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La ciencia rehén o cómplice de un mismo virus, el capitalismo

Por: Eduardo Camín y  Nicolás Centurión|

El ser humano podría parecer una especie privilegiada, favorecida por la evolución tras años de errores adaptativos y que aparenta haber adquirido el máximo perfeccionamiento al que pueda aspirar un ser vivo. Por un lado, ha llegado al extremo de poder modificar a voluntad las condiciones en casi cualquier rincón del planeta para adaptarlo a sus necesidades, demostrando así su control sobre el ambiente.

Los humanos hemos convertido desiertos en zonas habitables, se han explotado bosques y selvas enteras para extraer recursos materiales y energías y han domesticado especie animales y vegetales para poder alimentarse de ellos. Pero también ha hecho lo inverso y se puede decir sin ninguna duda que es la única especie que puede transformarse en su no-ser. Es decir, se puede deshumanizar a sí misma.

Por el otro lado, el ser humano se ha adentrado en el siglo XXI en una nueva era en la que es capaz de actuar sobre la biología del resto de las especies. Con ello no solo ha alterado su evolución y adaptación, sino que todos aquellos organismos que le rodean y conforman la biosfera en su conjunto, desarrollando así un control sobre sus genes y la forma en la que manifiestan.

Sin ir más lejos los humanos han creado vacunas a partir de virus y bacterias existentes que ahora le protegen de las enfermedades que provocaban ellos mismos. Además de diseñar y modificar variedades de alimentos proporcionando vitaminas que inicialmente estaban desprovistas.

Para llevar a cabo estas hazañas el cerebro ha sido el estandarte con el que vencer cualquier obstáculo que pudiera interponerse en su camino y la tecnología, su mejor aliada en este empeño.

Visto así, la trayectoria actual de la especie humana parecería ahora mismo imparable, independientemente ya de factores ecológicos de cambios ambientales que en etapas pretéritas truncaron el porvenir de tantas especies.

Bajo este optimista punto de vista, desvinculado de la dinámica del mundo natural y propio del mundo occidental industrializado, el auténtico potencial de la especie humana estaría comenzando a despertar justo ahora y su etapa de esplendor estaría aún por llegar.

Sin embargo, un punto de vista diametralmente opuesto a este tecno-optimismo considera que el excesivo uso de la tecnología, que la especie ha hecho en las últimas décadas habría mermado las capacidades adaptativas naturales del ser humano.

Para los defensores de esta visión, las necesidades energéticas y materiales cada vez mayores estarían debilitando a la especie humana y haciéndola mucho más vulnerable ante cualquier eventualidad de lo que fueron en el pasado. A la vez que la destrucción de los recursos naturales estaría poniendo en entredicho su supervivencia en la Tierra.

Dios y la Ciencia : La filosofía materialista aliada del ...El destino se enmarca en esta disyuntiva. El futuro en el que se encamina la especie humana, Homo Sapiens, oscila entre las ventajas que comporta haber adquirido y desarrollado una inteligencia sin parangón, capaz de modificar su entorno hasta límites insospechados hace apenas unos siglos atrás y los riesgos que asume el seguir siendo un ser vivo que depende de las condiciones ambientales constantes, pero que está cambiando como consecuencias de sus acciones.

El desfasaje entre la ciencia y lo político 

Como hemos visto, el análisis de la sucesión de hitos evolutivos permite conocer que en las últimas décadas se han conseguido logros científicos y tecnológicos que abren las puertas a escenarios esperanzadores. Pero estas puertas en realidad están cerradas para la mayoría de la humanidad.

Cualesquiera que hayan sido los problemas del analista social clásico, por limitados o por amplios que sean sus conocimientos, la realidad del mundo actual nos marca los tiempos históricos de este debate. Debatir, ejercer la crítica teórica, desarrollar la imaginación es siempre la responsabilidad que se deriva de conocer y explicar la diversidad humana.

Dicho debate entre métodos, valores, conciencia y ciencias sociales está presente en todas las sociedades y se puede rastrear en las diversas comunidades científicas de todos los países. No obstante, desde hace mucho tiempo acudimos a una nueva dinámica del pensamiento. Muchos dirigentes de las ciencias políticas pretenden demostrarnos que la lógica actual del pensamiento pragmático, capitalista es pensar para y desde el mercado, donde los nuevos referentes sociales son la competitividad, racionalidad, productividad y eficiencia.

Romper el bloqueo teórico y político que teje esta sociedad del conformismo regido por el mercado, acabar con el miedo que impone el poder, asumir el valor crítico de un proyecto alternativo, deben de ser estas las razones de la democracia. elMontevideano - Laboratorio de Artes: PROMETEO EMPRENDEDOR ...

Que la verdadera teoría del derrame sea la de los alimentos en un mundo donde se produce para más personas de las que lo habitan, pero en un hemisferio tenemos gente que se muere de hambre y otros de obesidad mórbida.

Un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano se desperdicia, lo que representa unas 1300 millones de toneladas apróximadamente al año, según la FAO. Derrame de acceso a la cultura, a la educación y a la salud de calidad. Trabajo digno, esparcimiento. ¿No están las condiciones dadas?

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El capitalismo es, en primer lugar, de una profunda desigualdad económica. El principio maximizado de la ganancia lleva en su seno el del desarrollo máximo y agudo de la tecnología independiente de la racionalidad humana. La reificación de los medios consecuentemente conlleva inevitablemente, al predominio de la ciencia sobre la ética y de la economía y la tecnología sobre la política.

Una pequeña parte de la sociedad posee tesoros inmensos, lleva una vida lujosa y gasta sumas faraminosas en la satisfacción de sus demandas a menudo perversas, mientras una mayoría que crean todos sus valores viven muchas veces en la miseria y la ignorancia, sin poder cubrir sus necesidades elementales.

Si bien la experiencia científica nos enseña que ningún fenómeno surge sin causa «de por sí» «de la nada» todo fenómeno tiene origen en lo que lo engendra, y lo que surge bajo la acción de la causa se transformará en efecto.

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Por lo tanto, la formulación de todo problema requiere que enunciemos los valores implicados y la amenaza a esos valores. Porque la amenaza sentida a los valores estimados es la sustancia moral necesaria de todos los problemas importantes de investigación social. Pensar, por lo tanto, nos debe situar, en la esfera de reflexión cuya potencia radica en la capacidad para desarrollar y constituir una razón crítica.

Se suele situar a la tecnología y a la ciencia como neutras, ascépticas y casi autómatas, en nombre del progreso, la eficiencia y la razón. Como si se tratara de una locomotora a vapor con rieles sin fin. En cambio la realidad nos demuestra lo contrario, que los grandes laboratorios, Silicon Valley y los complejos militares despuntan cifras desorbitantes para investigaciones científicas de las que poco o más bien nada sabemos y que se utilizan para seguir aceitando los engranajes de la dominación y el aumento de la tasa de ganancia.

La trama compleja de nuestro pensamiento y análisis suele tocar puerto en muelles que se bifurcan. Al final del día es si los avances científicos recaen en manos de unos pocos con fines inconfesables, donde la realidad nos va a devolver un capítulo de Black Mirror como preludio de nuestro futuro o si se expande para que la humanidad pueda desarrollarse plenamente, donde quepamos todos y el futuro nos sea posible.

Fuente e imagan:  http://estrategia.la/2020/06/02/la-ciencia-rehen-o-complice-de-un-mismo-virus-el-capitalismo/

*Centurión es Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP). Camin es un periodista uruguayo, acreditado en la ONU en GinebraAmbos analistas asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)

 

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Millones de niños obligados a trabajar como consecuencia de la Covid-19 ¿o del capitalismo?

Por: Eduardo Camín

 

Millones de niños corren el riesgo de tener que trabajar como consecuencia de la crisis de la Covid-19, lo que podría propiciar un aumento del trabajo infantil por primera vez tras veinte años de avances, según se desprende de un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Según el informe «Covid-19 y trabajo infantil: En tiempos de crisis», es hora de actuar; el trabajo infantil había disminuido en 94 millones de niños desde 2000, una mejora que ahora podría verse amenazada. Las estimaciones globales en 2017 indicaban que 152 millones de niños trabajaban en todo el mundo. Los niños que ya trabajan podrían tener que hacerlo durante más horas, o en peores condiciones.
Muchos de ellos podrían verse obligados a realizar las peores formas de trabajo, lo que causaría un daño significativo a su salud y a su seguridad.  “Habida cuenta de las graves consecuencias de la pandemia en los ingresos de las familias, muchas de estas, al no tener apoyo alguno, podrían recurrir al trabajo infantil”, afirmó Guy Ryder, Director General de la OIT.
“La protección social es fundamental en épocas de crisis, puesto que permite brindar asistencia a los más vulnerables (..) “Tener en cuenta los problemas asociados al trabajo infantil en el marco de políticas de mayor alcance sobre educación, protección social, justicia, mercados de trabajo y derechos humanos y laborales a escala internacional supone una diferencia fundamental”, añadió Ryder.
Según el informe, la pandemia podría resultar en un aumento de la pobreza y por tanto en un incremento del trabajo infantil, ya que los hogares utilizan todos los medios disponibles para sobrevivir. Algunos estudios aseguran que un aumento de un punto porcentual del nivel de pobreza conlleva un aumento del 0,7%, o más, del trabajo infantil.
“En tiempos de crisis, el trabajo infantil se convierte en un mecanismo de supervivencia para muchas familias”, dijo la Directora Ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.  “A medida que la pobreza aumenta, las escuelas cierran y la disponibilidad de los servicios sociales disminuye, más niños se ven empujados a trabajar», señaló.
Fore añadió que «Cuando imaginamos el mundo después de la Covid, debemos asegurarnos de que los niños y sus familias dispongan de las herramientas necesarias para afrontar tormentas similares en el futuro: una educación de calidad, servicios de protección social y mejores oportunidades económicas pueden cambiar las cosas”. Hay cada vez más pruebas de que el trabajo infantil está aumentando a medida que las escuelas cierran durante la pandemia, lo que actualmente afecta a más de mil millones de alumnos en más de 130 países. Incluso cuando se reanuden las clases, es posible que algunos padres ya no puedan permitirse enviar a sus hijos a la escuela.

Día Mundial contra el trabajo infantil: el trabajo no es cosa de niños

 

Como resultado, más niños podrían verse forzados a realizar trabajos peligrosos y de servidumbre. La desigualdad de género puede agudizarse, puesto que las niñas son particularmente vulnerables a la explotación en el sector agrícola y en el trabajo informal o doméstico, según el informe.

 

 

 

En el informe, OIT y Unicef proponen un conjunto de medidas encaminadas a paliar el riesgo de que aumente el trabajo infantil, entre ellas, ampliar la protección social, facilitar la concesión de créditos a hogares en situación de pobreza, promover el trabajo decente para los adultos, facilitar el regreso de los niños a la escuela sin costos de escolaridad, y disponer de más recursos para realizar inspecciones laborales y hacer cumplir la ley.

 

Trabajo infantil; el catalogo de la deshonra

Los tiempos cambian. Hace menos de un año la Asamblea General de Naciones Unidas había instado a la comunidad internacional a emprender actividades para erradicar el trabajo forzoso y el trabajo infantil, y había declarado al 2021 como el Año para la Eliminación del Trabajo Infantil.

El desafío previsto para 2025 aparentemente se adelantaba en cuatro años. Hoy es más que probable que se agraven las causas fundamentales del trabajo infantil y el trabajo forzoso, entre ellas la pobreza, el acceso limitado a oportunidades de trabajo decente para las personas en edad legal de trabajar, la marginación social, la discriminación, la falta de una educación universal de calidad, la prevalencia de la economía informal y la debilidad del diálogo social.

El último relevamiento de la OIT en el año 2017 detectaba 218 millones de niñas y niños que realizaban alguna actividad productiva en el mundo. De ellos, 152 millones, el 70 % formaban parte del trabajo infantil y cerca de la mitad (73 millones) realizaba trabajos peligrosos.

México concentra la mitad del trabajo infantil en América Latina ...

El informe resalta que la crisis económica y social afectará especialmente a los niños. Se estima que este año entre 42 y 66 millones de niños podrían caer en la pobreza extrema como resultado de la crisis, lo que se suma a los 386 millones de niños que en 2019 ya se encontraban en esa situación.

Los niños “invisibles” que provienen de grupos minoritarios marginados, discapacitados, personas que viven en la calle y sin hogar, hogares monoparentales o encabezados por niños, migrantes refugiados, desplazados internos o de zonas afectadas por conflictos o desastres, son más vulnerables al trabajo infantil y corren un riesgo especial en la crisis actual. Los niños, en particular las niñas, además del riesgo de trabajo infantil, pueden verse abrumados por el aumento de las tareas domésticas y las responsabilidades de cuidado.

Las personas y familias vulnerables que han perdido sus empleos en la economía informal, y que necesitan urgentemente financiamiento para la supervivencia del hogar pero que tienen pocos ahorros y un acceso limitado a la protección social u otras formas de apoyo del Estado, es probable que corran un mayor riesgo de ser víctimas de los prestamistas que conceden créditos en condiciones que constituyen servidumbre por deudas.

Los trabajadores vulnerables tienen más probabilidades de ser engañados y atrapados en trabajos forzosos. La probabilidad de que más trabajadores contraigan deudas para sobrevivir, hace que el riesgo de aumentar la servidumbre por deudas sea particularmente importante. Las redes criminales pueden utilizar activamente esta crisis mundial para explotar las vulnerabilidades a fin de restringir aún más la libertad de las víctimas y aumentar el beneficio financiero que generan el trabajo forzoso y la trata de personas.

Las restricciones a la circulación pueden modificar las formas de explotación. Por ejemplo, las mujeres y los niños pueden ser explotados sexualmente con fines comerciales por sus abusadores en línea o en domicilios privados.

 

Los controles más estrictos en las fronteras pueden aumentar el riesgo de trata de personas. De hecho, las víctimas con documentación confiscada pueden correr el riesgo de sufrir abusos, detención y revictimización por parte de agentes de seguridad/policía que aplican cuarentenas y gestionan puntos de control.

Las víctimas a quienes los explotadores les han quitado su documentación personal pueden experimentar barreras adicionales para acceder a los servicios de salud y otros servicios relacionados con la Covid-19.

Una condena inherente al capitalismo

Una mirada mas inquisitoria del trabajo infantil por sector de la actividad económica arroja que el 70,9 % lo hace en la agricultura, el 17,2 % en los servicios y el 11,9 % en la industria.

El peso superlativo del sector primario indica el carácter aberrante del capitalismo que en pleno siglo XXI se aprovecha de la fuerza de trabajo de los menores en las tareas más duras y en las peores condiciones, expuestos a las altas temperaturas, a los agrotóxicos, a las alimañas, en síntesis, el trabajo en la naturaleza bajo el capitalismo no es apto para los niños y niñas.

Por fuera de la actividad agrícola, multinacionales como Apple, Samsung, Sony, entre otras, han sido denunciadas por obtener el mineral de cobalto para la fabricación de baterías para celulares o tablets de mano de miles de niñas y niños en el Congo.

En el mundo se registró en el último cuarto del siglo XX un resurgir del trabajo infantil en países sobre todo de Asia que han desarrollado sus industrias con trabajo muy simplificado, volviendo en algunos casos a situaciones de trabajo preindustrial.

Hasta aquí hemos visto como usa el capital la fuerza de trabajo y su propia dinámica de valorización nos lleva a la conclusión de que el trabajo infantil le es inherente.

Las actuales formas extremas de trabajo infantil, en la que los niños sufren tanto el efecto de las condiciones del trabajo peligroso como el trauma de la coacción, la amenaza de una pena y la falta de libertad, requiere la adopción de medidas urgentes por parte de los gobiernos y la comunidad internacional.

Pero las metas que declaman, los organismos del sistema de Naciones Unidas no pasan mas allá de las buenas intenciones, puesto que no atacan a la raíz del problema, la propiedad privada capitalista, sino al contrario buscan lavarle la cara al capitalismo con promesas de ponerle fin al trabajo infantil. Cada vez que señalan un objetivo como el de llegar a la erradicación del trabajo infantil en 2025, termina obviamente fracasando.

El mentado uso capitalista de los avances en la tecnología, en vez de liberar cada vez más a la humanidad del trabajo asalariado, extiende el tiempo vital dedicado al trabajo. Y, por otro lado, expulsa fuerza de trabajo y precariza las condiciones laborales de cada vez más amplios sectores.

En tiempos de barbarie todo intento de erradicar el trabajo infantil dentro de los marcos de la sociedad capitalistas está condenado al fracaso.

Fuente e imagen: https://rebelion.org/millones-de-ninos-obligados-a-trabajar-como-consecuencia-de-la-covid-19-o-del-capitalismo/

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Usos y abusos de los juegos demócratas: entre nacionalismos y chovinismos el gran abrazo

Por: Eduardo Camín

 

Nunca como hoy la cuestión de la democracia ocupó un lugar tan destacado en las luchas políticas y sociales de América Latina. La reciente contienda electoral en Uruguay, nos deja algunas enseñanzas para reflexionar profundamente sobre los usos y abusos de la democracia, en ese profundo desuso de la ideología, que se podría resumir como una derrota (la izquierda) con sabor a triunfo y un triunfo con sabor a derrota (la derecha).

Es así que, en ese vale todo, el tiempo del hombre político actual parece destinado a reducir a fogononazos efímeros los esfuerzos tendientes a instaurar órdenes de convivencia, que se sueñan para abarcar los grandes ciclos históricos, ignorando aquellas enseñanzas de que los hechos sociales sólo cobran valor en su conjunto, según el ritmo que la medida del tiempo define y dosifica.

Una visión de la democracia con sus reglas de juego electorales se ha puesto en marcha sin contar con los que esperan. En época de globalización, no es el tiempo quien aguarda a los hombres, sino los hombres quienes han de buscar la ocasión de montar en marcha el tren electoral del tiempo democrático. La argumentación claro está, se basa en las concepciones de «democracia en general» sin precisar su caracter clasista.

Un hecho puede ilustrar nuestra argumentación. Cuando asistimos a un encuentro entre militantes de las fuerzas en contienda de centroderecha y centroizquierda que entre banderas partidarias y símbolos patrios se fusionaron en un gran abrazo, cantando a viva voz el himno nacional, este significativo hecho tuvo una lectura sesgada a través de las redes sociales.

Pero creemos que plantear así el problema, fuera de las clases sociales, pretendiendo considerar la nación en su conjunto, es sencillamente denegar su propia historia. Por eso la defensa que se hace de la democracia burguesa por medio de discursos, gritos y lágrimas hipócritas no hace más que defender al reformismo burgués.

La innovación, como ansia, exigencia, o consecuencia de toda acción política ha de contar con la novedad. Sin embargo, el tren del tiempo democrático, arrastra los vagones del desarrollo, progreso y realidad, pero pensar los posibles vínculos de unidad entre democracia y desarrollo obliga a definir claramente el proyecto social y los postulados éticos-políticos a las que obedece.

Si adjetivamos el desarrollo como democrático estamos manteniendo una concepción de la sociedad y la acción política fundada en los valores constitutivos del ser humano.

Pero hablar de democracia implica como supuesto necesario plantear el tema de su capacidad de audeterminarse, es decir, de fijarse sus metas en libertad, atendiendo las exigencias de sus pueblos. Por lo tanto es evocar el tema de la dependencia en que se encuentra là región en el plano del capitalismo internacional, y conduce por ello mismo a entender la lucha por la democracia en tanto que lucha por la liberación nacional.

El desarrollo en su conjunto de esferas que lo constituyen, es decir, lo político, lo social, lo cultural, lo económico, es un todo indivisible y sólo si entendemos la democracia como el fundamento que explica, da sentido y orienta el desarrollo humano podríamos construir un proyecto democrático. De no ser así, se produce una castración en la concepcion teórica y en la puesta en práctica de la misma como opción política.

Desarrollo y democracia son complementarios si se mantiene el contenido de ambas categorías y se piensa en ellas sin limitar o reducir su explicación. Si eliminamos los contenidos políticos, sociales económicos o culturales del desarrollo y de la democracia, nos encontraríamos con conceptos que pierden su significado.

La teoría del desarrollo capitalista contempla la democracia como un factor dependiente del crecimiento y amplitud del mercado y del acceso de los ciudadanos al llamado consumo de masas de una sociedad.

En realidad el desarrollo para el capitalismo, es democrático cuando las grandes masas de la población pueden acceder sin más restricciones que las de su valía personal a los beneficios del progreso : cuando se generaliza el derecho al crédito y se puede consumir y mantener un mínimo nivel de ahorro para tiempos de crisis; cuando el proceso de crecimiento económico es lo suficiente estable para favorecer la negociación de sueldos, salarios y mejoras en las condiciones de trabajo y creación de empleo, es decir cuando hay cierta estabilidad.

El gobierno del progresismo uruguayo, condicionó – en parte- su funcionalidad, a la doctrina de transformar el desarrollo al servicio del desarrollo económico como búsqueda de la eficiencia en el consumo y el mercado. De esta forma la democracia transfiere así su existencia a la esfera económica desde la cual queda definida como factor destinado a potenciar dicha eficiencia, perdiendo toda su vitalidad política.

La nueva política económica de Uruguay será mas de lo mismo. Tal vez en lo que atañe al liberalismo la burguesía nacionalista lo toma como arma para privatizar en su beneficio el capital social aún en manos del Estado y limitar la capacidad de regulación de que dispone el Ejecutivo, ya sea transfiriendo partes de las atribuciones al Parlamento, ya sea apropiándose ella misma de la otra parte en nombre de los derechos sagrados de la iniciativa privada.

Bajo este principio de explicación, el desarrollo es un continuo proceso de mejoras en la racionalización del mercado y el grado de consumo de la población y la democracia el procedimiento político que hace posible su existencia.

La identidad generada entre democracia y mercado capitalista favorece el establecimiento de las doctrinas que ideólogicamente contemplan el subdesarrollo como etapa previa en la construcción de una economía de mercado.

Los eufemismos  países en desarrollo o emergentes o procesos de modernización no es más que filantropía occidental que potencializara a su maxima expresión la bofetada de la miseria. La crisis del capitalismo no disminuye, se multiplica exponencialmente, amenazando con destruir ya no la clase trabajadora sino a todo el planeta, su cultura y su civilización.

Pero sabemos que no será en el marco de las actuales tendencias, que aunque sean necesariamente opuestas en el plano general de lo ideológico, se hacen compatibles con los diversos aspectos particulares del ejercicio político, de la democracia impidiendo la respuesta necesaria bajo el manto adulador del interés nacional, cómplice de la prevaricación que justifica las irresponsabilidades del aparato de Estado.

Fuente e imagen: http://estrategia.la/2019/11/28/usos-y-abusos-de-los-juegos-democratas-entre-nacionalismos-y-chovinismos-el-gran-abrazo/

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La lógica de salvarse quien pueda: Covid-19 y comercio mundial

Por:  Eduardo Camin

La falta de información dificulta que los países puedan adaptar sus decisiones de compra de alimentos y de productos médicos, situación especialmente nociva para quienes quieren adquirir materiales esenciales para el combate al Covid-19, señalan los informes de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

La Secretaría de la OMC publicó semanas atrás un informe sobre el comercio de productos médicos esenciales para la respuesta mundial a la pandemia del COVID-19, en el cual se hace un seguimiento de las corrientes comerciales de productos, como artículos de protección personal, suministros hospitalarios y de laboratorio, medicamentos y tecnología médica, y se proporciona información sobre los aranceles de esos productos.Cuando el coronavirus se multiplica por 10: lo que preocupa a los ...

Entre esos productos se destacan: aparatos de tomografía; desinfectantes/productos de esterilización; mascarillas; guantes; jabón y soluciones antisépticas para las manos; monitores de pacientes y pulsioxímetros; gafas y viseras protectoras; esterilizadores; jeringas; termómetros; aparatos de exploración ultrasónica; respiradores, mascarillas de oxígeno; aparatos de rayos X; otros dispositivos médicos.

En general, los países, las organizaciones internacionales y los medios de comunicación se refieren a esos productos como bienes escasos. Según el informe, el comercio de los productos médicos que ahora se describen como productos críticos y en grave escasez durante la crisis de la Covid-19 se cifró en alrededor de 597.000 millones de dólares, lo que representa el 1,7% del comercio mundial total de mercancías.

Las 10 principales economías proveedoras representaron en 2019 casi tres cuartas partes de las exportaciones mundiales totales de los productos en cuestión, mientras que los 10 principales compradores representaron aproximadamente dos tercios de las importaciones mundiales.

Los compromisos contraídos en el marco de diversas negociaciones y acuerdos de la OMC han contribuido a reducir los aranceles de importación sobre esos productos y a mejorar el acceso a los mercados; el arancel aplicado a los productos médicos relacionados con la Covid-19 se sitúa en promedio en el 4,8%, un nivel inferior al arancel medio aplicable en general a los productos no agrícolas, del 7,6%.

Las estadísticas muestran que el 52% de los 134 miembros de la OMC imponen un arancel del 5% o menos a los productos médicos. Entre ellos, cuatro miembros no aplican aranceles en absoluto: Hong Kong, China; Islandia; y Singapur. Sin embargo, en el informe también se identifican mercados en los que los aranceles siguen siendo elevados. Por ejemplo, los aplicados a las mascarillas pueden llegar al 55% en algunos países.

Las claves en cifras

China entrega suministros médicos donados a Afganistán para lucha ...-Alemania, los Estados Unidos y Suiza suministran el 35% de los productos médicos;
-China, Alemania y los Estados Unidos exportan el 40% de los productos de protección personal;
-Las importaciones y exportaciones de productos médicos ascendieron a unos 2 billones de dólares incluido el comercio intra-UE, que representó aproximadamente el 5% del comercio mundial total de mercancías en 2019;
-El comercio de productos descritos como críticos y en grave escasez en la crisis de la COVID-19 totalizó alrededor de 597.000 millones de dólares, es decir, el 1,7% del comercio mundial total en 2019;
-Los aranceles aplicados a algunos productos siguen siendo muy elevados. Por ejemplo, el promedio de los aranceles aplicados al jabón para las manos es del 17% y algunos Miembros de la OMC aplican aranceles de hasta el 65%;
-Los suministros de protección utilizados en la lucha contra la COVID -19 atraen un arancel medio del 11,5% y llegan hasta el 27% en algunos países;
-La OMC ha contribuido a la liberalización del comercio de productos médicos de tres maneras principales:

Esta crisis ha revelado con crudeza las lagunas de nuestro orden mundial, lagunas que son fruto de la injusticia social, la desigualdad de ingresos, la pobreza y la mala gobernanza. En unas pocas semanas, la COVID-19 ha aplanado el mundo, volviéndonos a todos vulnerables y temerosos, pero también recordándonos hasta qué punto somos todos interdependientes.

En el informe se indica que las nuevas prohibiciones y restricciones a la exportación afectan principalmente a suministros médicos como mascarillas, fármacos, respiradores y otros equipos médicos. Algunas de las medidas han ampliado los controles, por ejemplo, a los productos alimenticios y el papel higiénico.

Sin embargo, solo 13 miembros de la OMC (o 39, si los Estados miembros de la UE se computan por separado) han presentado información sobre estas nuevas medidas en consonancia con las normas de la OMC en materia de restricciones cuantitativas. Tres de ellos han notificado restricciones a la exportación de productos alimenticios de conformidad con el Acuerdo sobre la Agricultura de la OMC.

En el informe se mencionan los daños y demoras que padecen los países que tratan de adquirir materiales para combatir la pandemia de COVID-19 a consecuencia de la falta de información y se orienta a los Miembros de la OMC sobre cómo notificar sus medidas.

En marzo de 2020 únicamente se presentaron un puñado de notificaciones, si bien el número se ha incrementado en abril. En el informe se reconocen las excepciones previstas en las normas de la OMC en cuanto a las prohibiciones o restricciones a la exportación, aunque también se destaca el costo que tanto las economías importadoras como las exportadoras afrontarán a largo plazo, sobre todo respecto de la disminución de la oferta y el aumento de los precios de productos indispensables.

Toda la hipocresía al servicio del capital

Hoy el comercio mundial abarca todos los temas que están en la OMC desde su nacimiento, por ejemplo, derecho de propiedad intelectual, servicios, inversiones, compras de los Estados. A los cuales se le agregaron otros temas, como la incorporación de agricultura que no estaba en el espacio de negociación de la posguerra en temas comerciales.

La pandemia de COVID-19 pone al mundo frente a un desafío de salud pública sin precedentes. Las medidas destinadas a frenar la propagación de la enfermedad han provocado el cierre de grandes sectores de la economía mundial. La demanda internacional de productos médicos para luchar contra la pandemia ha alcanzado niveles inauditos.

Restricciones a la exportación de insumos. UNCTAD | RM ForwardingTodos los países dependen del comercio internacional y las cadenas de valor mundiales para obtener dichos productos, lo cual constituye un desafío a la luz de las perturbaciones de que está siendo objeto el transporte internacional y, más en concreto, el transporte de carga aérea, que a menudo va de la mano del transporte de pasajeros.

Otro factor que dificulta la situación es el aumento del número de prohibiciones y restricciones a la exportación que algunos Miembros de la OMC han establecido para atenuar una escasez aguda a escala nacional. Para dar respuesta a la COVID-19 es urgente que la producción de suministros médicos esenciales aumente de forma significativa a nivel mundial.

La OMC destaca que el buen funcionamiento de las cadenas de valor puede ayudar a acelerar la producción y contener al mismo tiempo el aumento de los costos. A medida que los nuevos productos vayan estando disponibles, el comercio será fundamental para trasladarlos desde donde abunden hasta donde escaseen, sobre todo dado que, en función del lugar, el punto álgido de la enfermedad se alcanza en momentos distintos.

Sin embargo, la dinámica constante esta siendo falta de cooperación internacional, que obstaculiza esta respuesta a pesar de las consecuencias.

Hace falta una mayor transparencia a nivel multilateral. En principio, todas estas medidas se deben notificar sin demora a la OMC de conformidad con la “Decisión sobre el procedimiento de notificación de restricciones cuantitativas” de 2012, y las medidas relativas a productos alimenticios se han de notificar asimismo al Comité de Agricultura.

Sin embargo, hasta la fecha son 13 los Miembros de la OMC (o 39, si los Estados miembros de la UE se computan por separado) que han notificado el establecimiento de nuevas medidas con arreglo a la norma citada, y tres los que han notificado restricciones a la exportación de productos alimenticios de conformidad con el artículo 12 del Acuerdo sobre la Agricultura.COVID-19: La OMS advierte que la pandemia se acelera y en ...

Los agentes económicos y los miembros están teniendo que hacer frente a un alto grado de incertidumbre, ya que sigue sin saberse con claridad qué medidas ha adoptado cada país y no dejan de establecerse nuevas medidas. La falta de información dificulta que estos puedan adaptar sus decisiones de compra de manera eficiente y encontrar nuevos suministradores.

Esta situación podría ser especialmente nociva para quienes tratan de adquirir los materiales necesarios para combatir la pandemia de COVID-19.

Existe una gran variedad entre los productos abarcados por estas nuevas prohibiciones y restricciones a la exportación; la mayor parte de ellas se han centrado en los suministros médicos (como las mascarillas y las caretas protectoras), los fármacos y el equipo médico (como los respiradores).

Pero otras han ampliado los controles, por ejemplo, a los productos alimenticios y el papel higiénico. Las prohibiciones y restricciones a la exportación aplicadas por los grandes exportadores pueden hacer que, a corto plazo, disminuyan los precios y aumente la disponibilidad de los bienes en cuestión en el mercado interior.

Sin embargo, esta estrategia de la oferta y la demanda no está exenta de desventajas: las medidas reducen la oferta mundial de los productos de que se trate, lo que repercute negativamente sobre los países importadores que no tienen la capacidad de fabricar dichos productos.

La carrera contra el tiempo para aumentar pruebas de coronavirus ...Los exportadores, por su parte, también corren el riesgo de salir perdiendo a largo plazo. Por un lado, el descenso de los precios en el mercado interior reducirá los estímulos para producir los bienes en cuestión en el país, los precios superiores en el mercado exterior incentivarán las exportaciones de contrabando de esos bienes y ambas situaciones podrán reducir la disponibilidad del producto en el mercado interior.

Por otro lado, las restricciones puestas en marcha por un país pueden acabar provocando un efecto dominó. Si el comercio no proporciona un acceso seguro y previsible a bienes esenciales, es posible que los países sientan la necesidad de abandonar las importaciones y promover la producción nacional, aunque los costos conexos sean muy superiores.

Una situación tal podría resultar en la disminución de la oferta y el aumento de los precios de mercancías indispensables. Las repercusiones a largo plazo podrían ser notables. En este triste panorama, asistimos día tras día al vergonzoso espectáculo del capitalismo neoliberal; por lo tanto, no se puede hablar hoy de la crisis del multilateralismo, es algo que viene de larga data.

Desde la Ronda de negociaciones de Doha (2001), mucha agua paso, bajo los puentes del egoísmo y la ignominia caracterizada por la globalización.

 

*Periodista uruguayo acreditado en ONU-Ginebra. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

Fuente e imagen: http://estrategia.la/2020/05/12/la-logica-de-salvarse-quien-pueda-covid-19-y-comercio-mundial/

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El comercio global y la economía capitalista están enfermas, confirma (y oculta) la OMC

Por: Eduardo Camín

No hay dudas: nuestra economía capitalista está enferma y su enfermedad es grave. Mas allá de que la mayoría de los eruditos tiene un diagnóstico preciso y hasta quizá una cura, sigue enferma, reproduciendo sin cesar los mismos síntomas.

El comercio global comienza a agotar su crecimiento. Los últimos informes que muestran la actividad económica que arroja el comercio internacional, nos demuestran una clara desaceleración del número de transacciones, el cual ya crece a sus peores ritmos de crecimiento desde la gran crisis financiera.

Según los datos que arroja la Organización Mundial del Comercio (OMC), las previsiones del comercio global para los próximos años no son todo lo buenas que se esperaban. Aunque, a priori, se esperaban unos ritmos de crecimiento elevados para los próximos años, el deterioro del balance de riesgos ha provocado una mayor desaceleración.

Dado que la incertidumbre económica es un factor disuasorio de la inversión, esta puede repercutir negativamente en el comercio, ya que los gastos en inversión suelen depender de las importaciones.

Varios indicadores económicos adelantados y estadísticas comerciales parecen indicar la persistencia del debilitamiento del comercio y la producción durante el primer trimestre de 2020. La OMC ha venido desarrollando una serie de indicadores para proporcionar información «en tiempo real» sobre las tendencias del comercio mundial.

El Barómetro sobre el Comercio de Mercancías, antes denominado Indicador de las Perspectivas del Comercio Mundial, es un índice fundamental que muestra los cambios del crecimiento del comercio mundial entre dos y tres meses antes que las estadísticas sobre el volumen del comercio de mercancías sean conocidas.

El Barómetro sobre el Comercio de Mercancías combina una gama de índices parciales relacionados con el comercio en un único índice compuesto que pone de relieve los puntos de inflexión del mercado mundial de mercancías y ofrece una indicación de su trayectoria probable en el futuro próximo.

El índice del barómetro sobre el comercio -que se actualiza trimestralmente- muestra cómo se comparan los datos más recientes con las tendencias de corto plazo en el comercio de mercancías. Un índice de 100 indica una expansión del comercio acorde con las tendencias recientes. Índices superiores a 100 indican un crecimiento superior a la tendencia, mientras que los índices inferiores a 100 indican un crecimiento inferior a la tendencia.

Barómetro sobre el Comercio de Servicios

Mientras tanto, como complemento del Barómetro sobre el Comercio de Mercancías y al igual que su contrapartida relativa a las mercancías, el Barómetro sobre el Comercio de Servicios es un indicador coincidente que muestra la situación actual del comercio de servicios con cierta antelación respecto de las estadísticas oficiales.

Ambos barómetros están destinados a complementar las estadísticas comerciales y las previsiones convencionales. Este barómetro pone de relieve los puntos de inflexión e ilustra las pautas cambiantes del comercio mundial de servicios.

El Índice de Actividades de Servicios ofrece una medición aproximada del volumen del comercio mundial de servicios, y se calcula ajustando su valor para tener en cuenta los cambios de los precios y los tipos de cambio de divisas.

Los índices de 100 en el barómetro de servicios indican un crecimiento acorde con las tendencias de mediano plazo; los superiores a 100 indican un crecimiento superior a la tendencia, mientras que los índices inferiores a 100 señalan lo contrario. La dirección del cambio refleja el impulso en comparación con el mes anterior.

El comercio global crece a su peor ritmo desde la gran crisis

Apenas recorrido el primer peldaño del año 2020 el informe de la OMC arroja un sentimiento negativo, de no revertirse la situación. La desaceleración económica que vive el mundo, que está arrastrando a la baja todas las previsiones de crecimiento de las principales economías desarrolladas que conforman el planeta, agrava aún más la situación. Debemos tener en cuenta que uno de los principales motores de crecimiento de la economía mundial es el comercio global.

Todo esto, no debemos olvidar, viene precedido de las tensiones y auges proteccionistas de determinados países. Los tambores de guerra comercial y las continuas tensiones proteccionistas de Estados Unidos y China han acabado por debilitar las transacciones comerciales y los acuerdos de libre comercio.

Aun cuando ambos países hayan encontrado vías de negociaciones, todavía no se ha encontrado la solución que devuelva la normalidad al comercio.

Los informes que muestra el organismo indican cómo, de no corregirse las tensiones comerciales entre las dos economías líderes, las previsiones en materia de comercio internacional podrían sufrir nuevos reajustes a la baja para los próximos años.

El comercio global se encuentra amenazado y, de seguir así, continuará cayendo su actividad. Se debe destacar que a esto se le agrego un nuevo problema en la aparición del COVID-19 (coronavirus).

La crisis se diluye en el discurso

Llevamos, ya algún tiempo estudiando algunos informes premonitorios anunciando la crisis que se viene, o la que ya está desde hace mucho tiempo instalada entre nosotros, resentida como el azote de la injusticia. Otros informes -más optimistas- la esbozaban para el año en curso (2020).

Al menos, los datos de los diferentes organismos internacionales así nos lo confirmaban. No obstante, y a pesar del empirismo elocuente, siempre nos queda la duda con respeto a los aspectos teóricos de la crisis, o a su dialéctica, y retórica, en su valoración discursiva.

La evidencia, en cada Informe sobre el comercio mundial de la OMC nos soslaya los efectos más permisivos de la crisis. Sin dudas que la semántica desempeña un rol importante en la minimización de los hechos, de lo que realmente ocurre, y para eso se emplean eufemismos con los cuales se pretenden ocultar la realidad.

La negación que evidencian estos hechos es un exponente genuino de una mentira vital del sistema capitalista, porque de eso se trata. Si la fuerza de los hechos es demasiado brutal como para poder ser ignorada, siempre es posible alterar su significado.

La mentira vital del sistema, escondida, protegida por el silencio, la coartada y la negación no se revela. Los indicios son minimizados, cuando no ridiculizados o explicados de una u otra manera. ¿Acaso no hemos visto muchos líderes mundiales, manifestar su enojo cuando se hace referencia a esta problemática? La connivencia se sostiene desviando la atención del hecho concreto (la crisis) o reformulando su significado a fin de que resulte aceptable.

Hoy la realidad nos indica que estamos frente a una deuda global récord del 320% del PIB. Nunca se había registrado una deuda de esta dimensión: deudas en el sector privado, deuda corporativa y de los hogares. Y cuando vemos estos datos no deberíamos preguntarnos si el mundo se ha endeudado, sino dónde ha ido toda esa liquidez…¿a la economía real?

Mientras tanto. el Fondo Monetario Internacional advierte que el incremento de la deuda de los hogares puede desencadenar otra crisis. A pesar de las variadas experiencias vividas en la sociedad en lo que respecta a una crisis, ésta no se ha vuelto más cautelosa a la hora de pedir prestado como se podría pensar.

A través de estos ejemplos, podemos observar la fuerza que tiene una atención desviada para ocultar una realidad histórica, que no es más que la profunda crisis del capitalismo.

Las lagunas de la experiencia, disimuladas por los huecos del vocabulario, se hace legión en algunos de los informes. Y por ello necesario ofrecer una mirada más lucida al analizar algunos aspectos que cubren el área marginal de la conciencia, estos velos suelen aparecer en los campos de mayor importancia para nosotros, en nuestros pensamientos, en nuestras relaciones y fundamentalmente en la construcción de una realidad.

¿Si somos inducidos con tanta facilidad a ese sueño sutil del sistema capitalista, como podemos hacer para despertarnos? Nos parece que el primer paso en esa dirección seria comprender por qué estamos tan dormidos. En realidad, lo que se esconde es que asistimos al vergonzoso espectáculo del capitalismo neoliberal; que no se puede limitar hoy simplemente a la crisis del multilateralismo.

Hemos visto emerger algunos efectos nefastos relacionados con la globalización, promoviendo políticas de liberalización y libre comercio en virtud de defender las finanzas trasnacionales, la propiedad y las inversiones en desmedro de los derechos de los seres humanos.

La perplejidad es tan grande que algunas voces en el Foro de Davos, paladín del neoliberalismo mundial se preguntan en qué falló el capitalismo, ese capitalismo desregulado, salvaje que arrasó con todo. Y si éstos lo invocan es que el problema es consecuente y peligroso. ¿Será que Marx tenía razón?

Fuente: https://rebelion.org/el-comercio-global-y-la-economia-capitalista-estan-enfermas-confirma-y-oculta-la-omc/

Imagen: https://pixabay.com/photos/coins-banknotes-money-currency-1726618/

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Trabajo infantil, la eterna injusticia: Un iceberg en las cadenas mundiales de suministro.

Por: Eduardo Camín

Dicen los entendidos que un iceberg aparenta ser no muy grande porque sobresale del agua solo la octava parte de su volumen total, aunque, de hecho, su parte sumergida puede alcanzar dimensiones enormes. Al referirme al tema del trabajo infantil esa metáfora me pareció pertinente ya que navegamos en este inmenso mar de silencio, entre tanto ruido de ausencias, que parece dictar nuestra conducta.

Ésta no cae del cielo, ni sube al infierno, apenas navega en las profundidades más oscuras de la tierra, pero cada día despierta y sobrevive entre nosotros… esa eterna injusticia. Hace algunas semanas los Países Bajos (antes conocida como Holanda) fue el escenario de una importante conferencia para definir las medidas a adoptar para erradicar el trabajo infantil de las cadenas mundiales de suministro.

El Director General de la OIT, Guy Ryder, participó en una mesa redonda enmarcada en esta conferencia organizada por el Gobierno de los Países Bajos en colaboración con la OIT, Marcha Mundial contra el Trabajo Infantil y Netherlands Enterprise Agency (organismo empresarial de los Países Bajos).

En su discurso inaugural Ryder instó a aplicar un planteamiento que abarque la totalidad de la cadena de suministro para resolver el trabajo infantil. Explicó que las iniciativas de lucha contra el trabajo infantil en dichas cadenas no serán suficientes si no van más allá de los proveedores inmediatos, hasta abarcar a los actores de, por ejemplo, los procesos de extracción y producción de las materias primas.

Exhortó además a los gobiernos a resolver las causas fundamentales del trabajo infantil en las cadenas mundiales de suministro, como la pobreza, la informalidad y el acceso insuficiente a la educación. “En la actualidad, 152 millones de niños siguen inmersos en el trabajo infantil. La necesidad de acelerar el progreso resulta evidente”, dijo el Director General.

Por lo tanto, la resolución de las Naciones Unidas en la que se declara 2021 como Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil sería una excelente ocasión para mantener el impulso y acelerar la actuación para hacer desaparecer el trabajo infantil en todas sus formas de aquí a 2025.

Sigrid Kaag, Ministro de Comercio Exterior y de Cooperación para el Desarrollo de los Países Bajos, anunció que su país se convertiría en país pionero de la Alianza 8.7, ya que se trata del primer Estado miembro de la Unión Europea en sumarse a la misma.

La Alianza 8.7 congrega a 225 organizaciones empeñadas en llegar a la Meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, que insta a los gobiernos del mundo a erradicar el trabajo infantil para 2025 y a adoptar medidas eficaces para eliminar las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas en el periodo comprendido desde entonces hasta 2025.

Un informe elaborado por la OIT, la OCDE, la OIM y UNICEF, titulado Erradicar el trabajo infantil, el forzoso y la trata de personas en las cadenas mundiales de suministro, incluye las primeras estimaciones jamás realizadas sobre el trabajo infantil en las cadenas mundiales de suministro. El estudio indica que la relación entre el trabajo infantil y dichas cadenas suele ser indirecta.

Una apreciable proporción del trabajo infantil en las mismas tiene lugar en el tramo más bajo, en actividades como la extracción de materias primas y la agricultura, lo cual dificulta la diligencia debida, la visibilidad y la trazabilidad. A lo largo de la última década, y con el apoyo de la OIT, más de 60 países – que implementaron casi 200 leyes – adaptaron sus marcos jurídicos en conformidad con los Convenios sobre trabajo infantil de la OIT.

El trabajo infantil entre convenios y promesas

Se entiende por trabajo infantil todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y mental. Este concepto se define en el Convenio número 138 de la OIT sobre la edad mínima (1973), en el Convenio 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil (1999) y en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.

Este informe pretende sustentar las políticas y prácticas públicas y empresariales para prevenir el trabajo infantil, el trabajo forzoso y la trata de personas en las cadenas mundiales de suministro, y proteger a sus víctimas. A la vez, reconoce la naturaleza pluridimensional de estas violaciones de los derechos humanos y la necesidad de hacerles frente mediante una combinación acertada de políticas.

Se tiene en cuenta no solo los factores de riesgo y las intervenciones de políticas necesarias para abordar la vulnerabilidad de las personas, sino también la extraordinaria complejidad de las cadenas mundiales de suministro que pueden ocultar abusos y vínculos con la informalidad y la migración laboral.

Las cadenas mundiales de suministro pueden engendrar crecimiento, empleo, desarrollo de capacidades y transferencia de tecnología. Sin embargo, en ellas se han registrado déficits de trabajo decente, y violaciones de los derechos humanos, y en particular trabajo infantil, trabajo forzoso y trata de personas. Todos los actores que intervienen en este contexto tienen la responsabilidad de velar por que se aborden estas violaciones de los derechos humanos.

En la punta del iceberg la pobreza

Es importante señalar que la naturaleza oculta del trabajo infantil, el trabajo forzoso y la trata de personas en las cadenas mundiales de suministro refleja tanto la complejidad de los procesos de producción como las limitaciones de los datos.

Las lagunas en materia de datos, debido a la ausencia de encuestas nacionales periódicas sobre trabajo infantil y trabajo forzoso en varios países, y la dificultad para obtener datos detallados sobre la prevalencia de estos fenómenos en ciertos proveedores que operan en los niveles iniciales de las cadenas mundiales de suministro, limitan considerablemente la capacidad de las partes interesadas para dar prioridad a las zonas o industrias en las que es más urgente tomar medidas, pero estas lagunas no deben servir de pretexto para no actuar con la debida diligencia más allá de los proveedores inmediatos.

Si podemos afirmar que el carácter pluridimensional de la pobreza es central para comprender la vulnerabilidad al trabajo infantil, el trabajo forzoso y la trata de personas. El papel de la pobreza como motor de estas violaciones de los derechos humanos resulta claro. La pobreza aumenta las probabilidades de que los hogares tengan que recurrir al trabajo infantil a expensas de la educación de sus hijos para satisfacer sus necesidades básicas y hacer frente a la incertidumbre y las crisis.

Algunos estudios muestran que los hogares pueden responder a las crisis relacionadas con la salud, como la repentina enfermedad de los tutores o del principal sostén de la familia, poniendo a los niños a trabajar. Esto sugiere que el trabajo infantil actúa como un amortiguador o un seguro del hogar contra el impacto de las crisis relacionadas con la salud.

En el contexto del trabajo forzoso y la trata de personas, la pobreza puede llevar a aceptar cualquier trabajo, independientemente de los riesgos, para poder sobrevivir, o a permanecer en empleos en condiciones abusivas.

Algunos estudios también relacionan la servidumbre por deudas con la exposición a las crisis, como la muerte repentina del principal sostén de la familia, o los desastres naturales, ya que el endeudamiento de alto riesgo es otra práctica a la que recurren los hogares para hacer frente a las crisis.

Sin dudas que la privación de la educación es otra de las principales formas en que las familias experimentan la pobreza, y está asociada al trabajo infantil, el trabajo forzoso y la trata de personas de manera importante.

Por un lado, el papel que desempeña la educación pública gratuita y de calidad como alternativa al trabajo infantil y, por el contrario, la manera en que la falta de acceso a las escuelas o la mala calidad de la enseñanza pueden empujar a los niños al trabajo infantil y a las situaciones de trabajo forzoso o trata de personas.

Existen numerosas pruebas de esta interacción negativa entre el trabajo y la escolarización, por ejemplo, en las comunidades cacaoteras y en las comunidades vinculadas a la minería artesanal, en las que la falta de opciones de escolarización que valgan la pena es una de las principales razones por las que los niños empiezan a trabajar prematuramente.

El trabajo infantil, el trabajo forzoso y la trata de personas se producen en su inmensa mayoría en la economía informal. Un gran número de estudios revela que los trabajadores de la economía informal figuran entre los grupos más vulnerables y menos protegidos.

Otro aspecto para destacar es el tema de la violencia, por ejemplo, en el hogar, en la escuela o en instituciones, puede llevar a los niños a abandonar la escuela y volverlos vulnerables al trabajo infantil. El trabajo se convierte en una manera de sobrevivir, incluso en formas de extrema explotación como la explotación sexual, el reclutamiento por pandillas, grupos o fuerzas armados, el trabajo forzoso y la trata de personas.

La discriminación y la violencia en las escuelas, por parte de compañeros, maestros u otros miembros del personal escolar, también pueden contribuir al trabajo infantil, ya que aumentan las probabilidades de que los niños abandonen la escuela prematuramente si son objeto de discriminación o violencia –incluidas las peleas en el patio de recreo, los abusos verbales o sexuales, la intimidación, la humillación, los castigos corporales, la violencia de las pandillas u otras formas de trato cruel y humillante.

En realidad, vivimos en un momento peligroso, un momento en que el autoengaño es un tema cada vez más actual. La humanidad como especie enfrenta una amenaza, su destrucción total. Ya se trate por muerte rápida causada por una guerra nuclear o de muerte ecológica lenta como consecuencia de la destrucción inexorable de los bosques, la tierra fértil y el agua potable, insistimos que la tendencia del hombre a engañarse a sí mismo desempeña un rol importante en esta aniquilación. Por eso cada día despierta y sobrevive entre nosotros, esa eterna injusticia.

Fuente: https://insurgenciamagisterial.com/trabajo-infantil-la-eterna-injusticia-un-iceberg-en-las-cadenas-mundiales-de-suministro/

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La declaración del Centenario de la OIT y los derechos maltrechos de los trabajadores

Por: Eduardo Camín

Nunca han coexistido tantas normas, instituciones, autoridades encargadas de proteger la dignidad humana de los trabajadores a lo largo y ancho del planeta. Y sigue siendo una de las paradojas más desafiantes de nuestro tiempo la contradicción entre el bienintencionado discurso sobre los derechos laborales que producen las instituciones internacionales y los Estados nacionales y la desdichada realidad que prevalece en la mayoría de los países.

 

El pasado 8 de agosto se dio a conocer públicamente la declaración del Centenario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para el futuro del trabajo adoptado por la conferencia en su centésimo octava reunión, en Ginebra el 21 de junio de 2019.

 

Como único organismo tripartito de las Naciones Unidas, la OIT esta reúne a representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores de 187 Estados Miembros para establecer normas internacionales, elaborar políticas y diseñar programas para promover el trabajo decente.

 

En estos documentos no se dan directivas precisas, son una serie de recomendaciones, plenas de buenas intenciones, pero no que necesariamente presupongan que la OIT es competente en materia de política económica y financiera internacional.

 

Asimismo, en el primer periodo de sesiones del Comité Preparatorio sobre la festividad del centenario de la (OIT), la Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo, anunció desarrollar su enfoque del futuro del trabajo centrado en las personas, tomando en consideración las profundas transformaciones en el mundo del trabajo.

 

Resaltando que el diálogo social (la conciliación de clases), incluida la negociación colectiva y la cooperación tripartita, es un fundamento esencial de todas las actividades de la OIT y contribuye al éxito de la elaboración de políticas y la toma de decisiones en sus miembros.

 

En realidad, se ha redactado este documento que publicamos parcialmente en consonancia con el espíritu de la Declaración de Filadelfia según el cual “incumbe” a la OIT examinar y considerar cualquier programa o medida internacional de carácter económico o financiero con arreglo al objetivo fundamental de la justicia social.

 

La necesidad de actuar

 

Este año, en el que la OIT ha celebrado su centenario, era una oportunidad única para recordar que los derechos de los trabajadores son sistemáticamente violados en muchas partes del mundo. De hecho, algunos Estados hacen letra muerta de los convenios y recomendaciones de la OIT. Incluso en países que los han ratificado, sin olvidar que la OIT se enfrenta a la uberización del mundo del trabajo, una nueva economía basada en un sistema salvaje de derechos de los trabajadores.

 

Pero, en nuestros días, el trabajo se ha convertido para centenares de millones de personas en un bien escaso; un sufrimiento o un peligro para aquellos que tienen “la suerte” de trabajar.

 

Sin embargo, después de un siglo, el derecho al trabajo (relaciones y condiciones de trabajo) está codificado y las políticas laborales se elaboran en el seno de la OIT. Ciertamente, sus reglamentos han hecho posible una cierta mejora de las condiciones laborales en ciertas regiones del mundo, en particular en Europa durante el período siguiente a la II Guerra.

 

Pero hay que constatar que ni esa región del mundo escapa ya a los problemas citados y que sus países se encuentran en plena regresión en estos temas

 

Es necesario buscar el origen de todos estos problemas en la organización de la producción y la orientación de las políticas económicas. Además, tres decenios de política neoliberal, aplicada a nivel planetario y la llamada mundialización, han exacerbado las crisis.

 

Al poner a competir no sólo a los trabajadores sino también a los Estados entre ellos, y al excluir aún más la economía del campo político, esta mundialización neoliberal ha provocado una regresión en las legislaciones que regulan las relaciones de trabajo y ha debilitado aún más al ya desorientado movimiento sindical.

 

En este contexto, si bien el derecho laboral es conocido por todo el mundo, el derecho al trabajo no lo es tanto. Por supuesto, la reglamentación de las relaciones de trabajo es extremadamente importante, pero hay que gozar previamente de un empleo del que poder beneficiarse, algo nada fácil hoy en día.

 

El derecho al trabajo, que es reconocido a nivel internacional y en la mayor parte de las legislaciones, responde a esta condición previa. Como derecho humano que es, aporta al tratamiento de estas cuestiones una dimensión que rara vez se pone por delante y no es tenido en cuenta en la elaboración de las políticas y las estrategias de lucha contra el desempleo y el subempleo.

 

En todo el mundo, los derechos de los trabajadores están disminuyendo gradualmente. Más que nunca, es esencial luchar para garantizar que todos los que trabajan -en cualquier lugar del mundo- puedan hacerlo con dignidad, al tiempo que reciban un salario decente.

 

El trabajo es esencial para todas las personas en la organización de la sociedad actual. Contribuye no sólo a la formación de los individuos, sino que también es necesaria para que cada uno pueda hacer frente a sus necesidades y a las de su familia, entablar y mantener vínculos sociales y cumplir con sus deberes para con la sociedad.

 

¿Qué clase de trabajador requiere nuestra sociedad para poder funcionar bien? Las clases dominantes ya lo tienen claro. En realidad, se necesitan hombres que cooperen dócilmente en grupos numerosos con salarios paupérrimos, que deseen consumir más y más y cuyos gustos estén estandarizados y puedan ser influidos fácilmente.

 

Es decir, hacer lo previsto por el sistema.

 

Anexo: La declaración del Centenario

 

La Conferencia declara que:

 

i) asegurar una transición justa a un futuro del trabajo que contribuya al desarrollo sostenible en sus dimensiones económica, social y ambiental;

 

ii) aprovechar todo el potencial del progreso tecnológico y el crecimiento de la productividad, inclusive mediante el diálogo social, para lograr trabajo decente y desarrollo sostenible y asegurar así la dignidad, la realización personal y una distribución equitativa de los beneficios para todos;

 

iii) promover la adquisición de competencias, habilidades y calificaciones para todos los trabajadores a lo largo de la vida laboral como responsabilidad compartida entre los gobiernos y los interlocutores sociales a fin de:

 

— subsanar los déficits de competencias existentes y previstos;

 

— prestar especial atención a asegurar que los sistemas educativos y de formación respondan a las necesidades del mercado de trabajo, teniendo en cuenta la evolución del trabajo, y

 

— mejorar la capacidad de los trabajadores de aprovechar las oportunidades de trabajo decente;

 

iv) formular políticas eficaces destinadas a crear empleo pleno, productivo y libremente elegido y oportunidades de trabajo decente para todos y en particular facilitar la transición de la educación y la formación al trabajo, poniendo énfasis en la integración efectiva de los jóvenes en el mundo del trabajo;

 

v) fomentar medidas que ayuden a los trabajadores de edad a ampliar sus opciones, optimizando sus oportunidades de trabajar en condiciones buenas, productivas y saludables hasta la jubilación, y permitir un envejecimiento activo;

 

vi) promover los derechos de los trabajadores como elemento clave para alcanzar un crecimiento inclusivo y sostenible, prestando especial atención a la libertad de asociación y la libertad sindical y al reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva como derechos habilitantes;

 

vii) lograr la igualdad de género en el trabajo mediante un programa transformador, evaluando periódicamente los progresos realizados, que:

 

— asegure la igualdad de oportunidades, la participación equitativa y la igualdad de trato, incluida la igualdad de remuneración entre mujeres y hombres por un trabajo de igual valor;

 

— posibilite una repartición más equilibrada de las responsabilidades familiares;

 

— permita una mejor conciliación de la vida profesional y la vida privada, de modo que los trabajadores y los empleadores acuerden soluciones, inclusive en relación con el tiempo de trabajo, que tengan en cuentan sus necesidades y beneficios respectivos, y

 

— promueva la inversión en la economía del cuidado;

 

viii) asegurar la igualdad de oportunidades y de trato en el mundo del trabajo para las personas con discapacidad, así como para otras personas en situación de vulnerabilidad;

 

ix) apoyar el papel del sector privado como fuente principal de crecimiento económico y creación de empleo promoviendo un entorno favorable a la iniciativa empresarial y las empresas sostenibles, en particular las microempresas y pequeñas y medianas empresas, así como las cooperativas y la economía social y solidaria, a fin de generar trabajo decente, empleo productivo y mejores niveles de vida para todos;

 

x) apoyar el papel del sector público como empleador relevante y proveedor de servicios públicos de calidad;

 

xi) fortalecer la administración y la inspección del trabajo;

 

xii) asegurar que las modalidades de trabajo y los modelos empresariales y de producción en sus diversas formas, también en las cadenas nacionales y mundiales de suministro, potencien las oportunidades para el progreso social y económico, posibiliten el trabajo decente y propicien el empleo pleno, productivo y libremente elegido;

 

xiii) erradicar el trabajo forzoso y el trabajo infantil, promover el trabajo decente para todos y fomentar la cooperación transfronteriza, inclusive en áreas o sectores de alta integración internacional;

 

xiv) promover la transición de la economía informal a la economía formal, prestando la debida atención a las zonas rurales;

 

xv) adoptar y ampliar sistemas de protección social que sean adecuados y sostenibles y estén adaptados a la evolución del mundo del trabajo;

 

xvi) profundizar e intensificar su labor sobre migración laboral internacional en respuesta a las necesidades de los mandantes y asumir una función de liderazgo en materia de trabajo decente en la migración laboral, y

 

xvii) intensificar la participación y cooperación en el sistema multilateral a fin de reforzar la coherencia de las políticas, en consonancia con el reconocimiento de que:

 

— el trabajo decente es clave para el desarrollo sostenible, así como para reducir la desigualdad de ingresos y acabar con la pobreza, prestando especial atención a las zonas afectadas por conflictos, desastres y otras emergencias humanitarias, y

 

— en un contexto de globalización, la no adopción por un país de condiciones de trabajo humanas constituiría más que nunca un obstáculo al progreso en todos los demás países.

 

Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/201599

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