Saltar al contenido principal
Page 46 of 430
1 44 45 46 47 48 430

Juan Rodríguez Zapatero: “La LOMLOE no avanza en la educación inclusiva, consagra el artículo 74 de la LOE, incompatible con la Convención de la ONU”

Juan Rodríguez Zapatero es abogado. A más señas, es uno de los abogados que más causas está llevando en relación con la inclusión de niñas y niños con discapacidad en centros ordinarios. Es también el responsable de la redacción de un manifiesto de una plataforma recién creada de familias que reclaman el cambio de los dictámenes psicopedagógicos que abocan a menores y a sus familias a transitar por la educación especial aunque no quieran. Hablamos con él de la situación hoy por hoy en España, con la mirada puesta a los próximos meses, con la tramitación de la LOMLOE.

Juan Rodríguez Zapatero se ha convertido en un referente en la lucha por la educación inclusiva en España. Este abogado aterrizó en este mundo casi de casualidad, por echarle una mano a una amiga que tenía un niño con discapacidad y lo estaba pasando muy mal. “Estaba promoviendo una asociación en este terreno, se acercó a mí. Empecé a ver casos, muchos más de los que parece, y me metí”. Ya no pudo salir. “Te va llevando, y me comprometí. Jurídicamente ha sido gratificante, hemos abierto caminos que estaban por abrirse”, comenta. Desde entonces, ha peleado por el derecho de las familias a escolarizar a su hijo en el centro de su elección, y los dedos de la mano se le empiezan a quedar escasos para contar las sentencias favorables. Aunque no todas son positivas, poco a poco, explica el abogado, se va creando un cuerpo jurídico favorable a madres y padres, incluyendo una sentencia clave del Tribunal Supremo de 2017.

La última batalla de este colectivo, que lucha por el derecho a la educación en centros “mal llamados” ordinarios de todos los alumnos, es que se eliminen los informes psicopedagógicos que se les hacen para determinar sus capacidades y que, en muchas ocasiones, acaban en resoluciones de escolarización por las que la administración envía a alumnos a centros de educación especial sin contar con la opinión de las familias. Estos informes, que solo se les hacen a los alumnos con diversidad funcional, son segregadores, explica el colectivo, y van contra la ley.

¿Cuál es vuestra propuesta alternativa a los informes psicopedagógicos?

La primera petición es el reconocimiento pleno del derecho a la educación inclusiva, con la derogación del 74 de la LOE y del 18.3 de la Ley General de los Derechos de las Personas con Discapacidad. Se pide también que los informes psicopedagógicos y los dictámenes de escolarización se supriman en su orientación actual. Con esto me refiero a la orientación clínica de señalar los déficits de los alumnos, problemas de inteligencia, hacerles tests, etc. Creemos que se deben hacer informes de actuación educativa. Que reseñen de verdad cuáles son las capacidades de cada alumno, sus puntos favorables y los negativos o las barreras, y establecer, en función de ello, los apoyos necesarios. También se pide un tema importante, que es que estos alumnos ni siquiera son oídos. Con esto me refiero a que todo niño con uso de razón puede tener el derecho a ser oído en estos informes. Los padres tampoco participan en estas evaluaciones, solo al final y para decir en una casilla si están conformes o disconformes con el dictámen. Creemos que debe haber una participación activa de las familias, pudiendo aportar sus propios informes de expertos para valorar las necesidades de los alumnos.

Otro tema importante es que no hay mecanismos de impugnación ágiles cuando los padres no están de acuerdo con los dictámenes y tienen que acudir a la vía judicial, que lleva unos trámites largos en el ámbito educativo y muchas veces tarde, y, además, tienen unos costes económicos. Por ello se proponen comisiones de medicación y arbitraje independientes para resolver estas diferencias.

La petición final es una ley integral de inclusión educativa. Una ley transversal que recoja todos los aspectos de la educación en igualdad. La ley actual y la reforma que se está haciendo es insuficiente, tiene que haber una ley orgánica integral y específica de la inclusión educativa.

Con los informes psicopedagógicos tenéis ya buenos argumentos, muchas veces en forma de sentencias que han tumbado dictámenes de escolarización precisamente porque no estaban bien hechos.

Ya hay un cuerpo jurisprudencial, un conjunto de sentencias importantes y armadas jurídicamente en el sentido de que consideran estos informes y las resoluciones de la administración educativa cuando deciden que un niño vaya a un centro de educación especial no reúnen las motivaciones exigidas. No suelen señalar que se hayan agotado las posibilidades de inclusión educativa o ni explican por qué los apoyos y refuerzos que necesita ese niño no los puede prestar un centro ordinario y tienen que ir a un centro de educación especial. Se ha abierto una jurisprudencia importante que, sin duda, es un material jurídico trascendente en defensa del derecho a la educación inclusiva.

¿Tienen esperanzas reales de que esto salga adelante o lo hacen también con la intención de ir acumulando iniciativas y hacer ruido?

Creo que el tema va a tener recorrido. En mi opinión, como alguien que trabaja en temas de derecho a la educación, hay otros aspectos que llaman más la atención, como los informes PISA, la calidad, segregación por sexo… A este tema de los derechos de las personas con discapacidad necesita una expansión, más visibilidad mediática y, por tanto, el primer objetivo del documento es que se conozca por la sociedad. Pero se ha hecho con la idea de que tenga recorrido, si no inmediato si a medio plazo con el objetivo mencionado.

¿Hemos avanzado en educación inclusiva desde que España se adhirió a la Convención de la ONU?

En el panorama jurídico y del derecho a la educación inclusiva ha habido avances en algunos aspectos. Probablemente, los mayores se han dado con algunas sentencias, que han establecido los límites y las obligaciones que la Administración educativa tiene en este ámbito. Concretamente, una sentencia del 14 de diciembre de 2017 del Tribunal Supremo deja claro el contenido de la educación inclusiva. Pero falta lo esencial: que tengamos un único sistema educativo, como dice el artículo 27 de la Constitución: “Todos tienen derecho a la educación”; y sin exclusión: no solo para personas con discapacidad: para personas con discapacidad, sin discapacidad, con razón de ideología o cualquier otra circunstancia, como dice el artículo 14. Los artículos 27 y 14 de la Constitución no se cumplen porque seguimos teniendo un sistema dual. Dual quiere decir que hay uno ordinario para los niños sin discapacidad, y luego están quienes tienen algún grado de discapacidad o diversidad funcional, que deben pasar por todo un sistema específico (evaluación psicopedagógica, dictamen de escolarización) y luego se decide si van a un centro ordinario o especial, qué apoyos o ajustes razonables tienen. El sistema dual es radicalmente incompatible con la Convención. Lo más urgente e importante es derogar el artículo 74 de la LOE de 2006, que después de decir que la escolarización del alumnado con necesidades educativas especiales se rige por el principio de inclusión, lanza la excepción: la escolarización de estas personas en unidades de educación especial solo se llevará a cabo cuando sus necesidades no puedan ser atendidas en el marco de las medidas de atención a la diversidad de los centros ordinarios.

Es decir: la ley vigente de educación, en su artículo 74, establece la facultad, además en gran medida discrecional a la Administración educativa, para escolarizar alumnos con necesidades educativas especiales en centros de educación especial. Estos centros no son compatibles con la Convención porque solo escolarizan alumnos que presentan diversas discapacidades o diversidades funcionales. O sea, se produce segregación y el agrupamiento de alumnos según su discapacidad. ¿Qué une a esos alumnos? La discapacidad. Sin entrar a valorar a los profesionales, los centros son segregadores y eso no es compatible con la Convención de la ONU.

Y si ese artículo específicamente atenta contra una ley superior, como es la Convención, ¿no se puede denunciar que es ilegal?

Puedo responder con una pregunta. ¿Cómo esto se puede mantener a día de hoy jurídicamente? ¿Cuál es la razón de que se mantenga un precepto incompatible con la Convención? Creo que la respuesta es política, no ha habido voluntad de abordar esto de manera urgente, prioritaria y necesaria, y que este tema entre de lleno en la agenda política.

Las vías jurídicas no son sencillas, de ahí que se haya producido una demora, pero se están abriendo ya algunas sentencias del TS en otros ámbitos, no educativos, sobre los informes de la ONU que se refieren a una convención ratificada por España y, por tanto, norma jurídica de obligado cumplimiento con valor superior a la ley, solo debajo de la Constitución. Lo que se está estudiando es la posibilidad de requerir al Gobierno ya en el ámbito más bien jurisdiccional para llevar esto a efecto.

¿Qué rol les queda a los centros de educación especial en su propuesta?

No entro a valorar su calidad ni la de sus profesionales, que seguro que los hay excelentes. Pero tienen que convertirse en centros de recursos materiales, humanos, etc. para los centros ordinarios. Hay que establecer un plan progresivo para que se reconviertean, dejen de ser centros de escolarización separada y quede un único modelo de escolarización. Los otros centros serían de apoyo a los ordinarios (que no deberían ni llamarse así).

Les habrán dicho a menudo que si unos padres quieren llevar a sus hijos a un centro de educación especial, sin obligar a nadie más a hacerlo, cuál es el problema.

Tiene una respuesta clara: no es un derecho de los padres. El derecho a una educación en igualdad es de la persona que lo recibe, lo dice la ONU. Los padres tienen que apoyar el interés del menor, que no es otro que recibir una educación en igualdad. Eso le va a permitir al niño o la niña desarrollar todas las potencialidades. Cuando se dice que un padre quiere o no quiere el problema es que no existe un derecho subjetivo del padre. Es del alumno y, por tanto, los poderes públicos deben apoyar que se realice en un centro ordinario. Los padres lo hacen de buena fe, por supuesto, pero hay que decirles que todas las necesidades se pueden cubrir con un sistema único. Los países que han dejado sin efecto los centros de educación especial tienen un sistema educativo mejor que el español y no ha pasado nada. Italia suprimió los centros especiales de la noche a la mañana y no pasó nada. La experiencia comparativa dice que donde un niño desarrolla toda su potencialidad es en un entorno ordinario, con sus iguales. En socialización, relación con otros chicos y chicas, etc.

¿Cree que las administraciones abusan del desconocimiento que suelen tener las familias sobre sus derechos en este asunto?

No sé si la Administración se aprovecha, pero sí creo que falta sensibilización e información a las familias. Cuando estas reclaman, el sistema educativo reacciona a la defensiva. Por ahí falta sensibilización. Y también falta información, y el deber de la Administración pública es informar, pero a veces se transmiten opiniones subjetivas.

Como profesional que lleva casos de educación inclusiva puedo decir que, aunque no siempre, en bastantes ocasiones las familias se sienten indefensas ante el poder de la Administración o una autoridad educativa, que le dicen “esto es lo mejor para su hijo”, a veces más como recomendación, pero otras de manera más impositiva. Pero es cierto que están indefensas. Por eso abogamos por instancias de medicación independientes, que no existen. Es curioso que uno reclame por un tema de consumo y haya juntas arbitrales de consumo en las comunidades autónomas, pero no existen en el ámbito educativo instancias para mediar cuando hay discrepancias de las familias con la Administración.

¿Supone algún avance la LOMLOE en la materia?

No hay avance e, incluso, hay una disposición adicional, la cuarta, donde se cita y consagra el artículo 74 y se habla de un plan de diez años para que los centros ordinarios cuenten con los recursos necesarios, pero dejando bien claro que se continuará prestando los apoyos necesarios a los centros de educación especial. Esta disposición es claramente contraria a la convención también. No solo no hay avances, sino que esta disposición adicional si no se modifica viene a consagrar los centros de educación especial como centros de educación.

Entramos un poco en el terreno de lo especulativo, pero pregunto igual. ¿A qué cree que se debe este interés de las administraciones –unas más que otras– en mantener los centros de educación especial incluso aunque vayan contra la ley? ¿Cree que tiene que ver algo con el hecho de que muchos de ellos son concertados y hay mucho dinero moviéndose ahí?

En cuanto al peso del apoyo a los centros de educación especial es porque es un sector en el que hay unos intereses económicos fuertes, y no está desligado todo ello de la educación concertada, que es otro reto pendiente de nuestra educación. Creo que efectivamente es así, tienen un peso económico y social importante. También utilizan muy hábilmente los medios de comunicación y las plataformas sociales.

En cuanto a la actitud del Gobierno le falta claridad y valentía política. Claridad porque no han visto que esto es un tema importantísimo, que no es un tema cuantitativo que afecte a 30.000 o a 100.000. Es un tema de dignidad. Es como si cuando se habló del matrimonio homosexual nos hubiéramos preguntado a cuántos afecta. Es un tema de dignidad de país. Insto desde aquí al Gobierno, desde este texto, que cuenta con un número importante de padres, madres y expertos comprometidos con la educación inclusiva, para que asuma este reto de realmente adaptar las leyes educativas a la Convención y que España tenga una ley educativa digna, que no se produzcan los casos lamentables de marginación.

Vamos a ahondar mínimamente en esto, porque estas situaciones se dan. La gente igual lo desconoce, porque si no tienes un caso cercano de un pequeño con discapacidad lo más probable es que no conozcas estos periplos. Que hay niños de ocho años que se pasan uno en casa sin escolarizar por el choque entre la Administración educativa y las familias, que se niegan a llevarlos a centros de educación especial.

Cuando he dicho que el Gobierno le falta visión es que le falta de verdad conocer. La Comisión del Congreso debía haber llamado a los padres y madres. Los expertos están muy bien, pero la realidad es que se producen situaciones muy lamentables de discriminación, marginación y sufrimiento de los padres y madres, y por supuesto de los niños. Creo que esto no se visibiliza en la medida en que una situación de este tipo requeriría. Este documento debe servir para que se oigan la voz de los más directamente afectados, las familias.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/07/23/la-lomloe-no-avanza-en-la-educacion-inclusiva-consagra-el-articulo-74-de-la-loe-incompatible-con-la-convencion-de-la-onu/

Comparte este contenido:

Entrevista a Silvia Federici: “Para realizar un cambio se debe colocar la vida en el centro”

Entrevistas/23 Julio 2020/rebelion.org

16 jul, CI.- La pandemia de la Covid-19 ha provocado muchas reflexiones sobre las estrategias de salida a la crisis. Mientras que muchos abogan por un «retorno a la normalidad» y un regreso al crecimiento sin cuestionar los puntos ciegos del sistema económico dominante, ciertas perspectivas más radicales proponen salir del «capitalismo patriarcal».

La teórica y feminista marxista Silvia Federici compartió sus ideas sobre el actual momento en un seminario web correspondiente a un proyecto de investigación sobre sociedades de postcrecimiento, adscrito al Centro de Investigación sobre Innovaciones y Transformaciones Sociales de la Escuela de Innovación Social Elisabeth-Bruyere de la Universidad de Saint Paul, en Ottawa (Canadá). Colombia Informa publica una traducción al español editada de este seminario* que exploró formas de construir una sociedad más allá del crecimiento, del capitalismo, del colonialismo y del patriarcado.

La reproducción social, los bienes comunes, la relación con el cuerpo y el territorio fueron los diferentes temas abordados en este intercambio con una de las intelectuales críticas más relevantes de nuestro tiempo.

Silvia Federici es profesora emérita de la Universidad Hofstra en el Estado de Nueva York. Miembro fundador del Colectivo Internacional Feminista en la década de 1970. Fue una de las activistas detrás de la campaña Salario para el trabajo doméstico, que continúa alimentando las luchas contemporáneas contra la invisibilización del trabajo de las mujeres. Es autora de varios libros como Revolution at Point Zero, Tareas domésticas, reproducción y lucha feminista (2012), Calibán y la bruja (2014), Reencantar el mundo, Feminism and the Politics of the Commons (2018), Le capitalisme patriarcal (2019) y Beyond the Periphery of the Skin: Rethinking, Remaking, and Reclaiming the Body in Contemporary Capitalism (2020).

Escuela de Innovación Social: En sus últimos libros Reencantar el mundo y Más allá de la periferia de la piel ha hablado del tema del “postcapitalismo” bajo el lente de la visión de reproducción social. ¿Nos podría compartir qué significa postcapitalismo?

Silvia Federici: Creo que es importante poner en contexto la pregunta del tipo de transformación que necesitamos. Ojalá la crisis actual, esta pandemia, sea una oportunidad histórica, un momento fundamental de toma de conciencia. El sistema social actual, de manera sistemática, devalúa la vida humana y devalúa toda forma de vida en general. Nos lleva a un ciclo infinito de crisis. Esa crisis tiene una dimensión global que está afectando todas las esferas de la vida. Ojalá sea un punto de inflexión. Estamos en un punto que no permite el retorno a la normalidad en la cual estábamos. Es un momento crítico para todo las personas en este planeta. La Covid-19 ha puesto a la luz las crisis que ya estaban y eso es muy importante. Ha hecho que sea visible y que sea inevitable ver una cantidad de crisis que ya existían, incluyendo la crisis de la reproducción por ejemplo.

El hecho de que, sistemáticamente, en los últimos 30 años el sistema sanitario y de salud haya diferenciado poblaciones en distintos grados y en distintas maneras, ha tenido un impacto diferente en muchas partes del mundo. Pero en todas partes estamos ante unos sistemas totalmente desmantelados. Por ejemplo, en Estados Unidos las comunidades racializadas y negras han sido afectadas de manera desmedida por los impactos del desmantelamiento de la salud. El sistema sanitario a nivel global ha sido privatizado.

Paralelamente, hemos presenciado un ataque sistemático al sistema agrícola en los últimos 30 años con monocultivos y agroindustria que han ido en contra de la producción de la comida (la cual es esencial para la reproducción de la vida). La producción de la comida ha sido asimilada al mundo industrial con el uso de químicos y de semillas modificadas genéticamente. Todo eso tiene un impacto directo sobre nuestro sistema corporal, social, inmunitario. Incluso tiene un impacto sobre nuestra capacidad de reproducirnos como especie. Es importante porque tenemos que ver cómo esas crisis se conectan al trabajo.

Y esto nos permite entender la razón por la cual hay tanta gente desempleada que está siendo remplazada por máquinas. Mientras que otros tienen que trabajar más que nunca. Entonces, tenemos de un lado ese desempleo y del otro esa obligación de trabajar más y más. Esta tendencia afecta, especialmente, a las mujeres.

Las mujeres se quieren hoy emancipar a través del trabajo. Pero deben tener dos o tres trabajos para poder tener algún tipo de autonomía económica. Necesitan tener más de un empleo. Es una contradicción fundamental entre la reproducción de la familia y el trabajo. Por eso vemos a los niños y a las personas de la tercera edad en esta situación.

Pero, sin extenderme mucho en este punto porque pienso que muchos de los elementos de esta crisis ustedes los conocen muy bien, ustedes saben que a distintos grados hemos vivido estas consecuencias concretas. Entonces, ¿qué está pasando hoy?

Estamos tomando conciencia de que nuestras vidas están en peligro. Hay una necesidad de cambio estructural. Una necesidad de empezar un cambio social desde la reconstrucción del proceso de reproducción social, ya que la misma lógica del capitalismo está basada en devaluar la vida humana y subsumirla a la acumulación del capital.

Este sistema económico coloca la idea de crecimiento continuo como principio de la explotación de la vida humana. Para realizar un cambio se debe colocar la vida en el centro, lo cual es un lema importante para el movimiento feminista. Poner el “buen vivir” en el centro. Estamos hablando de una sociedad que permita a los individuos y a las colectividades prosperar y que no estén esclavizadas de manera perpetua, haciendo que la riqueza producida beneficie a todos y a todas.

Para eso todos los aspectos de las reproducciones se deben de transformar. Empezando, claramente, con esas actividades centrales al desarrollo de nuestras vidas: el trabajo doméstico, la crianza de los niños, el cuidado a las personas que no son autosuficientes. Pero no es suficiente, debemos de repensar la agricultura y alejarnos del modelo de agricultura actual, que es una producción de la muerte. Si lo pensamos, reproduce carencias y muerte porque se basa en el comercio y en el mercado. Solo beneficia a las personas que tienen los medios para adquirir esta comida y, al mismo tiempo, la producción de esta comida está contaminando el agua y acabando las semillas. Estos químicos están en la tierra, están en el aire y están en nuestros cuerpos.

Cuando compramos comida, no sabemos si nos estamos nutriendo o si nos estamos envenenando. Esta es la situación actual. Comprar comida hoy es un acto de ansiedad. Tenemos que proyectarnos a una transformación fundamental y cultural. Cultural en el sentido de que tenemos que tomar el camino hacia una sociedad que llegue a acabar con esta desconfianza entre nosotros. Una desconfianza que nos ha sido inculcada por todos los medios posibles. Tenemos una relación negativa con el otro. Esta relación es el centro de nuestras riquezas y de la sociedad, al igual que nuestra relación con los animales y con la naturaleza. Esto debe cambiar y tenemos que poner fin al tratamiento barbárico contra los animales.

En el Oeste de Estados Unidos, por ejemplo, son centenares de miles de animales maltratados que morirán porque no hay en este momento suficiente personal para procesar y venderlos en el mercado. A estos animales los van a matar. Es una barbaridad, como toda la industria de la alimentación. Esta industria se construye sobre el sufrimiento. En las fábricas hay hasta 5.000 puercos o pollos que se encuentran encerrados y son alimentados con medicamentos y patógenos. Es un problema bastante grave.

Existe una conexión básica de lo que pasa a nivel ecológico (como la contaminación de los mares) con la destrucción de la agricultura. Cabe resaltar que esa transformación de la agricultura tiene que ver con el desplazamiento forzado de millones de campesinos y campesinas. Olas gigantes de migración. Esta gente no abandona sus tierras o países sin ningún motivo. La gente abandona su país porque le toca, porque sus tierras han sido privatizadas y ese es el motivo fundamental de las olas de migración mundial. Son cambios gigantes y estructurales los que necesitamos plantear.

Uno de los momentos del seminario.

Debemos empezar a pensar en nuestro compromiso en dos niveles. Un nivel es inmediato. Hay necesidades inmediatas que se deben resolver con la ayuda mutua. Necesitamos proteger a la gente que está en peligro inmediato y que se encuentra marginalizada por esta crisis. En el otro nivel, debemos pensar a largo plazo porque una sociedad postcrecimiento, postcapitalista es una sociedad en la cual tenemos que empezar a construir el proceso de producción y reproducción en un sentido amplio. Desde la casa hasta la finca. Incluso hasta la relación con la naturaleza y los animales. Eso supone un esfuerzo colectivo muy fuerte.

Mi trabajo en los últimos años se ha enfocado de manera persistente en el tema de las políticas de los comunes. Entendiendo a los comunes como un principio cultural que se refiere a una sociedad en la cual colectivamente tenemos acceso a los medios de nuestra reproducción. En donde colectivamente tomamos decisiones sobre los medios de reproducción y podemos definir sobre los temas más importantes de nuestras vidas. No siendo unos recipientes pasivos que se encuentran alienados sobre decisiones que se toman arriba. Hemos visto y de hecho tenemos una historia de más de 500 años de actividad del capitalismo que nos dice que tenemos que comprometernos, no solamente como individuos sino como un colectivo que tiene como propósito la reconstrucción del proceso de reproducción social.

Debemos cambiar la relación con los recursos y con las riquezas que estamos produciendo hacia nuestro buen vivir. Poner en el centro de esta colectividad la reproducción. Tenemos que reconstruir la reproducción de una manera más cooperativa sin que nos aisle a cada uno en casa.

Sería bueno decir algo sobre el tema de crecimiento que está muy conectado al tema del consumismo. Existen muchas críticas a los individuos por ser consumistas. Incluso gente pobre que no tiene muchos recursos y que van a gastar lo poco que tienen en comprar cosas. Eso es consecuencia del empobrecimiento que hemos sufrido. El consumismo es la respuesta a ese empobrecimiento social. Las relaciones sociales son tan insatisfactorias que nos hacen sentir como perdedores todos los días. Así es que estas necesidades incumplidas se reflejan en el consumismo. Para sentir algún tipo de poder, se nos ofrece tener la capacidad de comprar cosas.

Si pensamos en una sociedad donde nuestras relaciones sociales con el conjunto de la sociedad fueran completas y nos llenaran, no tendríamos que comprar cinco pares de pantalones para poder rellenar esa falta que sentimos en nuestra relación con el mundo. La mercancía, la “commodity”, se vuelve la manera de rellenar esa falta que sentimos. Eso tiene que ver con el crecimiento, por eso es tan importante mencionarlo.

Se deben amplificar los procesos de reconstrucción de la sociedad junto con nuestra capacidad de cooperación. Obviamente, ya hay muchas personas trabajando y no es que estemos iniciando desde el punto cero. Hay movimientos muy importantes que están trabajando en este momento. Lo que debemos de hacer es conectar nuestras luchas y trabajar juntas. Eso es fundamental, porque esta unión de luchas nos puede dar la capacidad de encontrar nuevas posibilidades para hacer surgir las cosas que queremos.

No se puede afirmar que exista un solo modelo. Es importante citar a los zapatistas: “un no y muchos sí”. Tenemos que tener mucha claridad colectiva en qué es lo que no queremos ver en la sociedad que queremos construir. Una sociedad que no queremos que destruya el planeta y que no sea injusta. Tenemos que reconocer la existencia de muchas trayectorias históricas y muchas luchas.

El Buen Vivir, por ejemplo como lo dicen en América Latina, se puede actualizar de muchas maneras distintas en cada territorio. Ese es el trabajo más creativo. Ver cómo estas luchas y cómo esta reconstrucción colectiva es un trabajo creativo que incluye esa diversidad.

Si no queremos condenar a los niños a un futuro terrible, tenemos que poner atención en lo que está pasando ahora con esta pandemia. Es un signo de alarma que debemos escuchar y tenemos que transformar esta situación con una premisa importante: los que van a determinar la salida de esta pandemia no pueden ser los que nos llevaron a la destrucción de este planeta. No podemos encargarlos a ellos de encontrar las soluciones. Nosotras debemos ser participantes de estas soluciones a la salida de la crisis.

E.I.S.: ¿Cómo podemos aprovechar este contexto para dar pasos hacia una sociedad postcrecimiento sin que la salida de esta pandemia esté totalmente apropiada por la misma élite económica y política que nos llevó ahí?

S.F.: Como venía diciendo, esta pandemia visibiliza una crisis que ya habíamos anunciado. Su existencia es de conocimiento de todos. Por eso hemos visto que las áreas de la sociedad más afectada son las personas que cuidan a las personas de la tercera edad. Hace muchos años que mi trabajo se enfoca hacia el cuidado de este tipo de población. En muchas partes del mundo el tema del cuidado de las personas mayores es terrible. La gente ya se estaba muriendo. La crisis en esta área de la sociedad ya existía. El sistema capitalista se encarga de devaluar sistemáticamente la vida y lo aplica más a unas personas que a otras.

Los mayores de las clases trabajadoras ya no son productivos. Con el neoliberalismo se recortaron los presupuestos y los recursos, sobre todo a las familias trabajadoras. Son los adultos mayores las víctimas centrales de estas políticas. No es un accidente que haya un desastre con los mayores en medio esta crisis de la Covid-19.

Siempre han existido muchos errores en términos de accesos a la salud, a medicamentos. También muchos abusos de parte del personal que atiende a las personas mayores. Estos incurren en abusos. Los hospitales no estaban preparados porque se había tomado la decisión política de no tener los recursos en los hospitales. Por tal motivo faltaron las cosas más necesarias.

Es muy importante que la gente entienda ese elemento. La falta de preparación de la sociedad ante un desastre como esta pandemia tiene que ver con lo que estaba pasando antes. Esto es el resultado de decisiones que se tomaron y nos llevaron a esta situación. Decisiones como afirmar que el derecho a la salud no era tan importante. Entenderlo es lo que nos puede llevar a resolver esta pregunta.

El objetivo principal es dar un salto cualitativo a otro nivel. Si uno ve lo que ha pasado en África, en el Sur asiático, en América Latina en los últimos 30 años, podrá constatar que han existido muchas olas de epidemias. Una tras otra, como resultado de la pobreza económica, el sistema y los ajustes estructurales.

En todo el mundo colonial ha habido una reducción de la calidad de vida. La gente ha sido víctima de muchas epidemias como la meningitis, el cólera, el zika, el ébola. Pero ahora la pandemia es global. Si no entendemos esto, no vamos a estar dispuestos a crear el tipo de movimiento que necesitamos para transformar la vida cotidiana y comprometernos con ese cambio de una manera muy profunda.

¿De qué manera debemos actuar cuando este sistema se ha construido durante siglos y es un sistema que no se va a transformar de la noche a la mañana? En el activismo del presente podemos dar respuesta a las necesidades inmediatas pero es necesario incluir una perspectiva a largo plazo. Debemos incluir una perspectiva de reapropiación de las riquezas sociales, de reclamar y reapropiarse de la tierra, de retomar el control sobre la cadena de producción alimenticia. Y volver a conectar estas luchas. La lucha estudiantil se debe conectar a la lucha del sector salud y juntas se deben conectar con las luchas campesinas.

La destrucción del ecosistema es central. Hoy la lucha social no puede ignorar la destrucción del ecosistema. Cualquier lucha debe tener una dimensión ecológica, ya que es fundamental a la reproducción. Ese sería el primer punto.

El segundo punto es que desde el inicio debemos de empezar a cambiar la manera en la cual vivimos en este mundo. Personalmente, me ha impresionado y lo he escrito en Reencantar Al Mundo (mi último libro) y en otros de mis trabajos, todo lo que he aprendido de las mujeres de América Latina. Específicamente las mujeres que viven en zonas periféricas de las ciudades latinoamericanas como las favelas y todos estos territorios que quedan en los límites de las grandes ciudades. Estas personas han estado ahí desde hace mucho tiempo, enfrentándose a lo que hoy nos estamos enfrentando. Es gente que se desplazó porque les robaron la tierra y hace mucho tiempo se dieron cuenta de que el sistema no tenía nada para ofrecerles.

Claramente, su accionar podría ser entrar en desesperación. Pero no es así. Se organizan colectivamente y en unidad miran cómo seguir negándose a perder. Crean huertas comunitarias, cocinas comunitarias y medios para acceder a la comida. En ese proceso hay un nuevo tejido social que se construye. Esas nuevas relaciones afectivas y de solidaridad son una revolución. Porque ese nuevo poder de este nuevo tejido social le da habilidad a la gente de relacionarse de una nueva manera con el Estado. No como la última línea de la pirámide, sino desde una posición que obliga al Estado a soltar algún tipo de control. Hablemos de comida, de educación, de salud, de agricultura. Sobre todo esto tenemos algo que decir. Sobre lo que pasa en los hospitales tenemos algo que decir. Sobre qué tipo de sistema de salud queremos. Esos son los pasos que debemos dar. No son utopías. No son cosas extraordinarias. Son cosas que podemos hacer y que nos permitirán tener un tipo de control sobre nuestra forma de vivir cotidiana.

*Esta conferencia continúa en una segunda entrega.

Fuente e imagen tomadas de: https://rebelion.org/silvia-federici-para-realizar-un-cambio-se-debe-colocar-la-vida-en-el-centro/

Comparte este contenido:

Pensando al mundo: COVID-19 – Entrevista a Enrique Dussel

Por: TeleSUR

 

En entrevista para teleSUR, el académico, filósofo, historiador y teólogo Enrique Dussel compartió sus reflexiones sobre los efectos sociales de la pandemia de COVID-19 y los retos que la humanidad enfrenta en la actualidad. Dussel aseguró que esta es la primera vez en la historia humana en la que acontece una pandemia como la de ahora ante su alcance, además de que el coronavirus SARS-CoV-2 es parte de la naturaleza que ha sido maltratada por nuestra especie a diferentes niveles.

Fuente: https://videos.telesurtv.net/video/82…

Comparte este contenido:

Héctor Ruiz Martín: “La ciencia puede ayudar a mejorar la educación, esto es algo más que una moda”

Por: Jesús Méndez.
.

 

A pesar de las evidencias sobre cómo aprendemos, la docencia se ha visto tradicionalmente como un arte. Ahora puede ser el momento de que esto cambie. En ¿Cómo aprendemos? se recogen principios fundamentales para las escuelas, algunos de ellos sorprendentes. Además, durante la pandemia, su autor ha presentado un segundo libro, Conoce tu cerebro para aprender a aprender.

Justo unos días antes de que se decretara el estado de alarma nos recibía en su despacho como director de la Fundación Internacional para la Enseñanza de la Ciencia (ISTF), en la parte alta de Barcelona. Héctor Ruiz Martín es biólogo y máster en genética evolutiva, pero lleva ya muchos años dedicado a la docencia y a la investigación sobre ella.

Ha publicado en la editorial Graó el libro ¿Cómo aprendemos? Una aproximación científica al aprendizaje y la enseñanza, el primero de una colección que él mismo coordinará y que han llamado “Educación basada en evidencias”. Es una suerte de manual con los ingredientes principales que, según los estudios, deberían encontrarse en las escuelas.

Algunos de ellos pueden parecer sorprendentes, casi tanto como el hecho de que apenas haya lugares donde acudir para conocerlos. Su tono es tranquilo, pero apasionado. Se percibe la emoción por los temas que trata y por el momento que advierte respecto a ellos.

En la presentación del libro en Barcelona dijo que estamos viviendo un momento muy emocionante en la educación, una especie de boom con el interés por las evidencias científicas sobre la docencia. Sin embargo, muchos de los estudios a los que se acuden son de los años 70, o incluso anteriores. ¿Por qué esta paradoja?

Es curioso, pero es un hecho. La ciencia ha ido avanzando por un lado y la educación por otro, y no ha habido apenas comunicación entre ellas. De hecho, cuando ha habido transferencia de una a otra ha sido generalmente desde la pseudociencia, hay muchísima pseudociencia en las escuelas. Seguramente porque es muy fácil de comprar, porque tiende a aportar soluciones fáciles, sin matices y con mucha seguridad. No sé por qué ahora hay más interés por la ciencia, porque realmente hay algunos principios bastante sólidos sobre cómo aprendemos que tenemos incluso desde los años 50.

“En las escuelas hay mucha pseudociencia porque es muy fácil de comprar, aporta soluciones fáciles, sin matices y con mucha seguridad”

Y, curiosamente, los profesores que más compran esa pseudociencia o neuromitos son los que están más interesados por la ciencia para ayudarles en su labor.

Sí, eso está estudiado. Y es así porque tienen ese interés, pero no disponen del tiempo ni de los recursos para informarse adecuadamente.

Eso sorprende, que no haya ningún lugar oficial al que puedan acudir y obtener esa información.

No, no lo hay. Es que está todo por construir. Donde hay más movimiento es en Estados Unidos e Inglaterra, aunque es algo de hace una década, no más. Y creo que esto es algo más que una moda. Creo que en esta ocasión podemos estar presenciando el momento en que la profesión docente va a empezar a incorporar la evidencia científica sobre cómo aprendemos como una herramienta para respaldar su labor. Porque la ciencia puede contribuir a mejorar la educación.

Salvando las enormes distancias, creo que puede ser como cuando la medicina empezó a incorporar también el conocimiento científico. Y eso no hace que de repente la docencia vaya a basarse solo en la evidencia, siempre va a tener su parte de arte. La cuestión es que hasta ahora prácticamente solo había tenido arte.

Dice que el libro no es un libro de recetas, sino de principios generales. ¿Por qué esa decisión?

Sí, serían algo así como los ingredientes. Una receta en educación se entiende como un método, y el problema es que hay demasiadas variables en juego. Cuando aplicas un método en contextos diferentes ofrece resultados muy distintos, ya sea por las características de los que aprenden, de los recursos disponibles o incluso por las preferencias de los propios docentes, y no hay que olvidar la parte de arte de la que hablábamos. Lo importante es que los ingredientes generales formen parte de la receta.

“No significa que de repente la docencia vaya a basarse solo en la evidencia, siempre va a tener su parte de arte. La cuestión es que hasta ahora prácticamente solo había tenido arte”

Uno de esos ingredientes principales de los que habla es la memoria, no entendida como la tradicional memorización sin comprensión, sino como la habilidad que nos permite aprender cualquier cosa. Pero es algo que no se puede mejorar en abstracto.

Exacto. Es que una cosa es el concepto popular de la memoria y otro el concepto científico. El aprendizaje ocurre gracias a esa capacidad que tiene el cerebro a la que llamamos memoria, pero esta no es un músculo que se pueda ejercitar como tal, eso es un mito. Por eso no tiene sentido obligar a aprender poemas o cosas del estilo con ese fin.

De lo que depende que la memoria funcione mejor es de los conocimientos previos que se tengan sobre un tema o área en particular. Más que un músculo en concreto, la imagen correcta sería la de millones de músculos: cuando ejercitas un tema en concreto estás ejercitando uno de ellos, pero no los demás.

De ahí que, como se dice en el libro, una herramienta eficaz en clase sea la de activar esos conocimientos previos antes de explicar otros nuevos. ¿Cómo puede hacerse?

De muchas formas. Simplemente comentando al principio de la clase una noticia, una anécdota, una situación o experiencia… Algo relacionado con el tema que haga que los alumnos expliquen o piensen qué saben sobre ello. Hacerles conscientes y dejar sensibilizados esos conocimientos. Porque la única manera de aprender es conectarlo con algo que sepas. Si yo ahora te hablo en un idioma que no conoces, no recordarás nada de lo que te diga.

En el libro se dice que una de las mejores maneras de estudiar es la práctica de la evocación, es decir, repasar mentalmente qué se sabe sobre un tema que se ha leído o estudiado previamente. Se citan muchos estudios que lo demuestran, pero la mayoría de los alumnos ni lo saben ni lo practican. ¿Cómo puede ser?

“La única manera de aprender es conectarlo con algo que sepas. Si yo ahora te hablo en un idioma que no conoces, no recordarás nada de lo que te diga”

Porque nadie les ha enseñado, y es algo que los alumnos aprenden por azar, de forma espontánea, sin que esté relacionado con la inteligencia. No tenemos ninguna intuición sobre cómo funciona nuestro cerebro que nos lleve a hacerlo de la forma más eficaz. Hoy sabemos que la mayoría de ellos estudian leyendo y releyendo, lo cual es más cómodo pero mucho menos útil. De hecho, aunque puede dar resultados a corto plazo, estos son menos duraderos. Y cuando aumenta la exigencia, deja de funcionar.

Una oportunidad que se menciona para promover la evocación —además de enseñarla y fomentarla como tal— es la evaluación continua. Se dice que las pruebas o exámenes no deberían ser el final del proceso, sino parte de él. Y que no deberían usarse notas.

Sin evaluación no puede haber feedback. Y el feedback es clave para el aprendizaje, pero ha de hacerse bien. Esto no sucede si solo te dice estás aquí, te tiene que decir qué es lo que tienes que hacer para llegar a donde queremos llegar.

Las notas solo te dicen: estás aquíY además se interpretan como un etiquetaje, algo que hay que evitar a toda costa porque genera muchos problemas. A los que han sacado una mala nota porque les deja en un estado de indefensión aprendida, la sensación de que “no valgo para esto” —cuando en realidad, si no hay ningún problema grave, todos pueden llegar a alcanzar el nivel que se pide en la escuela—. A los que sacan buenas notas, porque les fuerza a conservar ese estatus, muchas veces a través de memorizaciones superficiales. Y porque no les prepara bien para posibles fracasos, que en algún momento acabarán sucediendo.

Deberíamos sustituir las notas por estadosPor ejemplo: necesitas trabajar más esto, estás cerca o lo has conseguido, incidiendo en el esfuerzo invertido y en las estrategias que han usado en el proceso. Eso promueve la autoeficacia, que es clave para la motivación. Y sí, las evaluaciones deberían ser repetidas y periódicas: con ello promovemos la evocación y rebajamos la tensión, porque diluimos el riesgo, con lo que ayudamos además a los alumnos con problemas emocionales. Y das también oportunidades de éxito a corto plazo, que son motivadoras.

“Deberíamos sustituir las notas por estados. Por ejemplo: necesitas trabajar más esto, estás cerca o lo has conseguido, incidiendo en el esfuerzo invertido y en las estrategias que han usado en el proceso”

Una de las grandes tendencias en la educación es la enseñanza por proyectos. ¿Qué tiene que tener este método para funcionar bien? ¿Sirve para todo y para todos?

Los proyectos tienen una gran ventaja, que es el aspecto de la motivación, pero deben estar bien diseñados para que los alumnos piensen el máximo tiempo posible sobre lo que quieres que aprendan, y no sobre cosas superfluas. A veces se trabaja una presentación sobre un tema y lo que terminan aprendiendo es Power Point. En general funcionan mejor a nivel académico cuanto más mayores son.

Además, hay que enseñarles a colaborar (una forma sería a través de evaluaciones conjuntas de todo el grupo). Y hay que evitar la sobrecontextualización: a veces no son capaces de abstraer lo aprendido y aplicarlo a otros contextos diferentes.

Por ejemplo, pueden aprender sobre la relación distancia-tiempo trabajando en un proyecto sobre viajes en barco, pero luego tener dificultades para apreciar que los mismos principios se aplican en un contexto como el atletismo. En general, no creo que todo deba hacerse por proyectos, debería combinarse con la instrucción directa, la cual incluye cualquier actividad fuertemente guiada por el profesor. De hecho, los proyectos son mejores cuando ya has aprendido, porque permiten aplicarlo y transferirlo. Bastantes escuelas lo están haciendo así.

Sin embargo, otra de las tendencias actuales es la del aprendizaje por descubrimiento, donde la función del docente es principalmente la de acompañar al alumno. ¿Hasta qué punto han demostrado su validez?

El principal problema aparece cuando las prácticas se llevan a los extremos, especialmente para los niños que ya vienen con menos oportunidades desde casa. Lo que sabemos es que la manera más efectiva para aprender algo nuevo es que alguien que lo domina te lo enseñe o te guíe en su aprendizaje, lo que llamamos instrucción directa. Y eso no significa pegar un rollo.

“Yo no creo que todo deba hacerse por proyectos, deberían combinarse con la instrucción directa guiada por el profesor”

Una clase por instrucción directa puede ser interesante y motivadora e incluir múltiples actividades en que los alumnos piensen sobre lo que están aprendiendo. A medida que el alumno va ganando dominio ya sí es positivo irse apartando paulatinamente.

¿Qué mitos o falsas creencias están más presentes ahora en las escuelas?

Hay varios, como el de los estilos de aprendizaje, que afirma que cada niño tiene una forma de aprender distinta. Pero no hay ninguna prueba de ello: lo que queremos que aprendan en la escuela se basa en su significado, no en el canal sensorial por el que se lo presentemos.

En general estos neuromitos suponen una pérdida de tiempo, recursos y oportunidades. Pero hay un caso especialmente grave en mi opinión, que puede causar daño y que tiene que ver con una malinterpretación del aprendizaje por descubrimiento: me refiero a algunos métodos bastante extendidos que se proponen para aprender a leer —como el método global— y que se basan en la creencia de que la lectura es algo natural.

“Los neuromitos, como el de los estilos de aprendizaje y el de la lectura por método global, suponen una pérdida de tiempo, recursos y oportunidades”

Estos métodos prescinden o minimizan la enseñanza explícita de la relación entre fonemas y grafemas —las letras y sonidos— y consideran que los niños aprenden a leer por mera exposición a las palabras y los textos. Hay muchas pruebas de que estos métodos son menos eficaces y que más niños se quedan atrás por ellos.

El primer capítulo del libro se abre con una frase de un jugador de béisbol: “Es increíble todo lo que no sabes sobre el juego al que has estado jugando toda la vida”. ¿Por qué esta cita?

Porque es muy significativa. Es de Mickey Mantle, una estrella del béisbol. La vi en la película Moneyball, que cuenta la historia real del director de un equipo que decidió empezar a usar la ciencia y la estadística para mejorar el rendimiento de sus jugadores. Cuando vi la frase pensé que era lo mismo que yo había vivido con la educación. Es increíble lo que puedes dar por sabido sobre cómo funciona el aprendizaje y luego entrar en la ciencia y darte cuenta de cuánto era lo que no sabías.

[Unos meses después de esta charla presencial, Héctor Ruiz ha publicado un nuevo libro. Se titula Conoce tu cerebro para aprender a aprender, donde recoge muchas de estas claves pero dirigidas de forma directa a los estudiantes. Aprovechamos para hacerle más preguntas, esta vez, a distancia].

¿De qué depende la habilidad de aprender?

No solo depende de las cualidades innatas, es cuestión de técnica y estrategia. Sin embargo, normalmente no enseñamos a los estudiantes a aprender. Cada uno desarrolla sus métodos y no suelen ser muy efectivos.

¿Cómo está repercutiendo la ausencia de escuela debido al nuevo coronavirus en los estudiantes? La afectación puede variar mucho según las condiciones de cada familia, pero ¿qué debería ser lo primordial para que la repercusión fuera lo más leve posible?

“La pérdida en el ámbito de la lectura es la que afecta de manera más desigual a los alumnos en función de su nivel socioeconómico. Los que pertenecen a familias con menos recursos son los más perjudicados”

Para responder a esta pregunta podemos fijarnos en el fenómeno de pérdida estival: los periodos largos sin escuela hacen que los alumnos experimenten cierta regresión respecto a lo aprendido. Esta pérdida afecta a todos los alumnos y, según los estudios disponibles, lo hace especialmente en tres aspectos: en cuestiones de cultura general y, sobre todo, en matemáticas y en competencia lectora.

Ahora bien, lo más preocupante es que diversos estudios reflejan que la pérdida en el ámbito de la lectura es la que afecta de manera más desigual a los alumnos, en función de su nivel socioeconómico. Los que pertenecen a familias con menos recursos son los más perjudicados. Volver nuestra atención hacia aspectos tan esenciales como la lectura, incluyendo la motivación para leer, el disfrute de la lectura y, cómo no, la mejora de la comprensión lectora, podría ser una de las claves a tener en cuenta.

Un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura analiza los factores que excluyen a los alumnos en todo el mundo. Menos del 10 % tiene leyes para garantizar la plena inclusión. El 40% de los países empobrecidos no ha dado apoyo a los alumnos desfavorecidos en la crisis del coronavirus.

  Fuente de la entrevista: https://www.agenciasinc.es/Entrevistas/La-ciencia-puede-ayudar-a-mejorar-la-educacion-esto-es-algo-mas-que-una-moda
Comparte este contenido:

Ravi Gupta: Durante algunos años la vida no va a ser la misma y simplemente hay que adaptarse»

Por BBC

En junio, ya lo había anticipado: «Este virus probablemente va a estar circulando por años».

«Tomará mucho tiempo resolverlo», escribió el virólogo Ravi Gupta en un artículo, publicado en la página web de la Universidad de Cambridge, sobre la enfermedad covid-19, que es causada por el nuevo coronavirus.

Cuando BBC Mundo le preguntó por qué hablaba de años, el profesor de Microbiología Clínica del Departamento de Medicina de Cambridge explicó que se ha visto «un resurgimiento de las infecciones cuando las medidas se han relajado».

«Y eso seguirá sucediendo hasta que tengamos una vacuna efectiva (y universal), cuyo efecto dure mucho tiempo».

Quizás pasará un año más antes de que se pueda contar con una vacuna «y eso, siendo optimistas».

Por eso, «al menos en lo que respecta al próximo año, la situación será de infecciones viniendo y yendo», señaló.

“Claro -dijo- depende de las medidas que se tomen, pero los confinamientos totales a nivel nacional (ya) no son realistas”.

El experto cree que se darán miniconfinamientos en diferentes partes, pero en algunos lugares quizás eso no se podrá hacer, por lo que la infección se seguirá transmitiendo.

«El virus estará circulando por un tiempo considerable«, insistió. «Incluso en un nivel bajo, este tipo de virus seguirá existiendo».

«La nueva normalidad»

Las autoridades sanitarias de varios países creen que ya enfrentaron la primera ola de contagios de covid-19 y se preparan para una posible segunda ola. En otras naciones se cree que están ante la primera ola.

«¿Habrá más olas?», le indagamos al profesor del Instituto de Inmunología Terapéutica y Enfermedades Infecciosas de Cambridge.

«No estoy seguro de si tendremos olas, pero sí que pasaremos por altibajos. Esa será la nueva normalidad», respondió.

«Tenemos que vivir con el virus a nuestro alrededor«.

De acuerdo con el experto, se trata de aprender a vivir tomando medidas de precaución y siendo conscientes de la forma como interactuamos.

«No es una manera ideal de vivir, pero quizás no va a durar mucho tiempo, quizás uno, dos, tres años«.

«Pero eso va a ayudar, a largo plazo, a que la sociedad se recupere«.

Una forma de tratar de asumir el control -indicó el doctor- es «decirle a la gente que se dé cuenta de que durante algunos años la vida no va a ser la misma y que simplemente hay que adaptarse».

Otro virus respiratorio

Este coronavirus, explicó el doctor, apunta a que será como otros virus respiratorios: que «van y vienen».

Muchos de ellos «no han sido eliminados«. De hecho, algunos alcanzan puntos álgidos y se presentan por temporadas.

«No hay razón por la cual este coronavirus vaya a ser diferente en ese aspecto».

«No hemos acabado con otros coronavirus”, como por ejemplo los que causan el resfriado común. «Eso me hace pensar que no se trata de algo que vaya a desaparecer (rápido)».

Como plantea el periodista de salud y ciencia de la BBC James Gallagher, hay cuatro coronavirus que circulan entre los seres humanos «y no tenemos vacunas para ninguno de ellos».

Actualmente, hay alrededor de 200 grupos de investigación en todo el mundo que están tratando de desarrollar una vacuna contra el nuevo coronavirus.

«Una vacuna normalmente tomaría años, si no décadas, en ser desarrollada. Los investigadores esperan lograr la misma cantidad de trabajo en solo unos pocos meses«, dice Gallagher.

¿Riesgo cero?

Gupta cree que hablar de “riesgo cero” es no ser realistas.

«Tenemos que encontrar una vía para reiniciar las economías al tiempo que minimizamos el riesgo (de contagios)».

«Esa es la única manera en que esto va a funcionar, porque claramente no podemos cerrar el mundo entero por más tiempo de lo que ya lo hemos hecho».

«Puedes ver en Sudamérica y en África que los confinamientos que vimos antes probablemente no volverán a ocurrir a un nivel nacional».

Para el científico, la manera de «manejar los riesgos» es «aprender» a reducirlos con, por ejemplo, el uso de mascarillas, las medidas de distanciamiento social y la higiene.

Y al pensar en la reactivación económica también se debe ser muy cuidadoso: «Quizás no abrir en su totalidad los hoteles, los bares y los restaurantes», indicó.

Tres grandes desafíos

En su artículo publicado en el sitio de la Universidad de Cambridge, Gupta explicó que la pandemia de covid-19 plantea tres grandes desafíos simultáneos:

Uno de ellos es el desarrollo de pruebas rápidas que se puedan implementar a gran escala para hacerle seguimiento al virus y, así, poder controlar los brotes que vayan apareciendo.

Los otros dos son: crear una vacuna que funcione por un periodo de tiempo extenso y diseñar tratamientos efectivos contra la enfermedad.

«El virus probablemente va a estar circulando por algunos años, pero puede mutar. Entonces, si tenemos una vacuna, debemos asegurarnos de que siga funcionando», escribió.

Contar con tratamientos efectivos también es fundamental para poner a prueba las inmunizaciones.

En el caso de muchas enfermedades, «le podemos dar una vacuna a alguien y después infectarlo con la enfermedad para ver si la vacuna funciona. Pero mientras no tengamos tratamientos buenos para covid-19, no podemos hacer eso».

El coronavirus y el VIH

Muchos de los científicos que a nivel mundial están dedicando sus esfuerzos a estudiar y entender el coronavirus vienen de una escuela muy poderosa: la del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el sida.

Gupta es uno de ellos y, como él mismo señaló, se trata de un virus que todavía «genera mucho miedo».

Cree que su trabajo de años en ese campo le ha ayudado a prepararse para la pandemia de covid-19.

«Ambas, el sida y la covid-19, son enfermedades multisistémicas y el VIH sigue siendo enigmático después de 30 años», escribió en su artículo.

«A medida que descubrimos los efectos de la covid-19 en el cuerpo humano, como los pacientes que desarrollan problemas cardiacos y daño pulmonar, pareciera que (la enfermedad) tendrá implicaciones de largo alcance que tomará mucho tiempo resolver».

Gupta explicó en su texto que, junto a sus colegas, han creado «seudovirus» que «son parte coronavirus y parte VIH, pero que son muy seguros y no causan ninguna enfermedad, para intentar entender cómo los anticuerpos trabajan en las personas infectadas con el virus».

«Al mezclar muestras de sangre tomadas de pacientes con covid-19 y nuestros seudovirus, pudimos ver que estos pacientes tenían inmunidad, la cual evitaría que sus células fueran infectadas por nuestros virus».

Las lecciones del VIH

De acuerdo con el especialista, el estudio del VIH ha dejado importantes lecciones, algunas de las cuales tienen que ver con el funcionamiento de fármacos, con los anticuerpos y con la forma en que el virus se comporta dentro del organismo para adherirse.

«Usamos enfoques muy similares para tratar la covid-19», le dijo a BBC Mundo.

Pero las enseñanzas van más allá del laboratorio.

«Otra semejanza entre ambas enfermedades es el hecho de que las dos se dirigen hacia los eslabones más débiles de la sociedad: a las poblaciones marginadas», reflexionó durante la entrevista.

En ellas, encuentran el «combustible para alimentar su fuego y expandirse en números«.

«Piense en zonas muy marginadas, donde la gente vive hacinada y en condiciones de pobreza que las hacen potencialmente más susceptibles (a contraer el virus)».

Se trata de una realidad con la que Gupta se ha enfrentado en sus investigaciones con el VIH, que abarcan la última década, y es una lección clave:

«Para controlar una enfermedad realmente tienes que entender quién se está infectando y por qué».

«Aunque contamos con herramientas para el VIH, desgraciadamente se sigue transmitiendo y siguen muriendo personas, en muchos casos debido a circunstancias económicas y sociales».

«Puedo ver que lo mismo está sucediendo con el coronavirus debido a que hay sociedades que realmente no pueden confinarse porque su fuerza laboral necesita trabajar para sobrevivir. Es una situación muy difícil», reflexionó.

«La pobreza desgraciadamente podría estar relacionada con la gente que se está viendo más afectada».

Meses concentrados en la covid-19

En más de seis meses tratando de entender a este nuevo enemigo, el virólogo indica que ha aprendido mucho desde diferentes perspectivas.

Una lección que parece evidente, pero que hay que recordar permanentemente, es que «si invertimos en investigación básica, ciencia básica, podemos tener herramientas a la disposición y hacer grandes progresos cuando una nueva enfermedad aparece».

Varios fármacos han nacido gracias a la investigación sobre el VIH, explicó.

«Teníamos remdesivir porque fue desarrollada para el ébola«.

Remdesivir es uno de los medicamentos más prometedores en el tratamiento de la covid-19.

Otro aspecto interesante para el doctor ha sido ver cómo científicos y expertos de todo el mundo han estado trabajando en equipo para hacerle frente a la crisis del coronavirus.

«Ha sido maravilloso. Lo hemos visto aquí, en Cambridge, y globalmente: los científicos están haciendo lo mejor que pueden».

Y no se trata solo de especialistas dentro de los laboratorios, sino de los doctores y todo el personal médico que atienden a los pacientes y que están «ayudando a responder las preguntas que necesitamos esclarecer».

La prioridad no ha cambiado

Uno de los estudios relacionados con el coronavirus que Gupta y su grupo de investigadores realizaron fue ensayar una plataforma de pruebas rápidas llamada SAMBA II, la cual fue desarrollada por una compañía fundada desde la Universidad de Cambridge y que ya ha sido adoptada por varios hospitales de Reino Unido.

Tras tomar una muestra de la nariz o la garganta, el resultado está listo en 90 minutos.

La idea es hacer esas máquinas accesibles no solo para los centros de salud sino, por ejemplo, para residencias de adultos mayores.

Así se evitan, por una parte, los retrasos propios de tener que transportar las pruebas y los resultados de un lugar a otro y, por la otra, tener que depender siempre de un laboratorio.

Y es que poder determinar con rapidez quién tiene el virus hace una «diferencia enorme».

«(Hacer pruebas) es la prioridad porque necesitamos limitar la transmisión (de la infección). Sabemos que muchos de los contagios suceden probablemente a través de personas asintomáticas. Y eso hace las cosas más difíciles porque necesitas someter a pruebas a muchas más personas y eso implica más tests. Pero ahora mismo, no hay otra opción«.

Saber quién está infectado no solo permite concentrarse en esa persona, sino hacerle un seguimiento a su entorno y, de esa manera, bloquear una potencial propagación.

«Por el momento» -indicó el profesor- hacer pruebas «es la única forma de intervención que tenemos».

«No tenemos fármacos mágicos»

El objetivo es poder desarrollar lo antes posible fármacos eficaces y una vacuna, pero mientras eso se concreta, se debe evitar al máximo llegar a la etapa que amerita un tratamiento.

«Una vez las personas se enferman gravemente, no tenemos fármacos mágicos. Aunque algunos han mostrado ser prometedores, es una enfermedad que no quieres contraer».

«Considero que no ha habido suficiente discusión en términos realistas sobre cómo podemos hacerle pruebas a la población de países de ingresos bajos y medianos».

En su opinión, en ese aspecto no ha habido liderazgo por parte de las grandes organizaciones internacionales.

«En muchos de esos países, toma una semana obtener el resultado de esas pruebas (…) Eso es mucho tiempo«.

De acuerdo con el experto, es fundamental discutir las opciones que existen de pruebas rápidas o encontrar la manera de usar las tecnologías existentes para ayudar con el diagnostico.

Y «pese a que ha habido muchas muertes», trata de sentir un poco de optimismo por todos los esfuerzos científicos que se están dando para luchar contra el coronavirus.

Pero «necesitamos prevenir más muertes«, nos dijo.

En el futuro, quiere seguir dedicado a la covid-19 y al VIH, no solo porque hay mucho que investigar y que aprender de ellos frente a otros virus sino porque, como escribió:

«La próxima pandemia podría ser un virus relacionado, por eso necesitamos seguir esforzándonos y perseverando».

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-53367946

Comparte este contenido:

Venezuela’s Education Under Siege: A Conversation with Luis Bonilla-Molina

Por: https://venezuelanalysis.com

A professor and researcher who advised Chavez on education issues talks to VA about Venezuela’s pedagogical model.

Luis Bonilla-Molina is a researcher and prolific writer whose work takes a critical look at educational and pedagogical models. He coordinated President Chavez’s international advisors team from 2004 to 2006 and was director of the Miranda International Center (CIM), an internationalist research initiative in Caracas, from 2006 through 2019. Bonilla-Molina is also the former president of the Governing Council of UNESCO’s International Institute for Higher Education in Latin America and the Caribbean, and the current co-director of the Latin American Council for Social Sciences’ (CLACSO) International Investigation Center “Other Voices on Education.”

The essence of the Bolivarian Revolution was a process involving the radical expansion of democracy. Of course, in a process of substantive democratization, education plays a key role. What can you tell us about the educational reform that Hugo Chavez promoted and its relation to the wider democratization of society?

Education is an enabling right [“derecho habilitante”] to all other human rights and Chavez understood this. Broadening access to education opens the path towards the expansion of all other rights.

When Chavez came to power, in the midst of a profound social crisis, there were many problems to be addressed but he focused on educational inclusion. He understood that the democratization of society, which was the driving force for the Bolivarian Process, would only happen through educational inclusion.

From the early days of his presidency, Chavez promoted an inclusive model, but this model clashed with the Education, Culture, and Sports Ministry dynamics. In fact, he was clashing head-on with the existing institutional framework as a whole. That is why he developed the educational missions model: those, in fact, became the route to bypass institutional barriers, and they were tremendously efficient at reaching the people.

There were so many achievements in this period! In fact, I doubt that any other country in the world achieved such widespread educational inclusion in so brief a period. One of the goals was the end of illiteracy, from which about a million people suffered. UNESCO declared Venezuela “territory free of illiteracy” in 2005 [the literacy program was launched in 2003 with Cuban support].

After the literacy program, which came to be known as Mision Robinson, there was an effort to open the doors to those men and women who had wanted to go to college or high school or even primary school, and who had been expelled from the system. The Ribas [pre-university level schooling] and Sucre [university level] Missions worked to widen access.

I remember that I once visited a Mision Sucre education center in Tachira state, where I met a 70-year-old student. When I asked her why she was studying, she told me: “More than merely having a title, what I want is to know what it feels like to be a university student.” Her words evoke the profoundly human character of inclusion.

Robinson Mission classroom, 2013. (VTV)
Robinson Mission classroom, 2013. (VTV)

It is clear that there were huge advances in educational inclusion. Nonetheless, as a professor at the Bolivarian University, I’m aware that there are still many problems to be resolved. What are the pending tasks in the educational reform promoted by Chavez?

The problem for me lies in that we, the left, didn’t come up with an educational project beyond inclusion. Inclusion is fundamental to achieve all other political and social demands, but there wasn’t enough debate about the pedagogical model. Around 2008 we promoted a space to debate the model. We were concerned that much of the public discourse around education centered around the need to move toward the “Venezuelan pedagogical model”… but what does that really mean?

Talking about the “Venezuelan pedagogical model” was a profoundly depoliticized and problematic way to address the issue at hand. What do Simon Rodriguez and Cecilio Acosta [a 19th century liberal reformer] have in common? What connects Andres Bello and Luis Beltran Prieto Figueroa [*]? The history of the pedagogical movement has to do with the correlation of forces, which didn’t favor the popular classes for most of our history. In other words, in Venezuela, most of the pedagogical thought has been closer to [established] power than to the popular masses.

The euphemism “Venezuelan pedagogical thought” is profoundly empty. This becomes evident, for example, when Prieto Figueroa is referred to as a “theorist of socialist education.” Yet Prieto Figueroa’s educational project is a clear expression of the bourgeois education system that would emerge after the 1958 liberal democratic revolution. It is true that at the end of his life, in the 1970s, Prieto Figueroa embraced the socialist project, but his work in education goes hand in hand with bourgeois liberalism!

So, again, there was some debate in 2008 and 2009, but we ran into a bottleneck. The left does not seem to understand that debate is inherent in class struggle. We seem to think that a public debate hurts the revolution, when, on the contrary, it is silences and complacencies that hurt the revolution.

Those were years when there were many latent debates, with some becoming public but, at the same time, those debates were shunned. In fact, there was one debate in which Chavez participated, at the International Miranda Center… Years later, in 2011, Chavez publicly acknowledged that the debate had been useful.

But going back to the educational model itself: we are in a sort of limbo!

Mind you, I’m not talking about curricular reform. When Rodulfo Perez [2016] was minister, we had a debate about the issue of curricular reform. My position is that a curricular reform does not solve anything. Changing the curricula is not the solution because the contents are not the key problem. Changing the Koran for the Bible won’t bring about a real change. Instead, we must reconceptualize the educational model as a whole.

To give you an example, we advocate school autonomy to address both local and national needs, and to permit innovation. We are not talking about autonomy as is proposed by neoliberalism, so that every school becomes a corporation. We advocate autonomy so that communities can define priorities according to their conditions and needs. Needless to say, all that has to happen within the framework of a national educational project with input from teachers, students, and the nation as a whole. A new national debate from below is urgent.

Nobody, not even the Venezuelan right-wing, can deny the tremendous advances in inclusion in the first years of the Bolivarian Revolution, but there is a big deficit in the construction of a pedagogical project with a revolutionary horizon.

The lack of a pedagogic model led to other errors, such as the canaimitas. Chavez understood that computers and access to the internet should be democratized. However, there was a problem and I actually expressed my concern to him. Computers were given to students. Meanwhile neither teachers nor educational centers had computers. That was a defective strategy, and we are paying the consequences now. For a pedagogic strategy to be successful, it has to be lasting and incorporate both the teachers and the educational centers. Today, most teachers continue without computers, which is all the more serious in the context of the lockdown.

We have an additional problem not only among the government leadership but within the left as a whole. We talk about capitalism and imperialism, but we don’t study the phenomena and we end up reproducing its logic. The US is the big unknown for us in what relates to culture and the debates within US society. As it turns out, third-wave capitalism had already proposed that education in schools should be eliminated, that there should be a shift towards education at home. To give you an example, in 2015, the Interamerican Development Bank proposed that a model of education-at-home should be implemented in the continent.

This is what we call a “global pedagogic blackout,” and we warned about its danger in 2016 and 2017.

To give you another example, for years prior to her appointment as US secretary of education, Betsy DeBos had been arguing for cutting back funding for schools and teacher formation because, according to her, virtual classrooms would allow a shift to an at-home system that would strengthen US values.

In other words, global capital’s intention to impose homeschooling is evident. We have been warning of this danger. Now, the COVID-19 pandemic made it a convenient imperative to shift away from schools. The virtual education-at-home agenda imposed itself and we are complying.

This is very dangerous since 99.9% of virtual educational contents are in private hands. Google Education, Pearson Education, and Discovery Education are knowledge transnationals that basically own the virtual education-at-home model. Countries in Latin America, including Venezuela, didn’t prepare for this. We can call this a global crisis of educational sovereignty, which is all the more dangerous in a country that proposes to transition to a new social model.

 

Hugo Chavez and two children who received the canaimita computer. (MinCI)
Hugo Chavez and two children who received the canaimita computer. (MinCI)

The blockade and sanctions affect all aspects of life, including the educational system. Further, there is a social debt with teachers in Venezuela, whose salaries often fail to cover the cost of the transportation to school. How can this be solved in a country that continues to be besieged, and in which we must seek creative and popular solutions to the problems we face?

The US’ criminal blockade affects not only the economy but also daily life for the population, including, of course, education. There are two ways to solve this problem. One is to make a pact with the bourgeoisie, and the other one is to rekindle the socialist project by pushing forward anti-capitalist measures. I advocate for the second option, and this is not an “ultra-leftist” attitude.

For example, 2018 World Bank data show the Venezuelan debt to be around 150% of its GDP. Two years later, international debt seems to be above 200%. Anti-capitalist solutions are not utopian proposals that might only be carried out without sanctions. For instance, we could refuse our external debt. It is not really possible to pay our debt unless we surrender our assets here in Venezuela as payment to capital. To say the obvious, that can be equated with giving up sovereignty and independence.

As I see it, the blockade gives us the opportunity to push socialist policies forward.

I visited Cuba during the special period, and one of the things that most impacted me was how the people in the government and party leadership lived. The leadership lived just as the common people lived. I think it is very important for us to highlight this in our current situation. We should learn from Cuba: when the blockade hit them hard, the leadership didn’t turn over the nation’s assets. Instead, they sacrificed themselves with the pueblo, and they channeled a great deal of their very limited resources to education.

Regarding teachers’ salaries, capitalism likes to present teachers as people with extraordinary vocations. That is how the system tries to justify overexploitation. Instead, we have always defended the idea that we are education workers, and as workers, we deserve a dignified salary in the working world.

A teacher’s salary today is outrageously low, but in fact, this is not new. We were already concerned about teachers’ wages having lost their purchasing power in 2009! Also, compensation should be holistic: teachers need computers… and internet connections… We cannot have one discourse for the outside world and one for the internal one. We support the teacher’s strike in Bolivia when they criticize the government because it is outsourcing the cost of computers and internet onto teachers. However, if we criticize the situation in Bolivia, we have to be coherent and be critical here too!

Even before the financial sanctions began in 2017, there was already a serious problem with student attrition. The sanctions seem to have accelerated the drop-out rate. Is there any good data about this?

No, there are no numbers available and that is a very serious problem. Like many others, I have been demanding that the state release data in general, and particularly regarding dropout rates. It is not possible to solve problems if we don’t understand the dimensions of the crisis we are facing. Recently the UCAB [Andres Bello Catholic University], hand-in-hand with the UN, produced a report with dramatic numbers. Are they correct or not? We can only guess…

The state stopped publishing school data around 2013. By now, nobody who has been near a school can have any doubts. Empirical evidence points to a dramatic dropout rate. There are many reasons for this, ranging from teachers abandoning their posts (due to their low wages and problems with transportation) to problems with electricity and general infrastructure. On top of that, there are important problems with the PAE [“Programa de Alimentacion Escolar,” school meal program]. For a while, almost 100% of public school children received their meals in school, but that has changed dramatically.

To address this situation, we first have to understand where we are. We need the data to be released. This is not a problem of faith or discourse. This is an education crisis, and we need access to the numbers so that we can look for solutions.

You have reflected on the students «disappeared» from education in the context of the COVID-19 lockdown. Internet access in Venezuelan households, as in much of our continent, is below 50 percent. How does the current emphasis on education-at-home affect the different social classes?

Indeed, some 50% of students around the world have technological barriers to access that cannot be overcome overnight. In April, the director of UNESCO Audrey Azoulay said that of the 1.37 billion children and teens out of school due to the pandemic, 800 million don’t have access to a computer, and 700 million don’t have access to the internet. This represents a global “educational blackout.”

All of this holds for Latin America. Ecuadorian teachers are demanding the destitution of the education minister because 70 percent of children are falling by the wayside. In Bolivia, there is a teachers’ hunger strike because more than 80 percent of the students don’t have access to the tools needed to study from home. The SENA [Colombia’s national education system] declared that of the more than 800,000 children in school in February, 528,000 have effectively dropped out. Venezuela is part of this whole picture. Our situation is critical, and anybody who is teaching in Venezuela can attest to this. We cannot be solidarious with teachers struggling in the continent while turning a blind eye toward our own problems.

In fact, these are not times for celebrating. Chavez taught us that our main concern should be for those who are left outside. With this in mind, let’s take a critical look at the concept of “school at home” and “university at home.” Neoliberalism coined these terms with its desire to transfer the responsibility of the state to families.

When the lockdown set in, I pointed out that hundreds of thousands of children would not have the tools to continue studying and this was taken as an attack… Again, this goes back to the left’s fear of debate. We shouldn’t unlearn what we learned from Chavez: we can have 99 children in school, but if one is missing, that one kid should be a concern to revolutionaries.

It is true that the work of teachers is extraordinary. They are sacrificing themselves in order to go on teaching. That should be recognized. Nonetheless, our main concern should be the thousands of children who are falling by the wayside.

Those of us who continue to teach, we know that at the very least half of our students are unable to keep up. I say that with the aim of awakening concern. I think, for instance, that Robinson, Ribas, and Sucre Missions should be going house by house, to figure out who has access to technology and who does not.

Again, teachers and university professors deserve recognition and dignified salaries. They have been bearing the brunt of the crisis on their shoulders. What they are doing is marvelous and it shows that they have energy and commitment. In many cases, teachers are doing what the state should be doing… Their self-sacrifice should be celebrated, but that is not enough.

The truth is revolutionary if we talk about problems and look for real solutions for the people. We have to understand how things really are, and we have to develop a plan to reach the people. We cannot be ostriches, sticking our heads in the ground to avoid seeing problems. We have to face reality as it is.

There are ways to solve our problems, but we need to have a debate. Unfortunately in the left we have a culture that interprets debate as giving ammunition to the enemy. Let’s remember Chavez, who was most concerned by those left behind by the system and also Che Guevara who said, “Truth is the most revolutionary act that we can engage in.”

 

Akaiz Zambrano receives her Sucre Mission university diploma. (YVKE)
Akaiz Zambrano receives her Sucre Mission university diploma. (YVKE)

Note

[*] Simon Rodriguez (1769-1854) was the teacher of Simon Bolivar and a creative independence era pedagogue. Andres Bello (1781-1865) was a linguist with a classist conception of the world. Cecilio Acosta (1818-1881) was a liberal reformer. Luis Beltran Prieto Figueroa (1902-1993) was an education reformer who implemented the technical education system in Venezuela.

*Fuente: https://venezuelanalysis.com/analysis/14946
Comparte este contenido:

Florencia Saintout «Nunca más discutamos si las Universidades sirven o no»

Al frente del Consejo Provincial de Coordinación con el Sistema Universitario y Científico, la ex decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP destaca el trabajo de las universidades en la emergencia sanitaria y habla del rol de estas instituciones tras el paso del coronavirus.

Florencia Saintout  llevaba más de una década de carrera política cuando fue elegida al frente del Consejo de Coordinación con el Sistema Universitario y Científico de la Provincia de Buenos Aires, el 12 de diciembre de 2019. Nada hacía pensar cuál sería el desarrollo de los acontecimientos en esos días. Pandemia, cuarentena y coronavirus eran palabras impensadas. Todo cambió, menos el trabajo entre las universidades y el Estado como garante de derechos e inclusión, reforzado en un contexto de emergencia sanitaria.

Ya pasaron casi cuatro meses de cátedras remotas para más de medio millón de estudiantes y 42 mil docentes en toda la Provincia. El foco no estuvo puesto en este tiempo de cuarentena sólo en la parte pedagógica, las universidades se pusieron en un rol activo desde y para la comunidad.

«Lo que me planteó Axel (Kicillof) era trabajar en la articulación entre el sistema científico, el universitario y el Ejecutivo. Que eso no quedara librado a la buena voluntad y al azar”, le contó al Suplemento Universidad la diputada provincial y ex decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de Universidad de La Plata.

– ¿En cuánto afectó la aparición del COVID-19 a aquellas ideas que tenía para el Consejo, en diciembre pasado?

– Más que nada, lo que hizo este contexto es acelerar procesos. Cuando surgió el coronavirus, todas las universidades empezaron inmediatamente a dar clases. Desde el Consejo tuvimos que reunirnos con todos los rectores via Zoom, no pudimos hacerlo presencial. Pero además de acelerar, se demostró que la articulación de las políticas públicas anti neoliberales (porque no es cualquier política pública) y el sistema científico-universitario, cuando trabajan juntos, resuelve problemas concretos de la sociedad.

Si alguien tenía dudas si eran necesarias tantas universidades o quiénes iban y quiénes no, en este periodo se demostró su valor. Todas las universidades, incluso desde diferentes conducciones políticas, están respondiendo en diferentes áreas y a diferentes problemas.

– ¿La continuidad pedagógica mediante plataformas es algo definitivo?

– Para eso es esencial disminuir la brecha digital. Tenemos un proyecto de ley que va en ese sentido, que surge a partir de la demanda de los estudiantes. La brecha digital con la que nos encontramos era incluso más grande de lo que habíamos imaginado, y obviamente se corresponden con brechas sociales y económicas. Esa es una de las preocupaciones en educación tanto de Nación como de Provincia, que están haciendo un trabajo estupendo con las plataformas AR. Hay que tomar una decisión política en ese sentido muy fuerte para acortar esa brecha. Incluso pensar distintas plataformas que nos permitan no ser tan dependientes del mercado, apuntando al desarrollo científico y tecnológico.

– ¿Cómo se preparan para la pospandemia?

– Es difícil pensar en la pospandemia hoy y en esta zona tan complicada como es la Provincia. Pero no hay que solo pensarlo sino ponernos en acción. Creo que hay un aprendizaje de esta articulación entre Estado y universidades. Incluso de los no universitarios. La universidad tiene que ser un derecho para ellos. Y eso no significa solo acceder a la universidad, sino el derecho a usufructuarla, a gozarla, a utilizar el conocimiento que allí se genera.

Hoy las universidades empezaron a hacer máscaras, alcohol en gel, test de todo tipo, pero también investigaciones junto con espacios académicos internacionales para encontrar las vacunas.

Por eso digo que para lo que viene se va a necesitar un tipo de saber orientado al desarrollo, a la producción. Y desarrollo entendido en un sentido amplio, no solo desde una mirada economicista.

-¿Se viene una mirada de universidades enfocada tanto en lo urgente como en el desarrollo a futuro?

– Claramente. Algo que a mí me impactó mucho fue ver las universidades que se transformaron en hospitales de campaña, entonces este aprendizaje tiene que estar para lo que viene. ¿Qué quiero decir con eso? Que no será solamente aprender a cómo diseñar un test, sino en términos de que ese saber valioso sirva para transitar este tiempo que viene que es tan difícil.

En términos de desarrollo económico, hay universidades que están haciendo estudios de cómo será el impacto económico después de la pandemia. Incluso hasta desde la perspectiva de género. Eso después, para hacer políticas económicas focalizadas, va a ser fundamental.

Podemos tener universidades maravillosas y papers increíbles, pero si no tenemos un Gobierno que las convoque, no estamos al servicio de la población.

– Entonces se puede hablar de un nuevo enfoque de un sistema más apuntado a la sociedad…

– Hoy hay una gran conciencia en las universidades. Yo nunca vi una comunión tan fuerte entre instituciones tan distintas dispuestas a llevar adelante una política de cuidado de la población. Esos son los acuerdos de base para lo que viene. Creo que el aprendizaje de este momento histórico tiene que ser que podamos decir “nunca más discutamos si las universidades sirven o no sirven”.

En la universidad se debe discutir todo, pero si hay algo seguro es que es un derecho. El derecho a que ese conocimiento resuelva problemas concretos. Que ayuden al bienestar de la población y que eso que sucede no quede enclaustrado. Y eso tiene que ver con una posición política, del Gobierno Provincial y Nacional, que supieron que las universidades tenían que estar en las políticas públicas, mucho antes de la pandemia; y la creación del Consejo va en esa dirección. En tomar esa idea que esto es de todos y de todas.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/278658-nunca-mas-discutamos-si-las-universidades-sirven-o-no

Comparte este contenido:
Page 46 of 430
1 44 45 46 47 48 430
OtrasVocesenEducacion.org