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Nuestra América, tiempos de esperanza

 

La rebeldía que recorre Nuestra América dignifica el sentido pleno del sueño unitario e integrador de los próceres fundadores de las naciones hoy en disputa, los tiempos esperanzadores vuelven con la brisa enfurecida que derriba la injuria pedante del opresor, las cordilleras ven pasar a sus pueblos enardecidos de orgullo y valentía dirigiéndose a los centros del desprecio para tender la mano incluso a quienes por siglos los ignoraron, pueblos originarios, mestizos, campesinos, obreros, mujeres y hombres, proletarios todos en el sentido emancipador, Nuestra América despierta y entre piedras y palos clama por su liberación. Tiemblan los poderes sostenidos por las capillas y capellanes de la explotación, caen las rejas, muros y ballestas, en su lugar nacerán las flores primaverales que tanto cantara Pablo Neruda, pues nos han robado todo menos la dignidad.Terremoto profundo en el neurálgico centro de lo convencional, grietas de nuevo siglo, singular muestra antiortodoxa de las variables palpables de la verdad, el subterráneo malestar que aflora es producto del desprecio acumulado, gota por gota rebosa la inoperancia de un mundo regido por la idea y el deseo de poseer mucho antes de ser, por la imaginaria felicidad construida por la valoración material de la esencia habiendo relegado la única e innegable necesidad; el ser humano es en sí mismo la razón de su existencia, todas las determinaciones impuestas por normas codificadoras y enajenadoras no son más que meras distracciones de la dominación, lo que hoy vivimos va mucho más allá de una simple reivindicación de los oprimidos, vivimos la expresión de la crisis capitalista y todo el mundo que creó, los tiempos que nos asisten traen como reto la responsabilidad de asumir el rol correspondiente para contribuir a la nueva era que nos llama.

Las grandes movilizaciones de Haití, Ecuador, Chile, Costa Rica, Brasil, Argentina, Perú, Guatemala, Honduras, Colombia contra el neoliberalismo y la resistencia heroica de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia frente a los intentos de golpes de estado imperialistas, exigen el resurgimiento del pensamiento crítico libertario reformulando cada una de sus concepciones de la realidad concreta, la puesta en juicio de los conceptos elementales, generales y específicos se mezcla con la necesaria revisión táctica y estratégica para la resistencia y el proyecto emancipador, cuestionar todo fue la premisa siempre de Carlos Marx, incluso lo planteado por él mismo, cuestionarnos todo el presente no es ir en contra de esa gran enseñanza, es justamente ponerla en práctica reconociendo la vigencia del marxismo y el pensamiento latinoamericano (antiimperialista y anticolonial) para dar su lugar al planteamiento revolucionario que agrupe una y otra herencia con el fin de servir a la humanidad, las voces que claman por la libertad nos conducen al ejercicio pleno del compromiso y del pensamiento.

La ejemplar hazaña revolucionaria de Cuba tras sesenta años, sigue brillando como la estrella suprema en el cielo rebelde de nuestros pueblos, su grandeza va más lejos que el hecho de vencer a la potencia imperialista en el sentido de la guerra, su ejemplo se funda en la moral y la ética de transformación, en el compromiso y el estudio objetivo de las condiciones de lucha, en el continuo análisis de los avances y los retrocesos, en el hacer y el revisar, en el rectificar si es necesario, pero nunca jamás en traicionar, desertar o rendirse, el ejemplo revolucionario cubano ha hecho importantes aportaciones al pensamiento revolucionario latinoamericano y mundial, las ideas y análisis de José Martí, Fidel Castro, Ernesto Che Guevara, Raúl Castro, Roberto Fernández Retamar y otros pensadores y pensadoras muestran ese paradigma vigente que se debe asumir, que sumado al de Simón Bolívar, Augusto Sandino, José Carlos Mariátegui y tanto más, acrecienta la luz del saber nuestro. El socialismo sigue vigente y su construcción es necesaria: la fuerza viva transformadora que recorre nuevamente Nuestra América habrá de nutrirse de la herencia para superarla cambiando el mundo.

Los tiempos de esperanza regresan como brisa y como anhelo, Nuestra América se renueva dejando a un lado al fin heridas palpitantes, las huellas de las dictaduras que tan obstinadamente la ultraderecha quiere revivir, son aplastadas los pueblos retomando la memoria robada y exigiendo constituyentes que borren toda ley dictatorial, los sujetos revolucionarios siguen multiplicándose, con su diversidad agrietan la profundidad de la opresión, hacen complejo el entramado del acontecer pero lo enriquecen para la formulación de naciones realmente integradoras de toda su necesidad, la belleza que cubre la rebeldía tiene su poética propia, son los pueblos los que hacen la historia, Nuestra América escribe ahora una página nueva de libertad.

Fuente del artículo: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=262086

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Superar las sombras para emancipar los pueblos

Por: Cristobal León Campos 

El socialismo es la opción real para superar los males del capitalismo, no para moldearlos o maquillarnos, es el proyecto liberador que requerimos con urgencia..

La sombra que dibuja el pasado suele pesar mucho más de lo que se quisiera o reconoce, esto en la vida cotidiana de un individuo como en los proyectos colectivos que buscan fomentar cambios trascendentales en la estructura social, viejas formas se repiten creyendo que traerán el resultado deseado ¿pero cómo han de funcionar las cosas de antaño en un presente ajeno a muchos de los aspectos que dieron lugar al origen de las ideas propuestas? La renovación del análisis de la realidad, la mirada puesta en lo concreto del cotidiano devenir de la sociedad tiene que repensarse a cada instante, sea para reafirmar postulados interpretativos o para desplazarlos y permitir la reformulación de los proyectos sociales que busquen transformar las condiciones de vida desde la realidad objetiva, el estudio de las estructuras que dan sustento a la sociedad en cuestión es irremplazable, lo profundo de la médula central que sustenta al capitalismo hay que rastrearla en los orígenes mismos del postulado inicial que diera lugar al sueño del socialismo; la lucha de clases sigue siendo el motor de la historia. Hay que volver a mirar la teoría de la acumulación originaria donde se explica la naturaleza depredadora del capitalismo, hoy la utopía socialista sigue vigente porque se sustenta en esa misma contradicción del sistema al que cuestiona, pero también sobre el socialismo pesan lozas ideológicas, ya sea que fueron formuladas por los ideólogos e intelectuales del capitalismo para desprestigiarlo o ya sea que fueron creadas en la práctica misma de quien dijo estar cambiando hacia la construcción de una sociedad superior.

La batalla venidera, la que dará luz al socialismo en el mundo, tiene que partir de cuestionar el mismo proyecto, repensarlo, replantearlo, reformularlo, criticarlo como si se fuera el peor enemigo y, a la vez, ir en ese ejercicio de auto-conciencia consolidando cada una de las partes actuales, cada una de las interpretaciones y conceptos que tiene aún más razón de ser en esta sociedad del siglo XXI, nuevamente amenazada por la voracidad neocolonialista de las potencias imperialista del mundo y por el incremento de la inhumana lógica de reproducción del capital. Fue el propio Carlos Marx quien planteó la necesidad de dudar de todo para generar el avance del conocimiento y de las sociedades. El pasado con toda su sombra tendrá que dar paso a la luz de la urgencia y la necesidad que se encarna en el único camino para superar el apocalipsis humano que vivimos: el socialismo resurgirá como siempre lo ha hecho.

Replantearnos el proyecto socialista no es para abrir viejos debates o rencores sobre revisionismo y ortodoxia, todo aquello que aletargó el avance en la construcción de sociedades más justa debe ser erradicado de las prácticas de la izquierda socialista, aún hoy, adoradores de la ortodoxia siguen emulando la imagen del estalinismo que en muchos casos ni vivieron, copian fórmulas o repiten recetas, pero olvidan lo concreto de la realidad, lo complejo del entramado social y más en sociedades como las presentes en donde la misma palabra socialista es asociada a regímenes contrarios al ideal propuesto, el replanteamiento del socialismo requiere una doble o triple disputa, necesita superar esa imagen que desprestigia con el solo nombre al proyecto y poder ponerlo de nuevo como una opción deseable por los oprimidos del mundo, necesita un debate que abierto, libre, emancipador y desde luego proyectivo que cimente el resurgimiento del movimiento anticapitalista y revolucionario.

Las actuales experiencias de lucha dan luz en esta noche larga en la que muchos siguen buscando su rumbo por haberse alejado de la realidad, los sujetos sociales levantan las manos en el pase de lista de la historia y hay que estar ahí para tomar la nota de sus enseñanzas, el socialismo es la opción real para superar los males del capitalismo, no para moldearlos o maquillarnos, es el proyecto liberador que requerimos con urgencia, pero no podemos seguir pensándolo como hace décadas o siglos, muchos de los partidos comunistas aletargados en sus juicios siguen hablando de formulas de otros tiempos, la vanguardia está en lo cotidiano: en la mujer que destruye al patriarcado; en los trabajadores y las trabajadoras que organizan piquetes y cooperativas o toman los centros de producción para exigir sus derechos; en los campesinos y las campesinas que defienden sus tierras y rechazan la expropiación genocida de la modernidad; en los estudiantes que se atreven a soñar con países libres, democráticos, justos y soberanos; en los pueblos originarios que defienden su cultura y su presente puesto en juego en esta compleja y contradictoria realidad reafirmando su autodeterminación y construyendo la autonomía. La vanguardia está reformulando las demandas y las prácticas concretas de la resistencia, el socialismo para reconvertirse nuevamente en la opción real de los pueblos oprimidos tiene que reformularse, pero todo ello requiere del ejercicio crítico de nuestra misma utopía, la superación de las sombras del pasado y la abolición de los temores que detienen la marcha de nuestros esfuerzos por la liberación definitiva. El socialismo es vigente y es el camino emancipador: construyámoslo reformulando o reafirmando desde la raíz sus fundamentos de análisis social y libertad humana.

Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/superar-las-sombras-para-emancipar-los-pueblos/

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Ayotzinapa: dos años de impunidad

Por: Cristóbal León Campos

Un entorno de impunidad sirve de antesala al cumplimiento de dos años del crimen de Iguala en el Estado de Guerrero, los 43 siguen perdidos en la oscura noche que ha desgarrado al país hasta en su última esencia, el dolor sigue siendo el mismo, la humanidad frente a la sinrazón del poder, Ayotzinapa es la síntesis de la rabia y el cinismo con que se escribe la historia nacional.

El sentimiento general de la sociedad es referente del malestar que impera en toda la geografía mexicana, desconcierto y temor, indignación y frustración. Desesperanza que buscan los poderosos implantar en las mentes y los corazones de la sociedad, la violencia y su monopolio estatal pretende acabar con toda ilusión de establecer la justicia y un poco de razón en un país burlado al grado descarado de que el llamado presidente olvida por error de imprenta respetar las leyes, ¿qué podemos esperar frente a tanta impunidad?, ¿acaso hay salida ante el desamparo social?, la frente en alto de los padres que buscan a sus hijos desaparecidos es la respuesta más cabal que en los últimos años hemos presenciado, nada está perdido mientras la fuerza de la utopía nos empuje a seguir resistiendo.

El tiempo pasa, se pierde en los calendarios del poder, entre telenovelas recicladas y alienantes del sentido humano, pero abajo, ahí donde la mirada de quien dice mandar no alcanza a llegar, donde aquellos que juegan con nuestras vidas llamándole “desarrollo” no pueden por lo menos nombrar, ahí, ahí mismo y desde siempre, el tiempo es otro y pasa, claro que pasa, sólo que su paso es diferente, si arriba se olvida, abajo se recuerda, un recuerdo muy humano, muy propio de quienes el dolor les asiste junto con la razón del reclamo, ahí donde habita la dignidad, ahí la utopía es praxis y se materializa en la resistencia, el otro mundo existe desde hace tanto en el palpitar humano de los puños siempre en alto.

La impunidad se viste de gala, le gusta cuando se cumple un aniversario más, se sabe o mejor dicho se cree vencedora, la mesa ponen los cerdos y en ella asientan sus gruesas billeteras vacías de humanidad, comen en platos comprados en tiendas extranjeras pero elaborados por las manos humildes del trabajador virtuoso, comen, se atragantan, chorrean sangre que limpian con los finos manteles tejidos en las maquiladoras sobre-explotadoras, tal y como dijera aquel viejo alemán de blanca barba, el sistema funciona, no hay estado fallido, no hay estado de excepción, hay un Estado que funciona como fue concebido, para y por los intereses del dinero, del orgullo falso vestido a la moda y al servicio de quien gobierna.

Dos años y las calles se cubren de la rabia, del dolor digno, de la resistencia que con voz rebelde nuevamente clama por justicia y pide se resuelva un caso de barbarie. Al tiempo de los poderosos que promete olvido se le antepone la memoria colectiva, la memoria que nos mantiene vivos y llenos de esperanza, arriba se espera que Ayotzinapa sea un recuerdo, una efeméride más entre tantas tragedias, quieren burlarse por siempre y reír cada 26 de septiembre señalando a quien se sume al reclamo, criminalizan la vida, exaltan la muerte, se olvidan que de la ceniza el fénix hace más fuertes sus alas, el fuego de la memoria transformará esta realidad convirtiéndola en otro mundo, uno mucho mejor donde habrán de caber todos los mundos.

Democracia le llaman a un sistema que impone mientras pisa, huellas de las botas militares se rastrean en la noche de Iguala, silencios oficiales, verdades falsas, falsos quienes apoyan la ignominia, aquellos que en la prensa o en la televisión dicen la mentira del poder y la repiten para que poco a poco sea creída por la sociedad, falsa democracia con olor a droga, a terrorismo, a pólvora e impunidad, sistema de papel con dientes de sable, democracia con cara oculta, oscura y siniestra es su verdadera naturaleza, la luz de los pueblo dará lugar al gobierno de la razón.

Ayotzinapa vive, resiste, nos alienta, nos enseña, es ejemplo de dignidad y persistencia, el llanto continuo de los padres es fuerza para los espíritus desgastados. Ayotzinapa es utopía realizable, es la verdad más fuerte de nuestras voces gritan. Ayotzinapa es humanidad, es amor, es sentimiento, es el canto de ilusión que desde nuestras almas brinda el coraje para insistir frente a tanta impunidad, barbarie e inhumanidad.

¡A DOS AÑOS AYOTZINAPA VIVE Y RESISTE!

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=217258&titular=ayotzinapa:-dos-a%F1os-de-impunidad-

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