iniciativas endogámicas: de cada Foro no llegó nada de las experiencias al resto del mundo.. Hoy los medios electrónicos hacen posible lo que hace 20 años era impensable.

El antiguo diseño del FSM es facilitador de la fragmentación, de que cada panel crea que lo más importante es su lucha y no la que dio origen al mismo, la necesidad de inventar un mundo diferente, justo, equitativo, de paz, de respeto a la naturaleza. Como decía Galeano en los setenta, mientras algunos hacen la revolución, Brigitte Bardot lucha en defensa de las ballenas azules…

En más de tres lustros, el FSM corrió los peligros como la rutinización, la oenegización, la cooptación, la burocratización, la falta de participación de movimientos reales, la dispersión, la infiltración, el copamiento. Y esta realidad lo confirma. En medio de la crisis sistémica del capitalismo, con una crisis climática, política, social, sanitaria, migratoria, alimentaria sin precedentes, se insistía en apostar a la tan mentada horizontalidad, que solo beneficia al pensamiento único y al inmovilismo.

El FSM ha perdido peso e influencia en nuestra región, quizá porque aquellos movimientos sociales que llevaron a nuestros presidentes reformistas al gobierno, desaparecieron de las calles, porque también ellos fueron cooptados (y burocratizados) para tareas del gobierno y los movimientos desmovilizados.

Hoy muchos otrora altermundistas buscan foros sobre temas que tienen interés para ONG europeas y estadounidenses y huyen de los temas acuciantes para el futuro de su propia gente, quizá para no perder la gimnasia forista… y su financiamiento.

El desafío es saber hacia dónde caminar, con quién caminar. Decía Antonio Machado que “no hay camino, se hace camino al andar”.

Aram Aharonian: Periodista y comunicólogo uruguayo. Mágister en Integración. Fundador de Telesur. Dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE) y preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA).

http://estrategia.la/2020/08/21/foro-social-mundial-un-espacio-para-el-debate-o-para-coordinar-planes-de-accion/
Fuente de la Información: https://rebelion.org/fsm-un-espacio-para-el-debate-o-para-coordinar-planes-de-accion/

 

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FSM, ¿un espacio para el debate o para coordinar planes de acción?

Por:  Aram Aharonian

Otro mundo es posible: ese fue el disparador que enamoró a quienes luchaban en contra de la injusticia y la destrucción del planeta, pero obviamente lo que se intentaba era evitar este mundo de la financiarización y el despojo mundial. El Foro Social Mundial (FSM) pasó a ser desde 2001 y por varios años un punto de encuentro de los movimientos sociales contrarios a la globalización neoliberal y se constituyó en voz alternativa a las directrices del Foro Económico Mundial de Davos.

Casi dos décadas después, algunos de los históricos fundadores convocaron a replantear objetivos y evaluar potencialidades. Pero hoy lamentamos la ausencia de varios de los pensadores críticos que le dieron fuerza al Foro, desde nuestro Eduardo Galeano, pasando por José Saramago, Samin Amin, Immanuel Wallerstein, Francois Houtart, Samuel Ruiz. Eso habla también de la falta de renovación del pensamiento crítico (o de la falta de su difusión y socialización)

«¿El Foro Social Mundial, que celebra su vigésimo aniversario en 2021, es sólo un espacio abierto o puede, debería ser, también un espacio de acción? Esta cuestión ha sido discutida durante años en su Consejo Internacional y hasta ahora no hubo posibilidad de llegar a una conclusión”, señala el manifiesto de los fundadores.

El Foro Social Mundial todavía tiene un gran potencial para darle voz y ayudar a los movimientos a poner sus alternativas en un contexto global donde los nuevos discursos y prácticas puedan converger. Es por eso que pedimos un “renovado foro social mundial”, agrega..

“Nos enfrentamos a una crisis global multidimensional; se necesita acción a nivel local, nacional y global, con una articulación adecuada entre ellos. El FSM es el marco ideal para promover esta acción. De eso se trata esta iniciativa», concluye el documento

 Desanclarse del pasado

Durante muchos años, muchos “progresistas”, anclados en el pasado, trataron de sortear las críticas a la realidad del FSM. Hace un par de años señalábamos que muchos habián tomado posturas cercanas a la máxima que dice que “en una fortaleza sitiada, la crítica es traición” (lo único fuera de debate son los principios). Las dudas siguen vigentes: continuar dentro del FSM para introducir estos debates tan necesarios o construir otra herramienta y en ambos casos, con quién.

Claro, todo ésto en plena ofensiva neocolonial y en un declive del progresismo a nivel latijoamericano y mundial, una mirada conservadora impuesta por los medios hegemónicos y las redes sociales, y el temor de algunos “organizadores” a perder a sus patrocinantes.

Estamos a la puerta del efecto de las nuevas tecnologías en la sobrevida de los trabajadores y la economía, así como las noticias falsas (fake news), la posverdad y la inteligencia artificial, lo que hace necesaria un nueva agenda, pero manejada desde el sur. Claro, de todo esto ni se hablaba en 2001 en Porto Alegre…

Señalábamos que el comité brasileño nunca quiso dejar el poder en un modelo anárquico abstracto basado quizá en la visión de las comunidades de base católicas brasileñas, sin ninguna relación con la realidad. Y el Comité Internacional, de personalidades, siguió manejado por pequeños grupos y figuras que más allá del altermundismo, representan a ONG (algunas a sueldo), cada una de ellas con líneas y propósitos tan concretos como propios, y muchas veces apenas a sí mismos.

Nueva agenda, nuevas formas

La única posibilidad de reflotarlo es para que vuelva a ser un espacio de acción (y no sólo de debate) que incida en el mundo, reviendo su carta de principios acorde a la realidad de un mundo peor que el de hace 20 años, poniéndose acuerdo sobre los temas a debatir, incluyendo el cambio climático, las migraciones, las guerras, la deuda externa, el dominio de las nuevas tecnologías, las finanzas especuladoras, la enorme desigualdad, el hambre, los modelos de desarrollo.

En el foro de San Salvador, por ejemplo, ni se habló del cambio climático. Se impusieron los temas canalizados por ONG europeas y estadounidenses, interesados en temáticas que no son urgentes ni importantes para nuestras sociedades, pero que cuentan con financiamiento para su organización.

Durante mucho años, el discurso de la horizontalidad se contradijo permanentemente con el autoritarismo y la manipulación desde las estructuras del poder del FSM), más entusiasmadas en organizar eventos (todo es eventual, no hay continuidad ni seguimiento de los temas y debates) entre convencidos, que dar la pelea por el pensamiento crítico anticapitalista.

Recordamos que cuando los movimientos políticos comenzaron a acercarse al Foro, se hizo todo lo posible para alejarlos, con la excusa de evitar la contaminación. Y nuestros presidentes progresistas no fueron bienvenidos. E incluso, recordemos, el grupo brasileño impidió que el Comité Internacional emitiera un comunicado contra el juicio político a la presidenta Dilma Rousseff. Ni siquiera se defendió la democracia.

En los primeros foros, por ejemplo, el panel que se organizó sobre la Utopía demostró la necesidad del debate, de la batalla de ideas, en la guerra cultural contra el capitalismo y las fuerzas neocoloniales.

Hace unos años, las personalidades que dieron vida y prestigio al FSM coincidían en señalar la profunda crisis, como indicaban las cifras y la falta de repercusión y entusiasmo, e insistían en la necesidad de dar paso a una horizontalidad siempre inclusiva y transparente, pero aceptando que es necesaria un mínimo de organización y estructuración.

Desde el comienzo del proceso se insistió (desde los medios alternativos) en la necesidad de que se crearan instrumentos para compartir con los que no concurrían a los foros Pero el FSM fue quedando con iniciativas endogámicas: de cada Foro no llegó nada de las experiencias al resto del mundo.. Hoy los medios electrónicos hacen posible lo que hace 20 años era impensable.

El antiguo diseño del FSM es facilitador de la fragmentación, de que cada panel crea que lo más importante es su lucha y no la que dio origen al mismo, la necesidad de inventar un mundo diferente, justo, equitativo, de paz, de respeto a la naturaleza. Como decía Galeano en los setenta, mientras algunos hacen la revolución, Brigitte Bardot lucha en defensa de las ballenas azules…

En más de tres lustros, el FSM corrió los peligros como la rutinización, la oenegización, la cooptación, la burocratización, la falta de participación de movimientos reales, la dispersión, la infiltración, el copamiento. Y esta realidad lo confirma. En medio de la crisis sistémica del capitalismo, con una crisis climática, política, social, sanitaria, migratoria, alimentaria sin precedentes, se insistía en apostar a la tan mentada horizontalidad, que solo beneficia al pensamiento único y al inmovilismo.

El FSM ha perdido peso e influencia en nuestra región, quizá porque aquellos movimientos sociales que llevaron a nuestros presidentes reformistas al gobierno, desaparecieron de las calles, porque también ellos fueron cooptados (y burocratizados) para tareas del gobierno y los movimientos desmovilizados.

Hoy muchos otrora altermundistas buscan foros sobre temas que tienen interés para ONG europeas y estadounidenses y huyen de los temas acuciantes para el futuro de su propia gente, quizá para no perder la gimnasia forista… y su financiamiento.

El desafío es saber hacia dónde caminar, con quién caminar. Decía Antonio Machado que “no hay camino, se hace camino al andar”.

Aram Aharonian: Periodista y comunicólogo uruguayo. Mágister en Integración. Fundador de Telesur. Dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE) y preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA).

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Foro Social Mundial, ¿un espacio para el debate o para coordinar planes de acción?

Por: Aram Aharonian|

 

Otro mundo es posible: ese fue el disparador que enamoró a quienes luchaban contra de la injusticia y la destrucción del planeta, pero obviamente lo que se intentaba era evitar este mundo de la financiarización y el despojo mundial. El  Foro Social Mundial (FSM) pasó a ser desde 2001 y por varios años un punto de encuentro de los movimientos sociales contrarios a la globalización neoliberal y se constituyó en voz alternativa a las directrices del Foro Económico Mundial de Davos.

Casi dos décadas después, algunos de los históricos fundadores convocaron a replantear objetivos y evaluar potencialidades. Pero hoy lamentamos la ausencia de varios de los pensadores críticos que le dieron fuerza al Foro, desde nuestro Eduardo Galeano, pasando por José Saramago, Samin Amin, Immanuel Wallerstein, Francois Houtart, Samuel Ruiz. Eso habla también de la falta de renovación del pensamiento crítico (o de la falta de su difusión y socialización)OTRO MUNDO ES POSIBLE. Foro Social Mundial.

«¿El Foro Social Mundial, que celebra su vigésimo aniversario en 2021, es sólo un espacio abierto o puede, debería ser, también un espacio de acción? Esta cuestión ha sido discutida durante años en su Consejo Internacional y hasta ahora no hubo posibilidad de llegar a una conclusión”, señala el manifiesto de los fundadores.

El Foro Social Mundial todavía tiene un gran potencial para darle voz y ayudar a los movimientos a poner sus alternativas en un contexto global donde los nuevos discursos y prácticas puedan converger. Es por eso que pedimos un “renovado foro social mundial”, agrega..

“Nos enfrentamos a una crisis global multidimensional; se necesita acción a nivel local, nacional y global, con una articulación adecuada entre ellos. El FSM es el marco ideal para promover esta acción. De eso se trata esta iniciativa», concluye el documento

 Desanclarse del pasado

Durante muchos años, muchos “progresistas”, anclados en el pasado, trataron de sortear las críticas a la realidad del FSM. Hace un par de años señalábamos que muchos habián tomado posturas cercanas a la máxima que dice que “en una fortaleza sitiada, la crítica es traición” (lo único fuera de debate son los principios). Las dudas siguen vigentes: continuar dentro del FSM para introducir estos debates tan necesarios o construir otra herramienta y en ambos casos, con quién.

Claro, todo ésto en plena ofensiva neocolonial y en un declive del progresismo a nivel latijoamericano y mundial, una mirada conservadora impuesta por los medios hegemónicos y las redes sociales, y el temor de algunos “organizadores” a perder a sus patrocinantes.

Estamos a la puerta del efecto de las nuevas tecnologías en la sobrevida de los trabajadores y la economía, así como las noticias falsas (fake news), la posverdad y la inteligencia artificial, lo que hace necesaria un nueva agenda, pero manejada desde el sur. Claro, de todo esto ni se hablaba en 2001 en Porto Alegre…

El XIII Foro Social Mundial: "Resistir es crear. Resistir es ...Señalábamos que el comité brasileño nunca quiso dejar el poder en un modelo anárquico abstracto basado quizá en la visión de las comunidades de base católicas brasileñas, sin ninguna relación con la realidad. Y el Comité Internacional, de personalidades, siguió manejado por pequeños grupos y figuras que más allá del altermundismo, representan a ONGs (algunas a sueldo), cada una de ellas con líneas y propósitos tan concretos como propios, y muchas veces apenas a sí mismos.

Nueva agenda, nuevas formas

La única posibilidad de reflotarlo es para que vuelva a ser un espacio de acción (y no sólo de debate) que incida en el mundo, reviendo su carta de principios acorde a la realidad de un mundo peor que el de hace 20 años, poniéndose acuerdo sobre los temas a debatir, incluyendo el cambio climático, las migraciones, las guerras, la deuda externa, el dominio de las nuevas tecnologías, las finanzas especuladoras, la enorme desigualdad, el hambre, los modelos de desarrollo.

En el foro de San Salvador, por ejemplo, ni se habló del cambio climático. Se impusieron los temas canalizados por ONGs europeas y estadounidenses, interesados en temáticas que no son urgentes ni importantes para nuestras sociedades, pero que cuentan con financiamiento para su organización.

Durante mucho años, el discurso de la horizontalidad se contradijo permanentemente con el autoritarismo y la manipulación desde las estructuras del poder del FSM), más entusiasmadas en organizar eventos (todo es eventual, no hay continuidad ni seguimiento de los temas y debates) entre convencidos, que dar la pelea por el pensamiento crítico anticapitalista.Marcha inaugura Foro Social Mundial 2018 en Brasil – tdh ...

Recordamos que cuando los movimientos políticos comenzaron a acercarse al Foro, se hizo todo lo posible para alejarlos, con la excusa de evitar la contaminación. Y nuestros presidentes progresistas no fueron bienvenidos. E incluso, recordemos, el grupo brasileño impidió que el Comité Internacional emitiera un comunicado contra el juicio político a la presidenta Dilma Rousseff. Ni siquiera se defendió la democracia.

En los primeros foros, por ejemplo, el panel que se organizó sobre la Utopía demostró la necesidad del debate, de la batalla de ideas, en la guerra cultural contra el capitalismo y las fuerzas neocoloniales.

Hace unos años, las personalidades que dieron vida y prestigio al FSM coincidían en señalar la profunda crisis, como indicaban las cifras y la falta de repercusión y entusiasmo, e insistían en la necesidad de dar paso a una horizontalidad siempre inclusiva y transparente, pero aceptando que es necesaria un mínimo de organización y estructuración.

Desde el comienzo del proceso se insistió (desde los medios alternativos) en la necesidad de que se crearan instrumentos para compartir con los que no concurrían a los foros Pero el FSM fue quedando con iniciativas endogámicas: de cada Foro no llegó nada de las experiencias al resto del mundo.. Hoy los medios electrónicos hacen posible lo que hace 20 años era impensable.

El antiguo diseño del FSM es facilitador de la fragmentación, de que cada panel crea que lo más importante es su lucha y no la que dio origen al mismo, la necesidad de inventar un mundo diferente, justo, equitativo, de paz, de respeto a la naturaleza. Como decía Galeano en los setenta, mientras algunos hacen la revolución, Brigitte Bardot lucha en defensa de las ballenas azules…Foro Social Mundial, diez años de lucha por un mundo mejor ...

En más de tres lustros, el FSM corrió los peligros como la rutinización, la oenegización, la cooptación, la burocratización, la falta de participación de movimientos reales, la dispersión, la infiltración, el copamiento. Y esta realidad lo confirma. En medio de la crisis sistémica del capitalismo, con una crisis climática, política, social, sanitaria, migratoria, alimentaria sin precedentes, se insistía en apostar a la tan mentada horizontalidad, que solo beneficia al pensamiento único y al inmovilismo.

El FSM ha perdió peso e influencia en nuestra región, quizá porque aquellos movimientos sociales que llevaron a nuestros presidentes reformistas al gobierno, desaparecieron de las calles, porque también ellos fueron cooptados (y burocratizados) para tareas del gobierno y los movimientos desmovilizados.

Hoy muchos otrora altermundistas buscan foros sobre temas que tienen interés para ONGs europeas y estadounidenses y huyen de los temas acuciantes para el futuro de su propia gente, quizá para no perder la gimnasia forista… y su financiamiento.

El desafío es saber hacia dónde caminar, con quién caminar. Decía Antonio Machado que “no hay camino, se hace camino al andar”

Fuente e imagen:  http://estrategia.la/2020/08/21/foro-social-mundial-un-espacio-para-el-debate-o-para-coordinar-planes-de-accion/

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La necropolítica, las varias pandemias y lo que vendrá

Por: Aram Aharonian

 

Toda la prensa hegemónica especula con la vacuna para el covid-19, la píldora (o poción) milagrosa que ipso facto terminará con la pandemia. Pocos se han puesto a pensar en la pospandemia, en cómo será América Latina y el Caribe, cuando el pronóstico optimista es de un desempleo de 50 millones de personas para el fin de año y la pobreza que alcanzará a 230 millones, el 37 por ciento de la población regional.

La situación económica será similar a la de hace una década: La Comisión Económica para América latina y el Caribe (Cepal), habla de una década perdida. Pero, para ser sinceros, hay otras pandemias que venimos arrastrando desde 1492 y para la cual pareciera que no hay cura. Hoy 96 millones de latinoamericanos y caribeños carecen de ingresos.Colapsa Ecuador por Covid-19, dejan cadáveres en las calles -

Estamos hipersensibilizados sobre las consecuencias humanas del Covid-19 y la prensa hegemónica –radio, diarios, revistas, televisión, redes sociales- sigue a diario la carrera de las empresas farmacéuticas trasnacionales por quién patenta primero la vacuna contra el coronavirus. La pobreza o la desnutrición no se combaten, porque eso no es negocio.

Por eso, pongámonos a pensar en la pospandemia, cuando el desempleo y la necesidad de alimentar a millones de conciudadanos, sin acceso al trabajo (y por ende a la comida), cuando deban elegir entre un pedazo de pan y la cuota de internet…

El analista chileno Marcos Roitman se pregunta si hay vacuna para la pobreza o para la evasión de capitales. ¿Se puede luchar contra el hambre? ¿Son viables una vivienda digna y una educación pública de calidad? En nuestra región los pobres mueren a diario por enfermedades que tienen mucha menos prensa, como el sarampión, el dengue, la difteria, el chagas, pero tienen la misma mortalidad.

El hambre, la falta de condiciones higiénicas, la explotación infantil, el desempleo, la trata de mujeres no son considerados pandemia y morir por esas causas es algo natural. Así, la necropolítica hace su aparición como forma de organización social del capitalismo.

¿Es viable tener una salud pública para todos? Obviamente eso atentaría contra la salud privada, los médicos-taxímetro, las clínicas privadas y las empresas farmacéuticas, entre otras. Las cifras nos muestran que el 22 por ciento de la población mundial (600 millones de personas) no recibe ninguna atención médica, mientras 115 millones de menores de cinco años padecen desnutrición crónica y 700 niños mueren cada día por diarrea.

Las fotos y los videos nos muestran nuestras nuevas realidades que, en nombre del dios Mercado, como la privatización de la salud poniéndola en manos de los buitres de las empresas de capital de riesgo, atentan contra la dignidad humana. Cadáveres abandonados en las calles se repiten en las calles de Lima., de Santiago, de Bogotá, de Quito, Barcelona, Río de Janeiro o San Pablo. Muertos por covid-19 o por cualquiera de las otras pandemias, sobre todo la del hambre.

La muerte para estos gobiernos neoliberales es su arma de guerra, y seguirán muiendo ciudadanos, hombres, mujeres y niños, incluso si surgiera la vacuna del covid-19. Porque para el capitalismo, los tratamientos de las enfermedades y pandemias son propiedad de alguna empresa, nacional o trasnacional.

Necropolítica, necroeconomía

Achille Mbembe, teórico camerunés que acuñó el concepto de necropolítica, señala que el la política de la muerte, instrumenta los diversos medios por los cuales las armas se despliegan con el fin de una destrucción máxima de las personas y de la creación de mundos de muerte, formas únicas y nuevas de existencia social en las que numerosas poblaciones son sometidas a condiciones que le confieren el estatus de muertos vivientes.

La necropolítica, dice Mbembe, está en conexión con el concepto de necroeconomía: Una de las funciones del capitalismo actual es producir a gran escala una población superflua, que el capitalismo ya no tiene necesidad de explotar, pero hay que gestionar de algún modo. Una manera de disponer de estos excedentes de población es exponerlos a todo tipo de peligros y riesgos, a menudo mortales. Otra técnica consistiría en aislarlos y encerrarlos en zonas de control. Es la práctica de la “zonificación”.

Mbembe señala que el capitalismo tiene como función genética la producción de razas, que son clases al mismo tiempo. La raza no es solamente un suplemento del capitalismo, sino algo inscrito en su desarrollo genético. En el periodo primitivo del capitalismo, que va desde el siglo XV hasta la Revolución Industrial, la esclavización de negros constituyó el mayor ejemplo de la trabazón entre la clase y la raza.

En las condiciones contemporáneas, la forma en que los negros fueron tratados en ese primer periodo se ha extendido más allá de los negros mismos. El “devenir negro del mundo” es ese momento en que la distinción entre el ser humano, la cosa y la mercancía tiende a desaparecer y borrarse, sin que nadie –negros, blancos, mujeres, hombres- pueda escapar a ello”, señala.Carismática fascista e necropolitica neoliberal no Brasil: a ...

Asevera que es justamente a partir de la necropolítica y la necroeconomía que podemos comprender la “crisis de los refugiados”, resultado directo de dos formas de catástrofes: las guerras y las devastaciones ecológicas, que se afirman recíprocamente. Las guerras son factores de crisis ecológicas y una de sus consecuencias es fomentar guerras.

La crisis de los refugiados tiene también que ver con la «repoblación del mundo», en la medida en que las sociedades del norte envejecen, aumenta su necesidad de repoblarse, y la migración ilegal es una parte esencial de ese proceso, que seguramente se acentuará en los próximos años. La reacción de Europa está siendo esquizofrénica: levanta muros en torno al continente, pero necesita la inmigración para no envejecer, afirma Mbembe.

El gobierno privado indirecto a nivel mundial es un movimiento histórico de las élites que aspiran, en última instancia, a abolir lo político. Destruir todo espacio y todo recurso -simbólico y material- donde sea posible pensar e imaginar qué hacer con el vínculo que nos une a los otros y a las generaciones que vienen después.

Para ello, se procede a través de lógicas de aislamiento -separación entre países, clases, individuos entre sí- y de concentraciones de capital allí donde se puede escapar a todo control democrático –expatriación de riquezas y capitales a paraísos fiscales desregulados, entre otros. Este movimiento no puede prescindir del poder militar para asegurar su éxito: la protección de la propiedad privada y la militarización son correlativos hoy en día, hay que entenderlos como dos ámbitos de un mismo fenómeno.

La crisis humanitaria como negocio

La biopolítica necesaria al capitalismo (preservar vida y salud para garantizar la normalidad de la acumulación) se ha tenido que combinar con la necropolítica (hacer morir a aquellos que ya resultan desechables). Conmocionan las declaraciones del Vicegobernador de Texas, Dan Patrick, quien afirmó que los mayores de 70 años deberían dejarse morir para salvar la economía estadounidense.Dos importantes farmacéuticas se unen para crear contrarreloj una ...

La pandemia dejará millones de ciudadanos muertos, pero también a pocos empresarios con bolsillos llenos, como los propietarios de los sistemas de comunicación o algunas farmacéuticas, con el sueño de vender dos mil millones de dosis para equilibrar la inmunidad del rebaño.

Pero esto, aunque inmoral, tampoco es nuevo: el costo del tratamiento contra la hepatitis C es de 1,5 euros pero la dosis se vende a mil euros. Médicos Sin Fronteras señaló que en un país pobre, una vacuna o medicamento cuesta 68 veces más que en uno desarrollado.

Lo cierto es que decenas de millones de los 630 millones de latinoamericanos y caribeños vienen soportando el distanciamiento social y el confinamiento bajo el hambre: pocos gobiernos han creado planes para ayudar a la subsistencia de sus ciudadanos, que en varios países recurren a las ollas populares o comunes y la solidaridad de clase para hacer frente a la pandemia.

¿Es el auge del “capitalismo del desastre”, lo que nos viene después de la pandemia?

La crisis humanitaria no es sólo la pandemia del covid-19. Está en la mayoría de nuestros países donde el hambre, la pobreza, la desigualdad, la miseria, la desocupación, el desempleo conviven con la evasión de impuestos, la fuga de capitales, la explotación de las riquezas naturales por empresas trasnacionales y contra la naturaleza y la soberanía.

A esas pandemias no se les busca vacunas: el capitalismo, en su carrera necropolítica, no las combate. Las incentiva.

Fuente e imagen: http://estrategia.la/2020/07/26/la-necropolitica-las-varias-pandemias-y-lo-que-vendra/

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Brasil: Los militares brasileños reflotan la hipótesis de guerra en la región

Los militares brasileños reflotan la hipótesis de guerra en la región

Por Aram Aharonian y Juraima Almeida

Cónsono con las políticas de Washington, las Fuerzas Armadas de Brasil consideran que Sudamérica dejó de ser una región libre de posibles conflictos bélicos y se preparan para intervenir en la “solución” de problemas regionales, así como en la defensa de los intereses brasileños en la selva amazónica y el litoral atlántico.

La nueva Política Nacional de Defensa expresa un giro en la política de seguridad exterior de Brasil, y señala que “No se pude dejar de considerar tensiones y crisis en el entorno estratégico, con posibles desdoblamientos para Brasil, de modo que el país podrá verse motivado a contribuir a la solución de eventuales controversias o a defender sus intereses”

El renovado manual, que actualiza cada cuatro años las principales definiciones de la política de defensa, será entregado la semana próxima al Congreso. Cabe recordar que, por primera primera vez desde 1985, el Gobierno cuenta con nueve ministerios a cargo de militares.

Hoy los mandos militares entienden que la situación es muy diferente a la de años anteriores e insisten en que no están dispuestos a entregar territorios (y menos la Amazonia, sobre todo cuando la economía brasileña depende de sus exportaciones a China y de sus posibles inversiones en proyectos de infraestructura. Ya EEUU exigió a Brasil que reduzca su dependencia económica con China, su mayor socio comercial.

Las Fuerzas Armadas actúan como guardia pretoriana del poder imperial, y ya no disfrazan esta deshonrosa elección. Los comandantes de la» patria «naturalmente aceptan la humillación y la indignación que resulta de esta elección subyugada», escribe el columnista Jeferson Miola, quien afirma que la penetración y el dominio del gobierno de los EU sobre las instituciones estatales brasileñas es impresionante.

Añade que la operación Lava Jato fue el dispositivo clave de EU en la producción de caos, desestabilización política y corrupción del sistema de justicia para el logro de la estrategia estadounidense en el país. Los jueces, fiscales, policías federales y funcionarios públicos obedecen las órdenes y ejecutan los planes delineados por el FBI, la CIA, el Departamento de Justicia, el Departamento de Estado, las agencias y organismos de inteligencia y espionaje de los Estados Unidos

Las aspiraciones geopolítica de Brasil desde su restricción regional, estuvo siempre centrada en convertirse en satélite privilegiado de EEUU para hegemonizar Sudamérica, hasta sus devaneos globales contemporáneos, pese a los retos internos como la pobreza extrema, 14 millones de desempleados, el hambre, la desnutrición.

Brasil se ha constituido en un laboratorio mundial para un nuevo tipo de extrema derecha. No se trata sólo de una nueva hegemonía de poder sino de un proyecto de cambio de la sociedad, de una revolución cultural conservadora, donde Jair Bolsonaro representa un proyecto transitorio, con claras tendencias fascistas.

El papel de Bolsonaro en este juego de poder pareciera ser el de distractor del modelo final que se quiere imponer desde el juicio político a la expresidenta Dilma Rousseff en 2016. Brasil es hoy el único país del mundo que, en medio de la pandemia, vive una gran crisis política que puede llegar a ser una crisis del régimen político, añadía.

Por primera vez en su historia, Brasil ha insistido en un fuerte alineamiento absurdo con Estados Unidos. Ni siquiera había ocurrido cuando envió tropas a Europa a combatir contra los nazis. No debiera extrañar: sus principales cuadros han sido adoctrinados por EEUU.

Las aspiraciones geopolítica de Brasil desde su restricción regional, estuvo siempre centrada en convertirse en satélite privilegiado de EEUU para hegemonizar Sudamérica, hasta sus devaneos globales contemporáneos, pese a los retos internos como la pobreza extrema, 14 millones de desempleados, el hambre, la desnutrición.

El Libro Blanco de la Defensa define cuáles son los temas y conflictos por los que se puede ordenar la movilización de tropas, tanto dentro como fuera del país: la actual pandemia de coronavirus, que tiene a Brasil al borde de los dos millones de casos y los 75.000 muertos, y la devastación en la Amazonia por acción de la agricultura intensiva, la tala ilegal, los incendios y la minería.

El documento no cita potenciales países adversarios pero advierte que habrá “tensiones y crisis” en la región sudamericana. La excepción es Venezuela, que es señalado como el punto más crítico de la región. La hipótesis de conflicto con Venezuela resurgió en 2019 cuando Brasil participó con Colombia en un intento de ingreso forzoso de alimentos a suelo venezolano a través de zonas fronterizas, en el marco de una acción auspiciada por Estados Unidos y otros países.

Además, desde la frontera sur venezolana salieron miles de ciudadanos para instalarse en el estado brasileño de Roraima, en una operación organizada en 2018 y 2019 por el actual ministro de Salud de Bolsonaro, el general Eduardo Pazuello.

El ministro de Defensa, el general Fernando Azevedo e Silva, el primer militar en el cargo desde el fin de la dictadura en 1985, afirmó que el plan es la actualización de una política de Estado y que fue revisado por el presidente Bolsonaro.

En el escenario de pandemia, la movilización supera los 34.000 soldados brasileños, precisa el informe. Lo extraño es que la importancia que le da el Ejército a la pandemia choca con la posición personal del infectado presidente Jair Bolsonaro y su Ministerio de Salud, a cargo de Pazuello, al que un juez de la máxima corte de Brasil acusó    de “asociarse al genocidio” que el Gobierno está provocando con su política sanitaria.

El documento sugiere mayor presencia de la Marina en la costa atlántica norte, en el estado de Pará, con el doble propósito de vigilar la distribución de la producción agrícola del centro del país y controlar los delitos ambientales en la región amazónica, en el entorno de la ciudad capital de Belém.

El documento mantiene la atención militar, heredada del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da SIlva (2003-2010), sobre la zona que los militares brasileños llaman la Amazonia Azul, las riquezas estratégicas de los 8.000 kilómetros de costa atlántica, donde se encuentran los megayacimientos petroleros submarinos.hídricos

“La Amazonia, así como el Atlántico Sur, es un área de interés geoestratégico para Brasil. La protección de la biodiversidad, de los recursos minerales, hídricos, además de potencial energético, es prioridad para el país”, dice el documento oficial. También advierte sobre la preparación de respuestas contra “intereses extranjeros” en la selva amazónica, la mayor reserva de agua y de biodiversidad del mundo, el 60% de la cual pertenece a Brasil.

Para la protección del litoral marítimo, Brasil construye un submarino a propulsión nuclear con tecnología francesa a partir de un acuerdo realizado entre el Gobierno de Lula y Francia, en la línea trazada luego del fin de las dictaduras militares sudamericanas, cuando Brasil cambió sus hipótesis de conflicto de la región sur limítrofe con Argentina y Paraguay, al norte amazónico., en las fronteras con Coolombia, Perú y Bolivia.

A algunos analistas les llama la atención que las Fuerzas Armadas apoyen un modelo neoliberal como el de Paulo Guedes, dada la tradición desarrollista que tuvo el golpe de 1964. Hoy apenas hay un grupo de militares que insisten en preservar algunas estructuras del Estado, sobre todo las que manejan y se sirven de ellas (como Petrobras), pero no existe nada como un gran proyecto nacional ni un estratega como Golbery do Couto e Silva.

Incluso la derecha  ha olvidado el proyecto de Brasil “potencia industrial”: hoy la que maneja el país no es una elite industrial sino financiera, que no tiene intenciones de ser una burguesía nacional sino insiste en ser socio muy minoritario de la burguesía global, y gendarme o capataz regional.

Aram Aharonian es periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE) y susrysurtv. Juraima Almeida, es investigadora brasileña, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).

Fuente: http://estrategia.la/2020/07/17/los-militares-brasilenos-reflotan-la-hipotesis-de-guerra-en-la-region/

Fuente de la Información: https://rebelion.org/los-militares-brasilenos-reflotan-la-hipotesis-de-guerra-en-la-region/

 

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América Latina: La cuarentena se hizo «cientena» y nos alcoholizó a todos

La cuarentena se hizo «cientena» y nos alcoholizó a todos

Por Aram Aharonian | 29/06/2020 | Opinión

Fuentes: CLAE – Rebelión -Ilustración: DAQ

Dejamos la cuarentena y entramos en sesentena primero y ya en cientena, con la pregunta del millón dando vueltas: ¿Qué pasará en la pospandemia? Esta cientena nos tiene a mal traer. Uno que se sentía seguro con su trabajo, sabe hoy que puede volverse desocupado en un abrir y cerrar de ojos, si es que ya no lo está y ni siquiera se enteró.

Fabulan que esta historia empezó con una sopa: un chino se comió una de murciélago, y ahora se receta distanciamiento y cuarentena. El mundo se ha volcado entre el pánico, la ciencia, el escepticismo y la distopía que ha provocado el nuevo coronavirus. La normalidad que conocimos no existe más, se ha ido para siempre. Ya ni siquiera se llama normalidad.

Lo tenemos en claro: no vamos a abrazarnos ni estrechar las manos y vamos a andar con barbijos hasta que haya una vacuna. Para las coquetas, salieron a la venta los barbijos de marcas famosas que tienen el mismo efecto que las caseras, pero eso sí, son mucho más caras.

Dejamos la cuarentena y entramos en sesentena primero y ya en «cientena», con la pregunta del millón dando vueltas: ¿Qué pasará en la pospandemia? Esta «cientena» nos tiene a mal traer. Uno que se sentía seguro con su trabajo, sabe hoy que puede volverse desocupado en un abrir y cerrar de ojos, si es que ya no lo está y ni siquiera se enteró.

Tenemos miedo a todo, sobre todo a lo que vendrá. Éste es un miedo novedoso, callado, solapado, escondido y agazapado, que nos hace abrazar con fuerza las almohadas, que es lo único que podemos abrazar para sacarnos el temor.

La cuarentena sirve para angustiarse pensando en sobrevivir. Súmele  el encierro y el miedo al virus. Hay mucho miedo, y éste es –también- un recurso usado por quienes mandan, para mantener el rebaño más o menos ordenado.

Esto no es nada novedoso. Lo hizo la iglesia cristiana durante dos milenios casi, y también –antes y después-  los judíos, musulmanes, hindúes, que invocaron la ira de las deidades para ordenar las sociedades; inventaron rituales, formas de obediencia, pecados imperdonables. En ciertas épocas no tan lejanas instalaron el terror para mantener el control del «rebaño» (y ahora algunos pentecostales insisten con el mismo verso).

También es cierto que la pandemia ha llevado a un aumento alarmante en el comportamiento autoritario de los gobiernos de derecha, aquí en América Lapobre y en el resto del mundo, que están utilizando la crisis para silenciar a los críticos, según dicen en una carta abierta que firmaron más de 500 exlíderes y ganadores del premio Nobel.

Muchas conductas se observan refractarias a las normas, unos por patanería o inconsciencia, por razones de supervivencia, otros por razones ideológicas u odios  apenas partidistas.

Y quizás ahí anide esa negación donde ignorar el peligro oficia como una fórmula para que ese peligro no exista. Hasta que sale a buscar un respirador y una cama en algún hospital y lo virtual se convierte en la cruda y dura realidad.

Pensadores contemporáneos han publicado sus propias reflexiones sobre la pandemia y los efectos que tendrá.  Por ejemplo, “El coronavirus es un golpe al capitalismo al estilo de Kill Bill y podría conducir a la reinvención del comunismo”, escribió el filósofo, sociólogo, psicoanalista y crítico cultural esloveno de moda, Slavoj Žižek. Amén.

Y nuestros opinadores repiten el pensar del norte, que a pesar de estar igualados por la pandemia, sigue siendo el norte, olvidando la necesidad perentoria de vernos con nuestros propios ojos y teniendo en cuenta, siempre, que nuestro norte es el sur. ¡Qué buena oportunidad para intentar retomar el pensamiento crítico latinoamericano, pensando en qué pospandemia –para todos- podemos ir diseñando!

Algunos aluden a una motivación de cambio, otros a un reflejo de la disfunción social y económica, y otros más al poder de los medios y las redes sociales, sin duda más virales que el virus mismo.

Uno de los grandes y graves problemas del distanciamiento social y las medidas sanitarias tomadas en (casi) todo el mundo por la pandemia del coronavirus es que nos han convertido a todos en alcohólicos o en alcoholengélicos. El olor a alcohol no nos sale de la boca, como era el caso de una santa borrachera, sino de nuestras manos.

Pero no hay mal que por bien no venga (uno tiene una cantidad de refranes a disposición que debe usar en alguna parte de la nota). Los barbijos significaron un ahorro en afeites, maquillaje y lápiz labial, pero a medida que el mundo adopta el uso de máscaras faciales, ha surgido un efecto secundario: los dermatólogos están viendo un aumento en los casos de brotes de acné,  que afecta las áreas de la boca y la nariz.

Lo peor de las cuarentenas o «cientenas» es que uno se va acostumbrando a ellas. Vivimos la pandemia virtualmente y la soportamos realmente. En estas medidas de distanciamiento o aislamiento social, los matrimonios o parejas deben estar, obligatoriamente juntos, cara a cara, las 24 horas de todos los días, muchos en pequeñas casas o apartamentos.

¿Habrá subido el índice de separaciones y divorcios? Y ni hablemos de los mártires que tienen suegras viviendo con ellxs (sí, este chiste hoy es políticamente incorrecto).

Uno se va acostumbrando a mirar a los vecinos desde la ventana, a no acercarse a menos de metro y medio de los amigos –ni de los enemigos-, a apagar el televisor, cansado de ver series y películas porque los noticieros uno dejó de verlos a la segunda semana, convencido de que es difícil superar tanta mediocridad, tanta mentira, feikniús, manipulación del imaginario colectivo…

Curas milagrosas, teorías conspirativas, (des) informaciones médicas, catástrofes inminentes viralizadas por las redes sociales y difundidas como ciertas por los medios, circulan, se reproducen. La incertidumbre, el miedo (muchas veces actuado en cámara)y los intereses políticos alimentan el floreciente mercado de la información falsa.

La cuarentena se vuelve una enfermedad, aunque la enfermedad es la infección del coronavirus. El aislamiento no es un castigo, dicen, sino una herramienta terapéutica, pero dolorosa, que atenta contra nuestro sistema de relaciones, la psiquis, la economía.

Hay gente –de alguna forma hay que llamarlos- como Olavo de Carvalho, el astrólogo terraplanista y  gurú del presidente brasileño Jair Bolsonaro,  que dice que el covid-19 no existe, y  que la globalización es una invención de los comunistas. También están quienes afirman que la pandemia es un engaño chino y por ello son anticuarentena  y defensores a ultranza de los negocios (ni siquiera los propios) antes que de la salud.

Claro, también hay gente que dice y escribe que el mundo fue creado hace 6.010 años, que los dinosaurios jamás existieron, que el hombre nunca llegó a la Luna y que todo fue un montaje holiwudense, que el centro de la Tierra es hueco, habitable y que por allí anda Adolfo Hitler. Ah, y están quienes aún hoy aseguran que Carlos Gardel no murió en Medellín hace 85 años…

(La computadora me sorprende reproduciendo Cuesta Abajo, y ahí está Carlitos cantando “…ahora, cuesta abajo en mi rodada,/ las ilusiones pasadas/ yo no las puedo arrancar./ Sueño/con el pasado que añoro,/ el tiempo viejo que lloro/ y que nunca volverá”).

Volver, pero con la frente marchita. La alusión a una vuelta a la normalidad tal vez devenga de una expresión de deseos, y quedará para un tiempo futuro aún no definido. Ese viaje de regreso observará varias escalas (ojalá que con otros pilotos), sin duda.

Permítame salir de América Lapobre y dar una vueltita por los países “serios”, civilizados, que suman centenares de miles de muertos por coronavirus y están al borde la peor crisis económica. Esos países que nuestros queridos y generalmente diestros gobernantes y los medios hegemónicos dicen que debemos imitar para salir del subdesarrollo.

Dos pantallazos primermundistas

Uno: Michael Flor salió en sillas de ruedas y ovacionado por el personal sanitario que lo atendió en un hospital al este de Seattle, en Estados Unidos. Sus 62 días internado lo hicieron famoso en el estado de Washington por pasar más tiempo que nadie luchando contra el coronavirusen un centro médico.

No podía imaginar que volvería a ser noticia unas semanas después al recibir la factura del hospital por un 1.122.501 dólares,  una cuenta que ilustra lo desquiciante del sistema sanitario en la primera potencia mundial.

Dos: Alemania fue el primer país europeo que volvió a confinar a alrededor de 600.000 personas, después de una explosión de casos de coronavirus en dos cantones de Renania-del-Norte-Westfalia, Gütersloh y Warendorf. En el origen de la decisión está una explosión del número de cerca de 1.600 casos positivos en el matadero Tonnies, en Gütersloh, uno de los más grandes de Europa.

La mayoría de sus 6.700 empleados son inmigrantes búlgaros y rumanos, que trabajan en condiciones precarias y se alojan en promiscuas residencias comunes. La totalidad del personal del matadero y sus familias -unas 7000 personas- fueron puestas en cuarentena, 21 personas debieron ser hospitalizadas y seis están en terapia intensiva.

Más de 300 policías fueron enviados al lugar para hacer respetar las medidas sanitarias e impedir que los productos llegaran a los consumidores. Seguramente los manden a algún país subdesarrollado, para poder empezar a desarrollar una nueva pandemia.

Augusto Monterroso, escritor guatemalteco-hondureño-mexicano, escribió un excelente cuento de apenas siete palabras: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. Lamentablemente, mañana, cuando despertemos abrazados a la almohada, la pandemia seguirá ahí.

*Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la) y susrysurtv.

http://estrategia.la/2020/06/27/alcoholizame-la-cuarentena-se-hizo-cientena-y-nos-alcoholizo-a-todos/

Autor: Aram Aharonian

Fuente de la Información: https://rebelion.org/la-cuarentena-se-hizo-cientena-y-nos-alcoholizo-a-todos/

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Abrázame

Por: Aram Aharonian

 

Entre las muchas cosas de las que nos ha privado la pandemia del covid-19, es el abrazo. El miedo, el terror al contagio nos aparta. Nos impide esa  muestra de cariño, de amor, de compañerismo, de saludo, de solidaridad.

Para nuestra información, el abrazo se lleva a cabo con los brazos, ya sea por encima del cuello o por debajo de las axilas,  alrededor de la persona a la que se brinda el gesto, apretando o constriñendo con fuerza y duración variables (según Wikipedia).

Aquello tan cotidiano se ha convertido hoy en algo casi prohibido en tiempos de pandemia y distanciamiento social, cuando es El amor en tiempos de coronavirus: besos con barbijo y millones ...sustituido, entre barbijos y alcohol en gel, en un incosistente toque de codo con codo. Los gatos y gorilas, que también suelen abrazarse, zafaron de la prohibición. El abrazo se ha vuelto peligroso, vea usted.

Expertos de la Universidad de Harvard (¿en abrazología?) pronostican que el distanciamiento social puede extenderse hasta 2022 y el no tocarse, sin dudas, traerá sus consecuencias, cambiarán los hábitos y, seguramente, producirán impactos psíquicos.

Dicen los entendidos que al abrazo nació por desconfianza, cuando los militares (de la época de Qin Shi Huang en la antigua China) se palpaban para asegurarse de que el otro no estaba armado. Qin no pasó a la historia por ello, sino por proclamarse como primer emperador chino y por los Guerreros de Terracota que mandó a construir para su mausoleo mucho antes de su muerte.

Generalmente, el abrazo indica afecto –también condolencia o consuelo-  hacia la persona que lo recibe, una forma de comunicación no verbal. Pero cuidado, también existe el abrazo del oso, aparente demostración de afecto que en el fondo encierra una trampa.  Los lectores de las aventuras de Astérix recordarán los abrazos de Obélix, que destrozaban las costillas de sus adversarios romanos.

El coronavirus crea nuevas formas de saludo en el mundo, sin besos ... Los abrazos constituyen el único lenguaje que el alma comprende. Acaso los cuerpos no sean sino la excusa para que las almas dialoguen. En un abrazo no hay error de interpretación ni entrelíneas.  Nos abrazamos en medio del duelo más mordaz, pero también en el triunfo.

Abrazamos a nuestro cónyuge con lágrimas o entre risas cómplices; a nuestros hijos, a nuestros hermanos, a los amigos. Nos abrazamos con un rival, cuando nos damos cuenta de que también está solo o reconocemos su misma dignidad en la lucha. El abrazo es una maravilla con la que nos topamos todo el tiempo cuando bailamos, incluso con gente que no conocemos.

Y, en la más agobiante soledad de la noche, somos capaces de abrazar la almohada hasta que escampe o llegue el alba sin sueños tan negros.

¿Por qué no podemos prescindir de los abrazos? Tal vez porque venimos de un largo abrazo de nueve meses en el que, sin discursos ni sermones, empezamos nada menos que a existir. ¿Es biológico? El bebé sale del útero y enseguida va a los brazos de la madre: su primer contacto humano es con los brazos de otro (sin contar los de la partera o médico). El abrazo y los brazos son lo que permiten nuestra fusión con el otro.

Sigmund Freud lo dice claramente: el ser humano nace indefenso, mucho más indefenso que el resto de los animales y necesita la El coronavirus revolucionará hasta el saludoasistencia ajena, en este caso de la madre. Sin ese abrazo no puede desarrollarse (Freud no conoció las incubadoras) por sí mismo.

El abrazo es la expresión más primitiva, más arcaica del amor, señala la psicoanalista argentina Amy Krieger. El (con)tacto es fundamental para la sobrevivencia y el desarrollo.

El estadounidense Kevi Zaborney se vio preocupado cuando notó que la sociedad en la que vivía no se abrazaba o se besaba en su vida cotidiana. Ante esto, desde 1986, todos los 21 de enero se celebra ¿en todo el mundo? el Día Internacional del Abrazo, una excusa más para abrazar a sus amigos y familia.

Quizá si la pandemia hubiera aparecido unos años antes, Scott Campbell no hubiera podido escribir La máquina de los Abrazos.

Y tampoco Eduardo Galeano hubiera escrito El libro de los abrazos, donde señala que “Un sistema de desvínculo: El buey solo bien se lame. El prójimo no es tu hermano, ni tu amante. El prójimo es un competidor, un enemigo, un obstáculo a saltar o una cosa para usar. El sistema, que no da de comer, tampoco da de amar: a muchos los condena al hambre de pan y a muchos más condena al hambre de abrazos”.

Hay un único lugar donde ayer y hoy se encuentran y se reconocen y se abrazan, y ese lugar es mañana”, añade. ¿Sin abrazos no hay futuro?

Coronavirus: reencuentros y abrazos en Italia tras la reapertura ...Un gol, una revolución, una primavera, un papá o una mamá y sus niños en la cancha o en un parque- que son siempre extraordinarios y, por tanto, son siempre noticia. ¿Por qué, entonces, los abrazos tienden a no ocupar ningún espacio como noticia o menos espacio que casi todo lo que ocupa algún espacio?, pregunta el maestro-periodista Daniel Scher.

¿Por qué los abrazos que ocupan más espacio en lo que llamamos el espacio noticioso son los abrazos secretos (que no son ni malos ni buenos por ser secretos), los abrazos prohibidos (que no son ni buenos ni malos por ser prohibidos), los abrazos que forman parte del campo del chisme y no del campo de lo cotidiano?

Enamorados, emocionados, pasión, o por compromiso. Los abrazos toman diferentes formas por diversas causas, pero existe una certeza: son saludables. El abrazo, dicen los científicos, provoca en el cuerpo la producción de oxitocina, dopamina y serotonina que son las hormonas relacionadas con la felicidad, el amor y el bienestar. Quizá no curen el coronavirus, pero son imprescindible para la salud espiritual de todos nosotros.

Quizá mañana, hermana, hermano, podremos darnos un abrazo. Quizá. No puedo imaginarme un mundo sin el único lenguaje que el alma pronuncia… y comprende.

Fuente e imagen: http://estrategia.la/2020/06/18/abrazame/

 

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