Por Anita Botwin
Lejos de encontrarnos cerca de la inclusión en las escuelas, se sigue segregando en centros de educación especial, apartando, disgregando la diferencia, en lugar de sumar las partes positivas y negativas que tengan cada uno de los alumnos con o sin diversidad funcional.
Necesitamos urgentemente una sociedad donde todos quepamos, con nuestras diferencias y particularidades, con nuestras dotes y habilidades, con nuestros conocimientos e ignorancias.
El Gobierno recorta y las autonomías no destinan todo lo necesario a la inclusión en las personas con discapacidad. La mercantilización de las personas hace que estemos hablando de una «Eugenesia Escolar».
Nos llenamos la boca hablando sobre inclusividad, integración, equidad, igualdad de derechos, pero a la hora de la verdad le supone un gran esfuerzo a la sociedad llevar todas esas intenciones a la práctica. Cuando hablamos de minorías no se destinan las mismas energías ni recursos para llegar a tales fines.
Lo cierto es que lejos de encontrarnos cerca de la inclusión en las escuelas, se sigue segregando en centros de educación especial, apartando, disgregando la diferencia, en lugar de sumar las partes positivas y negativas que tengan cada uno de los alumnos con o sin diversidad funcional.
Para eliminar esas barreras y llegar a una inclusión se requieren muchos apoyos, como lo son la formación del profesorado, y del personal que vaya a estar en el centro educativo, así como el aumento del personal. También es necesario modificar los centros y la mentalidad y la concienciación de toda la sociedad. La crisis y sus recortes no ayudan, sino que han desmantelado servicios fundamentales para tal fin. “Los recortes en la Comunidad de Madrid se han cebado en la atención a la diversidad”, sostiene Cecilia, “ya que la política del PP tiene mucho que ver con lo que se llama la eugenesia escolar, mecanismo que selecciona a los más aptos y se les dan más facilidades y a los que en teoría son menos aptos se les va dejando por el camino”. La LOMCE es ejemplo de ello, una reforma que pone palos en las ruedas para ir seleccionando a los que considera mejores para un modelo productivo en el que apenas hay oportunidades para la formación académica, puesto que está destinado al sector servicios.
Por otro lado nos encontramos con la sobreprotección de algunos de los padres que prefieren los colegios de educación especial segregados y apartados del resto.
Chisco Fernández ha trabajado 20 años en el mundo de la discapacidad y ahora es asesor de Ahora Madrid. Considera que el papel que juegan los padres es crucial para conseguir el cambio, ya que a veces se busca una falsa sensación de mayor protección en la educación segregada, que a veces está creada por las propias asociaciones de padres. “Es difícil decir a la gente que apueste por otro modelo inclusivo ya que dudan que sean igual de atendidos que en los que ellos mismos han creado”.
En el profesorado de educación especial también se encuentran resistencias.
La parte de la visibilización en la inclusividad es crucial para el cambio, es todo una cuestión de apoyos. “La inclusión es aceptar lo bueno y lo malo y lo bueno es infinitamente más potente que los efectos negativos”, asegura Chisco.
Algunos docentes -minoría- también forma parte de esa exclusión de lo diferente por su mentalidad. “Educar no debe ser sólo dar clases de su asignatura, sino la socialización, discusión y el debate, que forma parte del aprendizaje también”, afirma Cecilia.
Si la educación es un derecho universal, todo el mundo tiene derecho a acceder a ella. “Es importante fomentar también equipos de formación entre iguales, que son fundamentales para que haya alumnos que puedan evitar los conflictos. Seguimos aun pensando en el concepto de escuela que se basa sólo en las notas y en los resultados académicos”, explica Cecilia.
“El modelo de escuela actual es completamente mercantilista y se basa en echar cuanto antes a la gente de la escuela. Los recortes se ceban en educación y no en otras cosas. La LOMCE es carísima para todas las reválidas, cuando todo ello sería apoyo a los profesores”, sostiene Cecilia. “Lo que se ha recortado es la atención a la diversidad. Se hace una selección de los buenos alumnos, en lugar de destinar ese dinero para la igualdad social”, denuncia la Diputada.
Los recortes, la falta de recursos y de especialistas hacen que algunos docentes a pesar de querer inclusividad no se vean con fuerzas. Colegios desbordados donde los docentes no dan abasto sin apoyos y les es imposible poder trabajar con personas con discapacidad, que necesitan supervisión de profesionales especializados en función de sus necesidades.
Desde Europa se pide que se reduzca en España el abandono escolar temprano y sin embargo se ponen tasas en la universidad y trabas para que los alumnos sigan con sus estudios. Hay un informe de la OCDE que es para una escuela equitativa, ya que dice que una sociedad es económicamente eficaz si no hay una brecha social y a partir de ahí da unas recomendaciones en las cuales se encuentran consejos para fomentar la igualdad, y que se incumplen por parte del Gobierno Central y muchas comunidades, como la andaluza.
El caso de Javier es especialmente grave. Hablo con su madre y me cuenta que su hijo, de 3 años quiere ir al colegio y no puede ya que no le asignan un monitor. Javier tiene Síndrome Nefrótico Congénito Finlandés y necesita alguien formado que esté con él en el aula ya que debido a su enfermedad necesita atención continua. La familia está luchando para conseguirlo y han iniciado petición de firmas entre otras acciones. «Javier me pregunta todos los días: mami cuándo voy a ir al cole, yo quiero ir a cole. Se me parte el alma, porque no sé qué contestarle”, me cuenta su madre, Mari Carmen. “Yo quiero escolarizar a mi hijo y que me pongan todos los medios, pero no me ayudan”, denuncia. Solicitaron el monitor a la Junta de Andalucía, pero hasta el momento la Administración no se lo ha concedido y les dicen que en el centro ya hay una profesional para un aula específica, pero «atiende a cinco niños y no tendría tiempo para estar con mi hijo», explica Mari Carmen. También les han propuesto que la profesora esté más pendiente de Javier, pero los problemas de salud del pequeño no se pueden poner en riesgo de esa manera, ya que necesita atención constante. “Yo sólo pido que mi hijo tenga el mismo derecho que el resto para ir al colegio”.
En diciembre se cumplirán 10 años de la Convención de Derechos de las personas con Discapacidad de la ONU, y en el artículo 24 dice que la educación en las personas con discapacidad debe ser inclusiva, sin ningún tipo de matiz. “En España estamos muy lejos de cumplir ese objetivo” asegura Chisco. “En el País Vasco sí hay modelos donde ya no hay colegios de educación especial, pero la mayoría del país no ha avanzado en este sentido”. Cecilia coincide en cuanto a que en el País Vasco hay un programa excelente de inclusión, donde existe la eliminación de barreras y señala la importancia de la concienciación de la comunidad educativa. “La Administración debería trabajar codo con codo con los profesionales y los padres para marcar un itinerario de cara a conseguir la total inclusión. Si las Comunidades Autónomas tienen ganas de verdad de hacerlo podrán”, sostiene Chisco. Es importante ver los efectos positivos que tiene la inclusión, ya que al convivir con ello desde pequeños se generan relaciones interesantes y muy especiales para niños con o sin discapacidad. Es muy positivo también que los niños sin discapacidad conozcan esa realidad, que la compartan, que puedan echar una mano y que tengan amigos y sin embargo “les están robando esa experiencia en la que espontáneamente les echan una mano y les integran sin que nadie esté pendiente”.
Los niños con diversidad funcional tienen sus problemas y dificultades como todo el mundo, pero se tiende a normalizar. “Con que estuvieran en el mismo colegio y se encontraran en algunas clases yo ya firmaba por ello, porque eso ahora mismo no es así. Si al menos estuvieran juntos en el mismo colegio la educación especial y la normativa ya sería un éxito. Luego a cada niño con su discapacidad habría que diseñarle su propio plan en función del tipo de discapacidad que tuviera”, opina Chisco.
Esta nuestra sociedad trata de excluir a las minorías sociales, que quedan en el silencio, olvidadas por las Instituciones y el modelo liberal en el que estamos inmersos. Si no vas a ser productivo, directamente no interesas. Es el momento de apostar por la diversidad y la inclusión, que lejos de ponernos obstáculos nos hará una sociedad más libre y justa.
Necesitamos urgentemente una sociedad donde todos quepamos, con nuestras diferencias y particularidades, con nuestras dotes y habilidades, con nuestros conocimientos e ignorancias.
Fuente: http://www.eldiario.es/retrones/Eugenesia-Escolar-versus-Inclusion-Educativa_6_562453757.html
Imagen: images.eldiario.es/fotos/Javier-puertas-colegio-deniegan-monitor_EDIIMA20160924_0364_19.jpg