“El gran desafío es vincular a la educación con el mundo del trabajo”

Por. Gabriel Sánchez Zinny

El director ejecutivo del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) habló con Jornada sobre los objetivos que persigue su gestión y aseguró que es necesario recuperar la educación para quienes hoy ya están en el mercado laboral. Días atrás se reunió con el ministro de Educación de Chubut.

Gabriel Sánchez Zinny es economista y tiene un máster en políticas públicas, pero su desarrollo profesional y su esfuerzo han estado dedicados durante los últimos años a la educación. Autor de varios libros sobre la temática – el último se llama ‘Educación 3.0. La batalla por el talento en América Latina’- fue convocado por el Ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, para sumarse a su equipo y fue designado como Director Ejecutivo de INET.

Calidad a la educación

Pocas horas antes de reunirse con el Ministro de Educación de Chubut, Fernando Menchi, el funcionario nacional fue entrevistado por Jornada y explicó cuáles son las funciones del organismo que tiene a su cargo desde el inicio de la actual gestión.

“INET trabaja con las provincias en la administración de un fondo de financiamiento de la educación técnica. En la Argentina hay alrededor de 4 mil instituciones de educación técnica, de las cuales alrededor de 1.500 son escuelas técnicas secundarias, y otras 1.000 son terciarias o Institutos de Educación Superior, pero además hay más de mil centros de formación profesional para el empleo”, contó.

Al ser consultado sobre los objetivos de su gestión, Sánchez Zinny aseguró que el primero es “construir mucho sobre lo que se ha construido hasta ahora en términos de acceso a la educación técnica”, y particularmente “hacer un énfasis mayor en el tema calidad, porque hoy tenemos mucha gente que accede a la educación, pero queremos darle más calidad a esa educación, sobre todo relacionado con el mundo del trabajo”.

“En estos últimos años y en especial a partir de la ley de Educación Técnica de 2005, mucha más gente de cualquier sector socio económico ha accedido a la educación técnica. Es un gran logro, pero nosotros queremos seguir construyendo sobre ese logro y la educación técnica tiene que ser de calidad en los contenidos, pero también en la empleabilidad que uno le da a los jóvenes”, dijo el funcionario, y agregó que se busca que cada uno “salga con algún conocimiento del sector productivo y si es posible con una salida laboral estable”.

El director ejecutivo del INET expresó que “poner el alumno a nivel central en este sistema es importante, como así también la incorporación de nuevas tecnologías”.

En ese sentido dijo que en forma independiente de los debates sobre el uso de la tecnología por parte de niños de nivel inicial, “lo que ya casi no tiene debate en la bibliografía es que la tecnología seguro ayuda al acceso a la educación a un joven de 20 o 25 años, porque trabaja full time, porque tiene familia y ahí es donde la tecnología ayuda a acceder a mucha gente que por temas físico o tema de tiempo no puede acceder la educación”.

Educación y trabajo

Al ser consultado sobre la vinculación entre la formación técnica y el mercado laboral, Gabriel Sánchez Zinny aseguró que “ahí realmente está el desafío”, y contó que dentro del INET funciona el Consejo Nacional de Educación, Trabajo y Producción (ConETyP), aunque aclaró que si bien “no ha sido muy activo en los últimos años” lo están de alguna manera otra vez regulando y dándole espacio y empezando a generar reuniones.

El primer encuentro del ConETyP fue el 29 de diciembre y se concretó con la presencia de representantes de todos los sectores, en especial sindicatos y cámaras empresariales “para empezar a entender cuáles son las demandas que tiene el sector productivo sobre la educación, la demanda a todo nivel, tanto de los jóvenes que terminaron la secundaria pero también de los jóvenes que van a terminar una formación profesional o un terciarios”.

Asimismo el titular del INET dijo que es necesario replicar este Consejo en las provincias “porque las demandas por capacidades de los jóvenes son nacionales pero también son demandas provinciales; en Chubut las demandas productivas tendrán que ver con una industria, pero son diferentes que en Santiago del Estero o Salta, por eso es importante localizar también esta demanda del sector productivo y no creer que porque uno tiene una idea de la industria nacional es suficiente”.

Mayor vinculación

Sánchez Zinny destacó como un hecho positivo que exista una mayor vinculación de los alumnos de las escuelas técnicas y centros de formación con las empresas a través de las prácticas profesionalizantes.

Aseguró que “todos los alumnos de las escuelas tienen que hacer prácticas profesionalizantes, o algún tipo de práctica o trabajo practico o de interacción con una empresa antes de graduarse”.

La idea es extender la experiencia a otros actores de la vida escolar y en ese sentido subrayó la necesidad de “vincular a los directivos de escuelas y docentes con el mundo productivo porque al final son los directivos y los docentes la parte más importante de la educación dentro de una escuela. Creo que es bueno que ellos conozcan cómo es el mundo laboral, cómo es el ambiente productivo donde van a trabajar luego los alumnos que ellos educan, esa conexión tiene que ser a nivel de alumnos o docentes”.

Fuente:www.diariojornada.com.ar/149295/politica/Sanchez_Zinny_El_gran_desafio_es_vincular_a_la_educacion_con_el_mundo_del_trabajo

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La pedagogía en la educación para el trabajo

Por.  Gabriel Sánchez Zinny

El nuevo ciclo de la economía nos obliga a prepararnos para un escenario en el que crecerá la demanda de talentos técnicos. El complejo agroalimentario, la construcción, así como los servicios intensivos en conocimiento (como software) serán algunos de los dinamizadores del próximo quinquenio. Pero la oferta disponible no es suficiente, por lo que será necesario recorrer distintos espacios de acción para mejorar la vinculación del sistema educativo con el sector socioproductivo. Junto con los incentivos para atraer a los jóvenes hacia la escuela técnica (y retenerlos), hace falta poner foco en la actualización de los contenidos, y por supuesto mejorar la calidad docente y la gestión de las escuelas.

En un relevamiento reciente realizado desde el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET), encontramos que los dos principales desafíos detectados por el sector socioproductivo argentino, y docentes y directores entrevistados, son la falta de competencias específicas y también de experiencia previa en el área de conocimiento en la que se desempeña. Ello incluye tanto las actividades prácticas dentro de los centros educativos como las experiencias de trabajo en las empresas y otros establecimientos productivos.

A pesar de los avances de los últimos años en proveer equipamiento y mejor infraestructura a una gran mayoría de las escuelas técnicas, la rapidez en los procesos de producción y la fuerte irrupción tecnológica, que solamente se acelerará, desactualiza rápidamente esos destacados logros. A su vez, muchas veces los equipos docentes que los enseñan están desconectados de cómo se aplican los procesos técnicos en los ambientes laborales.

Las prácticas profesionalizantes o algún tipo de experiencia práctica o de interacción con una empresa antes de graduarse resultan fundamentales para los alumnos de las instituciones de formación técnico-profesional de todos los niveles. Pero algunos casos exitosos, como el australiano, nos permiten pensar que la experiencia debe extenderse también a otros actores de la vida escolar. En este sentido, docentes y directivos son los actores más importantes dentro de la escuela y de mayor impacto en el proceso de aprendizaje en el aula, por lo que el hecho de que conozcan y se mantengan actualizados sobre el ambiente productivo donde van a trabajar luego los alumnos que ellos forman es más que significativo.

La educación técnico-profesional requiere de una manera especial que sus líderes en la escuela sean de alguna forma profesionales duales: por un lado, formadores, pero también conocedores y especialistas en sus respectivas industrias. Se trata de conseguir que la persona más idónea sea capaz de entrenar y evaluar a los estudiantes con calidad.

Para retomar el ejemplo de Australia, los docentes lo logran no sólo conociendo sobre la industria específica en la que se desempeñan, sino que tienen experiencia de trabajo en sus áreas de especialización, lo que les permite mantener sus conocimientos al día y también reflejar en tiempo real las necesidades y las tendencias de la industria. En otros términos, combinan los saberes teóricos con la dinámica de la vida real de los temas estudiados. Junto con ello, los requisitos para su reclutamiento a menudo incluyen el cumplimiento de los estándares mínimos de los marcos de referencia de la industria en cuestión; a la vez que muchos de los cursos de enseñanza técnico-profesional incorporan espacios de práctica en el terreno, además del aula, lo que permite guiar al alumno a través de una experiencia de interacción con un ambiente de trabajo concreto. La experiencia europea también exige a los docentes ser graduados de instituciones de educación superior, además de promover una formación multidisciplinaria (pedagógica, específica pero también amplia y generalista).

La formación del docente técnico debería ser además continua: junto con el conocimiento específico y de técnica pedagógica, es necesario que se mantengan actualizados en relación con el avance de los saberes y también de las mejores prácticas, las últimas tecnologías incorporadas y los desarrollos en marcha en sus industrias. La Comisión Europea recomienda que se comprometan activamente en su desarrollo profesional, lo que incluso podría requerir que se desempeñen por algún período fuera del sistema educativo (con prácticas en el sector productivo), o incluso realicen intercambios en otros países.

En un mundo en el que los talentos locales competirán por posiciones en industrias dinámicas y en constante cambio, a la par de otros provenientes de los países vecinos y otros continentes, necesitamos docentes con capacidades pedagógicas, técnicas, actualizados en los procesos tecnólogicos y productivos. Son los que contribuirán a hacer la diferencia en la competitividad y el desarrollo económico de la Argentina en los próximos años.

El autor es director ejecutivo del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) del  Ministerio de Educación y Deportes.

Fuente: http://www.infobae.com/opinion/2016/08/01/la-pedagogia-en-la-educacion-para-el-trabajo/

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