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La mal llamada federalización de la nómina

Por:  Lev M. Velázquez Barriga

En enero de 2020 se firmó el Convenio de Coordinación para Establecer el Mecanismo de Pago de Nómina de los Trabajadores del Sector Educativo al Servicio del Estado de Michoacán de Ocampo, o bien, lo que comúnmente conocemos como Federalización de la Nómina; con él, se pondría fin al trato diferenciado entre los trabajadores de la educación federales y los estatales, a estos últimos, por años y de manera sistemática, se les dejó de pagar prestaciones, se les retrasaron quincenas, se les mantuvo en la incertidumbre de recibir su salario en los últimos meses del año fiscal o bien con la amenaza de no pagarles completo con el pretexto de que el Estado no tenía los fondos suficientes. Ya han pasado dos meses de haberlo signado, pero la problemática prevalece, agregando a los agravios anteriores la reestructuración del impuesto sobre la nómina, cuyo descuento es mayor a los dos últimos aumentos salariales.

No es un documento público como se presume oficialmente, no se encuentra en ningún portal de las dependencias involucradas; para acceder a él, tuvimos que solicitarlo a la comisión de transparencia y lo recibimos hasta varios días después. Se trata de un “Convenio” exclusivamente para coordinar el pago de la nómina, donde se estipula que el patrón sigue siendo el gobierno estatal y de ningún modo la Secretaría de Educación Pública (SEP) o la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en representación de la federación, serían patrones sustitutos; pero, tampoco se puede hablar de federalización porque la parte mayoritaria del salario sigue siendo responsabilidad del gobierno michoacano en un 64.5 % y la minoritaria del gobierno federal en 35.5 %.

No se acuerda la federalización de los servicios educativos, los programas estatales o de las escuelas que muchas veces quedaron inoperantes por falta de recursos indispensables, así sucedió con los albergues escolares o los Centros de Desarrollo Infantil; no se federalizan las claves presupuestales o los techos financieros que sustentan a los trabajadores de la educación; no se federaliza su sistema de pensiones, de ahorro ni su servicio médico; no entran en el convenio los sistemas de la educación media superior que dependen del Estado y que han sido tratados en iguales o peores condiciones que en la educación básica.

Un problema central que debería resolver el “Convenio”, es el pago de prestaciones que por años dejaron de percibir los mentores para completar el salario precario que los caracteriza, de los más bajos entre los sectores profesionales en México y muy por debajo de la media mundial entre los salarios docentes en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos; pero no se establece ese compromiso pues los rezagos y los problemas arriba señalados quedan en manos del gobierno michoacano actual, que de manera consecutiva aparece encabezando la lista de los gobernadores peores evaluados a nivel nacional por su pésima administración; estamos hablando del mismo mandatario que camina impunemente por el mundo, después de que el año anterior envió un paquete fiscal a sabiendas de que sólo contempló el pago de la mitad de las quincenas de los maestros y que en recurrentes ocasiones se declaró incompetente, al grado de manifestar públicamente que dejaba la responsabilidad de los servicios de educación básica y normal, sin acuerdo con la federación de por medio.

Si bien es cierto que, ante el incumplimiento por parte del gobierno estatal, la SEP está facultada para solicitar de las participaciones federales que le corresponden a esa entidad para ejecutar la nómina educativa, ya se han dado varias incidencias que lo ameritan y esto no ha sucedido. El “Convenio” deja otras incertidumbres que colocan al magisterio en medio de posiciones político electorales, que sin duda pretenden cada una por separado cobrar factura en los comicios venideros: se puede deshacer en cualquier momento por una o las dos partes, con 60 días de anticipación; además tiene finiquito, se vence en diciembre de 2024, justo cuando termina el actual gobierno de la 4T. En estas circunstancias, la estabilidad salarial presente y futura de los maestros dependería de pactos políticos, estaría condicionada al comportamiento conservador de su naturaleza rebelde y hasta a su inclinación electoral; a todas luces se parece a un mecanismo de control sindical.

El tema de la Federalización de la Nómina podría quedar en asunto local, si no fuera porque Michoacán es el primero que atraviesa por lo que se prefigura como el laboratorio nacional; en puerta quedaron otros estados que solicitaron la misma conversión, en donde se mantienen latentes las esperanzas magisteriales de que pronto verán fluir sin ninguna traba el sustento diario para sus familias; en todo caso, estas inconsistencias son parte de un cúmulo de agravios e incumplimientos: la fallida democratización del SNTE, la no apertura de la normal del Mexe, la sistemática represión contra la CNTE sobre todo en el sureste del país, la implementación del régimen de excepción laboral y del nuevo sistema de carrera docente, el deterioro de las percepciones de los jubilados con la Unidad de Medida Actualizada (UMA), que conjuntamente van dando vida a una nueva revuelta pasados los tiempos de la contingencia sanitaria.

Fuente: https://rebelion.org/la-mal-llamada-federalizacion-de-la-nomina/

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Coronavirus, educación virtual y trabajo en casa

Por: Lev M. Velázquez Barriga.

 

En 2015, organismos no gubernamentales, de la globalización económica y jefes de Estado de 192 países, incluido México, establecieron una agenda global con 17 objetivos para el desarrollo sostenible (ODS), que deberían cumplirse paulatinamente entre esta fecha y el 2030: se reduciría la desigualdad, se pondría fin a la pobreza y a la desnutrición, se garantizaría el agua y el saneamiento para todos, trabajo pleno y digno, consumo sostenible, una educación inclusiva de calidad y de aprendizajes para todos y para toda la vida, entre otra cosas; pero, el brote pandémico por el coronavirus evidenció que la acumulación de capital para unos pocos y la sustentabilidad humano ambiental no tienen compatibilidad.

Carecen de agua 2 mil millones de personas en el mundo, en México 10 millones de hogares no tienen suministro diario, la mitad de nuestras escuelas primarias presentan carencias de abastecimiento y la mayoría de ellas no cuentan con financiamiento público para solventar los gastos de saneamiento; media humanidad no tiene acceso a servicios básicos de salud y la mitad de la población nacional no cuenta con seguridad social; 60% de la población mundial económicamente activa se emplea en la informalidad, 6 de cada 10 trabajadores en México están en esa condición, en el sector educativo público y privado los maestros subcontratados pierden el salario si no hay clases; la mitad de personas en el planeta no tienen acceso a internet, uno de cada dos hogares en México y el 50% de la población presenta problemas de acceso o no cuenta con conexión, en un porcentaje similar están las escuelas primarias y en menor grado las secundarias del país, pero de las que tienen conexión se toma en cuenta de una computadora en adelante, muchas veces utilizadas con fines administrativos y no pedagógicos.

Las condiciones precarias del sistema de salud, del sistema educativo, laborales y de desigualdad social en México y en el mundo, son el escenario propicio para la expansión del virus, y de manera recíproca la pandemia agudiza la crisis de todos estos elementos; además, acelera los cambios en las nuevas formas de explotación, control y dominación de la población que acompañan al capitalismo de la cuarta revolución industrial. Antes de la alerta mundial por el Covid-19, la virtualización de las relaciones productivas, sociales, de consumo, entretenimiento, comunicación y educativas, ya estaban normalizando el aislamiento en casa o en los dispositivos tecnológicos.

A través del emprendurismo, las corporaciones económicas organizan a los individuos desde su casa, para que ellos pongan la inversión inicial y su patrimonio personal  creyendo que desarrollan un proyecto de autonomía empresarial, cuando en realidad están ligados con la cadena productiva global y de distribución de las mercancías de la gran industria; bajo este esquema las corporaciones consiguen trabajadores sin contrato, sin prestaciones, sin seguridad social, sin límite de horarios ni de días laborales, sin vacaciones y sin organización sindical.

Las multinacionales Uber Eats de distribución de alimentos y Rappi que además de eso realiza otros servicios de entregas personales; de ventas y compras online como Amazon; de plataformas de streaming como Netflix y Prime Video o de música digital como Spotify, encontraron en la cuarentena el ambiente adecuado para arraigar lo que ya promovían de manera previa: el confinamiento para el consumo domiciliario permanente, el aislamiento informativo, la traslación de toda aspiración de cambio y de protesta social al ámbito de los contenidos de entretenimiento o del límite de las redes sociales.

Virtualizar la escuela es parte del proceso de contención social, de auto financiamiento de la formación desde casa, de consumo de plataformas en línea para el desarrollo de las habilidades emprendedoras o de productos de la big data para la digitalización de la gestión educativa; la escolarización es para la organización del capitalismo fabril de la primera revolución industrial, lo que la virtualización es para la reorganización del capitalismo informático de la cuarta revolución industrial; aquí la fábrica, la iglesia, la escuela y el almacenamiento de las mercancías para  atraer y concentrar al trabajador, al feligrés, al estudiante y al consumidor, son parte de los espacios offline que están cediendo terreno frente a  los tiempos y las relaciones online que acercan el capitalismo, directamente al hogar y las personas.

Lo que estamos viviendo no tiene nada que ver con el ordenamiento del sistema hacia el desarrollo sostenible; por el contrario, se naturalizan los despidos masivos, la economía informal, el trabajo precario, la tercerización, la crisis ambiental y la segregación de una parte de la humanidad a formas de súper explotación que no encajan en la automatización de la producción, que tampoco puede ser incluida en la sociedad de la información y del consumo; sin embargo, este nuevo orden mundial no se impone por medio de la dictadura militar como en los tiempos de instauración del neoliberalismo, sino que se instala a través del convencimiento, del confinamiento voluntario, de la desinformación y el autocontrol; de ahí que en los tiempos del coronavirus se nos llame al aislamiento, contra la historia de solidaridad que los mexicanos hemos demostrado en los momentos más críticos, así lo hicimos el 19 de septiembre de 1985 y en el 2017. No nos quedemos inmóviles, la solidaridad es nuestra fuerza.

Fuente del artículo: Equipo de Ove

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Calendario escolar y contramemorias del poder

Por: Lev M. Velázquez Barriga

La propuesta del presidente de la República para reordenar el calendario escolar, eliminar los puentes por los días festivos y volver a las celebraciones o mejor dicho suspensiones en las fechas históricas específicas, no deja de ser un asunto mediático que desenfoca del debate público posterior la esencia del modelo educativo de la cuarta transformación. […]

La propuesta del presidente de la República para reordenar el calendario escolar, eliminar los puentes por los días festivos y volver a las celebraciones o mejor dicho suspensiones en las fechas históricas específicas, no deja de ser un asunto mediático que desenfoca del debate público posterior la esencia del modelo educativo de la cuarta transformación. La historia contenida en los programas oficiales y toda la liturgia escolar que la refuerza a través de los actos cívicos, las efemérides, los periódicos murales, los nombres de las escuelas y el calendario de celebraciones nacionalistas, siguen siendo parte de un proceso de legitimación de los poderes fácticos y de la neo colonización monocultural de las élites criollas para salvaguardar los intereses del capital transnacional.

Comparto la idea de que los maestros deberíamos hacer una revisión profunda, que incomode incluso nuestras prácticas más arraigadas, sobre la utilidad pedagógica de estos rituales escolares cotidianos y de su impacto real en la formación crítica de los alumnos; pero, esto no será posible si no reconocemos que también hemos partido de narrativas históricas donde las y los sujetos de las transformaciones sociales no aparecen, o bien, son abiertamente acallados para desmantelar las memorias populares y de las clases subalternas.

Liberar a los días históricos del calendario escolar de las cadenas del consumismo promovido para favorecer a la industria del turismo, puede ser un buen inicio, pero es insuficiente para formar una ciudadanía crítica, protagónica de la democracia, promotora de la diversidad, comprometida con el desarrollo planetario sostenible, garante de derechos y de la justicia social. Para esto, es necesario establecer una simbiosis a la que Paulo Freire se refería como la lectura del texto y del contexto; es decir, la relación del aprendizaje que surgiría a partir del libro de historia y la comprensión de la realidad actual, pero también las posibilidades para transformarse a sí mismos en mejores personas y hacer un mundo cada vez más justo.

Al romper con las narrativas del poder y buscar la relación del aprendizaje histórico a partir de la comprensión del texto y del contexto, podremos darnos cuenta de que los protagonistas de la historia siguen vivos: son las comunidades indígenas que mantuvieron por siglos la resistencia al establecimiento del patrón de poder y de saber colonial que perdura hasta nuestros días, las mismas que han defendido el territorio del asedio de los megaproyectos de muerte que trajo el neoliberalismo con la minería, las eólicas, las presas y que continúan con el plan de devastación llamado «Tren Maya». Para hacer justicia por las mujeres violadas, tratadas como si fueran fábricas de mano de obra esclava y obligadas a ser madres de otros hijos descuidando los propios, además de buscarlas en las páginas ocultas del pasado colonial y traerlas a la memoria en la efeméride que nos recuerda el tres de julio de 1953, podemos encontrarlas y reivindicarlas en las huelgas universitarias contra el acoso sexual y en las manifestaciones contra los feminicidios en el México del siglo XXI.

Lo que aquí planteamos son ideas que los maestros de la disidencia han dialogado por años y que se han materializado en varias propuestas: la implementación del calendario alternativo o de la resistencia, donde los días de asueto han sido de lucha y de profundos debates; los desfiles marciales o deportivos que se han convertido en desfiles pedagógicos y culturales escenificando los acontecimientos y personajes de la historia más próximos a las clases oprimidas, otras veces hacen de ágora popular para recordarnos que no hemos alcanzado la verdadera independencia o cómo las reformas estructurales nos han despojado de aquello que ganamos con la revolución mexicana; las efemérides alternativas documentadas por el maestro normalista y fundador de la CNTE Enrique Ávila Carrillo, pero también las de la Agenda del Movimiento Social que se reedita cada año con una temática distinta, el número anterior tuvo como tema central la historia de los 40 años de la CNTE, así como los pedagogos y pensadores que la han inspirado; y por supuesto los libros de texto alternativos que han escandalizado a la derecha porque unos maestros revoltosos se atrevieron a desacralizar la verdad única del currículo oficial.

Recientemente los maestros disidentes de Chiapas lanzaron una convocatoria para escribir las memorias del pueblo y las historias comunitarias; en el fondo se trata de construir otros relatos, la otra historia escrita y vivida por las clases subalternas, la visión de los vencidos como diría Miguel León Portilla. Es así como se puede romper con el currículo neoliberal, como podría construirse la Nueva Escuela Mexicana; sin embargo, lo que hemos visto es el activismo abierto del secretario de educación recogiendo programas del sector empresarial que paulatinamente le dan forma y contenido a la educación para la cuarta transformación, institucionalizando las mismas iniciativas del sector privado, pero con otro nombre, tal cual sucedió con las orquestas infantiles de Fundación Azteca.

Fuente: https://rebelion.org/calendario-escolar-y-contramemorias-del-poder/

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México: Democratizar el país, la educación y el SNTE

Por: Lev M. Velázquez Barriga*

En 40 años la CNTE se fue consolidando como movimiento magisterial, pedagógico y popular, cuyo proyecto de emancipación se definió en tres grandes horizontes: democratizar el país, la educación y al SNTE. Un balance crítico tiene que poner en el centro los alcances de los fines estratégicos del movimiento a la luz de la realidad actual.

Aunque el primero de julio de 2018 se abrió una puerta para re-vertir el desastre provocado por cuatro décadas de neoliberalismo, lo que se dibuja después de un año es un gobierno de contradicciones internas en el que se funden las vi-siones progresistas con las posiciones de los sectores de la derecha que pugnan por la profundización del neoliberalismo. Las políticas decombate a la corrupción y de austeridad sirven de legitimación a la narrativa de la transformación, pero no trastocan las bases de la desigualdad ni tampoco redistribuyen la riqueza; contrariamente, han agudizado los recortes al sector público, en tanto que priorizan el pago exorbitante de la deuda pública y el financiamiento de los megaproyectos.

En este escenario, la CNTE tiene que recuperar el proyecto antineoliberal que se ha ido construyendo a lo largo de cuatro décadas con las diversas resistencias sociales, para hacer realidad la emergencia de un gobierno plurinacional desde la ciudadanía democrática, los autogobiernos indígenas, así como de las diferentes formas de poder comunal y popular. Para lograrlo, es necesario construir con las otras y los otros actores en lucha, un frente común que dispute la conducción nacional de los movimientos sociales de trabajadores y campesinos; pero también de los que no se estructuran en los esquemas tradicionales de la organización: rebeldías eclesiales, de personas afectadas por la violencia, ambientalistas, indígenas, juveniles, feministas y de las tecnologías digitales, que son el resultado de las opresiones de un mismo capitalismo criminal, armamentista, ecocida, colonial, racista, patriarcal e informático.

En el tema de la reforma educativa, la CNTE ha tenido importantes avances una vez que logró desvincular la evaluación de la permanencia y que se está concretando la basificación masiva de trabajadores de la educación que no tenían estabilidad laboral y de egresados de las escuelas formadoras de docentes que no habían sido contratados desde hace cinco años; sin embargo, no estamos ante la normalidad establecida en el nuevo marco normativo, se trata de un proceso coyuntural para resarcir los daños que fueron causados por la legislación anterior.

Paralelamente, el Estado avanza en varios ejes de la política neoliberal: la instalación del régimen de excepción laboral y de un sistema de carrera meritocrático para la fragmentación del contrato colectivo y la sustitución del derecho social al aumento del salario; el ahorcamiento presupuestal de las escuelas normales y de la formación continua; la entrega de la educación especial a la iniciativa privada, mientras que en el sector estatal se establece la estandarización o la misma educación para todos a la que llaman inclusiva; el impulso a la administración escolar descentralizada que sitúa a las escuelas en el arranque de la competencia por ganar alumnos para tener más ingresos y de otra forma de autonomía de gestión que implica a las familias en el cofinanciamiento; un nuevo pacto de gobernanza que incluye el protagonismo de otros sectores de la ciudadanía corporativa no tan visibles en el gobierno anterior, de modo que la Nueva Escuela Mexicana se va definiendo en el marco de la excelencia con visión empresarial y recogiendo iniciativas como las orquestas infantiles de Fundación Azteca, la formación financiera de la banca y la estrategia de inclusión del Teletón. Una alternativa realmente libertaria sólo podrá construirse con las clases populares, las resistencias antineoliberales y los procesos en marcha de poder popular y comunal; es decir, desde abajo hacia arriba.

La disputa del sindicalismo oficial y de una parte del magisterio disidente por presentarse como medio de transmisión de la Cuarta Transformación, cogobierno o aliados de las tribus del partido en el poder, roza los límites del neocorporativismo que obliga a la CNTE a reivindicar su autonomía frente al Estado, pero también a reafirmar la naturaleza de su existencia como movimiento social, en cuyo caso democratizar al SNTE no se define a partir del sufragio personal, la transparencia y el respeto a las reglas de elección de su dirigencia, como proclaman las expresiones patronales y neocorporativas que ven al aparato sindical como un fin en sí mismo y a las normas establecidas en la reciente reforma de la Ley Federal del Trabajo como el único medio para la participación sindical.

La democratización del SNTE se hará en la medida en que asuma su papel histórico en la organización de los trabajadores para contribuir al proceso democratizador del país y de la educación, en tanto se convierte en el instrumento de los agremiados y de las familias para hacer contrapeso a las medidas del capital que precarizan la profesión docente, privatizan la escuela pública y cosifican a los alumnos en fuerza de trabajo; sin embargo, justamente ese ha sido el papel histórico que ha desempeñado la CNTE, porque su proyecto emancipador es rebeldía, pedagogía, lucha, propuesta y emancipación en movimiento que no podrá ser diluido en las reglas de la democracia liberal acordadas en el marco del T-MEC ni tampoco en el funcionalismo del aparato sindical.

Twitter: @levmx666

*Doctor en pedagogía crítica.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2019/12/15/opinion/014a2pol

Imagen: https://twitter.com/cnte_7?lang=es

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México: El SNTE, democratización desde abajo

América del Norte/México/10-11-2019/Autor(a): Lev M. Velázquez Barriga/Fuente: www.jornada.com.mx

Por: Lev M. Velázquez Barriga

Con la renegociación del tratado de libre comercio T-MEC se pactó una reforma laboral para que los sindicatos mexicanos se rigieran bajo los principios de la democracia liberal. Después de los cambios a la Ley Federal del Trabajo, publicados el primero de mayo de 2019, se armonizarían durante los próximos 240 días los estatutos de las organizaciones sindicales, de ahí que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) enviara al Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje el nuevo reglamento para que las elecciones de las direcciones seccionales en las que se divide el organismo en cada entidad federativa fueran como lo establece la ley: por medio del voto personal, libre, directo y secreto. A partir de enero de 2020, ningún comité seccional a elegir que no cumpla con el nuevo marco normativo tendría interlocución legal con la Federación o con los gobiernos locales.

Si bien es cierto que una demanda histórica, incluso que dio origen a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), ha sido la democratización del sindicato magisterial, el nuevo marco constitucional y estatutario es insuficiente, es necesario que las disidencias magisteriales empujen desde abajo y por sus propias iniciativas procesos efectivos de democracia de bases, para que una coyuntura de esta magnitud no resulte en escenarios indeseables o en letra muerta.

En primer lugar, si no se pone sobre la mesa y en los mismos términos de los comités seccionales la renovación del Comité Ejecutivo Nacional, lo cual implicaría esperar hasta 2024 en que terminaría el periodo de Juan Cepeda, no podemos hablar de un proceso democrático completo, pero sí del riesgo de institucionalizar y neutralizar durante todo el sexenio a las resistencias magisteriales que han sido contrapesos del SNTE, de la reforma educativa empresarial y de las políticas neoliberales.

Los 40 años de lucha de la CNTE no caben en un sindicato, pero el gremio magisterial sí tiene lugar en un movimiento social más amplio, cuyas alianzas, horizontes y dinámicas de lucha son fundamentales para seguir consolidando un polo de actores y organizaciones populares que logren radicalizar hacia la izquierda la dimensión progresista de la Cuarta Transformación (4T) en favor de las clases pobres y de los trabajadores, que detengan la avanzada actual de posicionamientos de la derecha o su regreso recargado al gobierno en 2024, como sucedió en Brasil con el gobierno profascista de Jair Bolsonaro.

En tercer lugar se requiere de la acción informada, consciente y organizada de los docentes democráticos sobre las reglas, los árbitros, las formas, los tiempos y los procesos, para que su participación en la elección de las representaciones sindicales no legitime el reacomodo de las cúpulas del sindicalismo patronal, el posible regreso de grupos que pretenden marear a los maestros sirviendo los viejos cacicazgos en copas nuevas, como las Redes Sociales Progresistas (RSP) y los Maestros por México (MxM), propiedad de la familia de Elba Esther Gordillo Morales.

En cuarto lugar, si no se revierte el proceso de reforma educativa, laboral y administrativa que viene desde el sexenio anterior y que se extendió hasta el gobierno de la 4T, en el que se desdibuja al sindicato de maestros, se normaliza la meritocracia como competencia individual para ascender en la escalera profesional del éxito personal, se disminuye su intervención a la función observadora de la legalidad hecha de manera unilateral por el Estado patrón; frente a todo ello se corre el riesgo de disputar sólo un cascarón vacío. Ante una legislación adversa o incompleta, lo que se requiere para construir un sindicalismo con interlocución para hacer valer las demandas del magisterio, no sólo es respetar la legalidad, buscar la toma de nota o seguir la formalidad de los procesos electivos, aunque sean libres; también se hace necesaria la presencia de una dirección fortalecida con la legitimidad de sus bases, con capacidad para movilizar y mantener viva la organicidad del sindicato.

En quinto lugar, la conquista de la dirección no es la democracia en automático de todos los componentes del gobierno sindical. Los estatutos del SNTE siguen siendo los de un aparato funcional al Estado, su estructura la de una maquinaria burocrática y sus instancias funcionan de modo vertical, cuya lógica es suplantar y no representar a los agremiados. Se tendrá que romper con el votas y te vas de la racionalidad liberal para legitimar la desactivación de la democracia protagónica y colectiva.

Al proceso promovido por la reforma laboral le hará falta el impulso vital y orgánico de la democracia participativa, a través de espacios de representación horizontal, no estáticos sino dinámicos, que se nutran de la presencia contante de las bases en asambleas delegacionales, regionales, plenos y congresos; es decir, una democracia construida de abajo hacia arriba, en donde la dirección sólo es ejecutiva de las decisiones tomadas en colectividad, pero no autónoma ni cupular.

Seguramente la discusión es más profunda y más crítica de lo que aquí escribo, pero es ineludible, sobre todo en este momento en el que están en puerta varios procesos de renovación sindical en los estados.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2019/11/09/opinion/018a2pol

Imagen: Ronny K en Pixabay

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La derecha educativa y su posverdad

Por: Lev M. Velázquez Barriga

La oligarquía nacional, pero de intereses y alianzas trasnacionales que desmanteló y privatizó las bases estructurales de la soberanía económica y se sirvió de excepciones fiscales; la clase política conservadora que agudizó la pobreza, la violencia y que creció a costa de la corrupción mientras gobernó en medio del repudio social; la derecha legislativa que aprobó la reforma educativa anterior poniendo al país al borde de la ingobernabilidad; la ciudadanía civilempresarial y parasitaria que cree ser el único sector con representación y voz autorizada para ser el interlocutor de los intereses educativos de todos; las cabezas de los organismos autónomos quefraguaron los fraudes electorales o que heredaron al mundo la evaluación docente militarizada, y el oligopolio de los medios de comunicación que no sólo negó la voz de los maestros, sino que además montó una campaña de miles de millones para desprestigiarlos con cargo al erario público, está construyendo un nuevo relato de ofensiva contra la izquierda magisterial, cuyo mensaje transversal es: nosotros no somos la mafia del poder.

En tiempos de la posverdad no es relevante la veracidad de lo que se comunica, sino el impacto que tiene en la manipulación de la opinión pública; la derecha aprendió de las neurociencias que para introducir en la mentalidad de las personas sus ideas clasistas, racistas o antilaborales, es más importante incidir en la emocionalidad que en la racionalidad humana; los mensajes de odio o coraje fluyen más rápido por los canales digitales o las redes sociales que la información profunda, y tienen un impacto vertiginoso favorable a los grupos de poder.

Hay un concierto armonizado por la derecha educativa en México jugando en estas dinámicas, buscando hegemonizar tendencias de opinión irracionales, desproporcionadas y desinformadas a través de posverdades y fake news; como ejemplos parafraseo los siguientes mensajes en el contexto de la aprobación de las leyes educativas secundarias: CNTE gana todoceden a la CNTE dejar a su decisión la asignación de plazas docentesCNTE exige 50 por ciento de las plazas docentesla CNTE propone una educación para el conflictola CNTE sólo son líderes sindicales corruptos y privilegiados que no representan a nadiela única voz que siempre se ha escuchado es la de la CNTEquieren bilateralidad para vender y manejar plazas; son la nueva mafia del poder.

En este intento de desplazamiento de los focos de tensión y de atención que pesaron sobre las verdaderas élites de poder que nos heredaron un desastre en todos los ámbitos de la vida nacional y cuyos partidos de la derecha histórica fueron derrotados, los sectores caciquiles y mercenarios del SNTE, de los que se sirvieron electoralmente para llegar al gobierno o para pactar e instrumentar todas las reformas educativas neoliberales, poco o nada se nombran, a pesar de que la memoria histórica no perdona el olvido y los colocó en las páginas negras de la corrupción como un lastre de la democracia. El problema no son los privilegios ni las riquezas ilícitas de las cúpulas del SNTE –pueden seguir ahí vegetando como una burocracia de oficina– el problema son los contrapesos de las organizaciones magisteriales independientes que sí responden a sus agremiados exigiendo respeto al derecho laboral y pugnando en la praxis, más que en el discurso, por una educación para la sustentabilidad de la civilización humana y no para la transferencia de habilidades rentables al sector de la iniciativa privada.

Este discurso de la derecha no es espontáneo ni tampoco recoge la suma de voces individuales compartiendo la misma idea, es la estrategia de los tanques de pensamiento financiados por los corporativos económicos dispersada a través de los medios de comunicación de su propiedad, de intelectuales orgánicos que monopolizan varios espacios de debate y de opinión, de redes sociales que aparentan neutralidad, de foros para quien no necesita que le abran audiencias alternativas porque ya tiene las del oligopolio de la comunicación.

Pero en esa estrategia no sólo se pretende desplazar el foco de tensión y atención sobre la influencia decisiva de los grupos de poder en las leyes educativas; se trata de generar una corriente de conformismos y desmovilizaciones en los sectores de contrapeso; parte del éxito de la posverdad radica en comunicar lo que quiere ser escuchado, de ahí que sentencias fatales y absolutistas como CNTE gana todo o Sepultan reforma CNTE y Morena, pretendan instalarse en la subjetividad de los movimientos magisteriales ávidos de adjudicarse victorias completas luego de largos periodos de lucha sostenida contra los proyectos de la oligarquía.

La cortina de humo de la derecha se corre con mucha rapidez, los matices de las leyes educativas son cada vez más oscuros a la mirada de los docentes organizados; el escenario de lucha de la CNTE se desplaza hacia las sinapsis de la reforma educativa y se aleja de la matriz neuronal establecida en el contexto de la Constitución; si la geografía de las resistencias se regionaliza por entidades y secciones, la amenaza de diluir la fuerza magisterial más sólida a escala nacional quedará latente. Frente a la posverdad como estrategia persuasiva de manipulación de la oligarquía, sólo nos queda la racionalidad crítica, aunque a veces incomode a las inercias del movimiento magisterial.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2019/09/21/opinion/016a2pol

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Maestros ¿agentes de transformación?

México / 28 de julio de 2019 / Autor: Lev M. Velázquez Barriga / Fuente: La Jornada

La Cuarta Transformación debía tener su correlato con un proyecto y un marco constitucional en materia educativa que rompiera con el ciclo del neoliberalismo; las y los maestros serían, según lo planteado en el artículo 3° reformado, reconocidos como agentes de la transformación, era de suponer que se referían al proceso de instauración de un nuevo régimen democrático; sin embargo, ninguna de las leyes educativas aprobadas o propuestas hasta el momento en el actual gobierno, recuperan las nociones de las izquierdas ni tampoco las experiencias y potencialidades de los profesores como sujetos catalizadores de cambios sociales.

En el sentido común de las izquierdas, no se entiende como transformación cualquier acontecimiento que implique modificaciones en la sociedad, la economía, la política o la cultura; sólo la de aquellos movimientos orgánicos que producen procesos de liberación: minando las estructuras de poder, rompiendo con las formas de sobrexplotación humana y de la natura o trastocando las múltiples opresiones de clase, raza, lengua y género; estos procesos pueden ser pacíficos y graduales, pero siempre profundos y emancipadores.

La experiencia y no la teoría, nos ha demostrado que los sujetos de transformación no son uniformes ni están necesariamente vinculados a la producción fabril, lo cual no significa que estén exentos de afectaciones y de explotación en la cadena de producción capitalista; son agentes de cambio, pero de una composición compleja: pueden ser obreros, campesinos, indígenas, diversidad sexual, desterrados y desplazados, afectados ambientales, víctimas de la violencia, infotecnopobres, juventudes precarias, estudiantes y por supuesto maestros.

Algunos de los planos de transformación de estos sujetos son la organización de las fábricas y las industrias; la democratización de los sindicatos; el gobierno para la autonomía y la comunalidad; las instituciones y la vida pública para el reconocimiento de la identidad sexodiversa y la horizontalidad de las relaciones de género; el territorio y la sustentabilidad ambiental; la paz y justicia social; la democratización de las tecnologías digitales, el derecho a la libre información y la comunicación; la seguridad social y laboral; la educación pública y gratuita con un proyecto plurinacional que tenga como principios la vida y la ciudadanía democrática, no los valores y objetivos del mercado.

Los docentes están atravesados por más de una de las opresiones; el sindicalismo es apenas un matiz en el caleidoscopio de las luchas magisteriales, es por eso que se despliegan también por diferentes planos de transformación: concejal en Cherán, autodefensa en la montaña, locutor de la radio comunitaria en la mixteca, miembro del comité de desaparecidos y presos políticos en Oaxaca, defensor de los derechos de los jubilados y pensionados en Torreón, feminista en Chihuahua, ambientalista en Veracruz, activista contra la privatización del agua en Sonora y Mexicali, colono en Durango que lucha por la vivienda de los sin techo, comunicador de medios alternativos digitales en Huimanguillo y CDMX, productor orgánico y organizador de mercados populares solidarios en Chiapas; hablo de casos concretos, pero que se repiten en distintos lugares porque son representativos de muchos maestros que se asumen en la complejidad del sujeto de transformaciones sustantivas.

No obstante, estos maestros no son los enunciados por las leyes secundarias en puerta, de los agentes de transformación que fueron conceptualizados en la reforma constitucional no se encuentra ningún rastro de congruencia; en su lugar, hallamos otros que son acotados por el derecho de terceros, la meritocracia y las mediciones. La idea de horizontalidad en el sistema de carrera que sustituiría al servicio profesional docente es competitiva e individualista, las posibilidades de la mejora continua de la educación corren el riesgo de no producir compromisos colectivos que las familias valoran por el impacto que tienen las escuelas en la reconstrucción del tejido social, el desarrollo cultural y deportivo, el mejoramiento de las condiciones alimentarias de los alumnos, la constitución de las relaciones basadas en los valores y la ética o el desarrollo de aprendizajes socialmente necesarios.

Siguiendo las reglas de la nueva legislación no hay posibilidades de transformar, de romper la secuencia neoliberal donde la justicia social, la soberanía, la vida, la felicidad, la democracia, la ciudanía consciente y participativa, la unidad de lo humano en la diversidad como horizontes de la educación, son reducidas a la visión empresarial de excelencia que pretende esclavizar los logros del aprendizaje en cárceles cognitivas de medición estandarizada y el desarrollo pleno de las cualidades de las personas en las habilidades económicamente rentables.

Celebro que la transparencia y la rendición de cuentas sea un eje transversal en las propuestas de leyes educativas secundarias; sin embargo, sin una noción emancipadora de la transformación ni de los sujetos históricos, pedagógicos y políticos como agentes para llevarla a cabo, son mínimas las posibilidades de que la Nueva Escuela Mexicana se convierta en el generador de una revolución cultural, pacífica y profunda que acabe con la corrupción; pero sobre todo, que acabe con el pensamiento colonial, la subjetividad neoliberal y la relación de la formación con la producción de rentabilidad económica para una élite a costa de los niños, niñas, jóvenes y del planeta que habitamos.

Fuente del Artículo:

https://www.jornada.com.mx/2019/07/26/opinion/020a2pol

Fuente de la Imagen:

https://www.compartirpalabramaestra.org/actualidad/blog/maestros-hacen-maestros-experiencia-y-transformacion

ove/mahv

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