La OCDE y la educación

México / 20 de enero de 2019 / Autor: Enrique Del Val Blanco / Fuente: Eje Central

La semana pasada se presentaron en la Secretaría de Educación Pública dos estudios realizados por la Organización de Cooperación de Desarrollo Económico (OCDE), el llamado club de los ricos.

Los estudios fueron encargados por la pasada administración y ya se encuentran en línea para su consulta. El primero de ellos lleva por título El futuro de la Educación en México. Promoviendo Calidad y Equidad y el segundo: Educación Superior en México, Resultados y Relevancia para el Mercado Laboral.

Si uno repasa los documentos, concretamente el primero, en su resumen ejecutivo, se da cuenta de lo que hicieron los expertos de ese organismo, que fue una compilación de lo que es la educación superior en nuestro país y sin aportación relevante alguna; es más, mucha de la información es producto de los análisis que constantemente realizan diversos especialistas en el tema, fundamentalmente de la UNAM, el Colegio de México y otras instituciones públicas de educación superior.

Lo único que hacen es confirmar lo que muchos ya han mencionado, como, por ejemplo, el salto que podríamos decir cuántico, de la matrícula universitaria que, de ser aproximadamente 200 mil estudiantes en 1950, fue de cuatro millones 500 mil alumnos el año pasado. Asimismo, mencionan como dato importante que cada año se incrementa la terminación de estudios, pero que, a pesar de estos números, somos el país de la OCDE con el menor número de jóvenes entre los 25 y 34 años en la educación superior: tan sólo 23%, mientras que Canadá tiene 60%, Estados Unidos 50% e incluso Chile tiene casi 30 por ciento.

Otro dato que mencionan es que mientras la matrícula sigue creciendo, el gasto por alumno se ha reducido, lo cual a mi juicio, es un sinsentido y está provocando la crisis en la cual se encuentran muchas universidades. Incluso se demuestra que el gasto por alumno es el segundo más bajo de toda la OCDE. Este dato es importante, pues hay el mito de que se gasta mucho por alumno, lo cual no es verdad.

La situación de la educación superior en nuestro país es delicada y esperamos que las nuevas autoridades así lo entiendan, ya que será imposible seguir aumentando la matrícula si los recursos disminuyen o son los mismos que del ejercicio anterior, como lo serán para 2019.

Un hecho que parece demostrar que las cosas van a cambiar ocurrió también la semana pasada, pues la SEP dio inicio a la solución de la crisis de las diez universidades públicas estatales con mayores problemas por diversas causas, mediante un convenio de compromisos mutuos, pero, sobre todo, mediante el apoyo gubernamental para que puedan salir de la situación crítica que tienen desde hace varios años.

Ahora bien, este gobierno tiene un reto descomunal en materia de educación media-superior y superior, ya que todo apunta a que para el año 2022 se alcanzará la cobertura de 100% de los jóvenes que aspiren al ciclo de media-superior, mientras que de seguir las cosas como ahora, cuando mucho se estará llegando a 45% de cobertura en la educación superior. Es decir, uno de cada dos egresados de la media no tendrá oportunidad de entrar a la superior.

La única forma de lograrlo sería con incrementos anuales considerables en los recursos, para que se abran los espacios suficientes y se contraten los maestros necesarios para atender a estos jóvenes, de lo contrario sería un desperdicio enorme de talento haberles garantizado hasta la media superior y que no puedan continuar con sus estudios.

Espero que las nuevas autoridades de la SEP evalúen con más detenimiento las aportaciones de la OCDE, porque las que entregaron eran de sobra conocidas en nuestro país. En términos reales no dijeron nada nuevo y sí cobraron varios millones de pesos por ello.

Fuente del Artículo:

http://www.ejecentral.com.mx/rubicon-la-ocde-y-la-educacion/

Fuente de la Imagen:

https://es.slideshare.net/OCDE/la-reforma-educativa-que-mxico-necesita

ove/mahv

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La educación no es mercancía


Por Enrique Del Val Blanco

Piden a los gobiernos no firmar tratados de libre comercio con otros países que impliquen concebir a la educación como un servicio lucrativo.

En este mes se han celebrado dos reuniones muy importantes para la educación superior, ambas en la emblemática ciudad de Córdoba, Argentina, en ocasión del festejo de la gesta estudiantil que en 1918 logró por primera vez la autonomía en América Latina.

La primera fue convocada por el Instituto de la Educación Superior para América Latina y el Caribe (IESALC), dependiente de la Unesco, titulada III Conferencia Regional de Educación Superior, con la asistencia de más de 5,000 personas, desde ministros, rectores, académicos hasta estudiantes y trabajadores.

Entre los puntos importantes a destacar reflejados en su Declaración se encuentran los siguientes: con lo convulsa que está la región, es necesario luchar por un cambio radical, por una sociedad más justa, democrática, igualitaria y sustentable, haciéndose eco de los estudiantes reformistas de hace 100 años, quienes proclamaron que “los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan”. No pueden ser olvidados porque los dolores de la pobreza, la desigualdad, la marginación, la injusticia y la violencia social están a la orden del día en la mayoría de nuestra región.

Esta tercera Conferencia insiste y refrenda los acuerdos de años pasados celebrados en La Habana, París y Cartagena, en donde se reafirma el postulado de que “la educación superior es un bien público social, un derecho humano y universal, un deber de los Estados el financiarlo”. Este postulado es uno de los fundamentales que deben guiar el desarrollo de la educación en nuestros países.

Asimismo, se conminó a los Estados a ser más eficientes en la regulación de la oferta extranjera, ya que en muchas de nuestras naciones ha profundizado la transnacionalización y la visión mercantilizada de la educación superior, cercenando en muchos casos el efectivo derecho social a la educación. La declaración llama a revertir esta tendencia, para lo cual los Estados nacionales deben establecer rigurosos sistemas de regulación de la educación superior y de otros niveles del sistema educativo.

Piden a los gobiernos no firmar tratados de libre comercio con otros países que impliquen concebir a la educación como un servicio lucrativo. En resumen y con sus palabras, la Declaración de Córdoba dice: “La educación no es una mercancía”. No se podría estar más de acuerdo.

La otra reunión se celebró en los recintos de la Universidad de Córdoba, en donde uno de los actos centrales fue una mesa redonda en la que intervinieron los rectores de Buenos Aires, Sao Paulo, Salamanca, Complutense y de la UNAM.

El rector Graue hizo un recuento de cómo se encontraba nuestro país en 1918, mencionando que salíamos de un largo periodo de autocracia gubernamental en donde la injerencia del Estado y las fuerzas conservadoras en los asuntos universitarios tenían a la educación superior al servicio de intereses políticos y religiosos.

También reconoció que el impacto de la lucha de Córdoba se extendió por todo el continente, destacando la lucha de los estudiantes de San Marcos en Perú en 1919 y en la Habana en 1922, y señaló que en nuestro país, la UNAM alcanzó su autonomía en el año de 1929, aunque hubo otras universidades que la lograron antes.

Aprovechó para recordar el año de 1968, mencionando que fue de luto en la historia de la autonomía universitaria en nuestro país, pues éramos gobernados por un partido hegemónico y vivíamos un régimen autoritario, indicando que a ese año lo escogió la historia para que las
juventudes enfrentaran la falta de libertades en muchas partes del mundo.

Gracias a las luchas de miles de estudiantes se logró que en 1980 la autonomía de las universidades públicas se elevara a rango constitucional y ha permitido a la UNAM crecer como una universidad laica y popular, con un objetivo central, que es formar jóvenes que crezcan en un mundo tolerante, diverso y sustentable.

El rector finalizó su intervención señalando que “la historia de la autonomía latinoamericana es, pues, la historia de las universidades frente a los Estados, frente a sí mismas y frente a la sociedad en la que están arraigadas”.

Fuente del artículo: http://www.excelsior.com.mx/opinion/enrique-del-val-blanco/la-educacion-no-es-mercancia/1247467

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Hambre y desigualdad

Por. Enrique Del Val Blanco

Resulta curioso que el jefe de Gobierno de la ciudad y varios gobernadores hayan acudido a reuniones con el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para hablar de los recortes que aparecen en el presupuesto.

El proyecto de Presupuesto de Egresos para el año próximo ya se encuentra en la Cámara de Diputados y seguramente está siendo objeto de análisis en las comisiones que tienen que ver con su aprobación. Todos sabemos que la fecha límite es a más tardar el 15 de noviembre.

Por lo anterior, resulta curioso que esta semana que termina, el jefe de Gobierno de la ciudad y varios gobernadores hayan acudido a reuniones con el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), para tratar sobre los recortes que aparecen en el presupuesto. Todo estaría bien, si no fuera porque la SHCP no puede modificar su proyecto ya entregado, únicamente lo pueden hacer los diputados.

A menos que, claro, se siga la tradición de que en última instancia y faltando minutos para agotar la fecha límite, sean los servidores públicos de esa secretaría quienes promuevan las modificaciones, a cambio de permitir y otorgar a los diputados algunos millones de pesos del presupuesto que se apruebe, para sus proyectos particulares y todos contentos. Es muy poco comprensible y justificable que asistan dirigentes políticos o empresarios a ver al secretario para tratar de que modifique lo que ya envió a la aprobación de la Cámara.

El mes pasado, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) realizó un cuidadoso análisis sobre el proyecto de presupuesto en los temas que le corresponden y las observaciones que elaboró confirman que hay un desprecio por el combate a la pobreza y el desarrollo social.

El documento y las cifras confirman lo anterior. Así, tenemos que en el presupuesto para programas y acciones de desarrollo social hay, en términos reales, una pérdida de 10.5 por ciento en comparación con este año. Incluso, hay nueve programas que no tienen presupuesto.

El Coneval hace una distinción de los programas prioritarios, los que a su juicio son 83. De éstos, 67 disminuyen en términos reales; es decir, casi 80 por ciento de ellos. Casos que sorprenden los tenemos en la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), a la cual le reducen en 71 por ciento los recursos al Programa de Infraestructura Indígena, al compararlo con lo asignado para el presente año. En el Instituto Nacional de las Mujeres, al Programa de Fortalecimiento a la Transversalidad de la Perspectiva de Género se le reduce 48 por ciento. A la Secretaría de Salud le aplican una disminución presupuestal en ocho programas, recortes que van desde tres hasta 45 por ciento.

Y a la secretaría emblemática del combate a la pobreza, la Sedesol, le aplican reducciones al presupuesto en 14 programas prioritarios, a juicio del Coneval, los cuales van desde 2.5 por ciento hasta, el caso notorio del programa de Seguro de Vida para Jefas de Familia, al cual lo dejan con 98.8 por ciento menos de presupuesto que el asignado el año en curso. Por cierto, parece totalmente absurda tal reducción.

A la Secretaría de Educación Pública (SEP) también le dan su repasada en 10 programas, alguno de ellos con el 96.8 por ciento de recorte. En el de Escuelas de Tiempo Completo, que sirve para que los niños de las escuelas más pobres tengan acceso a comida al mediodía, le quitan 11.4 por ciento. Queda la duda de si los que ya comen podrán hacerlo el año que viene.

Con toda esta información analizada por el Consejo, la única conclusión que podemos sacar es que el gobierno ya se decidió por el crecimiento de la pobreza y la desigualdad en nuestro país, a cambio de mantener las variables macroeconómicas supuestamente controladas.

Esperemos que este documento del Coneval no genere otro enojo en el gobierno, pues lo único que se ha hecho es transparentar cuáles son las prioridades gubernamentales y olvidándose de varios de los compromisos que asumió al inicio de la administración.

La única esperanza que existe es que los diputados tomen conciencia de lo que está pasando y hagan las modificaciones necesarias para que en nuestra nación no aumenten el hambre ni la desigualdad.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/opinion/enrique-del-val-blanco/2016/10/08/1121271

Imagen: www.diariolaprimeraperu.com/online/images/2013/abril/26/eco4.jpg

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La educación ¿es prioritaria?

Por. Enrique Del Val Blanco

Como dijo el general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional, la única forma de transformar al país de una manera rápida y contundente es con la educación, porque sin ella regresaremos al pasado…

El martes de la semana que termina, por invitación del diputado Javier Guerrero, presidente de la Comisión de Desarrollo Social, el rector de la UNAM, doctor Enrique Graue, presentó el Informe del Desarrollo en México 2015 elaborado por el Programa Universitario de Estudios de Desarrollo, que dirige el doctor Rolando  Cordera.

Estuvieron presentes diputados de todas las fracciones políticas representadas en la Cámara de Diputados, quienes hicieron uso de la palabra y se contó con la presencia del diputado presidente de la Junta de Coordinación Política, el doctor César Camacho.

En su intervención, el rector dijo cosas que vale la pena destacar, por la importancia que tienen en la educación media superior y superior.

Recordó a los presentes que la obligación constitucional señala que para el año 2022 todos los mexicanos deben tener acceso a la educación media superior, lo cual significa que cada año, durante los próximos cinco años, deberá haber un espacio para 240 mil nuevos estudiantes en este ciclo. Ello presionará irremediablemente a la siguiente etapa, que es la educación superior, donde en la actualidad sólo hay espacio para el 35% de los jóvenes en todas las modalidades. El rector hizo alusión a algunos casos, no de países desarrollados sino de nuestra América Latina, tales como Argentina, donde se cubre el 80%, Chile, que atiende al 74%, y Uruguay, el 63 por ciento.

También dijo que, según la propuesta del actual gobierno, al final del sexenio se debe de llegar a cubrir el 40% en este nivel educativo, lo cual a mi juicio plantea una problemática terrible, pues para 2018 seis de cada diez estudiantes no tendrán la oportunidad de estudiar una licenciatura. El rector agregó que esta situación tendrá efectos en el desarrollo del país, en la paz y en la seguridad, en la desigualdad y en la permeabilidad social y, en consecuencia, en la prosperidad de la nación.

Durante el intercambio de opiniones entre los diputados y los investigadores de la UNAM, el maestro Carlos Tello Macías puso en la mesa de discusión que las autoridades plantean de manera equivocada el desarrollo del país, ya que primero se aprueba la Ley de Ingresos y después el Presupuesto de Egresos, mientras que en otros países se hace correctamente, como en Inglaterra y Chile, donde primero se plantean cuáles son las necesidades y luego se determina el monto de los ingresos necesarios y se obtienen primordialmente por la vía fiscal y no mediante la famosa austeridad, elemento fundamental del neoliberalismo, sobre el cual, por cierto, en un artículo denominado El neoliberalismo está muerto, escrito por el premio Nobel, Joseph Stiglitz, y difundido esta semana, se argumenta que esta escuela del pensamiento económico, que ha predominado durante los últimos 30 años derivado del infausto Consenso de Washington, ha sido un fracaso.

El problema para nuestro país es que las autoridades hacendarias únicamente han abrevado en esta escuela y los resultados han sido claros: bajo crecimiento y desigualdad creciente, y la factura se ha pasado al sector educativo y, de paso, al de la salud.

La educación es, o debería de ser, un tema central y prioritario sobre el pago del servicio de la deuda y la austeridad. Incluso esta misma semana, el general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional,  dijo a los medios de comunicación que la única forma de transformar al país de una manera rápida y contundente es la educación, porque sin ella regresaremos a lo mismo y que el país tiene que mejorar y tiene que ser a través de su sistema educativo nacional.

Al final de su intervención, el doctor Graue expresó que el crecimiento de la matrícula no puede ser a expensas de los mismos presupuestos, porque hacer más con lo mismo en la educación va a ser muy difícil.

Esperemos que el Presupuesto de Egresos que en los próximos días presente la Secretaría de Hacienda y Crédito Público tome en consideración las palabras del rector, del general Cienfuegos y las opiniones de los diputados de la Comisión de Desarrollo Social.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/opinion/enrique-del-val-blanco/2016/08/27/1113447

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Mover los índices

Por: ENRIQUE DEL VAL BLANCO

En realidad, dentro del eslogan gubernamental de Mover a México, lo que se está buscando es mover los índices para mejorar en el papel la situación real de los mexicanos, ya que en la actualidad, a través del esquema tradicional y la restricción de recursos, es imposible cumplir con lo que establece la Constitución.

Continúa la controversia en torno a la decisión del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de modificar la forma con la cual elaboró y aplicó la encuesta que serviría de base al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) para su medición de la pobreza y que, supuestamente, en el transcurso de la semana pasada debió haberse publicado.

El secretario ejecutivo del Consejo ya declaró que no lo harán, hasta que se hayan puesto de acuerdo con el Inegi y tengan información clara sobre dichas modificaciones, lo cual provocará varios problemas.

Una de las cosas a aclarar, frente a comentarios al respecto, es la afirmación de que a muchos de los críticos “nos gustaría que siguiera habiendo muchos pobres”. No se trata de eso. De lo que se trata es de que los datos recabados reflejen la realidad y, sobre todo, que puedan ser comparables, por ejemplo en el tiempo, cosa que por lo visto ya no será posible. Una de las grandes dudas es quién dio la orden a los entrevistadores de regresar a preguntar y de orientar las respuestas.

Ahora, a partir de este mes, la Sedesol está distribuyendo la que ha denominado como “la cartilla social”, un documento más que, de acuerdo con la información proporcionada a los medios de comunicación, contendrá lo que reciben los beneficiarios de los diversos programas sociales. Se busca, dicen, que los receptores puedan “monetizar” el apoyo de distintos esquemas y, de esta manera, obtener una “focalización” más precisa de la política social y la “mejor captación” del ingreso, ya que han encontrado que hay personas que no declaran lo que obtienen a través de los diversos programas. Por cierto, la Real Academia de la Lengua proporciona dos acepciones de la palabra “monetizar”. La primera es “dar curso legal como moneda a billetes de banco” y la segunda, “hacer moneda”. No sabemos a cuál se refieran.

Por otro lado, nos hemos enterado que se pretende que el último año de permanencia de los pequeños en los Centros de Desarrollo Infantil, conocidos como Cendis, sea considerado como primer año de educación preescolar. Como si la educación preescolar pudiera ser impartida por cualquier persona. Esta decisión es bastante grave ya que, según los expertos internacionales y nacionales, esta etapa del desarrollo infantil es básica en su formación y desarrollo.

En la propuesta curricular para la educación obligatoria 2016, presentada esta semana por la SEP, se menciona que en la educación preescolar se deberá atender lenguaje y comunicación, inglés, pensamiento matemático, etc. ¿Dónde están los maestros capacitados para dar estas lecciones en los Cendis? La propuesta es buena, pero la realidad es otra.

Asimismo, para abatir el inmenso rezago educativo que existe en el país y que, según las fuentes oficiales, alcanza a más de 30 millones de mexicanos, se realizará un examen y con que la persona haya tomado cualquier curso, ya sea, por ejemplo, de plomería o carpintería, se le otorgaría el certificado de primaria o secundaria

Es decir, en realidad, dentro del eslogan gubernamental de Mover a México, lo que se está buscando es mover los índices para mejorar en el papel la situación real de los mexicanos, ya que en la actualidad, a través del esquema tradicional y la restricción de recursos, es imposible cumplir con lo que establece la Constitución, por ejemplo, sobre la obligatoriedad de la educación preescolar desde hace ya más de 10 años y la solución que han encontrado para cumplir es la comentada líneas arriba. Una solución heterodoxa y ¡el índice mejorará irremediablemente!

Es una lástima y, sobre todo, es muy peligroso que se instrumenten estas opciones para destacar y presumir que la pobreza, la desigualdad y la educación obligatoria han mejorado sensiblemente. No hay país que con las condiciones económico-sociales como las que hoy tenemos aquí lo haya logrado. Por eso, la original solución mexicana es la mejor: cambiemos y movamos los índices.

Tomado de: http://www.excelsior.com.mx/opinion/enrique-del-val-blanco/2016/07/30/1107980
Imagen: https://www.google.com/search?q=Mover+los+%C3%ADndices&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjL9ZbfzqXOAhVHXh4KHYtDAxwQ_AUICCgB&biw=1366&bih=623#tbm=isch&q=evaluaci%C3%B3n+en+mexico&imgrc=AAyNDOD_YA4M8M%3A

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