22 de marzo de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com
Por: Jesús María Moradillo de la Hija
Decía Emma Goldmann (1869-1940): “La auténtica emancipación no comienza en las urnas ni en los tribunales, comienza en el alma de la mujer”.
El otro día caminando por la calle veo a un grupo de niñas que cantaban algo que me traía recuerdos infantiles. En el barrio donde vivía de niño, cuando no estaban los amigos habituales, no había más remedio que jugar con las chicas a las gomas o a la comba, había que “admitirlas” como compañeras de juegos, pero sólo para no aburrirse. No me daba cuenta entonces que eran ellas las que me “admitían” en su grupo. Al jugar con ellas solían cantar una canción que seguro os suena:
“Mamá, papá, con cuántos añitos me dejas casar?. /Con uno, con dos, con tres…” y así seguía hasta que fallaba. Hoy día, escuchaba la misma canción pero con otra la letra: “Mamá, papá, cuántos añitos tendré?. Uno, dos, tres…”
Al principio no lo di importancia, pero después pensando en la pegadiza canción veía que ha habido un cambio importante. La sociedad ha cambiado gracias a que ha habido un cambio educativo. Hoy día la sociedad es más igualitaria, al menos estamos en el camino hacia ello gracias a que nos tomamos más en serio una coeducación no solo en las aulas, sino también en los entornos no-formales. Esta coeducación todavía deja mucho que desear en el entorno audiovisual, o dicho de otra manera hay mucho camino que recorrer.
En las canciones no sólo transmitimos memes culturales, sino que además se transmiten de manera más rápida y eficaz por su componente emocional. De hecho, aprendemos mejor cantando. Quizás nuestras mentes infantiles entonces no caían en la cuenta de la importancia del contenido de dichas canciones, así como tampoco en lo mucho que podía calar su mensaje en nuestro no-consciente. Tengo una niña de dos años y medio a la que la gusta oír canciones y procuro que no sean algunas que implican un rol machista de la mujer, pues con los alumnos podemos hacer lo mismo: vamos a apoyar el cambio de una cultura machista a una no machista. Para este cambio podemos empezar con el análisis de algunas canciones infantiles. La actividad que he realizado con alumnos en torno a los 14 años, aunque puede ser para todas las edades, es la siguiente:
- Les propongo recordar canciones infantiles. Yo propongo una, pero antes escucho sus ideas.
- Las cantamos y luego las escribimos.
- Por grupos leemos la letra y señalamos aquello que de pistas sobre violencia de género, subordinación, minusvaloración, encasillamiento del rol femenino, etc. En fin, lo que pueda implicar una actitud o hecho machista.
- Después por grupos jugamos a cambiar la letra eliminando esa actitud o hecho machista. De esta manera apoyamos el cambio.
Hay muchos ejemplos que seguro os recuerdan momentos de la infancia, en este link encontraréis una selección. No todas tienen contenido machista, pero sí unas cuantas, por lo que hago grupos en clase para que las identifiquen y cambien la letra. Esto es muy divertido, al mismo tiempo que entrenamos nuestra capacidad crítica para identificar actitudes machistas. Así que ¡juguemos a apoyar el cambio!
Fuente artículo: http://blog.tiching.com/juguemos-apoyar-el-cambio/