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Entrevista a Horacio Ferreyra: Tenemos que vincular las clases con nuestras vidas

Entrevista a Horacio Ferreyra
«Tenemos que vincular las clases con nuestras vidas»

En el Fórum se realizó el 1º Congreso de Neuroeducación, una disciplina de la que poco se habla, aunque va ganando terreno en el campo escolar. ¿De qué se trata? ¿cómo se aplica? Las respuestas a estas preguntas las dilucidó el Dr. Horacio Ferreyra, licenciado en Ciencias de la Educación (Universidad Católica de Córdoba), quien fue uno de los disertantes de la jornada.

“La neuroeducación promueve una mayor integración, por eso en este congreso he abordado la educación y su vinculación con la totalidad del cerebro y cómo el cerebro comanda estos procesos. La neurociencia puede ayudar mucho a la educación”, indicó.

En ese sentido, explicó que para tener una mirada holística de la educación “los docentes tenemos que cambiar de actitud, especialmente en lo metodológico, en lo que hacemos todos los días para que nuestros alumnos se apropien del conocimiento, tenemos que ir a trabajar por las situaciones individuales, en proyectos, hacer nuestras clases más dinámicas, vincularlas más con la vida, poner el acento en que desde el principio el alumno juegue el juego completo del aprendizaje”.

El profesional amplió sus consideraciones explicando que “uno puede poner en funcionamiento todos estos conocimientos partiendo de la idea de que cada ser humano es distinto, y a partir de esa diversidad plantearnos cómo abordar y cómo trabajar en el desarrollo de las capacidades de los estudiantes”.

¿Cómo lograr esto?, fue la consulta de Nuevo Diario. Sobre eso, Ferreyra resaltó: “Esto se logra a través de la acción, poniendo a los alumnos a hacer cosas (fomentar la creatividad) para trabajar los aspectos teóricos, y lo que tiene que ver con la práctica de esos conocimientos, entonces el alumno va tomando conciencia (por la aplicación efectiva de la teoría)”.
Siguiendo esa línea aseguró que “los procesos de enseñanza sirven para que los estudiantes resuelvan los problemas con ciencia y con conciencia, esto quiere decir que no hagan cosas por hacerlas nomás, sino que tengan argumentos y se pregunten por qué hacen eso, y no otra cosa”, comentó el especialista.

Este enfoque permite que cada alumno, en especial en los primeros años de escolaridad, experimente aquello que va adquiriendo de la teoría. La neuroeducación, entonces, debe ser entendido como un campo de la neurociencia, abierto, lleno de enormes posibilidades que eventualmente debe proporcionar herramientas útiles que ayuden a aprender y enseñar mejor.

Comprensión lectora, otro de los problemas

Una de las frecuentes críticas que reciben los estudiantes, y por consiguiente los docentes, es la dificultad a la hora de comprender un texto. Consultado por este problema, Ferreyra atinó a afirmar que “cuesta mucho porque sólo nos ocupamos en los primeros grados, y luego, que los alumnos comprendan solos. Desde mi punto de vista, la comprensión lectora es algo que debe atravesar el jardín de infantes, pero también todos los demás niveles hasta el universitario. Todos tenemos que colaborar para el desarrollo de esta habilidad”.

Sobre el lugar que ocupan las nuevas tecnologías en la educación, Ferreyra consideró que “viene a ayudarnos a poder inmiscuirnos en otros procesos de comprensión que son distintos, porque el chico está con un celular y en el celular lee, busca información, lo importante es que en la escuela se le enseñe a utilizar, que sepa cuándo una información es válida y cuando no. Creo que tenemos que aprender a convivir. Hoy no sólo la neurociencia aporta a la educación sino también las disciplinas tradicionales”, aseveró.

“Le agregaría una mirada más cualitativa a las evaluaciones”

 Las pruebas que se realizan tanto a nivel nacional como internacional arrojan datos preocupantes en relación a la educación argentina. En este sentido, Ferreyra argumentó que “no hay una cuestión lineal entre un dato de una evaluación estadística y lo que acontece en las instituciones educativas. Yo creo que las pruebas son importantes, pero tengo que leerlas en contexto, y en esto juega la cantidad de días de clase, las actividades que los chicos hacen, cómo participan en los proyectos de ferias de ciencias, en las olimpíadas. A esta mirada tan cuantitativa que tienen algunos países del norte yo le agregaría una mirada más cualitativa”.

Fuente: http://www.nuevodiarioweb.com.ar/noticias/2016/12/04/62095-tenemos-que-vincular-las-clases-con-nuestras-vidas

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Entrevista a Salvador Alva: “La educación convencional fracasó porque mató el espíritu crítico”

04 Diciembre 2016/Fuente: El espectador/Autor:Juan Miguel Hernández Bonilla

Lo dice Salvador Alva, presidente del Sistema Tecnológico de Monterrey, cuando hace referencia a la necesidad de implementar nuevos modelos de aprendizaje que enseñen a pensar y no a obedecer. En entrevista con El Espectador, Alva habló de su pasado como uno de los empresarios más exitosos e influyentes de la región y de la formación de líderes capacitados para cambiar el mundo

Salvador Alva nunca usa corbata. Desde hace 5 años, cuando llegó a dirigir el Sistema Tecnológico de Monterrey, una comunidad educativa que reúne cuatro universidades y agrupa más de 500.000 personas, ha transgredido todos los límites de la etiqueta. En su modelo de liderazgo no caben ni los códigos, ni los protocolos, ni las convenciones. Prefiere la espontaneidad y la irreverencia. Su idea de educación disruptiva ha ido transformando los contenidos y las metodologías de la enseñanza tradicional y ha logrado posicionar al Tecnológico de Monterrey como una de las 100 mejores universidades del mundo, la sexta en el continente y la primera escuela de negocios de México.

En el marco del festival más grande de emprendimiento de América Latina, INCmty, que se realizó la semana pasada en el Tecnológico de Monterrey, Alva hizo referencia a su pasado como uno de los empresarios más exitosos e influyentes de la región, al fracaso del modelo de educación convencional, a la crisis de las instituciones y la formación de líderes capacitados para cambiar el mundo.

¿Qué estudió? 

Estudié ingeniería química en la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM. Cuando terminé la carrera prometí que no iba a trabajar para nadie, que iba a ser emprendedor. En ese momento, tenía una fábrica de bolitas para adornar árboles de navidad y un mini negocio de churros con chocolate.

Antes de llegar al TEC de Monterrey dirigió varias compañías privadas ¿Cómo fue ese proceso de transición?

Durante diez años trabajé en la cervecería Moctezuma. Viví un modelo de organización que no me gustaba. El enfoque era servir al jefe y no servir al cliente. Fue una empresa muy jerárquica, poco humana, me fui formando en lo que no quería ser. Al mismo tiempo, cuando tenía 23 años, conocí una persona e hice un plan de vida por escrito que me permitió reconocer mis prioridades y trabajar para conseguir mis metas. La ventaja que tenía sobre los demás es que nadie tiene un plan de vida, y yo sí. Cada paso que daba, cada palabra que decía, estaba en línea con ese plan de vida. Empecé a seguirlo al pie de la letra. Decidí que quería ser un líder con sentido social para poder influir y ayudar a la comunidad.

Entonces, ¿se retiró de la organización?

No, me dedique a transformarla, a ser líder, a estudiar el comportamiento humano. Me convertí en un individuo rebelde, en un agente de cambio. Siempre actuaba creyendo que yo era el director general, y a los 26 años ya era director general de un sector de la empresa, a los 26 años ya manejaba una división. Ahí me empecé a dar cuenta de que mi habilidad no era saber más que los demás sino ayudarlos a generar organizaciones más solidarias y más humanas. Finalmente, la empresa entró en una crisis y me ofrecieron un puesto alto en PepsiCo.

¿Cómo fue su experiencia en PepsiCo?

Empecé en ventas, a los pocos meses me tocó crear un negocio de dulces y golosinas en medio de una de las crisis económicas más severas que tuvo México. Hace 20 años llegué a Monterrey para dirigir la compañía de galletas líder del mercado y tuve que hacer una profunda transformación de valores. Me di cuenta de que si creas una organización muy humana, generas crecimiento y utilidades, y eso era lo que le importaba a los accionistas.

Y a usted ¿qué lo motivaba?

A mí me interesaba ver el clima laboral. Cómo estaba la gente, cómo estaban las familias, ese era mi sentido. Sin embargo, en mi plan de vida estaba muy claro que quería hacer proyectos sociales, escribir libros, transformar vidas. Cuando estaba listo para renunciar a mi cargo, cambiaron a mi jefe y me ofrecieron manejar el sector de alimentos en América Latina, lo acepte porque podía influir en 40.000 personas de muchos países del continente. Posteriormente, a los tres años, cuando ya quería dejar la organización, me ofrecieron manejar también el área de bebidas y me volví a quedar. Mi único aliciente para persistir era impactar más seres humanos.

¿Qué pasó? ¿porque se retiró?

Hace ocho años me salí de PepsiCo, revisé mi plan de vida y repetí la misma promesa que hice cuando termine la escuela: no voy a trabajar para nadie. Estuve tres años pensando y escribiendo. Hace cinco años, Lorenzo Zambrano, director general de Cemex y miembro de la junta directiva del TEC, me dijo que me iban a postular para dirigir el Instituto. De nuevo, acepte porque podía influir en la vida de miles de jóvenes estudiantes.

¿Cuál ha sido su modelo de liderazgo? ¿Qué valores privilegia?

Una organización, un país, una institución o un ser humano requieren de rumbo, escala de valores y sentido de vida. En el caso del Tecnológico de Monterrey los pilares son Innovación, visión global, trabajo en equipo, integridad y sentido humano. Vivimos en un capitalismo cruel y no queremos que los chicos estén en los negocios sin pensar en las necesidades de la sociedad. Queremos formar líderes con sentido social que transformen su entorno social.

¿Cómo lo están haciendo?

Tenemos universidad muy disruptiva. Creo que va a ser la primera universidad del planeta en la que el modelo esté basado en retos de aprendizaje y no en materias. Es un sistema que revoluciona en la forma y en el contenido. Por ejemplo, en cuanto a la forma cambiamos la adecuación, la arquitectura y el estilo de los salones. Antes eran lugares convencionales, pupitres en fila y el profesor al frente, en su escritorio. Ahora, cada salón es distinto, hay mesas redondas, asientos portátiles, de colores, con tableros móviles. Es el primer paso para romper las jerarquías e incentivar a los muchachos a que no estén de acuerdo, a que piensen por sí mismos, a que cuestionen la autoridad. La educación ha fracasado porque mató el espíritu crítico, el espíritu emprendedor. La sociedad te pone límites y tienes que romperlos, tienes que salirte del molde. Educar a un muchacho para libertad es mucho más difícil que educarlo para la obediencia, pero educarlo en la libertad es mucho más reconfortante.

¿Cuáles son los proyectos más innovadores del TEC de Monterrey?

La universidad está en la agenda de la economía del conocimiento. Queremos atraer a las mentes más brillantes del país, sin importar su nivel socioeconómico, y darles una educación totalmente diferente a la tradicional. Por eso creamos un programa de becas llamado “Líderes del mañana”. Nuestro objetivo es ir a las regiones pobres de México e identificar los talentos para poder convertirlos en agentes transformadores del futuro. Ahí están los Googles, los Facebook pero creados en México. Otra cosa fundamental es predicar con el ejemplo. Si nosotros vamos a ser una universidad diferente, transgresora, disruptiva más vale que nuestros espacios de trabajo lo demuestren, más vale que nos quitemos las corbatitas.

Fuente de la entrevista: http://www.elespectador.com/noticias/economia/educacion-convencional-fracaso-porque-mato-el-espiritu-articulo-668760

Fuente de la imagen:

 http://www.elespectador.com/files/imagecache/560_width_display/imagenprincipal/d0dab877cb02a1cb3d4cbcf2d8a45e63.jpg

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Entrevista a Silvia Leal: «Concienciar a la sociedad es clave para la transformación digital»

04 Diciembre 2016/Fuente y Autor:red.computerworld

Según la experta en Transformación Digital, participante en el 7º Congreso Nacional CENTAC, es necesario informar y no solo formar en transformación digital

Hay que concienciar a la población sobre la importancia de la transformación digital y hacerle ver que puede cambiar su vida. Así lo ha reconocido la experta en inno-liderazgo Silvia Leal, doctora en Sociología, en una de las entrevistas promovidas por CENTAC e IDG Communications sobre tecnologías accesibles.

Leal recalca que cuando hablamos de transformación digital es fundamental situar a las personas en el centro. “La transformación digital es un proceso que está ahí aunque algunas personas miren para otro lado”, explica.

En palabras de Silvia se trata de un “proceso humano” donde los principales beneficiarios son las personas. “Si lo planteamos como un ente que va hacer que la empresa se mueva, vamos mal”, admite la experta.

El “error” de invertir solo en formación

En relación a la inversión para llevar a cabo esa transformación digital, Leal considera que es una oportunidad de negocio “brutal y cortoplacista”. “Cuatro de cada diez empresas van a desaparecer en los próximos 5 años, así como el 47% de los puestos de trabajo que hoy conocemos”, alerta. Ante esa situación, quien no cambie, “cometerá un error estratégico”, afirma.

Para Silvia Leal invertir solo en formar en transformación digital es un error. “No te puedes gastar solo el dinero en formación, tienes que gastarte el dinero en informar a la gente de que tienen que hacer esa formación porque cambiará su vida”, detalla la experta.

Según Silvia ese matiz es importante para que la persona perciba la formación como algo que realmente le puede “cambiar la vida”.

Video de la entrevista: https://youtu.be/dG4G6tYmtrs

Fuente de la entrevista: http://red.computerworld.es/tecnologias-sociales/silvia-leal-concienciar-a-la-sociedad-es-clave-para-la-transformacion-digital#cxrecs_s

Fuente de la imagen:http://www.barcelonadot.com/wp-content/uploads/2016/11/x-30-600×394.jpg

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“PISA mide aptitudes que no se desarrollan en la escuela” Entrevista a Julio Carabaña

Europa/España/03 Diciembre 2016/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El Diario de la Educación

El sociólogo Julio Carabaña es uno de los mayores expertos en PISA de España. Sostiene este informe es «inútil para las escuelas y Gobiernos», por mucho que se intente vender lo contrario

Está considerado el mayor experto en PISA en España. Y no porque le guste el examen más famoso de cuántos se hacen en el mundo. Más bien al contrario, Julio Carabaña (Fuente de Pedro Naharro, Cuenca, 1948), catedrático en Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, sostiene que PISA es inútil para las escuelas y Gobiernos, por mucho que se intente vender lo contrario, y su interés queda para los investigadores. Todo ello está detallado en su libro “La inutilidad de PISA para las escuelas” (Catarata). De cara a la siguiente edición del test que realiza la OCDE, que se publicará a principios de diciembre, se atreve con un pronóstico para España. “485 otra vez”. Escrito queda.

¿Por qué afirma que PISA es inútil?

Es inútil para las escuelas y el Gobierno. El problema fundamental es que mide una cosa que ellos llaman literacia, que son aptitudes muy generales que se pueden desarrollar algo en las escuelas pero fundamentalmente no. Esto no es algo que yo necesite fundamentar porque lo dice PISA en todas sus ediciones: “Téngase en cuenta a la hora de interpretar estos datos que cuando un país está por encima de otro en las clasificaciones ello no se debe a las escuelas solamente, porque las puntuaciones PISA dependen de toda la experiencia vital de los individuos”. Eso lo advierten continuamente. Y a continuación se olvidan de ello y empiezan a hablar y razonar las cosas como si esto no fuera así.

Es que para no servir luego sacan un montón de documentos asociados (PISA in focus, evaluaciones por países, etc) en los que dicen qué hay que hacer y qué no…

Ellos venden que sus pruebas no reflejan lo que se aprende en las escuelas. Hay que matizar incluso eso. Parten de la base de que no van a medir lo que se enseña en las escuelas porque eso es inútil para la vida, son conocimientos memorísticos inútiles para la vida. Ellos van a medir lo que es realmente útil para la vida, que es lo que miden sus pruebas. Lo llaman literacia, literacy. A su vez, reconocen que esta literacia, que es lo que ellos dicen que se debe medir —tras admitir que no es lo que se enseña en las escuelas, pero que, según defienden, es lo que se deberian enseñar—, solo depende de las escuelas en muy pequeña medida. Está todo en sus informes. Hacen lo contrario de lo que dicen.

Es que igual me pongo un poco pesado, pero luego ellos lanzan recomendaciones sin parar.

Como si evaluaran las escuelas. Es contradictorio. Es una cosa que se hace mucho en realidad: te haces una objeción a ti mismo y así ya la has reconocido y a continuación la olvidas.

¿Una evaluación hecha de otra manera serviría para algo?

Claro, si las pruebas miden cosas que se enseñen en las escuelas. Así de simple. Por ejemplo, la Selectividad sirve para saber cuánto saben los alumnos en matemáticas, etc. O los exámenes de siempre, se hacen para ver si los alumnos han aprendido. ¿Cuál es el problema de los exámenes? Que no son pruebas objetivas y los contenidos y corrección no siguen criterios universales. Para eso se inventaron las pruebas objetivas. Pero no son suficientes. Porque cuando te hacen una prueba objetiva de trigronometría, por poner un caso muy específico, por el mismo diseño (respuesta múltiple, etc., la que admite una corrección automática que no dependa del corrector) hace que tenga que dejar fuera muchos elementos importantes de los contenidos. Porque no son claros, no se prestan a una respuesta múltiple… Y entonces ve que la materia se le escurre. Si además tiene que ser internacional y valer para las escuelas, entonces los contenidos se escapan por todas partes. Trigonometría, por ejemplo. En muchos países a los 15 años ni se enseña. Acabas en la literacia, que es una cosa muy general en matemáticas y ciencias. En lengua ni siquiera aspira a ser particular. En lengua se mide lo que la gente entiende cuando lee. Pero la capacidad lectora es lo mismo que la auditiva. Yo te puedo leer un texto y es lo mismo que lo haga yo o tú. Que tú entiendas un texto no depende de que lo leas o escuches. Depende de tu cultura general y de tu capacidad de comprensión general, nada que se aprenda en la escuela. Bueno, si te hablan de voltios o vatios lo entenderás si lo has aprendido en la escuela, pero esos textos los evita PISA. Pone teatro, literatura, periódicos… Ese es el problema de PISA, la gran contradicción. Es una gran empresa, ha permitido comparar y muchas cosas ya no se pueden decir después de PISA. “La enseñanza francesa, cartesiana, se basa en el sistema y el razonamiento y estructura mejor las mentes de los alumnos, que luego podrán razonar mejor”. Pues, según PISA, ni mejor ni peor que los demás. Esas cosas ya no se pueden decir, así que utilidad tiene, pero más para los investigadores que para las escuelas y los Gobiernos. Cuando un director de escuela dice “a ver cómo puedo mejorar los resultados”… En primer lugar no son resultados de la escuela y en segundo no se pueden mejorar. Tiene un problema de validez.

Y sin embargo se utiliza como excusa para cambiar esto y aquello. ¿Por que no hay otra cosa a la que agarrarse?

Es un deseo en busca de una justificación. El deseo es cambiar algo, la enseñanza. Nuestros gobernantes, como todos los del mundo, forman parte de ese deseo universal de mejorar y que ellos son parte fundamental, ¿para qué está el Gobierno si no es para mejorar? Tercero, de la falta de otra cosa que mejorar. A mi entender tenemos un enorme exceso de oferta de políticos intentando hacer cosas por los demás. Cuando llegan al Gobierno tienen que justificarlo, y para eso tiene que hacer planes de mejora. Cuando les dicen: “La educación es muy importante para el desarrollo económico”. ¿Cómo lo van a poner en duda? ¿Y cómo lo van a mejorar? “De cualquier manera que no sea contraria a mi filosofía básica”. Y una vez se ponen a buscar recomendaciones que no sean contrarias a su filosofía básica cuanto más prestigioso sea el organismo de donde venga, con más facilidad lo acepta. Se hace así una alianza entre los políticos de cada país y el organismo internacional que vive de hacer recomendaciones a los políticos. Las recomendaciones siempre son dobles, siempre ponen una vela a la izquierda y otra a la derecha. Sucede con los organismos internacionales en general. Si se pasan de liberales a continuación intentan cubrirlo por el lado socialdemócrata. PISA hace lo mismo, tiene recomendaciones para todo el espectro político. Viene el funcionario de PISA y escoge del informe la recomendación que al Gobierno de aquí le viene bien.

Cualquiera entiende que ellos hacen su trabajo e intentan darle la máxima difusión posible. Lo que mucha gente no acaba de entender es en qué momento se le concedió a la OCDE el estatus de Ministerio de Educación mundial.

Nunca ha habido necesidad de hacerlo. La OCDE se crea para vigilar la prosperidad económica de los países desarrollados. Para la prosperidad económica es importante la educación. Entonces crean una sección de educación y durante muchos años hace evaluaciones de países, dan consejos, etc. El momento más importante es cuando deciden hacer un informe y comparar los sistemas. Ni siquiera son los primeros. Hay una organización semi-privada, la IEA, que hace un examen llamado TIMSS desde el ochenta y tantos. Son los que demuestran que los estudios se pueden hacer. Pero, al hacer esas pruebas una entidad privada no tiene la repercusión que tuvo la OCDE cuando hizo PISA a partir del año 2000. Es una organización oficial, tiene el apoyo de los gobiernos y estos esperan que se haga algo grande. No lo decide nadie, se van poniendo lentamente de acuerdo y hay una fuerza de los hechos y de los medios.

Ha mencionado TIMSS. Está también PIRLS, PIAAC… ¿Tienen todos el mismo problema?

PIAAC tiene exactamente el mismo problema porque es la misma prueba que PISA pero para adultos. Mide las habilidades generales y abstractas de los adultos. Es quizá peor por lo de la edad. Te dicen que es un diagnóstico de las habilidades de una generación, pero no puedes hacer nada al respecto más que intentar arreglarlas en la escuela para los jóvenes. Así que vas a PISA, en la escuela. PISA tiene el problema general de los 15 años. ¿Quién dice que a esa edad es muy importante la diferencia? ¿Qué pasa si yo he ido más lento y lo supero a los 16? Luego vas a PIRLS, a los 9 o 10 años. ¿Y esta carrera a los 9 o 10 años? ¿Es tan importante que los alumnos de esa edad hagan tal cosa o dejen de hacerla? ¿No pueden hacerlo a los 11?

Lo que están implícitamente favoreciendo es la idea, que los pedagogos rechazan desde hace tiempo, de que hay que darse mucha prisa para hacerlo todo. Enseñar a leer a los cuatro en vez de a los cinco, integrales a los 12 en vez de a los 13, etc. Y cuanto más bajas la edad, mayor es el problema.

TIMSS y PIRLS luego tienen otro problema, que no comparan edades sino cursos y entonces la muestra está sesgada. Los alumnos de 8º o 7º en España tienen mejores resultados que los de Rusia. ¿Pero cuánta repetición hay en España? Claro, estás quitando al 40% peor. Es una anécdota, pero en otros sitios entran más tarde en la escuela, por ejemplo. El punto es que se impide la comparación porque la muestra tiene sesgos, sólo son los que han llegado a un determinado curso.

¿Una ley educativa tiene tanto impacto en la educación?

No. Hay una división de funciones que para mí es clara pero que todo el mundo se empeña en invertir. El parlamento da leyes y los gobiernos gobiernan y además proporcionan los medios. Y los profesores enseñamos. Una ley educativa sirve para ordenar. Simplifica, agiliza, aclara, dispone mejor o peor los canales para repartir los medios, etc. y cada vez más determina la política educativa. Por ejemplo, prevé cosas como “se darán medios especiales a determinados alumnos”. Su importancia es hacer todo eso. Pero carece de importancia cuando se meten donde no deben, como prescribirles a los profesores cómo deben enseñar.

La LOMCE, que es igual que la LOE en ese sentido, tiene 19 principios, de los cuales ocho se refieren a que hay que educar en la no violencia, hay que utilizar métodos que nos sean memorísticos, hay que fomentar la colaboración… Eso no es cosa suya. Eso es pura ideología que no hay que poner en la ley. Usted diga cómo se ordena el sistema y los profesores se encargarán de enseñar. Y si quiere hacer además inquisición y ver si los profesores fomentan el aprendizaje individualista, sepa que es hacer de policía e ir contra la libertad de cátedra de los profesores.

Y a la vez los grupos de profesores y sindicatos insisten en que las leyes vayan a sus ideologías favoritas. Que la pedagogía buena es la constructivista. Ahora porque está de moda. Pero en diez años cuando ya no, ¿cambiamos la ley?

¿Las leyes influyen? Pues como los guardias de tráfico. Ahora, el tráfico de la ciudad puede estar muy bien, pero lo que hace la gente puede ser poco productivo, los alumnos pueden trabajar poco, los profesores ser malos… y en eso la ley no puede influir. ¿Influyen de las leyes en los resultados de PISA? Pues si no influyen las escuelas, imagine los políticos.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2016/11/28/pisa-mide-aptitudes-que-no-se-desarrollan-en-la-escuela/
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Entrevista: Ferran Adrià: “La monotonía es el principal enemigo de la innovación en educación”

Ferran Adrià: “La monotonía es el principal enemigo de la innovación en educación”

Todos podemos ser creativos. La innovación se puede aprender. Hay métodos y técnicas que nos pueden  ayudar a modificar los procesos de aprendizaje, a mirar más allá de lo obvio,  a mejorar, a ser más eficientes y más innovadores”. Con esta convicción y mucho entusiasmo Ferran Adrià explica su nuevo proyecto ‘Escuelas creativas: La metodología de Ferran Adrià llega a la educación’.

El objetivo de esta iniciativa de Fundación Telefónica y el cocinero catalán, embajador de Telefónica desde 2010, es aplicar la metodología de elBulli al ámbito educativo para transformar la forma de enseñar y aprender, todo vehiculado a través de la creatividad y la innovación.

¿Dónde y quién puede inscribirse?

Los centros interesados pueden inscribirse a través de la web hasta el próximo 20 de noviembre. A partir de diciembre, los centros y docentes inscritos inician su andadura creativa. A lo largo de todo el proceso tendrán acceso a recursos y materiales para inspirar la innovación y fomentarla a partir de recetas sencillas de alta aplicabilidad.

“Como un aula, un restaurante de alta cocina es un escenario de aprendizaje continuo. Es un reto emocionante. Se trata de compartir las enseñanzas de 25 años de innovación al máximo nivel con centros educativos, con profesores”, apunta Adrià, quien nos explica más detalles sobre el proyecto en la siguiente entrevista:

De innovar en la cocina a hacerlo en la escuela ¿es posible compartir ‘ingredientes’?

No hay duda de que son ámbitos distintos, pero creo que se pueden compartir ingredientes muy importantes, comenzando por la organización, en la optimización de la estructura, partiendo de la metodología Sapiens, que hemos desarrollado en elBulliLab para estudiar de qué modo se producen los procesos que definen una actividad concreta, en este caso la educación.

Los ingredientes clave de cualquier escuela son la pasión y el compromiso

¿Cuáles son los ‘ingredientes’ que no deben faltar en una escuela creativa?

En una escuela en general, y más si se apuesta por la creatividad, lo que no deben faltar de ningún modo son la pasión, el compromiso, junto a una estructura necesaria para que pueda aflorar, justamente, el chispazo de la anarquía creativa.

¿Qué puede aportar la metodología de Ferrán Adriá al ámbito educativo? ¿Cómo se aplica?

Nuestra metodología se basa en analizar cuáles son los procesos que se dan en una actividad o en una disciplina determinada. Teniendo en cuenta siempre las particularidades de cada una, estos procesos son bastante comunes en todas. Así, existe un proceso creativo, un proceso de producción (en el que se elabora o reproduce lo creado), un proceso de márketing y comunicación (mediante el cual se anuncia o publicita lo que se hace), un proceso comercial (que sirve para “vender” o hacer llegar al usuario lo que se hace), un proceso experiencial (que es el que vive el usuario), etcétera. Así, el ámbito educativo también puede ser sometido a esta disciplina, para intentar ver hasta qué punto están presentes todos estos procesos, y cómo se pueden mejorar.

Es indispensable no caer en la monotonía, y no perpetuar una manera rutinaria de formar a los alumnos.

¿Cómo se puede implicar a todos los miembros de la comunidad educativa para llegar a ser una escuela creativa?

En muchos ámbitos de la vida, y en educación se me ocurre que el que más, es indispensable no caer en la monotonía, y no perpetuar una manera rutinaria de formar a los alumnos. Debemos pensar que no hay seguramente función más importante en nuestra ciudad que educar a la infancia, por lo que representa en el futuro, pero también en el presente. Así, lo primero es tomar consciencia de la trascendencia de la misión que la comunidad educativa tiene entre manos.

Las familias tienen que secundar la labor que está ejerciendo todo el cuerpo docente, y motivar a sus hijos para que se impliquen a su vez…

¿Qué papel deben jugar las familias en este proceso?

En este proyecto intervienen muchos agentes, nosotros mismos desde elBulliLab, también la Fundación Telefónica. Pero ya he repetido en otras ocasiones que nada de esto podría funcionar sin la implicación de los actores más directamente implicados: en primer lugar los profesores, que de hecho están asegurando el éxito del proyecto con su compromiso y su pasión. Y también, claro está, de los alumnos y de sus familias. En este sentido, las familias tienen que secundar la labor que está ejerciendo todo el cuerpo docente, y motivar a sus hijos para que se impliquen a su vez… O, ¿por qué no? dejarse motivar por los propios niños y niñas.

Al igual que sucede en la cocina, ¿cree que se debería valorar el trabajo de centros y/o docentes con “Estrellas Michelín” para premiar su labor?

Es posible que resultara un aliciente, aunque tendría que fomentarse una competencia sana, en la que no entrara la vanidad. De hecho, seguramente ya se hace en escuelas de negocios, por ejemplo. Tal vez se podría adaptar y resultaría interesante hacerlo a nivel local.

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/escuelas-creativas-la-metodologia-ferran-adria-llega-la-educacion/40528.html

 

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Entrevista: “Durante muchos años hemos pensado que cualquier profesor estaba preparado para ejercer el liderazgo”

Europa/España/02 de diciembre de 2016/www.educaweb.com
Entrevista a Alfonso Fernández Martínez,
Presidente del Foro Europeo de Administradores de la Educación (FEAE)

Alfonso Fernández Martínez (Bilbao, 1957) ocupa el cargo de presidente del Foro Europeo de Administradores de la Educación (FEAE) desde febrero de 2016. Anteriormente ha ejercido como presidente del FEAE en Euskadi (2003-2006) y vicepresidente de la federación estatal del FEAE (2006-2009). Maestro, profesor de secundaria y director de un instituto de Educación Secundaria, también ha trabajado como formador de equipos directivos, técnico en convivencia en el equipo de Organización Escolar del Instituto Vasco de Evaluación e Investigación ISEI-IVEI y en la evaluación internacional Trend in International Mathematics and Science Study (TIMSS) de la International Association for the Evaluation of Educational Achievement (IEA). Desde 2007 ejerce como inspector de Educación.

El artículo 132 de la LOMCE establece hasta 17 competencias que debe adquirir el director/a de un centro educativo. ¿Comparte esta visión?

Existen varias cuestiones que podemos destacar sobre el contenido del artículo 132. La primera consiste en que tal y como se utiliza en la redacción, el término competencia se corresponde más con las atribuciones y responsabilidades de la dirección que con el sentido que se utiliza en otros artículos de la Ley, en los que por tal se entiende un conjunto de conocimientos, actitudes y destrezas en la ejecución de las tareas propias del cargo.

Una segunda reflexión versa sobre la redacción de los apartados del artículo, ya que esta parece ser un conglomerado en el que se relacionan responsabilidades de naturaleza muy diversa. Así mientras algunas competencias son muy específicas, como por ejemplo las de la letra i) «Convocar y presidir los actos académicos y las sesiones del Consejo Escolar y del Claustro…», en otras ocasiones es muchísimo más genérica, como es el caso de ejercer la dirección pedagógica o la jefatura de todo el personal adscrito al centro, cuestiones cuya complejidad es evidente y que requieren un desarrollo mucho más extenso.

Para finalizar, querría señalar la contradicción que se observa cuando en relación a la LOE la LOMCE añadió algunas responsabilidades más a la dirección que aparecen descritas en las letras l) y m).  En estas, se atribuye al director en exclusiva la capacidad de aprobar ciertos proyectos de centro como por ejemplo la programación o plan anual cuando, según mi criterio, estos deberían ser gestionados y aprobados por los órganos de participación y de gobierno correspondientes. La modificación que introdujo la LOMCE sobre los órganos de gobierno es un tema que en su momento fue suficientemente debatido. No contribuye en nada al liderazgo compartido el hecho de que sea el director o directora en solitario quien apruebe proyectos que son muy importantes para todo el centro educativo.

¿Cuáles son las habilidades imprescindibles para ostentar un cargo directivo adecuadamente?

Son muchas, variadas y de una gran complejidad. Frecuentemente solemos recurrir a la metáfora de pensar que un centro educativo es una empresa en la que trabajan seiscientas o setecientas personas, con unos objetivos que no suelen ser explícitos, con un  nivel alto de ambigüedad y una difícil previsión de los logros que se pueden alcanzar. Las escuelas son casos significativos de lo que solemos llamar organizaciones líquidas.

Un buen ejemplo para visualizar estas afirmaciones, es la descripción que Alejandro Campo cita en su libro Se busca director o directora. En la introducción recoge ad litteram la siguiente frase de M. Fullan, quien de una manera no exenta de cierta provocación sostiene que un director es un «profesor o profesora con poderes mágicos, que puede hacer más con menos recursos, pacificar grupos rivales, incorporar a los que van por libre, aceptar sin inmutarse interpretaciones malévolas de sus intenciones, aguantar niveles mínimos de apoyo, procesar grandes volúmenes de papel, trabajar horas extra. Él o ella tendrán carta blanca para innovar pero sin gastar dinero adicional, sin tener ni voz ni voto en el personal que se les asigna y sin herir las suspicacias ni de los de arriba ni de los de abajo».

En este marco general, hoy ya sabemos que el trabajo directivo es esencialmente indirecto en la medida en que su labor más importante es hacer que el profesorado cumpla mejor su función, que de una forma resumida consiste en sacar a todos los aprendices adelante. Ello requiere de habilidades, destrezas y conocimientos en la gestión de personas y proyectos, y en cómo se organizan para lograr maximizar los aprendizajes. Hablamos de liderazgo compartido, transformacional, pedagógico, etc., además de habilidades y destrezas en las gestiones instrumentales.

También nos parece más importante insistir en la labor colegiada del equipo directivo que en la labor individual del director o directora. El liderazgo compartido tiene su primera escala en el propio equipo directivo, en la manera en la que su funcionamiento maximiza las fortalezas y minimiza las debilidades de cada uno de sus componentes. Además, tiene relación con el reparto de responsabilidades dentro del propio equipo y con la asunción de las mismas por parte de sus componentes.

¿Está preparado el profesorado para ejercer el liderazgo directivo?

Durante muchos años hemos pensado que cualquier profesor estaba preparado para ejercer el liderazgo del centro. Sin embargo, en la actualidad hemos entendido que no es así, que no todos los profesores son capaces de convertirse en buenos directivos escolares. Algunas de las cualidades descritas anteriormente para las direcciones dependen de la disposición e interés iniciales, pero otras se van adquiriendo con la práctica en el puesto de trabajo y con la formación adecuada.

Todos los profesores deberían estar formados para dirigir los procesos de enseñanza y aprendizaje en sus aulas. Además de este liderazgo básico, en un centro educativo existen muchos otros líderes intermedios como los de quienes coordinan ciclos o departamento, proyectos y comisiones, etapas, etc. En la cúspide del liderazgo está el equipo directivo, cuya intervención se produce sobre el centro tomado globalmente como una unidad.

En definitiva, entendemos que el rol del profesorado es muy diferente del correspondiente al directivo escolar y pensamos que la formación inicial que actualmente se pone en práctica en la mayor parte de las universidades no se ocupa de proporcionar competencias directivas al profesorado.

¿Cuáles son las mayores dificultades con que se encuentra la dirección escolar al desempeñar su trabajo?

Existen algunas dificultades notables que provienen de la tarea que tienen encomendada y que ya se han descrito en las líneas anteriores. Organizar personas y proyectos, para que el centro se encamine a cumplir su misión y visión, consistente  en educar a su alumnado y conducirle hasta el éxito escolar, requiere altísimas capacidades y supone grandes retos y dificultades.

Hay que tomar en consideración que la comunidad educativa la integra el profesorado, pero también el alumnado y las familias, así como el resto del personal de administración y servicios que trabaja en el centro. Frecuentemente los diferentes sectores educativos tienen intereses divergentes, si no contrapuestos. Los directivos escolares se deben a todos ellos, sin perder la perspectiva de que los derechos de los alumnos a recibir una educación de calidad y con ella lograr el éxito escolar, debe ser el referente más importante de la actuación directiva.

A las dificultades que surgen dentro de la comunidad educativa, se suelen unir otras derivadas del contexto en el que trabajan los centros. En frecuentes ocasiones, las Administraciones públicas se comportan con una gran miopía y en vez de propiciar el ambiente y los medios para que los centros orienten sus esfuerzos en dar respuesta a su alumnado, se dedican a distraerle de este objetivo. En algunos casos, la costumbre de dictar normas que cambian el escenario educativo cada legislatura contribuye poderosamente a despistar al profesorado y a las direcciones escolares. En otros casos, la proliferación de exigencias de orden burocrático hace que las direcciones tengan que invertir ingentes recursos en responder a las demandas de las Administraciones Educativas. Estas demandas acaban detrayendo la atención que los directivos escolares deben dar al profesorado y al alumnado.

¿Qué medidas y recursos considera que deberían establecerse para facilitar el ejercicio del cargo?

No consideramos que deba haber un único recurso, sino una gama variada de ellos.
La alta responsabilidad que tienen los directivos escolares debe ser recompensada económicamente y también administrativamente en el caso de los centros de titularidad pública, así como con el aumento de la capacidad de gestión de los recursos económicos, curriculares, organizativos y humanos.

Las Administraciones educativas deberían reconocer la labor directiva y considerar que esta es un factor esencial en la mejora de la labor de los centros.

El artículo 133 de la LOMCE establece un concurso de méritos y un curso de formación para elegir a los directores de centros educativos públicos que será obligatorio a partir de 2018 (disposición transitoria primera). ¿Qué le parece?

El concurso de méritos y el curso de formación ya estaban en la LOE. El concurso de méritos  trata de seleccionar a los mejores para el cargo, mientras que la formación debería asegurar el mínimo de competencia directiva para comenzar a ejercerlo.

En relación a la formación se ha publicado la normativa que la regula. La misma, en líneas generales, tiene aspectos positivos aunque también algunas carencias. Confiamos en que la práctica de la misma responda a la formación de verdaderos líderes pedagógicos en sus centros y que no tenga deriva hacia aspectos más formales y solo relacionados con la normativa y las leyes.

¿Conoce algún modelo internacional de éxito que valga la pena tener en cuenta?

Hay muchos países que dedican un gran esfuerzo a reforzar el papel y protagonismo de los directivos escolares, como pilares fundamentales de los centros y a la larga de la educación del país. El estudio de la OCDE de 2009 sobre la mejora del liderazgo de B. Pont puso de manifiesto cuáles son las claves fundamentales de la profesión directiva y también cuales deben ser las áreas de mejora a partir de la situación que se describe.  El estudio considera que el liderazgo constituye o debería constituir una prioridad de la política educativa.

Este estudio analiza las buenas prácticas de varios países en estas cuestiones. En todo caso, la tradición de los países anglosajones y nórdicos y la importancia que en las mismas se ha concedido a los directivos escolares pueden ser referentes de primer orden sobre los pasos que hay que seguir dando para mejorar el ejercicio directivo en España.
Tomado de: http://www.educaweb.com/noticia/2016/11/10/entrevista-alfonso-fernandez-martinez-10616/
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Noam Chomsky: el objetivo de la educación, la des-educación…

América del Norte/Estados Unidos/02 de diciembre de 2016/aquevedo.wordpress.com

Noam Chomsky critica el actual sistema de enseñanza. Frente a la idea de que en nuestras escuelas se enseñan los valores democráticos, lo que realmente existe es un modelo colonial de enseñanza diseñado para formar profesores cuya dimensión intelectual quede devaluada y sea sustituida por un complejo de procedimientos y técnicas; un modelo que impide el pensamiento crítico e independiente, que no permite razonar sobre lo que se oculta tras las explicaciones y que, por ello mismo, fija estas explicaciones como las únicas posibles.
Transcripción realizada por Luis Rivas para Rebelión

El objetivo de la educación

Podemos preguntarnos cuál es el propósito de un Sistema Educativo y, por supuesto, hay marcadas diferencias en este tema. Hay la tradicional: una interpretación que proviene de la Ilustración, que sostiene que el objetivo más alto en la vida es investigar y crear, buscar la riqueza del pasado, tratar de interiorizar aquello que es significativo para uno, continuar la búsqueda para comprender más, a nuestra manera. Desde ese punto de vista, el propósito de la educación es mostrar a la gente cómo aprender por sí mismos. Es uno mismo el aprendiz que va a realizar logros durante la educación y, por lo tanto, depende de uno cuánto logremos dominar, adónde lleguemos, cómo usemos ese conocimiento, cómo logremos producir algo nuevo y excitante para nosotros mismos, y tal vez para otros.

Ese un concepto de educación. El otro concepto es, esencialmente, Adoctrinamiento; algunas personas tienen la idea de que, desde la infancia, los jóvenes tienen que ser colocados dentro de un marco de referencia en el que acatarán órdenes, aceptarán estructuras existentes sin cuestionar, etc. Y esto resulta, con frecuencia, bastante explícito. Por ejemplo: después del activismo de los años 60, había mucha preocupación en gran parte de la gente educada, porque los jóvenes se estaban volviendo demasiado libres e independientes, que el país se estaba llenando con demasiada democracia. Y de hecho hay un estudio importante que es llamado «La crisis de la democracia», que afirma que hay ciertas instituciones de los jóvenes -la frase es de ellos- que no están haciendo su trabajo adecuadamente; se refieren a escuelas, universidades, iglesias, que tienen que ser modificadas para que lleven a cabo, con más eficiencia, esa idea, que, de hecho, proviene de liberales internacionalistas, de gente altamente educada.

En efecto, desde esos tiempos se han tomado muchas medidas para tratar de orientar el sistema educativo hacia uno provisto de mayor control, más adoctrinamiento, más formación vocacional, con estudios tan costosos que endeudan a los estudiantes y los atrapan en una vida de conformismo.

Eso es exactamente lo contrario de lo que yo describo como una tradición proveniente de la Ilustración. Y hay una lucha constante entre estos dos enfoques, en las universidades y escuelas. En las escuelas ciertamente se les entrena o para pasar exámenes o bien para la investigación creativa, entendiendo esta ultima como dedicarse a intereses que son estimulados por los cursos en los que se profundiza por cuenta propia o en cooperación con otros. Esta lucha se extiende también al posgrado o a la investigación.

Son dos maneras ver el mundo. Cuando uno ve las instituciones de investigación, como esta en la que estamos [Nota de Transcripción: MIT], observa que a nivel de posgrado se sigue esencialmente la idea de la Ilustración. De hecho la Ciencia no podría progresar a menos que esté basada en la inculcación del impulso por el desafío, por el cuestionamiento de doctrinas o de la autoridad, a través de la búsqueda de alternativas o del uso de la imaginación, con el trabajo cooperativo que aquí, en esta institución, es constante. Y para verlo, solo se necesita caminar por los pasillos.

Esto es lo que, desde mi punto de vista, debe ser un sistema educativo desde la educación preescolar.

Pero hay estructuras poderosas en la sociedad que prefieren ver a la gente adoctrinada y formateada sin que hagan muchas preguntas, siendo obedientes, realizar la función que se les ha asignado y no tratar de sacudir los sistemas de poder y autoridad. Son opciones que tenemos que elegir

sin importar nuestra posición en el Sistema Educativo, como profesores, estudiantes, o gente externa que trata de ayudar a darle forma, en la manera que ellos creen que debe hacerse.

El impacto de la tecnología

Ha habido ciertamente un crecimiento muy sustancial en nuevas tecnologías: de comunicación, información (acceso e intercambio) o en la naturaleza de la cultura de la Sociedad. Pero debemos tener en cuenta que los cambios tecnológicos que están ocurriendo, a pesar de ser significativos, no tienen, ni de lejos, el mismo impacto que los avances tecnológicos de hace alrededor de un siglo. El cambio, si hablamos sólo de comunicación, de una máquina de escribir a una computadora o del teléfono al correo eléctronico es significativo, pero no se puede comparar con el cambio de barcos de vela al telégrafo: la reducción en eI tiempo de comunicación, por ejemplo entre Inglaterra y los Estados Unidos, fue extraordinaria comparada con los cambios que están ocurriendo ahora. Lo mismo ocurre con otros tipos de tecnología: algo tan sencillo como el agua corriente y el alcantarillado en las ciudades tuvo enormes consecuencias para la salud; mucho más que el descubrimiento de los antibióticos. Los cambios actuales son reales y significativos, pero debemos reconocer otros que ocurrieron y cuyos efectos fueron mucho más drásticos.

En cuanto a la tecnología en la educación, debe decirse que la tecnología es algo neutro. Es como un martillo: al martillo no le importa si lo usas para construir una casa o si un torturador lo usa para aplastarle el cráneo a alguien. El martillo puede hacer ambas cosas. Es lo mismo con la tecnología moderna. Por ejemplo: internet es extremadamente valiosa si se sabe lo que se está buscando; yo la uso todo el tiempo en mi investigación. Si se sabe lo que se está buscando, si se tiene una especie de marco de referencia, que nos dirige a temas particulares y nos permite dejar al margen muchos otros, entonces puede ser una herramienta muy valiosa. Por supuesto, uno debe estar siempre dispuesto a preguntarse si el marco de referencia es el correcto: tal vez algo que encontremos cuestionará la forma en que vemos las cosas. No se puede perseguir ningún tipo de investigación sin un marco de referencia relativamente claro que dirija la búsqueda y que ayude a seleccionar lo que es significativo y lo que no lo es, Io que hay de que dejar de lado, a lo que hay que darle seguimiento, lo que merece ser cuestionado o desarrollado.

No se puede esperar que alguien llegue a ser, por así decirlo, biólogo, nada más con darle acceso a la biblioteca de biología de la Universidad de Harvard y diciéndole: “léela”. Eso no le sirve de nada, y el acceso a internet es lo mismo: si no se sabe lo que se está buscando, si no se tiene idea de lo que es relevante, dispuestos a cuestionarse esta idea, si no se tiene eso, explorar en internet es sólo tomar al azar hechos no verificables que no significan nada.

Entonces, detrás de cualquier uso significativo de la tecnología contemporánea, como internet, sistemas de comunicación, gráficos o lo que sea, a menos que detrás de ese uso haya un aparato conceptual bien dirigido, bien construído, es poco probable que este resulte útil, y hasta podría ser dañino. Si se toma un hecho incierto aquí y otro allá y alguien los refuerza, terminamos con un panorama que tiene algunas bases objetivas, pero nada que ver con la realidad. Hay que saber cómo evaluar e interpretar para entender.

Volviendo a la biología, la persona que gana el premio Nobel no es la que lee más artículos y toma más notas; es la persona que sabe qué buscar. Cultivar esa capacidad para buscar lo que es significativo y estar siempre dispuesto a cuestionar si estamos en el camino correcto, de eso es de lo que debe tratar la educación, ya sea usando computadores e internet o lápiz, papel y libros.

Costo o Inversión

La Educación es discutida en términos de si es una inversión que vale la pena, de si genera un gran capital humano que puede ser usado en el crecimento económico, y esa es una manera muy extraña, muy distorsionada, de cuestionarse el tema, opino. ¿Queremos tener una sociedad de individuos libres, creativos e independientes capaces de apreciar y aprender de los logros culturales del pasado y contribuir a ellos? ¿Queremos eso o queremos gente que aumente el PIB? No es necesariamente lo mismo.

Una educación como aquella de la que hablaban Bertrand Russell, John Dewey y otros, tiene un valor por sí misma. Independientemente del impacto que tenga en la sociedad tiene un valor, porque ayuda a crear seres humanos mejores. Después de todo a eso es a lo que debe servir un sistema educativo.

No obstante, si se quiere ver en términos de costo y beneficio, tomemos por ejemplo la nueva tecnología de la que hablábamos: ¿de dónde viene? Bueno, pues mucha de ella fue desarrollada exactamente donde estamos sentados [Nota de Transcripción: MIT]. En el piso de abajo había un gran laboratorio en los años 50, donde fui empleado de hecho, y donde había muchos científicos, ingenieros, gente con todo tipo de intereses, filósofos y otros, que desarrollaron el carácter básico y aún las herramientas básicas de la tecnología que es común hoy día. Las computadoras e internet estuvieron exclusivamente en el sector público durante décadas, financiadas en lugares como este, donde la gente exploraba nuevas posibilidades; muchas de ellas eran impensables y desconocidas en ese momento, algunas funcionaron, otras no, pero las que funcionaron fueron convertidas en herramientas que la gente puede usar.

Esa es la manera como el progreso científico tiene lugar. Es la manera en la que el progreso cultural tiene lugar, generalmente.

Los artistas clásicos, por ejemplo, son el producto de las habilidades tradicionales que se desarrollaron a lo largo del tiempo con maestros artistas, y a veces con su ayuda se crearon cosas maravillosas.

Todo eso no sale de la nada. Si no existe un sistema cultural y educativo activo, enfocado en la estimulación de la exploracion creativa, con independencia de pensamiento, con disposicion a cruzar fronteras para desafiar las creencias aceptadas… si no se tiene eso, no obtendremos la tecnología que lleva a obtener beneficios económicos. Beneficios, sin embargo, que no creo que sean el objetivo principal del enriquecimiento cultural y la educación.

Evaluación vs. Autonomía

Ha habido, en los últimos tiempos particularmente, una estructuración cada vez mayor de la educación, que comienza a temprana edad y contínúa luego, y que funciona a través de exámenes.

Pasar exámenes puede ser de alguna utilidad tanto para la persona que está pasando el examen -para comprobar cuánto sabe, lo que ha logrado, etc- como para que los instructores se den cuenta qué es lo que hay que cambiar, mejorar, en el desarrollo del curso. Pero más allá de eso no dicen mucho.

Lo sé por mi experiencia de años, he estado en comités de admisión a programas de posgrado avanzado, tal vez uno de los programas más avanzados del mundo, y sí, desde luego, ponemos atención a los resultados de exámenes, pero realmente no mucha. Una persona puede tener resultados magníficos en todos los exámenes y entender muy poco. Todos los que hemos pasado por escuelas, colegios, universidades, sabemos eso. Se puede estar inscrito en un curso que no nos interesa para el que existe el requerimiento de pasar un examen, y se estudia para el examen, se logra pasarlo con la mejor nota y, dos semanas más tarde, no nos acordamos de mucho. Estoy seguro que todos hemos tenido esa experiencia.

Los exámenes pueden ser una herramienta útil si contribuyen a los fines constructivos de la educación, pero si sólo se tratan de una serie de obstáculos que hay que superar pueden no tanto carecer de sentido como distraernos de lo que queremos hacer. De hecho veo esto frecuentemente cuando hablo con profesores: hace un par de semanas estaba yo hablando con un grupo que incluía profesores de escuela y había una profesora de 6º grado, es decir, con alumnos de 10 a 12 años, que vino a hablar conmigo luego y me dijo que en su clase una niña le contó que estaba realmente interesada en un tema: le pedía consejo para aprender más al respecto, pero la maestra se vio obligada a decirle que no podía hacer eso, porque la niña debía estudiar para un examen a nivel nacional que se acercaba y que eso iba a determinar su futuro; la profesora no lo dijo, pero también iba a determinar el de ella, es decir, eso influiría para que la contrataran de nuevo.

Ese sistema no es sino una preparación de los niños para pasar obstáculos, no para aprender, entender y explorar. Esa niña hubiera ganado mucho más si se le hubiera permitido explorar lo que le interesaba y tal vez no sacar una muy buena calificación en un examen de algo que no le interesaba.

Buenas calificaciones vienen por sí solas si el tema coincide con los intereses y preocupaciones del alumno. No digo que los exámenes deban eliminarse, pueden ser una herramienta educativa útil. Pero complementaria, algo que ayude a los estudiantes a mejorar por sí mismos, o para los instructores u otros que necesitemos saber acerca de lo que hacemos e indicarnos lo que debemos modificar.

Pasar exámenes no se puede ni comparar con buscar, investigar, dedicarse a temas que nos atraen y nos estimulan; esto último es mucho más práctico que pasar exámenes. Y, de hecho, si se nos da la oportunidad de este tipo de carrera educativa, el estudiante recordará lo que descubrió.

Un físico mundialmente famoso, aquí en el MIT daba, como muchos catedráticos, cursos a estudiantes nuevos. Un estudiante le preguntó qué temas se iban a cubrir durante el semestre y su respuesta fue: “No importa lo que se cubre, sino lo que se descubre”. Y es correcto: la Enseñanza debe inspirar a los estudiantes a descubrir por sí mismos, a cuestionar cuando no estén de acuerdo, a buscar alternativas si creen que existen otas mejores, a revisar los grandes logros del pasado y aprenderlos porque les interesen.

Si la Enseñanza se hiciera así los estudiantes sacarían provecho de ello, y no sólo recordarían lo que estudiaron sino que lo utilizarían como una base para continuar aprendiendo por sí solos.

Una vez más: la educacion debe estar dirigida a ayudar a los estudiantes a que lleguen a un punto en que aprendan por sí mismos, porque eso es lo que van a hacer durante la vida, no sólo absorber información dada por alguien y repetirla.

Tomado de: https://aquevedo.wordpress.com/2014/04/07/noam-chomsky-el-objetivo-de-la-educacion-la-des-educacion/

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